Archivo de Octubre, 2014

La sombra del estraperlo

Viernes, 31 de Octubre, 2014

La corrupción hace ochenta años

Hace ochenta años, flanqueado por el separatismo catalán de Campanys y los gritos de Gora Euskadi Askatuta, el Congreso debatía sobre la corrupción política.

La pieza a abatir era Alejandro Lerroux, el presidente radical, emperador del Paralelo y antiguo cobrador en los fielatos de Lugo. Dos avispados austríacos de apellidos Strauss y Perlowitz acudieron a Azaña con el cuento de que su hijo adoptivo, Aurelio Lerroux, había recibido de ellos sendos relojes de oro como pago gracioso por permitir el funcionamiento de una ruleta de su invención que les proporcionaba pingües beneficios en los casinos donde funcionaba. Como el chollo se frustró con la intervención del gobernador de San Sebastián, Strauss y Perlowitz decidieron cantar la gallina, acusándose ellos y acusando a los Lerroux. Con el tiempo, los relojes y los apellidos de los vieneses dieron origen a la palabra estraperlo, que hoy define otro tipo de delito.

Quizá por eso, por venir todo de tan lejos, por el mismo escenario, por los mismos problemas territoriales y por ser parecidos los protagonistas, el debate de ayer fue de una pobreza soporífera, de una inutilidad pasmosa y de un vacío insoslayable. Vamos, como para habérselo ahorrado.

Los esfuerzos de unos por salir indemnes, sumados a los de los otros por hacernos creer que están limpios, solo sirven para cubrir el expediente, porque la verdad gruesa la sabe hasta el que asó la manteca, símil apropiado cuando de habla de asuntos untuosos.

Lo curioso del caso es que ese mismo día, el Wall Street Journal dedica al Gobierno español la consideración más elogiosa de las últimas décadas, poniéndolo como ejemplo para el resto de Europa. Y así como cuando nos humillan hasta el escarnio lo aireamos sacando pecho, ahora que son flores, no tenemos ni un jarrón con agua para ponerlas.

Lo fácil y lo difícil

Jueves, 30 de Octubre, 2014

La Guardia Civil en el lugar del crimen, un edificio oficial

La lucha contra la corrupción no es un arcano de imposible formulación, ni una utopía irrealizable. Es más, se parece a la lucha contra la delincuencia, pero incluso nos atrevemos a decir que es mucho más sencilla que ésta; queriendo, claro.

Ambas se dirimen en tres grandes campos de batalla, la prevención, la curación y la penitencia. Por decirlo rápido, prevenir es construir un país con un fuerte sentimiento comunitario, honrado, culto, responsable, solidario y autosuficiente en lo económico. Casi ná.

Mientras veamos la corrupción como una plaga bíblica, pero aplaudamos con las orejas cualquier intento particular por burlar las obligaciones comunitarias _ y aquí se abre un amplio abanico de actitudes individualistas de semidelincuencia que van desde el gamberrismo al fraude fiscal _, siempre quedará camino por recorrer.

En el siguiente peldaño, el ámbito donde debe ser curado el mal, es donde la corrupción, al menos sobre el papel, ofrece más ventajas que el resto de la delincuencia, porque no son garitos de los bajos fondos, ni zulos, ni cuevas en recónditas cordilleras, sino despachos de la Administración. Sus autores no son prófugos, ni mafiosos con doble documentación, ni psicópatas confundidos entre la masa, sino personas con nombres y apellidos, nombrados para ocupar esos puestos, reconocidos en más fotografías que el pequeño Nicolás, que manejan papeles oficiales, que pertenecen a una estructura piramidal y que deben rendir cuentas de cada paso que dan.

El Estado de las autonomías permite que el control de toda esa actividad haya dejado de ser único, pero eso no impide que la nómina de presuntos haya salido alguna vez publicada en un diario oficial, lo cual favorece que se imposibilite el delito mediante instituciones que ya existen. Basta que funcionen.

