Archivo de Diciembre, 2005

Uno de enero…

Sábado, 31 de Diciembre, 2005

No siempre comenzó a contarse el año tal día como hoy.
Los meses de enero y febrero son añadidos al primitivo calendario romano para completar un ciclo de 365 días. Por lo tanto, antes de Numa Pompilio, que es el reformador de la medición del tiempo, el primer día del año era el 1 de marzo. Y aunque enero/januarius/xaneiro debe su nombre a Jano, que es dios de las puertas y los inicios, la llegada de los dos nuevos meses no alteró en algunos aspectos el orden tradicional de los antiguos meses romanos. Así, la elección de cónsules siguió celebrándose en los idus de marzo, es decir, el día 15 de ese mes.
Fue en el año 153 a. de C. cuando se adelantó este nombramiento dos meses y medio, es decir, hasta el 1 de enero, para permitir que Publio Nobilior se presentase en la hispánica ciudad de Segeda al frente de las legiones en tiempo y hora para sofocar lo que ellos interpretaban como un levantamiento independentista, al otorgarse sus habitantes capacidad para emprender obras de ampliación en la urbe, lo que Roma no permitía.
Ese adelantamiento contribuyó a que cobrase fuerza el 1 de enero como comienzo del año oficial romano, aunque no dejan de tener razón quienes piensan que la mera presencia de enero/Jano en el calendario es lo suficientemente explícita como para imaginar que el dios bifronte, el que mira al futuro y al pasado, promueve el equilibrio y protege las entradas, ya estaría presidiendo por fuerza el mes inicial del ciclo.
Ambos puntos de vista son compatibles si distinguimos entre año civil, militar, oficial, religioso, climático, judicial, etc.
No obstante, el llamado Año Véneto _ por utilizarse en la zona de Venecia _, también tenía su inicio el 1 de marzo y conservaba ancestrales tradiciones relacionadas con la fecha.
Otros días que tuvieron ese carácter de ser los primeros del año entre los países de Occidente fueron el 25 de marzo, llamado de la Encarnación, o calculus Pisanus; el de Navidad, el 25 de diciembre, y el bizantino, que comenzaba a contar el año el primero de septiembre.
Una última curiosidad, las palabras año, anillo y ano comparten un mismo origen etimológico relacionado con su carácter circular.

Lo último del año

Viernes, 30 de Diciembre, 2005

Se acaba el 2005 y se amontonan fruslerías que conviene decir antes de que lo haga, porque ya se sabe, año nuevo, vida nueva. Resumamos.
_Buenas noticias. El 23 por ciento de españoles (CIS) cree que la situación política empeorará. Quiere eso decir que hoy no es tan mala como lo que puede llegar a ser.
_Malas noticias. Evo Morales declara a Al Yazira que Bush es el único terrorista del mundo. El resto puede seguir poniendo bombas tranquilamente. Por cierto, ¿la mujer de Evo se llama Adana?
_Sociedad.- El 99,67 por ciento de las bodas celebradas en España durante 2005 lo fueron entre parejas heterosexuales. Una cifra demoledora para todos, pues por una parte demuestra que la demanda de la polémica ley era muy minoritaria, y por otra, que era exagerado esperar devastadores efectos. Persisten, eso sí, las discusiones sobre la conveniencia de utilizar la palabra matrimonio. “Esto es un infierno”, declaran algunos de los afectados.
_Inmigración.- El 59,6 por ciento de los españoles (CIS) cree que hay demasiados inmigrantes. Y el 33,3 cree que son bastantes, pero no demasiados. Sumadas ambas cifras ¿podríamos decir que el 92,9 de españoles cree que hay muchos inmigrantes y listo?
_Medios.- El Consejo de Estado cree que los 107 funcionarios previstos para el Consejo Audiovisual Estatal son muchos divinos funcionarios. Opina que con menos se censura igual de bien y mucho más barato.
_Deportes.- Las selecciones de Galicia y Uruguay se enfrentaron en un partido de fútbol, pero nadie se acordó de que el único jugador nacido en España que fue campeón del Mundo y campeón olímpico se llamaba José Pedro Cea, natural de Cedeira (Redondela), seleccionado con Uruguay en 1930 y segundo máximo goleador de ese campeonato.
_Duda.- ¿Puede un no fumador estar en un espacio reservado para fumadores, o debe fumar obligatoriamente?
Feliz año 2006.

