Hay imágenes que no se olvidan fácilmente

Tiene que ser muy humillante haber creado un Consejo asesor de trece miembros trece, para que después de mucho reunirse te aconseje no utilizar la frase “España nos roba”. Muy humillante y muy caro.

Añaden los asesores diciéndole a Mas que por ese lado va mal, por ser lo que quieren oír los enemigos de su órdago, para acusarlo luego de insolidaridad. Empezaban bien, pero al final se tuercen.

Mas no debe utilizarlo por la sencilla razón de que es falso, pues existen pruebas de su burda manipulación desde tiempos ancestrales. Gallegos, extremeños y andaluces _ por citar tres grupos destacados _, sabemos algo de todo eso por contribuir con capital humano al engrandecimiento de aquellas tierras y por acudir a ellas conscientes de que allí iban a moverse inversiones que no vendrían a las suyas de origen.

Por lo tanto, “España nos roba” no solo es una mentira graciosa de un líder enloquecido, sino un insulto y una manipulación indigna de quien tiene la representación de millones de ciudadanos que confían en su palabra, porque no todos estamos obligados a remover los libros de historia para saber si es cierta o no cada una de las ocurrencias de sus políticos.

Ahora bien, tampoco es de extrañar que un personaje como el de marras haya actuado sin empacho contra el rigor histórico, porque ése es uno de los pilares fundamentales de su acción política, el de reconstruir pasado y presente a gusto de su futuro. Y ahí está su felicitación de este año como último botón de muestra, tratando de convertir una guerra de sucesión entre austrias y borbones, en otra de secesión entre catalanes y españoles.

No se hagan ilusiones. El Consejo no llegará a tanto como para decirle que también miente en esa historia. Feliz año.

Tenemos un problema con Verdi

La próxima edición del DRAE acomete una limpia de conceptos machistas que han estado allí, no porque los imponga, pues el DRAE no es ley, sino porque se les dio ese uso y la Academia los recogía con el mismo espíritu que un herbolario acoge todas las plantas que hay, y no porque quiera que haya ésas precisamente.

La duda que asalta al consumidor del DRAE es saber si realmente esos conceptos que se modifican han mudado de significado en la sociedad, o por el contrario, si lo que se pretende es que muden. De ser este último supuesto, y en muchos casos es así, estaríamos en el primer momento histórico en el que la Academia no solo “limpia, fija y da esplendor”, sino que también censura. O dicho más suave, que moraliza las palabras.

“Femenino” no puede significar “débil” y lo elimina. Por lo tanto, si usted dice de alguien que “tiene ademanes femeninos” para expresar que es refinado, estará cometiendo una incorrección, pues lo que se pretende es que “masculino” y “femenino” sean igual de débiles. Se pretende, pero en la calle no lo es.

Se entiende que se feminicen los oficios y que a partir de ahora aparezca la entrada “enterrador -a”; pero no se entiende que de “masculino” se elimine “varonil”, que es condición propia del varón sin tener en cuenta la afectación de sus garambainas.

Se entiende que “gozar” no sea “conocer carnalmente a una mujer” y se quede solo con las dos primeras palabras, pero no se entiende que “judiada” ya no sea una “mala pasada”, porque en la calle lo sigue siendo.

Con ese espíritu censuraremos a Verdi, cuando dice que “la mujer es voluble como pluma al viento; en llanto y risa es engañosa, cambia de palabra y pensamiento”, y será mal visto quien cante el aria.

Pequeñuelo recibiendo su bocata de porcino

Han multado a una serie de mucho éxito en la tele que empieza por La que… y termina por cina.

La causa ha sido su multidifusión en horario infantil, lo cual contraviene la ordenanza, porque a los niños, esos seres indefensos a los que tanto cuidamos para que el día de mañana puedan tener un iPhone y así enviarse las mismas gilipolladas que nosotros, nos les conviene ver series porcinas.

