Archivo de Octubre, 2018

Audiencia vicepapal

Miércoles, 31 de Octubre, 2018

Calvo y Parolin

Érase una vez un país con un presidente que quería sacar de su tumba a un señor que había gobernado antes que él y que se encontraba en un mausoleo muy ostentoso, algo así como los de Keops, Kefrén y Mikerinos en otra época.

Este presidente era muy, pero que muy anticlerical, no solo para sus cosas, sino para las de los demás, y se había puesto muy farruco con el asunto de la enseñanza de la religión, con el IBI de la Iglesia y con otros detallitos.

Un día se da cuenta de que si saca al otro señor de su enorme, pero apartado mausoleo, la familia podría venirse con el muerto al pleno centro de Madrid, donde sería visitado a cualquier hora por sus adeptos. El presidente pensó: “Hemos hecho un pan con unas tortas” y mandó a su vice a hablar con el Papa para que le sacase las castañas del fuego, porque se había metido en un berenjenal de espanto.

El Papa determina que con una vicepresidenta habla un vicepapa y aquí el cuento da pie a una fotografía impagable, donde se ve a los dos vices muy sonrientes, en medio de una conversación que imaginamos digna de Ionescu, Arrabal o Cuerda.

_ ¿Qué te trae por aquí, amada hija? ¿Algún desliz?

_ Vengo a que nos solucione lo de Franco.

_ ¿Resucitó?

_ ¡No, padre! ¡Dios nos libre! Es que la familia quiere llevar sus despojos a la Almudena y acudo ante Su Reverendísima para que lo impida.

_ ¿Duele mucho?

_ Un huevo barra hueva.

_ ¿Y por qué os metéis en undecim virgam camisae? Ni el Santo Padre ni yo podemos contravenir lo dispuesto.

_ ¿Entonces?

_ Entonces os quedan dos soluciones. O dejarlo como está, o hablar con Villarejo, que en España no hay Dios que no le consulte.

_ Pues muchas gracias, y recuerdos a Francisco.

_ Serán dados.

_ Por cierto, ¿no tendrá por ahí el número de Villarejo?

Maragall frente al muro

Martes, 30 de Octubre, 2018

Sackur, cuando la noticia es el periodista

La entrevista que Stephen J. Sackur realiza en el programa HARDtalk de la BBC a Ernesto Maragall debería ser de obligada proyección, no digo ya en Cataluña como un ejercicio del derecho a la información, sino en la Facultad de Ciencias de la Información, como un ejercicio práctico de cómo se hace una entrevista a un mentiroso.

Los políticos golpistas catalanes están acostumbrados a que dentro y fuera de su curruncho, los periodistas se dirijan a ellos como si fuesen una opción más de las que se disputan el voto de los ciudadanos, y no lo son.

Son unos delincuentes que tratan de apoderarse de un territorio que no les pertenece mediante un sistema viciado de falacias, mentiras, adoctrinamientos, fraudes de ley y delitos lisos y llanos, que se derrumba con facilidad en una simple entrevista de televisión a poco que el periodista actúe con profesionalidad frente al falsario de turno, Maragall en este caso.

Claro que aquí llamamos periodista a cualquier cosa con patas que obedezca los dictámenes de esos mismos políticos dentro de Cataluña, o de Roures, o de quienes ahora están asociados a ellos, y su cabeza pensante depende de lo que a ellos se les antoje, léase Évole, Griso y otros de la cuerda.

Stephen Sackur los deja a todos planchados con una entrevista tan sencilla como modélica, en la que logra poner delante del muro de la realidad a un atolondrado Maragall, que no sabe por dónde salir, no solo porque su inglés es deficiente, sino porque flojea en el argumento, cuando las preguntas proceden de un profesional bien informado y libre de ataduras políticas, un ejemplar que no existe en Cataluña y que empieza a escasear en España entera.

