Archivo de Septiembre, 2011

El inca hincado

Viernes, 30 de Septiembre, 2011

Un inca de pie y un inca hincado

Cuando entraba al almuerzo con los representantes del Estado, el Rey ratificó que nos esperan “bastantes, muchos sacrificios”. Fue una suerte escuchárselo antes de la comida, y no después, porque quizás entonces le habría añadido a la frase una pizca de mayor dramatismo.

Se consumen las fechas para recuperar el tiempo perdido y transmitir toda la gravedad que la situación requiere. Después de las elecciones ya no habrá ni un segundo para esa ingrata obligación. El encargado de liderar la recuperación le ha de pedir por fuerza al Rey que cambie el tono e incorpore el optimismo a su lenguaje, porque bastante es luchar contra los índices, como para hacerlo también contra el espíritu nacional, que está por los suelos, reptando.

El rey de los incas precolombinos se asistía de una escolta femenina, formada por medio centenar de incondicionales y similar a la que creó Gadafi, pero con algunas misiones que ya no se exigen en la actualidad, ni en Libia.

Por ejemplo, ellas tenían la obligación de hacer desaparecer, incluso tragándoselos, los pelos o los esputos que el rey pudiese ir soltando a su paso. Era la forma de evitar que una parte del cuerpo del monarca cayese en manos de brujos desaprensivos, capaces de venderse a líderes levantiscos que le pudiesen causar alguna desgracia.

La prevención ya no se estila gracias a la mucha asepsia alcanzada en los hospitales y a un escepticismo generalizado sobre las posibilidades políticas del vudú.

Si se avivó este inca-recuerdo, que hará las delicias de los más guarros, fue por advertir que hay que tragar saliva, hincar rodilla en tierra y ponerse a fregar el suelo, porque la hora de anunciar que se va a acabar la fregona ya pasó.

La libertad guiando al pueblo

Jueves, 29 de Septiembre, 2011

Corpus delicti

Una de las características del siglo es la lucha contra el sexismo, y con especial inquina, contra el cartel sexista, que es todo aquel en el que se muestra a una mujer en actitud de resaltar sus atractivos físicos hacia el hombre o hacia otras mujeres. Es la lucha sin cuartel contra las pin-up que en su inicio fueron consideradas líderes feministas porque ejercían su poder contra la imperante dominación machista y los hacían arrastrarse antes ellas, aunque fuesen reyes o magnates.

Así se habló de Evelyn Nesbit, de Carolina Otero, de Cléo de Mérode o de

Liane de Pougy como mujeres de rompe y rasga, independientes y desinhibidas. Ellas heredaban el espíritu representado por La Libertad guiando al pueblo, que Delacroix imaginó con tintes de pin-up porque una mujer con el pecho al aire ha de ser, por fuerza, más libre que una que se lo cubra, un aspecto en el que no se debe estar absolutamente de acuerdo, por respeto a la infinidad de mujeres que jamás se les ocurrió mezclar los conceptos y fueron libres sin exhibir pechuga.

Como casi todo en esta vida, existe un punto de equilibrio equidistante entre quienes queman los desnudos femeninos por considerarlos diabólicos y quienes piden la dimisión de un concejal del PSOE por autorizar un cartel motero con una chica que luce pierna. Se trata de ese punto de quilibro exigible a todos los que dan un paso al frente y se postulan como representantes de la sociedad, pero que día a día se revela de gran dificultad. Aquí pasamos de Sor Patrocinio a Pocholo, y de san Pedro de Alcántara a Tierno Galván, sin un tiempo de descanso. El alcalde de Madrid ya dijo aquella sentencia definitiva sobre el paro: “El que no está colocao, que se coloque y al loro”. Y él, el primero, se fue con Susana Estrada, que enseñaba teta hasta cuando no quería.

Sucesos explosivos

Miércoles, 28 de Septiembre, 2011

La cuadratura jámbica

Así es la vida. Unos la pasan dando el callo desde las seis de la mañana, y otros, poniéndoles bombas. Ya lo dijo Guerrita cuando se enteró de lo que hacían los filósofos: “Hay gente pa tó”.

Desde luego que la hay. Ahora bien, el hecho de que existan variopintos personajes no impide que los clasifiquemos de muy diferente forma. Así, el que se levanta a las seis y trabaja a destajo todas las décadas de su vida merecerá una consideración mucho más elevada que quien reduce sus expectativas vitales a la acción devastadora de unas ondas expansivas. Quien alcanza por su esfuerzo la posibilidad de filosofar tendrá un reconocimiento académico mayor que el de Guerrita, por muy graciosa que le salga la frase al torero cordobés.