Se defiende su creador dando coces de rucio contra el Gobierno, que es carne propicia para ser macerada; aunque luego se calma, se le pasa el efecto y se disculpa.

Se defiende bien el hombre diciendo que sus capítulos, ésos de caca, pedo, culo y pis, están en la red internáutica y que el niño que quiera verlos no tiene más que ir a ella a cualquier hora del día y listo. La defensa está bien, pero el delito se ha cometido de igual forma.

Clama también el caballero contra el ataque sufrido por su libertad de expresión, que por lo visto ampara la producción en serie de embutidos ricos en grasas saturadas, su inoculación en vena a la santa infancia y el aplauso generalizado del resto de la sociedad: Gracias por eliminar cualquier atisbo de cultura entre los más pequeños de la casa, porque así ya nos ahorramos nosotros hacerlo. Es más, también podíamos ahorrarnos la escolarización, porque para que les saquen por un lado, lo que les meten por el otro, mejor se queda en casa viendo la tele.

Es un error multar esa serie por ser emitida en horario infantil. Alguien puede pensar que está hecha para otro horario y aficionarse, porque en realidad es una bomba de destrucción masiva con espoleta retardada contra grandes y pequeños.

Uff! Qué a gusto se queda uno tras evacuar un poco de libertad de expresión.

Típico Baltasar tiznado que no cuela

No es mala noticia que la coordinadora del Grupo Afrosocialista del PSOE haga campaña para lograr que el día 5 en ningún ayuntamiento regido por su partido desfilen Baltasares tiznados de negro, sino que quienes representen al rey sean personas de tez oscura, directamente.

Bajo el lema “No a los Baltasares pintados”, Consuelo Cruz Arboleda, titular del cargo susodicho, reclama que ningún español tenga que explicar a sus hijos por qué destiñe Baltasar, un engorro del que los padres no siempre salen bien parados, pues dadas las temperaturas de enero, a ningún niño le cuela la explicación de que el rey suda porque en su país hace un frío que pela. Que pela mucho más de lo que pela aquí.

Hay más aspectos positivos en la campaña de Consuelo Cruz. El segundo, salta a la vista, es el acercamiento del PSOE a reconocer la Epifanía ante los Reyes Magos. ¡Milagro del Papa Paco! Aunque dicho así, más parezca del PP.

Se deduce también que el misterio sobre la negritud de Baltasar ha quedado resuelto, aunque nada hay que atestigüe la raza de los adoradores, ni si eran reyes, magos, sabios o astrólogos aficionados.

Así se combate también el intrusismo laboral que venían ejerciendo los falsos Baltasares teñidos y se pone de manifiesto que los problemas de la emigración en España pasan por aplicar un poco de buena voluntad.

Los de nuestra época fueron siempre Baltasares teñidos, como Al Jonson en El cantante de jazz. Jamás se nos ocurrió sospecharlo, aunque bajo aquella capa de betún se adivinaban las facciones del concejal de Tráfico, de Jardines o de Voladizos. La magia de la fecha era suficiente para que el engaño surtiese efecto. Claro que hoy a los niños cibernéticos no se las dan con queso.

Sosteniendo el régimen

En España se mueven a diario oleadas de solidaridad. Nunca son las suficientes, ni todas llegan intactas a los objetivos que se proponen, pero el sentimiento está ahí y los resultados también, porque sin ellas sería muy difícil acometer las travesías de la penuria como la actual.

Es cierto que los medios prestan más atención a otro tipo de manifestaciones estériles de bronca y enfrentamiento, pero aunque no lo fuera, quienes practican la solidaridad, la caridad o cualquier tipo de ayuda al prójimo no perderían ni un minuto de su vida en buscarse titulares, quizás porque el titular de prensa va unido a la ambición política y lo que a ellos les mueve es la íntima satisfacción de servir sin necesidad de pasar por las urnas.

De modo que hablar de ellos de vez en cuando y reconocer la labor de esa fuerza social, anónima y desinteresada, ha de entenderse también como una manera de contrarrestar el silencio por el que discurre.