Aprendices de magos

Jueves, 29 de Diciembre, 2005

Hablamos de idiomas, que son esos mágicos instrumentos que contienen toda la sabiduría del mundo sedimentada entre la urdimbre de sus palabras. Cada una de ellas puede contener la historia y mil historias más. Si se viaja al interior de la palabra se descubre por dónde ha pasado, qué dioses estaban en los altares y cuáles eran las preocupaciones de los hombres. Da lo mismo hacerlo a través de la lengua valona o de la árabe. Al final todas sus piezas descubren el universo como un gran puzzle cabalístico regido por leyes que tienen más de lógica filosófica que de gramática y ortografía.
Por eso, cuando se legisla sobre los idiomas siempre hay una manifiesta intención de practicar la magia, de ser tan poderoso como el tiempo y de manejar los arcanos de las palabras por encima de lo que determinan las leyes no escritas, aquéllas que concluyeron hace tiempo que en lengua francesa, casa ha de ser maison y no cualquier otra.
Y por lo que se ve recientemente en España, a ciertos políticos les ha sobrevenido una irresistible vocación de magos, manoseando los idiomas con una combinación de ligereza y pomposidad que asusta por su engreimiento e ignorancia. Esto ha de multarse, esto ha de prohibirse, esto ha de usarse…
Dichas actuaciones no se reducen, como pretenden presentarlas, a un ejercicio de poder amparado por la legalidad democrática, pues van mucho más allá de lo que cabe esperar de unos simples administradores. Meten mano en el santa sanctorum de las palabras y además no lo hacen, en general, con el bienintencionado objetivo de dotar a los idiomas de una mayor libertad de expansión y crecimiento, sino de enfrentar a unos con otros, de hacer guerra con unos instrumentos nacidos para el entendimiento, la sabiduría y la concordia. Es decir, que además de ser unos pésimos aprendices de magos, sólo quieren la pócima en beneficio propio.

Pensamiento único

Miércoles, 28 de Diciembre, 2005

Rajoy y González coinciden en que el coste de la ampliación de la UE debería repartirse entre los miembros de acuerdo con su producto interior bruto. ZP, no. El presidente da por bueno que España asuma cifras muy superiores a lo que aportarán, por ejemplo, Francia y Alemania.
Éste sería un nuevo desencuentro que añadir a las difíciles relaciones entre quien precedió a Aznar y quien lo sustituyó, o lo que es lo mismo, entre socialistas más afines a uno y otro personaje.
Si hemos de creer al único periódico digital que lo divulga y descartamos la posibilidad de la inocentada, FG habría llamado por tres veces a ZP para comentarle sus puntos de vista y ofrecerle su experiencia en el mismo puesto que ahora ocupa él, encontrándose con otras tantas calladas por respuesta a lo largo del último mes.
En ese caso tendríamos indicios suficientes para sospechar que ZP maneja razones o informaciones que no quiere compartir con el ex, y que, por supuesto, desprecia cualquier ayuda que éste pudiera aportarle.
Si tenemos en cuenta que de ZP siempre se destacó su capacidad para saber escuchar, para vaciar a quien tiene en frente sin vaciarse él, y recordamos que él hizo del talante y del diálogo algo más que una consigna publicitaria, estas negativas a González, unidas a la creación de los consejos audiovisuales, suponen toda una contradicción.
Quizás en sus planes para mantenerse en el poder comience a cobrar más fuerza la idea del pensamiento único que la del pensamiento compartido. Así pronto podrá decir que “el Estado soy yo”, y justificar que quien esté en contra es un traidor. Para realizar semejante viaje no necesita abandonar la Moncloa, ni abrir sus puertas a molestos expresidentes. Basta que se consulte a si mismo y que tenga contentos a sus socios. El talante habría quedado en el camino.