Hadán y Eba

Miércoles, 29 de Octubre, 2014

Tuvo que ser un casting duro

Espoleado por la recomendación de un amigo, me sumerjo en los vídeos que la cadena emisora mantiene en abierto para los espectadores rezagados, contumaces o advenedizos, cual es mi caso. Hablamos de Adán y Eva. “Te vas a horrorizar”, me advierte con razón, porque efectivamente, me horrorizo.

No es por presumir de nada, pero lo cierto es que no lo había visto. Desde hace tiempo el formato me aburre y desespera a partes iguales. Y ya digo que esto ocurre desde hace tiempo, lo cual llevo implícito que antes era consumidor habitual de esta substancia.

A lo que vamos. Como sabrán, la nueva entrega es más de lo mismo, con la particularidad de que ahora el personal va en bolas, lo cual es un notable avance hacia el paraíso terrenal. Para entonar con los albores de la humanidad, la cadena ha seleccionado a concursantes que también están desnudos de mente, tábulas rasas donde se puede escribir todo el conocimiento acumulado desde entonces pues nada de interés las ocupa. Como decía el sabio, con todo lo que desconozco se podría lograr una enciclopedia completísima.

Lo malo del invento es que están invertidos los papeles clásicos de la escuela tradicional y quienes hablan a la audiencia desde una espectacular tarima son los que nada tienen que decir. La consecuencia lógica de tal comportamiento es que la audiencia se vacíe poco a poco y todos acabemos admirando la belleza incomparable de la Alambrada de Sevilla, el sabor de la compota de Manzanares y el virtuosismo de don Quijote de la Pancha.

El objetivo es encomiable. Ni usted, ni yo somos tan burros. Todavía podemos serlo mucho más. ¡Queda tanto por desconocer! Después dirán que hay mucha corrupción. ¿Y cómo no va a haberla si ponemos todos los medios para que esto sea una fábrica de listillos?

Mirar hacia el otro lado

Martes, 28 de Octubre, 2014

La que caía ayer

Esperanza Aguirre alucina en colores sin necesidad de tomarse el tripi de Hoffman. Le basta con un telediario en vena, lo mismo que al resto de los espectadores, aunque éstos alucinan menos desde que están sometidos a un entrenamiento intensivo para aguantar el goteo de corruptos.

¿Goteo? ¡Chaparrón, fervenza, cascada,…! Las de Iguazú enteras cayeron ayer en consistorios y diputaciones. El primero, su número dos, el pequeño Nicolás Granados de las tertulias televisivas, donde aleccionaba a la audiencia sobre la honradez acrisolada del pájaro choguí, si falta hiciese.

Alucina Esperanza en colores y a rayas, que es el traje de prisiones caído en desuso. Y eso que fue la suya una de las primeras voces en reclamar lo que pasó ayer. A la corrupción, dijo hace un año, hay que combatirla caiga quien caiga. Pues ya ve. Para ser más precisa solo le faltó matizar «caiga lo cerca que te caiga».

Lo de la primera en reclamar es un decir, porque se viene haciendo desde los tiempos de Matesa, los de Filesa y los de todas ésas.

¿Por qué la llamaron Operación Púnica? Hombre, yo diría que hay que mirar hacia Alonso y el entramado de Cartagena; es decir, Cartago; es decir, las guerras púnicas, al decir de Roma. De Alonso tiene que saberlo todo, o mejor dicho, casi todo, la lucense Pilar Barreiro, que lo sustituyó con acierto en la alcaldía.

Y al mismo tiempo que esto ocurre, el Gobierno anuncia que ya tiene preparados los recursos contra el sucedáneo del 9N, también llamado consulta participativa de las 6.430 mesas. Los tiene y los presentará esta misma semana, lo cual desmiente tanto a los que apostaban por su blindaje, como a los que decían que esta vez se iba a mirar para otro lado. No es posible. Vamos, que lo de mirar hacia otro lado se está poniendo cada día más chungo.