Un profesor de Ciencias de la Información podría pasarse un curso entero destripando la entrevista de Sackur y sería provechoso.

El pañuelo de Jesús

Lunes, 29 de Octubre, 2018

Así quedó la cosa

La semana pasada estuvimos en el Congreso de los Diputados para presentar un libro colectivo que coordinó con acierto y eficacia Fernando Jáuregui y que editó con sumo gusto el gallego José Luis Teófilo Piñeiro.

El resultado se llama “Los periodistas estábamos allí para contarlo” y su objetivo no es otro que destacar los valores democráticos y de convivencia que nos ha deparado la Constitución en estos cuarenta años; es decir, los mismos valores que los chisgarabís de turno tratan de cargarse a toda costa para ser ellos quienes mangoneen sin pacto previo que les condicione.

La casualidad quiso que mi compañero de bancada fuese Jesús Álvarez, siempre tan elegante como caballero. Cuando bajamos hacia la presidencia para hacernos la foto de familia, la casualidad también quiso que nos correspondiese ser los mascarones de proa del grupo de autores, unos 105.

Para que todo resultase más simétrico, aparece por allí Pilar Cernuda y galantes a la vieja usanza, le cedemos el centro de la foto.

Ahora leo que una tal Rosa María Mateo ha apartado a Jesús del Telediario porque lleva pañuelo en el bolsillo del traje y eso lo hace parecer de derechas. Tras varios frotados de ojos para comprobar la veracidad de la purga con resultado positivo, pienso y me pregunto dónde se ha perdido el sentido común que proclama la Constitución, o qué droja le han puesto en el colacao a Rosa María Mateo y a todos los de su cuerda _ Gobierno incluido _, para que no se les caigan las orejas de golpe al pronunciar semejante estupidez.

Como tantas otras cosas, el sentido común lo hemos perdido en la educación, sin duda, dentro y fuera de las aulas.

Algunos les llaman de extrema izquierda, pero yerran en el diagnóstico. Rosa María y quienes analizaron el pañuelito de Jesús son gente de extrema gilipollez.

Una era menos

Domingo, 28 de Octubre, 2018

A la vista de ciertas noticias, un extranjero podría pensar que los españoles no hemos atrasado el reloj una hora, sino unos años, bastantes años.

Por ejemplo, cuando jueces y fiscales se quejan de las injerencias del ejecutivo en sus menesteres, el retraso que se experimenta en la máquina del tiempo es del siglo que le pidas, o sea, de cuando el rey gobernaba, dictaba las leyes e impartía justicia todo en uno.

Hoy el rey, ya se sabe, se llama Pedro, porque con su actitud demuestra que su metedura de pata en el protocolo del otro día fue de todo menos casual. Es un mensaje a navegantes. Si me mueven la silla, me cargo la monarquía, la democracia, el protocolo, España y lo que haga falta.

Lo del CIS también es de otras épocas. Por lo menos, de cuando Fraga hacía coincidir las cuentas para que las adhesiones a Franco rondasen el 99 por ciento. Pues ahora igual.

Peor fue en las elecciones del 36, cuando de repente aparecían urnas repletas de papeletas _ esta vez, para los partidos de izquierdas _, y si querías votar te decían que ya lo habías hecho. Menuda legalidad democrática y menuda república.

Pues allí quiere ir nuestro guía espiritual, y se ha puesto a retrasar las manillas del reloj como si fuese el científico Doc de Regreso al futuro. Quieras o no, una monarquía te coarta mucho a la hora de mangonear, aunque sea como ésta, que no puede ni lanzar un mensaje cuando intentando cortarnos una parte del territorio.

Eso de resucitar la censura y castigar a los periodistas díscolos troceándolos en cualquier consulado también suena al pasado, pero se anuncia con la alegría de quien se cree el espíritu impoluto de la libertad de expresión.

Por esos detalles y por algunos más, hemos retrasado los relojes una era, no una hora.

