Archivo de Julio, 2015

El viaje

Viernes, 31 de Julio, 2015

Andrómeda encadenada

Allá en los albores, cuando todavía resonaba en los aires la rima más coreada de Libertad, Amnistía y Estatuto de Autonomía, Pujol proclamó urbi et orbi que catalán era todo aquel que viviese y trabajase en Cataluña. Punto. Era un mensaje tranquilizador para los españoles y para los residentes no nacidos allí, que ya entonces veían las orejas del lobo nacionalista como una amenaza contra sus derechos comunes a cambio de otros que sería necesario bajar desde la nebulosa de Andrómeda.

Es cierto, están muy lejos, se dijeron. Además, han gritado tan fuerte sus ansias por el estatuto de autonomía, que es imposible llegar hasta allí.

Bueno, los derechos siguen en Andrómeda, pero desde aquel mismo instante en que Pujol define qué es un catalán hasta hoy, los requisitos han aumentado una barbaridad y ya no basta con vivir y trabajar; ahora también hay que envolverse en la estelada, votar a determinada lista unitaria, hablar catalán y renunciar al castellano, decir que España nos roba aunque Montoro incremente un 25 por ciento la financiación y en fin, tener fe en que Andrómeda existe, pese a que la nave vaya dando tumbos por el espacio y el capitán que los manda repita cada dos por tres Ahí está, ahí está, como hacía Magallanes con su estrecho para animar a la marinería.

La verdad es muy distinta a todo eso. Ni el capitán es el dueño de la nave aunque enarbole la bandera pirata, ni la mayoría de los que ponen la pasta _ salvo Montoro, que está obligado _, quieren jugársela con un tipo que no es de fiar. Los que están dentro huyen del barco con disimulo, por lo menos para poner a buen recaudo la sede social. Y los que pensaban ir siguen pensándoselo, como haría cualquier explorador si ve que en su camino se abre un charco de arenas movedizas.

El capitán pirata anuncia que Andrómeda está el 27s, pero ninguna carta náutica lo corrobora. Si toca puerto es que todas están equivocadas y que vivimos en un mundo de coña.

El pleito del bikini

Jueves, 30 de Julio, 2015

Una muchacha que no piensa ceder

Un parque, una chica, un bikini. La combinación actúa como el trinitrotolueno a los ojos de un grupo de mujeres musulmanas que explota al grito de “inmoral” y la emprende a golpes contra la carne que se alberga entre las dos piezas de ropa.

Ocurre en Francia, país de mayoría católica _ hasta el momento _, significada tierra de acogida y digno representante de lo que conocemos como civilización occidental, un magma de convicciones democráticas, tolerantes, abiertas al avance de las ciencias y proclives a las libertades individuales siempre que no atenten contra la libertad colectiva.

Una plaza pública, una pareja de recién casados, un beso. La combinación actúa como en el caso anterior y un grupo de hombres increpa a la pareja que implora el perdón con las manos unidas pidiendo disculpas. Lo entendí. Ocurría en Marruecos y durante el Ramadán. ¿Quiénes éramos nosotros para imponer en público unas costumbres que ofenden el sentimiento colectivo, aunque el beso, casto como de aquí a Lima, estuviese exento de cualquier intención provocativa o desafiante?

El caso de Francia puede magnificarse o tomarse como excepcional, pero en cualquier caso es significativo. Muchos de los musulmanes que se trasladan de sus países a Europa lo hacen sin abandonar su intolerancia para con las conductas ajenas, y otros, esperemos que menos, sueñan con acabar imponiéndola gracias a que un día pueden convertirse en mayoría. La situación en Francia es la más cercana a ese futuro.

Es evidente que allí confluyen hoy dos extremos incompatibles salvo que uno claudique. Si se pliegan los valores existentes sería tanto como renunciar a la cultura. Si no lo hacen los que llegan, el conflicto está asegurado.

Las francesas han comenzado a difundir sus fotos en bikini dentro de espacios públicos. No parecen dispuestas a ceder lo más mínimo.