Las enseñanzas de la manta

Lunes, 27 de Octubre, 2014

Tiempos felices de Manta Ferrusola

Ante una amenaza de tirar de la manta, el pensamiento vuela hacia dos imágenes inevitables. En la primera vemos una manta o frazada, limpia en apariencia, bajo la que se esconden trapos sucios; y en la segunda, se ve a una o más personas temblando de miedo.

Bajemos ahora hacia los ´dramatis personae´; a saber: Quienes amenazan, según informaciones de hoy, son los Pujol. No se especifica con exactitud cuál de ellos, pero sí se insinúa que el miembro más cabreado del clan es Manta Ferrusola, la madre, que estaría indignada por el trato al que fue sometido esta semana su benjamín.

Expresadas las dos informaciones, una al lado de la otra, al lector solo le cabe deducir que ella es la que apuesta con mayor vehemencia por ejercer el arte del destape. En cuanto a los trapos sucios que habría bajo el cobertor, la amenaza es diáfana; primero, para confirmar que en efecto los hay y después, que son los que se investigan.

En cuanto a la existencia de terceras personas que habrían coadyuvado al amasijo, tampoco caben especulaciones. Si se amenaza, es que las hay. ¿Quiénes? Pues parece evidente que son de ringo rango, porque no se amenaza al primo del cuñado de la guardesa de la finca que un día le echó gasolina al coche antes de salir escopetado en dirección a Andorra.

La dirección de las sospechas se bifurca en este punto, pues de momento cabe pensar que hay gente temblando en Barcelona, porque estuvieron en el ajo sine qua non, y en Madrid, porque dejaron hacer, o miraron hacia Gibraltar, y no hacia los Pirineos durante tantos años.

¡Ah! Una última enseñanza de este comportamiento. Quien amenaza con levantar la manta necesita haber callado desde el primer momento en que ya estaban bajo ella los trapos sucios.

Con Albino en Montevideo

Domingo, 26 de Octubre, 2014

Albino y su libro

Albino Mallo reúne en “La aventura de un periodista” la semblanza de 111 personajes que conoció a lo larga de su dilatada y fecunda actividad profesional. Si usted piensa en los cinco artistas o escritores más destacados del XX, tres de ellos están en el libro, seguro.

Desde el Derby vigués, propiedad de su padre, donde tuvo ocasión de tratar con Cunqueiro y su generación, hasta los camerinos de las estrellas más rutilantes, como Liz Taylor o Woody Allen, todos pasan a la cazuela de Albino, donde los cocina con pluma amena y documentada.

A título de inventario le recuerdo al autor un episodio vivido en su compañía que bien podría incluir en una segunda edición.

Coincidí con Albino en Montevideo. Era el primer viaje de un presidente de la Xunta a América y a cada paso que se daba, bien porque así se programó desde Santiago, bien porque surgía de forma espontánea, la comitiva gallega era protagonista de actos simbólicos y entrañables.

Albino era entonces delegado de la agencia Efe en la capital uruguaya y me senté con él en la cena que la Casa de Galicia ofrecía a Fernández Albor. A los postres, las agrupaciones artísticas de la Casa nos ofrecieron una velada fantástica. Una de las piezas fue “Sementeira”, el poema de Luis Álvarez Pousa que Fuxan os Ventos transformaron para siempre en uno de los hitos musicales de Galicia.

La ejecución fue impecable. Se veía que disfrutaban con ella y los aplausos sonaron atronadores. Cuando cedieron, Albor toma la palabra para dirigirse al público fuera de protocolo. Felicita a los cantantes y anuncia con toda solemnidad que en el salón se encuentra el autor de “Sementeira”, el periodista Álvarez Pousa, otro de los enviados especiales a la gira. Si la salva anterior fue extraordinaria, la que vino a continuación empapó de agua los ojos de todos los asistentes. Ésa no estaba preparada.

