Otro mapa
Domingo, 31 de Agosto, 2014
Cataluña, en versión libre
No Hablamos Catalán es una plataforma donde grupos y organizaciones aragonesas se han unido para denunciar las ansias expansionistas de la Generalitat y defender el aragonés como lengua propia de Aragón.
Entre sus éxitos figura obligar a que una cadena alemana de supermercados etiquete en aragonés el producto que antes vendía en catalán, por un error logístico, según comunicado de la casa matriz. Así la “salsitxa fresca” ahora es “botifarra fresca” y todos tan contentos, al menos hasta el siguiente episodio, que acaba de suceder ayer mismo.
A NHC le parece de pésimo gusto que la Generalitat incluya en un mapa de los Països Catalans seis comarcas de Aragón, además de Valencia y Baleares, por supuesto. Lo hace al socaire de que allí existe un porcentaje de catalanohablantes y para ello utiliza la estética y los colores que eran propios de principios del XX, a fin de darle la apariencia de que la cosa viene de lejos. Ítem más, el epígrafe Catalunya no cubre solo sus cuatro provincias, sino también las aragonesas y las valencianas.
Claro, los mapas, como el papel, lo aguantan todo, pero NHC, no. El principio es manifiestamente perverso y acaba volviéndose contra quien lo invoca a las primeras de cambio, puesto que si el porcentaje de usuarios lo justifica, España podría reivindicar desde Nueva York a Tierra de Fuego. Cataluña, no, porque es parte de ella, pero independizada, también.
Todo lo cual nos lleva, una vez más, a descubrir las inmensas quimeras en las que se funden los caudales públicos, porque el mapa de marras no es la ocurrencia de un aburrido cartógrafo que entretiene sus soledades pintando de azul las comarcas que le vengan en gana, sino obra de la Revista de Llengua i Dret, dependiente de la Generalitat y financiada con fondos de todos, aunque sea para fastidiar a unos cuantos.