La donna è mobile

Sábado, 27 de Octubre, 2018

…cual pluma al viento…

No es exagerado pensar que si el Rigoletto de Verdi no es todavía una ópera políticamente incorrecta e irrepresentable, lo será en fechas cercanas.

La culpa la tiene el aria del tercer acto, La donna è mobile, la más conocida de la historia, donde Verdi y Piave afirman que “La mujer es cambiante / cual pluma al viento / cambia de acento / y de pensamiento”, para avanzar luego en la descripción de los efectos desgarradores que ocasionan en los varones que les entregan su amor y patatín, patatán.

La mujer es voluble y cambia de pensamiento a merced de un leve soplo. Engaña y arrastra a la desgracia a los incautos.

Esto lo pilla una feminista con poder y lo censura haciendo con cedés y microsurcos una pira incendiaria en Roncole Verdi, la aldea donde nace el músico, así llamada en su honor. No me explico cómo no se han dado cuenta todavía e imagino que andan flojas en asuntos operísticos.

Por bien de la música y a fin de evitar la defenestración ígnea de Rigoletto, proponemos, a modo de contribución desinteresada, que el aria de referencia se recite, una vez con su letra original, y que en la representación siguiente se sustituya “la donna” por “don Pedro”; y así sucesivamente, en plan versos paritarios.

Porque lo cierto es que una vez leídas las actuales declaraciones de nuestro amado presidente del Gobierno y las que realizaba cuando no lo era, solo podemos concluir que si “la donna è mobile”, don Pedro manda carallo.

Eso de no pactar con los podemitas y golpistas ni antes, ni durante, ni después; o decir que lo de Cataluña es un delito de rebelión, tiene que pasar a la historia del bel canto, no tanto por bel, como por canto.

Ni Verdi, ni el poeta Piave conocieron al personaje. De lo contrario no le dedican el aria a la mujer.

Lealtad para todos

Viernes, 26 de Octubre, 2018

Llevamos meses hablando del golpe

A cualquier ciudadano que sea partidario de la ley y el orden constitucional _ un bicho hoy bastante extraordinario _, le encantaría reconocer que Casado se pasó cuatro pueblos acusando al Gobierno de golpe de Estado, pero el verdadero problema para España no es que ese señor haya exagerado, sino demostrar fehacientemente que lo ha hecho porque no hay tal.

Y ése es un trabajo que le corresponde realizar al Gobierno, y no a Casado, pues lo cierto es que cada paso dado por el señor Sánchez induce a pensar que en efecto está cociendo el golpe, que lo favorece, o que lo consiente.

No es ninguna especulación desorbitada, como podría ser la acusación de estar explotando las minas de Saturno. Sus socios de Gobierno, al menos quienes le permite serlo con sus votos, se refieren cada día de forma clara y meridiana a su deseo de dar un golpe de Estado. La propia justicia ha tomado en consideración la posibilidad de que se haya cometido un delito cercano o similar a un golpe.

Por lo tanto, menos aspavientos y más demostraciones prácticas de que realmente Casado se ha pasado esos pueblos que dicen. Y otra cosa. Es justo y necesario que el Gobierno pida moderación y lealtad a Casado, pero no llegamos a entender por qué se la pide solo a él. Por qué no le dirige los mismos ruegos a Torra, que es infinitamente más exaltado; a Rufián, que es infinitamente más chulesco; a Iglesias, que es infinitamente más incendiario o al propio Sánchez, que es infinitamente más peligroso.

Como queda bien patente, nos manifestamos en la misma línea que el Gobierno. Mucha moderación y mucha lealtad, pero aplicada directamente hacia dentro. No se eche al monte y luego pida que permanezcamos en casa.

En resumen, como dice la vieja máxima que en España toma las formas de refrán, consejos vendo que para mí no tengo.