La uva colgante

Martes, 27 de Diciembre, 2005

Distinguido señor Cofrades Santillana: Recién acabo de escuchar su plan para detener las campanadas del mecanismo que el relojero Losada puso a andar el 19 de noviembre de 1866 en el antiguo edificio del Ministerio de la Gobernación. Dice usted que lo hará a las doce de la noche del próximo 31 de diciembre, último día del año en el que son muchos los españoles que miran a ese reloj de la Puerta del Sol para despedirlo de forma unísona y coordinada.
Como quiera que se propone realizar la detención campanera mediante su prodigioso poder mental, y viendo que no hay en ello causa terrorista, reivindicativa o panfletaria que lo exija o justifique, me apresuro a escribirle por si en el último momento tuviese a bien reconsiderar el objetivo de su esfuerzo mentalista y lográsemos convencerle de que no detenga el famoso reloj, sino, por ejemplo, el cronómetro de la sansilvestre vallecana, que le proporcionará igual prestigio y evitará malos presagios a los supersticiosos.
Sabemos de sus éxitos el pasado año, cuando colgó de la Torre de Bujaco de Cáceres una urna conteniendo el número del gordo navideño, y es por ello mayor nuestro desasosiego, pues lo imaginamos capaz de detener no sólo el reloj, sino todo el Palacio de la Comunidad de Madrid, que allí se aloja ahora.
Reflexione por un momento, señor Santillana, y díganos con el corazón en la mano si merece la pena gastar su precioso poder en desequilibrar una de las últimas manifestaciones de unidad patriótica, uva en ristre, cara a Sol e impasible el ademán, repitiendo cada año lo que son los cuartos y lo que son las propias campanadas. Díganos la verdad, señor Santillana, ¿quién le paga? ¿Quién está detrás de esta burda maniobra? ¿Carod? ¿Ibarretxe? ¿No será Quintana?
Sea sensato. Deje tranquilo el reloj y prometemos comprarle un décimo para el Niño del número que nos diga, cosa que usted no hizo cuando acertó el gordo.

Quién controla a quién

Lunes, 26 de Diciembre, 2005

Cuesta trabajo imaginarse a un periodista o a un lector partidarios de establecer mecanismos de censura, pero los hay. Todo depende del orden de prioridades que cada individuo establezca en su vida. Por ejemplo, yo puedo pensar que es más interesante mantener en el poder a determinado partido, que defender la libertad de expresión. En consecuencia, abogo por la censura como hicieron cientos de dictaduras en todo el mundo para procurarse su larga vida a costa de las libertades.
Lo que resulta chocante es que un derecho amparado por la ley de mayor rango en vigor, que en nuestro caso es la Constitución, se vulnere por otra de rango inferior y salga adelante con los votos de quienes dicen ser representantes del pueblo y de la legalidad, o que esos mismos representantes traten de crear comités políticos encargados de convalidar carnés periodísticos, como si la democracia fuese una gran broma que finalmente revela su verdadera cara totalitaria.
Si la Constitución valora en tan alta estima la libre expresión de pensamientos, ideas y opiniones es porque con ella garantiza una labor fiscalizadora del poder político, básica para el funcionamiento democrático. Si le damos la vuelta a la tortilla y ahora vuelve a ser el poder político quien fiscaliza a los medios, habremos retrocedido a la ley de Prensa de 1938, que consideraba a éstos como meras prolongaciones del Estado, incapaces de pensar y opinar de forma distinta a lo que el propio Estado dicte.
Parece mentira que estos cimientos democráticos vuelvan a estar en tela de juicio treinta años después y que veamos con vergüenza cómo el Comité Mundial de Libertad de Prensa esté obligado a advertirnos sobre la gravedad de los nuevos organismos, comparándolos con la censura franquista.
Parece mentira, pero ésa es la actualidad esperpéntica del momento.

El Lado Oscuro

Domingo, 25 de Diciembre, 2005

En una semana han pasado del ordenador, los petas, la absenta y la musiquita, a una prisión cuyos internos les han partido la boca y pelado al cero. En el medio, una mendiga golpeada, quemada y muerta. No fue la primera en conocer las extrañas diversiones de aquellos tres precoces bebedores de absenta, uno de los cuales era conocido con el premonitorio apodo de Vader, el señor del Lado Oscuro. Es Navidad y hace frío.
Cuando estás a punto de pensar que esos desgraciados han hecho méritos más que suficientes para que ése sea el comienzo de su largo castigo, algo te dice que su historia, como la de cualquier otro joven frustrado, también pudo haber sido muy distinta si en su entorno hubiesen encontrado menos presencia del Lado Oscuro como resulta evidente que así fue, convirtiendo a un posible Anakin en la personificación del mal.
Decía una mujer encuestada sobre este suceso que los tres muchachos eran algo más que unos simples gamberros, porque en su naturaleza se había inoculado un germen maléfico. Admitamos por un momento que existen esas diferencias entre el que destroza sesenta bombillas públicas en una noche y el que incinera menesterosos. Admitamos que al primero sólo le falta un barniz para ser plenamente humano y al segundo hay que operarlo para extirparle la semilla del diablo. ¿Podríamos conformarnos con ese diagnóstico sin reconocer que en ambos casos lo que estos muchachos se encontraron en su sociedad no era lo más oportuno para mantenerse en el bando del bien?
La reflexión no es inútil ni exagerada. Enseguida ha saltado otro caso en Málaga y la policía sabe que estos adolescentes atraídos por la violencia en estado puro abundan, aunque su presencia en los medios sólo se produzca en casos extremos. Alguien está fabricando chicos malos y quizás está consiguiendo que nunca antes fuesen tan chicos y tan malos.