Acoso en boda

Miércoles, 29 de Julio, 2015

Otra boda, la de Arturo y Elena: hoy Artur y Helena

Algún día me tiene que explicar Pucheiro, es decir, Afonso Eyré, la diferencia entre los Eyre y los Eyrés, si es que la hay, o si el acento se pierde al llegar a Barcelona. El caso es que recuerdo haber entrevistado en Monforte a Vicente Eyré, allá de cuando las vacas hablaban dos idiomas _ uno con su dueño y otro con el resto _, y sin embargo su hija, que es de mi quinta, firma Pilar Eyre.

El asunto tiene corto recorrido, pero se presiente agosto y todo vale. Escribe Pilar la reseña de una boda celebrada en el Ampurdán donde ella estaba, o se lo contaron, y a la que también había sido convocado el matrimonio Mas.

No abundaban los independentistas, sino gente del seny y de la empresa. Era una jornada feliz para las familias de los contrayentes, pero la presencia del armadanzas no podía diluirse en la fiesta sin que se le acercasen invitados para echarle en cara lo que Pilar denomina con gracia “el prusés”. ¿Qué nos has hecho, president?

Mas, fuera del ambiente que lo jalea y espolvorea, se preguntaba por dentro dónde collóns tendrían éstos los genes catalanes de los que habla Junqueras; los genes que los hacen a todos tan distintos, tan suyos, que nada más nacer reclaman, no la teta, sino una Hacienda propia con la que amparar pujoles y lo que caiga.

Cómo sería el acoso de los invitados ampurdaneses que su señora, doña Helena Rakosnik, de genes checos y judíos, tomó a su Artur por el brazo y ambos salieron disparados de la mesa redonda donde aposentaban sus reales camino de Camelot, para arrojarse en brazos de Lancelot Junqueras y decirle: Mira, Oriol, lo que me ha pasado.

La boda, es de suponer, prosiguió por los derroteros que estos actos suelen deparar. Lanzamiento de ramo hacia las solteras, besos de los esposados y bailongo hasta altas horas de la madrugada, pero ya sin Artur ni Helena.

¡Vivan los novios!

Más aburrimiento

Martes, 28 de Julio, 2015

Eso

La gobernación es asunto muy crudo e ingrato que lleva mucho trabajo y que se aprecia con el paso del tiempo. Antes de inaugurar el canal de Panamá hay que picar muy duro en despachos y terraplenes. Es una obviedad como un templo, pero en ocasiones como la presente conviene recordarla porque algunos de los que la ejercen por primera vez parecen confundirla con lo que se ha dado en llamar postureo.

De la misma forma que son necesarios, no ya cien días, sino algunos más, antes de juzgar las gobernaciones, tampoco pueden éstas basar su acción en que todos los días ocupen portadas con ocurrencias llamativas que en la mayoría de los casos tienen nula repercusión en el mejor vivir de los administrados.

La reflexión viene a cuento de la última encuesta, la publicada el domingo, donde los partidos tradicionales cobran fuerza frente a los emergentes, quizá como un reconocimiento a su propia permanencia y un rechazo al postureo.

Hay un exceso de presencia política en los medios y una frivolización de la misma. Nadie se libra de responsabilidad en ello; ni los políticos, ni los medios, ni los lectores que la demandan; por eso sería necesario un esfuerzo en los tres ámbitos por elevar el tono y asimilarlo al que se emplea allí donde la información política, por decirlo de una manera rápida, es más aburrida, sin sobresaltos diarios y con la vista puesta en los largos recorridos. Con instituciones al margen de francotiradores en cada esquina y con un estado libre de aprovechados gorrones que solo se detectan y neutralizan cuando ya han cometido su fechoría, o la han llevado tan lejos que su solución parece un auténtico ejercicio golpista, tanto si se les deja seguir, como si no.