El clamor

Jueves, 25 de Octubre, 2018

Se podrán quemar esteladas sin riesgo alguno

Una sensación de intensa alegría recorre mi cuerpo después de oír que se ha admitido a trámite una reforma del Código Penal para dejar sin castigo una serie de delitos cuya derogación, dicen sus señorías, era un clamor popular.

En efecto. En casa, como en la de ustedes _ estoy seguro _, no caía el manto de una sola noche sin que alguno de los hijos, primos o cuñadas que forman el núcleo duro familiar preguntase al aire, cual lobo del Hermano Ídem: ¿Cuándo dejará de ser delito en este país el ultraje a España y a sus símbolos? Para añadir después: ¡Estoy deseando coger la bandera que a todos nos representa y ciscarme en ella delante de las fuerzas vivas!

Por edad y por experiencia, yo trataba de calmar esas ansias lógicas y naturales con palabras de comprensión, paciencia y ánimo. Tranquilos, siendo eso nefasto para la unidad de España y el bien común de los españoles, no tardará el día en el que nuestros guías y conductores, Pedro el Aberroncho y Pablo su Adjunto _ que tanto montan, montan tanto _, nos lo consigan con la inestimable colaboración de nuestros más ínclitos detractores, esos personajes tan desprendidos que gracias a su entrega y entusiasmo nos ahorran el trabajo de buscar enemigos exteriores, pues con ellos ya los tenemos dentro.

Y no solo se abordará ese clamor que nos lleva a autodestruirnos, como decía Bismarck, sin llegar a lograrlo nunca. Hay otras demandas similares que pronto se verán satisfechas gracias a la imponente labor política de estos dos hombres imprescindibles para explicar la ignominia humana.

Así, pronto tendremos enaltecimiento del terrorismo; injurias a la Corona, al Gobierno, a los tribunales, a las Fuerzas Armadas; y muy importante, grandes ofensas contra los sentimientos religiosos. Estamos como queremos.

En una era no lejana…

Miércoles, 24 de Octubre, 2018

Beatriz Galiana no es Beatriz Galindo, evidentemente

Manda la Gobierna que las palabras sean femeninas, pues de esta modernidad sacaremos grandes provechas. Así las niñas tendrán derechas, las mujeres, privilegias y sus abuelas, una plaza en la asila de ancianas.

La novedad ha comenzado a dar sus frutas, porque toda en esta munda traidora es susceptible de mejora. La génera masculina es inútil, boba e imperialista. Ha dominado la tierra desde la principia de las tiempas y hora es de que desaparezca, como las tiranosaurias rex y las tricerataps.

Y no digamos ya esa absurda manía de hacer que la génera masculina sea la inclusiva y sirva para ambas, como si no hubiese cosa mejor que hacer. Hasta ahí podríamos llegar.

A partir de ahora, esa labor será propia y exclusiva de la génera femenina, que por otra parte será la única que exista y de esa moda nos evitamos engorrosas confusiones.

A la principia les costará una poca acostumbrarse, pero en cuanto pasen unas mesas _ de noviembra a marza _, vaya si nos la agradecerán. Sobre toda, las alumnas de las colegias, pues será una lección menos.

Las libras que hasta ahora se han editado con las dos géneras sufrirán una procesa de actualización, esté o no esté Daría Villanueva al frente de la Academia y en cosa de una trienia o dos, estamos hablando todas con una lengua limpia como las chorras de la ora.

Las medidas conllevan de forma inexcusable una serie de modificaciones en las organismas públicas y privadas, como es de imaginar. Algunas de ellas afectan a la Conseja de Ministras, a las ayuntamientas y a las cabildas catedralicias.

Tiene suerte España de contar con una denominación homologada a la nueva normativa. Otras no pueden decir lo mismo pues pronto Japón será Japona; Ecuador, Ecuadora, y el Congo, Conga.