AVISO

Sábado, 24 de Diciembre, 2005

A todos los comentaristas:
Los servicios informáticos que cuidan de la Bitácora informan que los posibles fallos a la hora de admitir nuevos comentarios se deben, salvo en casos de avería general de la red, a los criterios establecidos en los filtros antivirus.
De ese modo, el filtro interpreta que el mensaje puede camuflar la presencia de algún virus cuando…
…existen varios puntos y comas (;) entre dos puntos y seguido.
…se deja un espacio entre la última palabra y la coma.
…no se deja un espacio entre un punto y seguido, o una coma y la siguiente palabra.
…se abren comillas y no se cierran.
…se abren paréntesis y no se cierran.
…aparecen signos de puntuación no establecidos en las normas ortográficas y tipográficas. Como por ejemplo, más de tres puntos seguidos, arrobas indiscriminadas, varias admiraciones entre espacios y en general, incorrecciones que el antivirus, ante la sospecha de algo anómalo, prefiere rechazar.
En el caso de que un comentario no sea admitido, se aconseja repasar la puntuación y seguir los criterios expuestos. Lo más probable será que en ese segundo intento se consiga.
Cosas del ciberespacio.

Formas de censura

Sábado, 24 de Diciembre, 2005

Si alguien se extraña más de la cuenta por las medidas represoras que anuncia el Gobierno es que desconoce la tradición de los partidos que lo sustentan y sus nulas aportaciones en la batalla por la libertad de expresión a lo largo de la historia. Qué digo aportaciones, los ataques la libertad de expresión han sido, y se presume, seguirán siendo, el doble rasero que se cuelga como sambenito a la derecha cuando toca jugar en la oposición, pero el primer objetivo cuando se toca poder.
Y no vamos a decir ahora que la derecha franquista fuese adalid en esa causa, pero tampoco lo disimuló. Señores, esto es lo que hay. O pasan ustedes por el aro, o no se publica.
Lo paradójico de la actualidad es que pretenden hacernos creer que la están defendiendo. Una genialidad política similar a la bajada de varios impuestos y la subida de uno solo que los compensa, para aparentar una disminución de la presión fiscal.
Dado que mañana no hay periódicos y que por lo tanto esta columna sólo está destinada a los amables foreros de la Bitácora, me voy a permitir licencias personales.
Mi primer encuentro con la censura tuvo lugar en 1974. En aquella época publicaba una columna llamada “Madrid al Día”, heredada del cronista Losada y que recogían dos periódicos gallegos, El Progreso y Ferrol Diario, y dos asturianos, Región de Oviedo y La Voz de Avilés. Una de esas crónicas se tituló “El programa político del PSOE” y en ella se recogían ciertas ideas del entorno del emergente Isidoro, es decir, el Felipe González que todavía no era Dios. Eran algo así como las líneas maestras de un hipotético gobierno socialista, en el caso de llegar al poder. Me las había filtrado un colega y amigo de agencia Efe, Ricardo Martín, militante del partido.
En aquel momento, a un año vista de la muerte de Franco, un gobierno del PSOE se veía mucho más lejano de lo que en realidad fue, pues sólo estábamos a ocho años de hacerse realidad.
A los dos días de la publicación de la crónica recibí una citación del TOP _ Tribunal de Orden Público, para los que no se acuerden _, en la que me requerían en presencia de un juez instructor. No puedo ocultar que a partir de ese instante viví desasosegado y culiprieto por los posibles problemas laborales en la Agencia Efe que imaginaba.
Tras un primer interrogatorio a fondo, se me informó que se abriría un expediente y me dejaron con la causa colgando durante varios meses, como diciendo, cuidadito con lo que ahora escribes, porque llueve sobre mojado. Creo recordar que durante algunas semanas añadí dosis de autocensura a la que de por sí era obligada en el ejercicio periodístico de aquellos años. Finalmente todo se diluyó antes de que lo hiciese el propio régimen.