Existen deportes de riesgo en donde experimentar emociones fuertes. Hacerlo con la gobernación es de suicidas. Ya lo dijo D´Ors, los experimentos, con gaseosa.

Obradoiro

Lunes, 27 de Julio, 2015

La plaza

Mira que no es grande, trabajada y ponderada la catedral de Santiago. Mira que no se aprecia en ella el arte de cientos de gallegos, los esfuerzos de miles y el paso por allí de millones. Sin grandes riesgos se puede afirmar que ningún otro sitio ha sido visitado por más gallegos a lo largo de los siglos, muy por delante del estadio de Riazor y de algún centro comercial de mucho tirón; eso sin contar las riadas de personas que en algún momento de su vida decidieron emprender un penoso camino con tal de que su meta fuese ésa y no otra.

Pues bien, todos esos gallegos y ciudadanos del mundo se encuentran hoy con que el regidor de la ciudad los ignora y desprecia a cuenta de un trasnochado y soberbio laicismo que se cree por encima de la historia y de los sentimientos porque él, amigos míos, ha encontrado la verdad y todos esos millones de constructores, fieles, peregrinos o buscadores de respuestas son simplemente unos pringados que no se merecen ni contemplar la vera efigie de tan iluminado mandatario.

¡Cómo sufrirá nuestro hombre viendo la catedral cada vez que se asome a la ventana de su despacho, viendo el Hospital de peregrinos a su izquierda y el colegio de San Xerome a su derecha; o sabiéndose él mismo en un edificio construido por el arzobispo Bartolomé de Rajoy que preside en su tímpano la imagen de Santiago Matamoros en Clavijo! ¿Cómo luchará ante tan escaso laicismo en todas las piedras que le circundan? ¿Cómo censurará a Castelao cuando lea su discurso Alba de Gloria y deba saltarse los nombres nada laicos de Prisciliano, San Dámaso, Eteria, San Pedro de Mezonzo, San Rosendo, Gelmírez y al Santo dos Croques, don Mateo, así como el del propio Santiago?

Son dudas que él, con su excelsa verdad revelada por inspiración divina, nos explicará cuando logre hacer una pizca siquiera de tanta maravilla.

Belleza y mando

Domingo, 26 de Julio, 2015

Confeccionador de la lista mientras no subsana el olvido

El que manda, manda, e Iglesias no es de los que le hagan ascos a la vara. Es más, en su corta trayectoria de político en activo ha demostrado con creces que se merece el título de Tío de la Vara, al menos honoris causa.

Manda más que Carmena y Carmona juntos, y con Carmina, ahí se anda. Allá por donde pasa, o se le cuadran en posición de revista, o les atiza un zurriagazo marcado en sus carnes.

Cómo será cosa que esta semana, cuando ve que se ha confeccionado una de esas listas frivolonas a las que tan aficionados son algunos medios _ esta vez, sobre los 16 políticos españoles más guapos _, y comprueba horrorizado que él no está, se lanza a su querido twitter para calificar la ausencia de indignante. Y para disimular, también se indigna de que no figure Alberto Garzón en la relación de bellezones.

Quienes le bailan el agua dicen que era broma. ¡Ja! ¡Y un jamón con chorreras! ¡Estaba más cabreado que Pujol en sede parlamentaria! Él, que se tiene por perito rompecorazones de 1ª y conquistador confeso de marquesas a poligoneras, no podía consentir semejante afrenta.

El caso fue que los confeccionadores de la lista reaccionaron temerosos diciendo que lo sentían, pero que tanto a él como a Alberto les faltaba un poco de moreno para figurar en tan preciada nómina. Sin embargo, al cabo de una hora, pasada seguramente entre angustias vitales por las posibles represalias que de su olvido podrían sobrevenirles, modifican la lista de los 16 apolíneos y lanzan una segunda letanía en la que Iglesias y Garzón ¡figuran en primer lugar! Como decimos por aquí, o medo é libre.

De ese modo, Pedro Sánchez, que era el lindo por excelencia, queda relegado para hacer hueco exaequo a los dos pimpollos, lo que plugo sobremanera al macho alfa.