Fausto

Martes, 23 de Octubre, 2018

Mefistófeles _ de rojo absoluto _, Fausto _ apampado _, y Margarita, en plan moción de censura

En 2016 Pedro Sánchez dijo algo así como que los españoles no nos merecíamos que él vendiese su alma a los populistas y a los independentistas para ser presidente de Gobierno, demostrando con ello una gran talla como analista de la actualidad, inversamente proporcional a su categoría como político.

Él, desde su privilegiada atalaya, supo ver lo que se nos venía encima, una catástrofe de proporciones siderales, mucho mayor que aquel encuentro entre Obama y Zapatero que nos describió la nunca bien ponderada Leire Pajín.

Pero aún así, sabedor de que el peligro era mayúsculo y su peligrosidad, máxima; Fausto Sánchez pacta con el diablo y le entrega desde la dignidad a la gobernación, desde Cádiz a Gerona; su cargo, su palabra ¿y la corona?

El periplo de Pablo Iglesias, como el de su tocayo Julio _ dándoselas de señor siendo un truhán _, se escribe con mojones de probada delincuencia, injusticia y desigualdad para los españoles: Junqueras, Puigdemont, Urkullu… Tiemble quien todavía crea en los principios solidarios, en el valor de la ley y en la prevalencia de la justicia.

Fausto Sánchez es un profeta con trampa, pues siendo él quien tiene en sus manos la posibilidad de pactar con los mismísimos dueños del Averno, lo advierte y lo lleva a cabo, impelido por un irrefrenable egocentrismo que le guía en todas y cada una de sus acciones, especialmente las que tengan que ver con la pompa y el boato. “Ya os lo decía yo”.

Por eso, para ser admirado incluso en sus dotes proféticas, nos anuncia hace dos años que no nos merecemos lo que actualmente vivimos… “pero ahí os va, imbéciles, por ser dueños de las mayores tragaderas del universo mundo”.

Fausto, ya lo saben ustedes, no acaba bien. Es matemáticamente imposible otro final, pero lo angustioso es no saber la duración del drama.

Payasas subvencionadas

Miércoles, 17 de Octubre, 2018

Doctrina feminazi con dinero de todos

Ahora llaman humor a cualquier cosa. Basta que se metan con el humano macho, o denigren a la iglesia _ la católica, por Dios! _ o se burlen de la derecha _ el PP, a ser posible _, para que la panda de dirigentes que hemos elevado al poder desparrame sobre los payasos grandes dádivas públicas.

Acaba de pasar en Madrid con dinero municipal. Lo bautizan Coñumor y se dicen feminazis, pero si en las buenas épocas hubiesen querido colarnos esa infame bazofia, las hubiésemos expulsado de los escenarios vía alcantarilla. No yendo.

El adoctrinamiento solapado en espectáculos pertenece a tiempos hitlerianos o stalinistas, pero ha vuelto. Ellas se dicen nazis y con eso debería bastar a los incautos espectadores, pero se ve que los niveles de exigencia están por los suelos y el machismo de Emilio el Moro ha fructificado en el feminismo de Carmena la Mora . Además, ¿cómo no ir, si es gratis y subvencionado?

Hay que estar muy desesperado para verle la gracia al coñumor y a sus ataques contra la maternidad. Aunque lo hagan así, en general, queremos suponer que se refieren a sus señoras madres, que han tenido la poca elegancia de parir unos engendritos tan poco ingeniosos que venden sus chistes al municipio.

Su categoría artística está en consonancia con la altura intelectual de la autoridad, llámese alcaldesa o presidente, porque hoy todos ellos rozan la excelencia académica. La rozan, pero no llegan ni a tocarla.

En un aspecto sí estamos de acuerdo con estas crisálidas del escarnio. El hombre merece todo tipo de vilipendios, pues a la vista está que no ha encontrado todavía el remedio contra el ridículo. Y si antes éramos libres de hacerlo cuando nos daba la ventolera, ahora necesitamos malgastar dinero público para vivir de la sopa más boba que nunca.