El que se levantó toda la vida a las 6, o antes, fue Fraga. Quienes pusieron el artefacto en Vilalba fueron otros que tampoco desdeñan madrugar, aunque para hacer el gamberro. El incidente tampoco tiene mayor recorrido. No estaría de más localizarlos para decirles que eso no se hace, por lo menos una vez cumplidos los siete años de edad.

Coincide este incívico comportamiento con la polémica que abrasa al país y que está a punto de hacer olvidar las teorías conspirativas del 11S, del 11M y del asesinato de Kennedy: ¿Cuántas piernas izquierdas tiene Carme Chacón? ¿Es posible recontradoblarse hasta hacer creer a quien nos observa que somos seres coaxiales arbitrarios en cuanto al dedo gordo de los pies?

Por el bien de la sociedad, por el mantenimiento de su salud mental, por el advenimiento de los extraterrestres y por el feliz desarrollo de la inmediata campaña política, digan de una vez por todas si Carme Chacón es una auténtica coaxial y hubo photoshop, o por el contrario, podría ganarse la vida exhibiendo su rareza en circos sin necesidad de liderar ningún partido político.

Los tablones de la ley

Martes, 27 de Septiembre, 2011

Muchas gracias por la herencia. La corbata no hace falta que me la dejes, que la tengo repe

Alguien le ha pillado la hoja de ruta a Rajoy y ya se conocen las líneas maestras de sus primeros días con mando en plaza, s.e.u.o.n. (salvo error u omisión en noviembre).

También la pudo haber olvidado él a propósito encima de una mesa para irnos haciendo a la idea. El caso es que la lectura de los diez puntos filtrados, robados o anunciados, depara la sensación de que el más influyente de sus asesores es el señor Pero Grullo, o uno de sus descendientes.

Hasta dónde habremos llegado para llegar a decir en programa que las facturas no pueden permanecer en los cajones sin que nadie se haga cargo de ellas, o establecer una ley que garantice una cartera de servicios básicos y comunes para todos los españoles allí donde se encuentren; vamos, como si fuésemos un Estado de verdad.

Abordan también esos puntos un tema apasionante, el tema estrella en todas las tertulias privadas que se precien, cual es la duplicidad de competencias en todas las administraciones existentes, con el consiguiente depilfarro y aunque parezca mentira, mala prestación del servicio. Ahí hay tela para cortar y no parar.

Por supuesto, también se incide mucho en facilitar los trámites para el establecimiento de unidades de negocio, de manera que si hay paro no se deba a estas causas. Eso está muy bien, sobre todo si se acompaña de la desaparición de aquellos libros de texto donde se enseña a los españolitos que ser empresario es más o menos igual que ser delincuente, y desde luego, mucho menos elevado que el oficio sublime, el de atracador de bancos.

Dice Rajoy que le va a quedar una herencia envenenada (s.e.u.o.n.). Nada más falso. Pocos políticos tendrán que discurrir menos que él para encontrar el camino adecuado. Dos gotas de Pero Grullo, el mecanismo de un botijo, el croquis de un cencerro, y a triunfar.

Viñetas las de Levante

Lunes, 26 de Septiembre, 2011

Uno de los polémicos dibujos más suavecitos

La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia edita una Gaceta Electrónica donde se recogen las viñetas humorísticas de un médico de Gandía, Javier Server Gozálvez, que acaban de provocar el rechazo y la indignación del Instituto de la Mujer.

La fusión Humor / Ginecología nunca ofreció frutos de elevada estética, como puede comprobar el lector haciendo memoria de todos los chistes que recuerde en donde los protagonistas sean un ginecólogo y su paciente. Cuánto más si el chiste es gráfico y la mujer aparece en ellos abierta de piernas, o con el prolapso colgando entre las mismas.

Si a ello añadimos el estilo gore y directo que caracteriza el humor levantino y que tiene variada manifestación reconocible en las Fallas, o en las películas de Berlanga, se entiende que las viñetas del doctor Javier Server hayan provocado de todo, menos risa, en un ámbito tan mirado para estas cosas como es el Instituto de la Mujer.

Hay que coincidir con el instituto, el único organismo que atiende asuntos de un solo sexo, en la opinión de que la Gaceta de los profesionales no parece el medio más adecuado para albergar una visión tan desgarrada del parto y de la fisiología femenina, porque es evidente que si lo lleva a cabo la revista El Jueves, o Berlanga, no existiría la actual polémica.

Sin embargo no todas son coincidencias con el instituto y con quienes se han dejado arrastrar tan fácilmente hacia el escándalo, pues conocidas las condiciones sufrientes de la mujer, dentro y fuera de España, las viñetas del doctor Server parecen gorriones abatidos a cañonazos y escaso botín para todo un organismo público que se precia de lo que se precia.

Ahora bien, lo peor del caso es que los chistes tienen menos gracia que cruzar el Mediterráneo en galeras.