Moraleja, con el tío de la coleta no te juegues ni una peseta.

Viaje a Lisboa

Sábado, 25 de Julio, 2015

San Vicente de Fora

Hoy es día de fiesta y para no entrar en polémicas vanas sobre los alcaldes y sus peculiares maneras de entender la representatividad, aprovecho el asueto para hacer al amable lector una recomendación turística que me rondaba en la molondra.

Seguramente alguien ha programado pasar por Lisboa en breve y si lo hace, le sugiero una visita a San Vicente de Fora, que es el de Zaragoza y patrono de la capital. En el monasterio se encontrarán una colección de epitafios que compiten en originalidad. Quizás sea la mayor concentración de humor funerario del mundo y sin embargo no conozco guía turística que lo indique.

Para mi gusto, el premio se lo lleva éste: “Aquí yace Benigno González que, muy en contra de su voluntad, se murió porque Dios quiso; que si Dios no hubiese querido, habría vivido hasta que se acabase el mundo”. Certeza indiscutible.

Veamos otro: “Aquí yace el que fue vivo y ya es muerto; aunque muerto vive, porque el mundo tiembla al oír su nombre”. Su certeza es dudosa, pero no la falta de humildad.

Uno enigmático: “Aquí yace Alfonso Gallego; murió para honra de Dios y para la del diablo”. ¡Jopé! Un equidistante. Otro que no vivió mal del todo: “Aquí yace Basch Figueira, caballero muy honrado: no murió en la guerra ni peleando con los moros, sino en su cama y como un cumplido hijodalgo”.

Un suicida no exento de sorna: “Aquí yace Jorge Figueras. No le mató Dios, sino que se mató él tirándose por una ventana”. Y éste, existencialista: “Aquí yace un hombre que aunque fue hombre, ya no lo es, y pues ya no lo es, no tiene nombre. Gloria, Patri. Amén”.

Terminamos con uno al puro estilo de la tierra: “Aquí yace el portugués Joaquín José de Melo, el mejor cantante del mundo; llamole Dios para cantar con sus ángeles, que, avergonzados, no volvieron á cantar después de oírlo”.

Buen viaje.

Paciencia

Viernes, 24 de Julio, 2015


Capuchinos de la Paciencia, hoy Pedro Zerolo

Es posible que Pedro Zerolo se merezca una calle, una plaza o el barrio entero de Chueca. También es posible que mañana haya una corporación legalmente constituida que le quite la placa y se la dé a Jesús Gil como prototipo del macho ibérico encumbrado por Telecinco dentro de una piscina con diez señoritas en bikini hablando de Marbella y de su limpia administración. Es posible, porque aquí todo es posible.

Por ejemplo, cuando la corporación presidida por Alberto Alcocer le quitó el nombre de Plaza de Bilbao para darle el de Vázquez de Mella, a quien le estaba haciendo el feo era al republicano Manuel Ruiz Zorrilla que se encaramó al callejero desde el 31 al 39.

También estuvo en danza el nombre de Onésimo Redondo que finalmente no prospera. De ser así, don Onésimo ya habría caído mucho antes que Vázquez de Mella, que se fue librando de las purgas hasta ahora porque de franquista tiene lo que este verano de fresco, ya que el hombre fallece en 1928, sin noticias de la II República y siendo Franco director de la Academia General Militar; así que ya me contarán lo que hay en ello de Ley de la Memoria Histórica, cuyo ámbito de aplicación comienza a contar a partir de 1936, cuando Vázquez de Mella llevaba ocho criando malvas.

Es igual, el caso es matar dos pájaros de un tiro, castigar al tradicionalista por serlo y turiferar a uno de los nuestros, certificando una vez más que hay dos Españas y que una de las dos te va a helar el miocardio, como dijo Machado sin sospechar que a él se lo iba a helar una, y a su hermano Antonio, la otra.