Por imposible que parezca hace días tropezamos con la estrafalaria opinión de un pequeño líder sociopolítico que ahorraremos identificar porque estamos convencidos de que superada una juventud ardorosa, pensará de otra forma.

Venía a decir este hombre exactamente lo contrario de lo expuesto hasta ahora, acusando a quienes practican la solidaridad de querer lavar sus propias conciencias a través de la ayuda a los demás. Vamos, que la solidaridad era egoísta y lo fetén era derrocar el régimen, evidentemente, con el fin de traer el suyo.

Podría parecer que no, pero la solidaridad también tiene enemigos dentro y fuera de quienes la hacen imprescindible. Pero mientras unos y otros discuten, ellos calientan las sopas.

A good sitio para ñam ñam?

Estos días nos cruzamos muchos deseos de que mejore la situación, y quizás menos de los necesarios de mejorar nosotros mismos, único camino para conseguir lo primero al decir de los filósofos.

Nos cuesta admitir la autocrítica y lo compensamos con la crítica a todo bicho viviente que nos sea ajeno. El niño no es malo, son las compañías.

Aun así reservamos algunos lugares comunes para zaherirnos, quizás con la pretensión de que nos vean perfectos en el resto e incluso en el propio defecto: “No, hombre; ¿cómo vas a ser tú un zamborotudo?”

Somos muy malos fisionomistas y lo reconocemos sin ambages. “No soy capaz de quedarme con una cara”. Y si no es así, tenemos muy mala memoria para los nombres, que es otra excusa bárbara.

Un defecto muy escuchado: Yo es que soy negado para las matemáticas, aunque en realidad solo lo sea para resolver ecuaciones de segundo grado sin papel y lápiz. A las buenas cocineras nunca les salen bien los platos y los buenos fotógrafos nunca obtienen buenas fotografías. Eso dicen ellos.

Hay quien se mortifica mucho porque un día se olvidó una hache y deduce que “yo soy un desastre para la ortografía”. También es común reconocer que nos orientamos mal en las ciudades a las que vamos. Y todo porque después de visitar museos siempre preguntamos dónde queda nuestro hotel. Lógico, no estuvimos nunca allí.

Y ya en ciudad extranjera, el defecto se convierte en virtud, pues presumimos de chapurrear cualquier idioma: “Plis, un good sitio para ñam ñam?” Ahí sí que viene bien la autocrítica y reconocer que en lenguas, la materna y gracias. Vamos, que ni autocrítica que nos excuse, ni complacencia que nos engañe.

Escena de 20 séculos de noivado (Telelugo, domingos 21,30h) Buceando en lo autóctono

Telelugo acaba de estrenar una serie muy bonita titulada 20 séculos de noivado que repasa centenares de costumbres vigentes en Galicia a lo largo de los tiempos en torno a los amoríos y al matrimonio. Confío en que el hecho de estar relacionado con ella no me impida mantener que es bonita e ilustrativa.

Viéndola este domingo me dio por preguntarme cuántas de esas costumbres y tradiciones, siendo verdad que aquí se practicaron, pueden certificar un origen único y exclusivo en Galicia. La respuesta, sin necesidad de mayores investigaciones, es que pocas, o ninguna. Aquí se moldearon y se acomodaron a la tierra y a sus gentes, pero todo pertenece a un acervo común cuyo verdadero inicio es imposible de determinar.

Viene esto a cuento también de la enfurecida defensa que la gaiteira Susana Seivane hizo, asimismo en el medio televisivo, del instrumento autóctono frente a otro que según ella, no lo era.

Hermoso berenjenal en el que se ha metido doña Susana el de defender a ultranza lo que es gallego sin mácula de contaminación exterior. Por ejemplo, la muiñeira sin mácula sueva. Pues va a ser que no.