Excelentísimo SRDU

Domingo, 25 de Septiembre, 2011

El eslogan en inglés y copiado, el acróstico como el de R2P2, la camiseta XL… ¿Cómo serán los mítines? ¿En Morse?

Es comprensible que el candidato socialista no sepa cuál es la fórmula de cortesía más correcta para dirigirse a él. El Pérez que figura en el Registro Civil como su primer apellido nunca lo utilizó por miedo a ser confundido con Alfredo Pérez, una máquina de encestar balones que jugó hace años en el Breogán, donde fue máximo anotador de la Liga 1972-73. Por lo tanto, desde que lo conocemos fue Rubalcaba por aquí y Rubalcaba por allá.

Puestos en el disparadero de la Moncloa, se le ocurrió decir que él era simplemente Alfredo, que queda como muy campechano. Pero la llaneza no gustó nada a los del marchandaisin, que siempre están dándole a la cabeza para vender el producto como si los políticos fuesen Cheetos de Matutano.

Así conocimos días después que la marca sería RbCb, que es como la fórmula del ácido clorhídrico, pero sin valencias, que son del PP. Lo de Zp había tenido tanto tirón que acabó por tirarlo del todo, pero llamar a alguien RbCb, o suena a ácido, o suena a protagonista metálico de la Guerra de las Galaxias; y la Galaxia, ya se sabe, fue una operación golpista.

Chungo lo tenían ya los del marchandaisen para andar cambiando a mitad de temporada, y además lo que se les ocurrió ponerle, Superpérez, se parecía tanto al Superlópez de José Ignacio López de Arriortúa, que podía volverse contra él, kryptonitamente hablando.

Así las cosas, llegó el día en que un periodista, valenciano él como el ácido clrohídrico y despistado él con tanta nomenclatura, alzó su voz en rueda de prensa y dijo:

_Rubalcaba, me gustaría preguntarle… (por el Faisán).

A lo que el candidato corrigió:

_Señor Rubalcaba, dice usted ¿no?

Gracias a ello ya sabemos cómo debemos llamarle: Señor Rubalcaba Dice Usted.

Un bollo suizo

Sábado, 24 de Septiembre, 2011

Sin quitamos lunas, cruces, leones y dragones nos quedamos en blanco. Y aun así dirían que es mucho Polo

En base al multiculturalismo, a algunos musulmanes suizos se les ha ocurrido que la bandera de ese país quedaría muy molona suprimiéndole la cruz del Sacro Imperio Romano Germánico que luce blanca en campo de gules.

En base al multiculturalismo habría que suprimirla de medio centenar de banderas donde se aloja como homenaje a su historia, y en otras tres docenas de banderas deberíamos eliminar la media luna del Ramadán, antes sasánida, hoy musulmán. Y deberíamos prohibir el cruasán, al que se le dio esa forma para burlarse de los turcos que asediaban Viena; y tirar las iglesias, derribar las mezquitas, demoler el Muro de las Lamentaciones, quemar los burkas, inmolar a los talibanes, comprarles pelucas a los monjes budistas y una interminable lista de tonterías a las que a lo largo de la historia sólo les han dado crédito los ignorantes o los tiranos. Confiamos en que estos musulmanes suizos no integren ninguna de las dos categorías y se trate simplemente de un despiste.

El caso es que los bobos solemnes, o los de espíritu flojo, cuelan en la sociedad conceptos como virus enquistados que en un principio parecen grandes hallazgos, pero que acaban revelándose como activos destructores de la cultura, si equiparamos cultura a la experiencia humana en todos los sentidos.

¿Qué es, sino censura, ese concepto de multiculturalismo que se utiliza como regla de medir al antojo de quien la maneja? Otro tanto se enmascara bajo el manto protector de palabras que disimulan nuevos totalitarismos, como son los antisistema, los okupa o los antiglobalización, que necesitan inexorablemente del sistema, de los propietarios y de la globalización para existir, como la rémora precisa del tiburón, o los ácaros, del escarabajo.

Atropina

Viernes, 23 de Septiembre, 2011

Todo depende del color del cristal con el que se mire

Se acaba la legislatura y lo más bonito que se les ocurre decir a sus defensores es que tiempos vendrán en los que se reconozcan sus virtudes y excelencias. O lo que es lo mismo, hoy estamos todos locos, tenemos la pupila excesivamente dilatada por la atropina del estramonio, la mandrágora y la belladona, hemos caído en las garras de Julio Ariza y hasta que se nos pase, seguiremos viendo a Zapatero como un presidente mediocre, tirando a malo.

Les tomamos la palabra y esperamos en un pabellón de reposo a que se evaporen los efectos. En cuanto eso ocurra, retomaremos el análisis de la legislatura, aunque advertimos que las elecciones van a venir mucho antes.

