Estampita.com
Miércoles, 31 de Agosto, 2005Me advierten que en septiembre tenga cuidado con el phishing y pregunto ignorante si se trata de algún terrorista que se dedica a clavarte arandelas en las orejas a traición. Me dicen que no, que eso es el piercing y que para que te las cuelguen tienes que pagar. Qué alivio.
Tampoco tiene nada que ver con la física, ni con prácticas de sexo extremo, ni con la pesca, aunque después de que me lo explican creo que tiene bastante que ver con esto último.
El phishing, acuérdense, es la capacidad para duplicar páginas web originales, que una vez enviadas por correo electrónico, capturan datos personales del receptor, especialmente los bancarios, de modo que los autores pueden realizar sustanciosas estafas. Vale, pues ya está. No cubro ninguna y ya estoy a salvo.
Y un jamón con chorreras, añaden. “También tienes que tener cuidado con el gusano Zotob”. ¡Adiós Madrid! ¿y eso no lo controla la ministra de Sanidad? Pues no, el gusano se mete en tu ordenador y pilla todo lo que le parece de interés con los mismos fines, es decir, dejar tu cuenta bancaria como los cajones de los ministerios cuando hay relevo.
Bueno, pues tendremos cuidado con el phishing y con el Zotob. Pero no acaba ahí la cosa. Tampoco hay que dejar de lado las “cartas nigerianas”, que contienen diversos premios o promociones, como ya ocurre con el correo ordinario, pero ahora a lo bestia. Si picas, se te mete el Zotob y te da por el phising.
La más ocurrente de todas estas estafas es un correo en el que un millonario iraquí dice que tiene toda su pasta fuera de su atribulado país y que necesita X pelas para salir de allí por piernas. Si se las prestas, él te recompensará devolviéndotelo multiplicado por tres o por cuatro, según esté el precio del crudo. Ni que decir tiene que al dinero no le ves el pelo jamás.
Se preguntará el lector quién puede caer en estas trampas tan burdas. Y les respondemos: miles de personas, ¿o ya no se acuerdan de la estampita?