El brujo Tono

Sábado, 25 de Octubre, 2014

Don Antonio, en plenos augurios

Desconozco si Hernández Mancha ejerce de abogado del Estado, de gurú para inversores extranjeros o como arúspice del CIS, pero el caso es que el otro día, en su reaparición pública tras largos años de silencio, se destapó como avezado practicante de esto último.

Luego de sacrificar el ave ritual, le abrió las tripas y comenzó a leer las entrañas del bicho con notable desparpajo y erudición, aunque en esto de los pronósticos hay quien duda entre la conveniencia de la espontaneidad o del peso del conocimiento, entre la sibila o Nostradamus.

Don Antonio es más de los últimos. Dijo, por ejemplo, que había Rajoy para rato, pese a Rodrigo. Que presidiría el siguiente gobierno, y el siguiente. Vamos, hasta que se hartase de la Presidencia. Y que si no le llegaba la mayoría absoluta, habría coalición con el PSOE, que es hábito recurrente en toda Europa y que no tiene por qué no serlo en el nuestro, una vez que se superen atavismos cainitas de vieja formulación.

Añadió, ya en presente, que de Mariano nadie habla bien, pero todos lo necesitan, que es buzo resistente bajo el agua y que lo está haciendo bien.

A estas alturas, los ojos de quienes le oían estaban ya completamente a cuadros, y eso que don Antonio no había hecho más que empezar. A la crisis la despachó en dos patadas, augurando que está siendo superada y que en el extranjero, donde él se mueve, tienen más fe en ello que nosotros mismos. Que no encuentra sustituta para su secretaria porque están todas con empleo, que hay firme decisión de acabar con las corruptelas y que el problema catalán acabará, como en ocasiones anteriores, con los díscolos pidiendo perdón a las puertas del Congreso. ¡Ah! También dijo que los chicos de Podemos le parecían muy simpáticos, tras lo cual recogió su bola de cristal y se marchó.

Perros en el jardín

Viernes, 24 de Octubre, 2014

Pero…¿quién mató a Harry?

Ayer detuvieron, interrogaron e imputaron a Oleguer Pujol para que nadie se crea que es asunto olvidado, sino más bien, asunto por iniciar. Ya lo dijo María Victoria Álvarez, la aminovia o exnovia de su hermano Jordi: «es un gran día para todos los españoles». Bueno, Mariví, para todos, todos, no. Los Pujol tenían que estar ayer protegidos con doble capa de pañales y tila en vena. ¿O dices lo de españoles como metáfora del independentismo chocolatero y descafeinado?

No, no hace falta que contestes. Ya sabemos que la familia también es española, aunque salga mucho al extranjero.

De lo ocurrido ayer se han filtrado detalles muy cinematográficos, que son los que gustan a los que no somos duchos en sus incontables tejemanejes financieros.

Por ejemplo, es muy sugerente ese interés de la policía por escudriñar el jardín por si hubiesen enterrado allí el dinero. Desde que se estrenó en España «Pero…¿quién mató a Harry?», los jardines y los bosques me sugieren la imagen de un grupo de personas tratando de deshacerse de un cadáver al lado de un árbol. Así que al leerlo, me vino a la mente la escena con toda claridad. Es de noche y llovizna. La familia rodea al pequeño de los hermanos que provisto de una pala y botas, se dispone a ocultar el cuerpo del delito, que en este caso solo son varias sacas con cientos de millones amasados tras duro trapicheo.

Todos están muy contentos bajo los paraguas, porque la lluvia ayudará a borrar las huellas de la tierra removida.

Otro detalle, éste todavía inédito en la memoria cinematográfica. Perros adiestrados para localizar billetes olisquean las habitaciones. ¿Detectan por un igual euros que yenes? ¿A qué huelen las libras esterlinas?

Una gran jornada, pero no para todos los españoles.