Si fuésemos serios, si Carmena lo fuese, la plaza no sería ni para Vázquez, ni para Zerolo, sino para los Capuchinos de la Paciencia, que allí se instalaron cuando aquello dejó de ser todo campo.

Enfermo, lejos, pequeño

Jueves, 23 de Julio, 2015

Ángel, Antonio y José Manuel

En la polémica desatada sobre si los tres periodistas desaparecidos en Alepo cometieron o no una imprudencia, falta por polemizar sobre un asunto previo, ¿por qué existe todavía DAESH? Confiemos en que la respuesta a la segunda cuestión sea porque la están cocinando. Normandía tardó dos años en cocerse y al principio del nazismo algunos de los que van a combatirlo no parecían hacerle muchos ascos. Véanse fotos.

En cuanto a la primera, pasa como cuando al rey de la fábula le preguntan a qué hijo suyo quiere más y él responde por este orden: al que esté enfermo, al que esté más lejos y al más pequeño.

Los tres periodistas están enfermos o amenazados, están lejos y son pequeños. No hay razón para no quererlos, y mientras su situación sea la que todos tememos, solo debe preocuparnos su regreso.

Volviendo al símil del padre, si éste tiene un hijo en apuros, no se pregunta si ha sido imprudente yendo a escalar aquella montaña o a bañarse en aquella playa; le preocupa su salvamento y punto. Después ya vendrá el momento de averiguar si hizo o no el tonto.

No obstante, arriesgamos a adelantar que por definición, a los reporteros no les gustan los lugares vedados. Es más, los vedados son los más atractivos de todos y si alguien cree que deben reformarse los principios básicos del reporterismo, que comience por impedir la existencia de lugares tan alejados de la civilización como Alepo.

Fijémonos en la existencia, crecimiento y expansión del DAESH. Ésa sí que es una imprudencia sin paliativos y mientras no se sepa la suerte corrida por Ángel, Antonio y José Manuel cualquier otra polémica va a quedar aparcada haciendo caso del buen entendimiento del rey de la fábula.

Chefs en master

Miércoles, 22 de Julio, 2015


El hábito del huevo frito

Llevo meses preguntándome por qué se suceden, uno tras otro, formatos de programas televisivos alrededor de la cocina, los cocineros, lo que se come en cada rincón y lo que se deja de comer. TvE llegó a programar tres espacios seguidos con los guisotes como eje central.

Todas las respuestas que se me ocurrían acababan siendo insatisfactorias. ¿Tendremos hambre atrasada de cuando las glaciaciones? No puede ser, se habría manifestado mucho antes. Los que de verdad pasan hambre ni pueden ver estos programas, ni les interesan, ni les calman sus carencias.

¿Se habrá despertado un repentino interés hacia la gastronomía? Tampoco van por ahí los tiros. Néstor Luján, Cunqueiro, la marquesa de Parabere y Caius Apicius, que son los que saben, siguen siendo leídos por los mismos. Incluso a Camba y a Cunqueiro les quieren sacar las calles.

Y así varias explicaciones que se disolvían como azucarillos nada más ser planteadas, hasta que dio en inspirarme santa Teresa de Cepeda y Ahumada con el secreto de tanta arte culinaria. Observa, me dijo la abulense de los pucheros, que toda la política actual se basa en componendas de dispares elementos, las encuestas se cocinan y los pactos se amalgaman con bechamel a la espera de ser gratinados. Los estofados se cuecen fuera de las urnas y si alguno molesta, se le fríe, se le asusta o se le escalda. Hay sopas de siglas que funden el misterio antes de emplatar. Y de cómo aliñan las ensaladas, ni te enteras. Llevan décadas preparando la crema catalana y si no les sale ahora, cortan la leche. Quieren darle la vuelta a la tortilla y aducen que hay que echarle huevos. Agitan para ponerlo a punto de nieve y lo hacen todo por la pasta y por desplumar. ¿Cómo quieres que no se aficione la gente a los fogones?