Puestos a hacer campaña contra la deturpación de las costumbres, ahora que estamos en estas fechas, podríamos decir que el Papá Noel nos es tan ajeno como el wassap, pero es que los Reis Magos vinieron de Oriente y están enterrados en Colonia.

Aquí, lo único auténticamente gallego es el río Miño y las tierras que lo circundan. Y para eso olvidándonos de Pangea, cuando toda la superficie terrestre formaba un único territorio y el pimiento de Padrón no era de Padrón, sino de Pangea.

Ahora bien, si hay que cargarse al Papá Noel, por mí que no quede. Feliz noche.

Ganar, ganar, gana el No

Varios factores acrecentaban el interés suscitado por la encuesta de La Vanguardia, entre ellos, el cambio registrado en su dirección, interpretado en alto y en corrillos como un desplazamiento de pie, antes posado sobre el acelerador de la independencia y ahora sobre el freno.

El resultado habrá desilusionado a todos, porque con empate no se gana, ni se pierde. Dicen los números que la sociedad catalana se encuentra en estos momentos como la joya a la que cantó Espronceda, partida por gala en dos.

Apenas unas décimas separan a los partidarios de la secesión de quienes la rechazan, y vistas así las cosas podría decirse que la mitad de los catalanes están condenados a que sus deseos no se cumplan, bien porque se mantengan en el Estado español, bien porque no.

Una segunda lectura del muestreo obliga a que los promotores de la campaña midan con exactitud la utilización de la palabra clamor, pues si la utilizan para apoyar sus planes, han de saber que el mismo clamor está también diciendo lo contrario que ellos. Lo harán con menos aspavientos, pero lo hacen.

Y una tercera interpretación es que si hemos de dar como válidas todas las encuestas que se han realizado desde la Generalitat, se observa en ésta que realmente se ha levantado el pie del acelerador, que la inminencia de la consulta no ha hecho sino incrementar la acrofobia que produce verse ante un abismo de consecuencias catastróficas para todos, incluidos los partidarios de la aventura solitaria.

Esta tendencia se pondrá de manifiesto con total claridad en el siguiente muestreo no manipulado que se realice y posiblemente sea ése el que espera Rajoy para seguir defendiendo que no hay que hacer nada.

Parecidos razonables

Hagan la prueba. Después de quince segundos mirando fijamente el rostro de la Grossa, les vendrá a la mente Farmacia de Guardia, aquella serie de los noventa. Y es que la Grossa, la efigie de la Lotería Catalana de fin de año, es una doble de Concha Cuetos pasada por el matraz de la Rahola y con una pizca de Marta Ferrusola; hola, hola, hola.

Colocando a la Grossa frente al Gordo se quiere construir otro de esos mitos insalvables de diferenciación que claman por la ruptura de la unidad de destino en lo universal; bueno, es una forma de hablar.

Lugo se hermana con la china Quinhuangdao solo porque las dos ciudades utilizan mucho la palabra muralla, y otros inventan la Grossa para hacerse los interesantes. No pasa nada. Seguro que la Grossa recauda mucho más dinero con el que hacer hospitales y embajadas.

Dentro de esa línea se está hablando de un informe catalán del Consejo Asesor para la Transición Nacional al que no podemos dar crédito de ninguna de las maneras, pues afirman quienes lo han leído, que aconseja a los clubs de fútbol, con el Español y Barcelona a la cabeza, ¡que sigan jugando en las distintas competiciones de la Liga Española por razones económicas y deportivas!

Algo tiene que haberse leído mal, porque eso no puede ser así. No va a estar la Grossa vendiéndose como rosquillas para que el Estado recaude menos con la Lotería en Cataluña, y al mismo tiempo el Barça jugando contra el Real Madrid. Ahí se tuvieron que comer alguna letra. ¡Con lo bien que juega el Barça, que ya dice todo el mundo que parecen de otro planeta!

El informe tiene que hablar de una Liga para ellos solos, como Dios manda. Y sin Champion League, que para eso hay que estar en Europa.