Tres en una

Jueves, 23 de Octubre, 2014

Ecce Homo

La altura intelectual de Almodóvar nunca planteó graves retos para el alpinismo. Ni siquiera para el senderismo. En España se le adora porque aquí somos dados a la tomatina, al carnaval y a la astracanada, y porque a la hora de crear tipos estrafalarios el hombre tiene muy buena mano. De ahí al rabo, todo es Almodóvar.

Con sus antecedentes no tendría por qué extrañarme de lo que venga de su pico. Pero lo cierto es que su última reflexión sobre los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa sí lo hizo. No todos los días se enuncia un pensamiento tan perverso que consiga expresar de golpe tres incorrecciones de orden social, económico y moral.

Para los gallegos, lo más llamativo del manchego ha sido esa ilusión suya por vernos como paradigma del analfabetismo, lo cual viene a demostrar lo mucho que este hombre desconoce de Galicia y de casi todo. No vamos a desgañitarnos en la defensa, porque todavía es muy joven y tiempo tendrá de enterarse a poco que estudie.

En lo económico es muy loable su interés por el buen funcionamiento de las cajas, pero permítasenos dudar de su criterio, pues en la retina quedó grabada esa magnífica foto suya con la ceja digital sobre la ceja pilosa que es toda una declaración de ciencia, aunque haya renunciado a ella como hacen los sabios.

La guinda del pastel es cuando declara que a él lo que le priva es cortar gaznates, como en la pena de muerte, pero ahorrándose los trámites de un tribunal; vamos, igualico que el carnicero de Mondragón.

¿Qué no conocen la frase de Almodóvar? No se preocupen, es ésta: “Si yo hubiera sido un hombre analfabeto, gallego, que me hubieran hecho firmar con el dedo porque no sé escribir y me entero del asunto de las tarjetas opacas, de verdad, me voy y espero al señor Blesa o al señor Rato y le corto el gañote”.

Tierra para filosofar

Miércoles, 22 de Octubre, 2014

La clase no se suspende, se aplaza

Charlando con una amiga que reside en los Estados Unidos desde hace tiempo, me comenta que este año se espera en su ciudad un invierno muy duro, con largas temporadas bajo la nieve, como en el curso pasado, cuando los niños no pudieron ir a clase. Llegado a este punto, añade:

_Naturalmente, tuvieron que recuperarlas sacándole tres días a las siguientes vacaciones.

Como se pueden imaginar, ese detalle sirvió para que la conversación discurriese a partir de entonces hacia otros temas que nada tenían que ver con la nieve y sí con las diferencias entre dos sociedades a la hora de encarar la educación de los infantes.

Cuando se tienen los objetivos claros y rotundos las medidas se adoptan de forma automática sin dar opción a la polémica. ¿Qué es lo prioritario en este caso? La educación. Por lo tanto, ni nevadas, ni vacaciones, ni derechos de los profesores, ni planes preconcebidos de los padres, ni rabos de gaita. Cuando se pierden dos jornadas de clase, se recuperan y a otra cosa.

La nuestra es una sociedad que se mantiene en la constante indefinición de objetivos y cuando llegan las ocasiones, todo se vuelve polémica hasta averiguar de nuevo qué ha de hacerse, lo cual crea el ambiente ideal en el que se desenvuelven los filósofos, pero no los ciudadanos.

Por delante tenemos las declaraciones de un individuo recién salido de la cárcel tras cumplir corta condena por la muerte de 17 personas diciendo que él no asesinó, sino que ejecutaba como el verdugo de Berlanga, y nos quedamos mirándolo como estatuas de sal, no vaya a ser que tenga razón; que tenga razón Mas, que la tengan los usuarios de las tarjetas de Blesa, que la tenga Pablo Iglesias ordenando el asalto del cielo o Nicolasito el intruso. Es maravilloso este imperio indefinido, el paraíso de los filósofos y la duda metódica.