En un aspecto tienen toda la razón. Las legislaturas de Zapatero, primera y segunda, no se explican sin un componente alucinógeno que arranca la terrible mañana del 11 de marzo de 2004, cuando recibimos el chute en vena de un componente explosivo cuya naturaleza todavía no está muy clara; pasan por una fase de flores, colorines y bibianas fluorescentes que sobrevuelan los despachos derramando lisura, y finalizan como todos los tripis, con un bajón catatónico que se produce al impactar de bruces contra la realidad de una crisis que anunciaba el fin del bienestar, pero que no se quiso identificar por si colaba.

A la crisis le sucede lo que al muro de aquel edificio que colgó el cartel de “Se traspasa”. Que no se traspasa. Al menos si se intenta hacer desprovistos de los trajes y apechuschis precisos para ello, como pretendía nuestro conductor.

Pero en fin, aguardemos la desaparición de los efectos narcotizantes para percibir otra realidad de estos ocho años y mientras tanto, miremos hacia adelante, no vaya a haber otro muro que se traspase, y no sea cierto.

Buenas noticias

Jueves, 22 de Septiembre, 2011

Ni botijo hace falta, oiga

No se podrán construir más autopistas, auditorios, ni paseos marítimos en mucho tiempo. Bueno, no pasa nada. Cuidaremos las que tenemos, haremos representaciones al aire libre como en la Grecia clásica y pasearemos por el monte, como siempre se ha hecho, desde que hubo piernas y monte.

Peligra la enseñanza gratuita. Estupendo. Volvamos al maestro de escuela y así los niños no tendrán que desplazarse un porrón de kilómetros.

También la atención sanitaria está amenazada. Hay que cuidarse más. Como no vamos a poder cometer tantos excesos, iremos menos al médico, que aquello hoy parece una feria.

Se reducen los coches oficiales, los bonus, los pluses y las dietas. Lógico, a la Administración se acude con ánimo de servir, no de ser servido.

Las fiestas serán más modestas, durarán menos días y los cantantes serán de menor renombre. Magnífico. Con un txistu, una gaita y un tamboril se puede armar una buena jarana, se producen menos decibelios, se molesta menos a los que quieren dormir y se da trabajo a más músicos porque habrá que diversificar las verbenas.

Se acabaron las vacaciones de lujo asiático. Mejor. Se descansa más haciendo menos kilómetros y el dinero se queda en España.

Quien quiera dibujar un mapa del clítoris, tendrá que pagárselo de su bolsillo. Macanudo, ché. Hay investigaciones que conviene hacer cada uno por su cuenta.

Se retrasará la edad de la jubilación. Espléndido. La actividad combate el decaimiento.

Habrá que trabajar más. Genial. Bajará el paro.

En definitiva, gracias a la crisis tendremos una vida mucho más tranquila y racional. Tanto Estado del bienestar nos estaba volviendo un poco tarumbas.

El término correcto

Miércoles, 21 de Septiembre, 2011

Hermosa imagen de volatilidad

Hay expresiones del idioma que en sí mismas darían pie para escribir gruesos volúmenes. Cuando se habla de “selección roja” como metáfora de España se está haciendo algo más que poesía periodística. Del mismo modo sucede con los políticos que llegan a Moncloa y declaran que su intención es “ser presidente de todos los españoles”. ¡Pardiez! Ahórrese la saliva, porque su excelso objetivo va en el cargo; es una redundancia. Pero el caso es peor, pues quienes más énfasis ponen en la intención suelen ser los primeros en demostrar que una vez en el despacho van a gobernar para la mitad, para un tercio, o para menos.

Otra expresión que leemos en la prensa estos días con profusión es “tirar de la manta”. Los encausados en el Faisán amenazan con tirar de la manta e implicar a sus superiores si son juzgados por la Audiencia Nacional y si temen que se van a tragar el castaño; vulgo, comer el marrón. La perversión es mayúscula. Anuncian que ellos podrían tirar de la manta y colaborar con la justicia, pero que sólo lo van a hacer en tanto en cuanto se vean en peligro. Eso ha de ser para que los administrados ganemos confianza en el sistema. Tú tranquilo, porque mientras puedas chantajear, no te tocan un pelo.

También llama la atención el terreno que gana en estos tiempos el término volatilidad, no ya cuando se ajusta a su exacta definición dentro de la matemática financiera, sino cuando se emplea para otros significados que el usuario otorga a su antojo. Así ayer se escuchó a un individuo quejándose de que “la volatilidad me está dejando bolinga”, una frase que no aclara con precisión si al caballero le desaparece el dinero de los bolsillos, o si le está dando al jarro para olvidar los abundantes casos de heterocedasticidad condicional autorregresiva, que es el término correcto al que se refería.