Al año siguiente, en compañía de otros dos grandes amigos, José Luis Casas Teixeira y Ernesto Rodríguez del Alisal, preparamos un número político de la revista En Punta titulado “El futuro se confiesa”, donde se recogían las opiniones de Tierno Galván y Pablo Castellano, entre otros.
Por las palabras de ambos fuimos multados con 250.000 pesetas, que hubimos de satisfacer a tocateja. Enterados de lo sucedido, ni uno ni otro hicieron el más mínimo gesto de solidaridad, ya no digamos de colaboración o ayuda financiera, dados los escasos recursos con que contábamos en la revista.
Finalmente, ya en Lugo, fui juzgado a instancias de la Coalición Popular por supuesto delito contra la ley electoral en apoyo del PSOE en el referéndum de la OTAN, por publicar una fotografía de Felipe González en la primera página de El Progreso el día de las votaciones, en la que se veía parte del slogan promocionado por los socialistas. Salí absuelto, aunque nuevamente el PSOE miró para otro lado.
A la vista de esas tres únicas relaciones con la censura o la justicia por temas profesionales, hoy sólo puedo congratularme de que hayan sucedido así, pues ello me permite decir con mucha tranquilidad que los consejos audiovisuales aprobados o propuestos esconden los mayores ataques españoles a la libertad de expresión desde que la ley de Prensa de 1938 declaró a los periódicos como prolongaciones del Estado, incapaces de concebir, plasmar o difundir otras ideas diferentes que las que emanen del propio Estado, gracias a lo cual se justificaba la existencia de la censura previa. Hoy, al dotarse a esos consejos de carácter político, se deduce que los medios controlados han de ser una prolongación de los criterios de quienes ocupen en cada momento dichos órganos, algo, si cabe, más perverso todavía.
Feliz Nadal a todos, muy especialmente a los asiduos de la Bitácora.

Limpieza de orejas

Viernes, 23 de Diciembre, 2005

Si hasta la fecha vivimos sin un consejo audiovisual que controle, inspeccione y sancione los contenidos de las ondas mediáticas, nuestras orejas tienen que estar sucísimas, todas llenas de imprecaciones, exabruptos y crispaciones varias. Menos mal que Montilla se ha puesto manos a la obra y nos las va a limpiar de cerumen con un bastoncillo rematado en una madeja de Don Algodón, al que llamaremos CEMA, Consejo Estatal de los Medios Audiovisuales. Casi como el anuncio; dijo CEMA y se durmió.
Ahora viene la segunda parte, que es la más divertida, pues se trata de averiguar qué cosas ensucian nuestros oídos y cuáles no. Por ejemplo, a un indocumentado diciendo babosadas sobre el camauro del Papa no le pasará nada, porque eso es pluralismo. Sin embargo, si la babosada es contra la ministra de Cultura, se le abrirá expediente, porque eso es irrespetuoso.
Duro lo va a tener el CEMA cuando persiga, como dice, la no separación de informaciones y opiniones. Por ejemplo, si el periodista dice que el Madrid ha perdido 1-2 contra el Racing, deberá añadir: “Esto es una información”. Y cuando comente que los merengues jugaron de pena, ha de especificar: “Esto es una opinión”. Claro, no se puede decir: “Desastre, el Carmelo se ha hundido”, sin aclarar: “Esto es una opinión personal”. Confundes al oyente, que en su sacrosanta libertad puede interpretar que no existe tal desastre, pues quedan unos solares preciosos con los que especular.
Capítulo especial merece la vulneración del derecho al honor, la fama y la intimidad personal y familiar, la protección de la infancia y la juventud. Ahí el CEMA tiene tela para cortar toda la que quiera y más. El único detalle que falta por definir es qué tipo de honor, de fama, de familia, de infancia y de juventud se pretende fomentar, pues si se trata de conseguir bufones asilvestrados, estamos en el camino correcto.