Archivo de Julio, 2005

La sentencia

Domingo, 31 de Julio, 2005

A pesar de las apariencias, la gran mayoría de ciudadanos están de acuerdo con la sentencia de Farruquito. No se alarmen. No hemos comido carne de vacas locas, pues a las pruebas nos remitimos.
Las tiene usted a su alcance. Basta preguntar a un conductor que se encuentre a mano: ¿Te gustaría recibir la misma sentencia si estuvieras acusado de los mismos cargos que él? La respuesta será positiva en un elevadísimo porcentaje, lo cual permite componer un titular inédito hasta el momento: “La mayoría de los españoles consideran justa la sentencia… si fuesen ellos los juzgados”.
Si se decide a hacer la pregunta y alguien le dice: “He cometido graves delitos que merecen mayor condena”, quédese con su nombre y propóngalo para ocupar un cargo público en la primera oportunidad, pues una rara avis de esa categoría no se encuentra ni en los zoológicos.
La polémica sentencia nos ha permitido al común del pueblo hacer alardes de nuestras infinitas ansias de justicia… cuando es otro el que se sienta en el banquillo. Pensamos en su caso que ha de ser la fama o el dinero lo que justifique tan benévolo trato, y concluimos con envidia que de estar nosotros en su lugar se cometería terrible injusticia enviándonos al trullo hasta que conociésemos por su nombre todo el colectivo de funcionarios de prisiones.
Quien más, quien menos, a todo quisqui le gusta alardear de cómo ha burlado la ley evitando multas, impuestos o licencias. No suele haber muertos de por medio, desde luego; pero sentimos en el fuero interno que es una conducta inteligente, de personas capaces y con recursos. El que paga, cumple o respeta los trámites establecidos es tonto.
Y si al ámbito público nos referimos, los ejemplos demuestran cuán vigente está el chanchullo, el maletín o la inconstitucionalidad, delitos todos ellos del más puro estilo farruquil.
Alegrémonos, esto es jauja.

Vacaciones en el mar

Sábado, 30 de Julio, 2005

El presidente necesita vacaciones. Las necesita como todo hijo de vecino, pero las suyas, a diferencia de las que hoy puede iniciar Zutanito, son beneficiosas para la inmensa mayoría.
Es comprensible que la agenda de Moncloa apenas le deje un resquicio para la reflexión y el balance, pero hoy más que nunca quienes por usted estamos presididos le exigimos que cese su frenética actividad, se relaje con el murmullo marino y escuche lo que se dice unos metros más allá de las verjas de palacio. Sin acritud de ninguna clase, simplemente con la sana intención de que nos vaya bonito a todos.
Debe hacerlo para dar conveniente respuesta a Pío Moa cuando dice que usted y sólo usted es el desencadenante del 11-M después de prometer que retiraría las tropas de Irak si llegaba a donde llegó.
Debe hacerlo para tapar la boca a quienes, como su ex compañera de partido Cristina Alberdi le acusa de ser un perjuro y un traidor, y que debe ser juzgado por desacato, alta traición, rebeldía y dejación de funciones. ¡Jesús! Las tiene todas, casi como Farruquito.
Usted verá a qué dedica su descanso, pero si una vez terminado no hace nada para contradecir al ex terrorista y a la ex ministra, muchos pensarán que son ellos los que tienen razón.
Aparque, si quiere, la tesis de Moa por indemostrable y céntrese en la de Alberdi. Dice que vulnera el juramento para “guardar y hacer guardar” la Constitución y de su boca florecen terribles epítetos que no tienen como destinatario cualquier garulo asilvestrado, dispuesto a subvertir el orden constitucional con artes prohibidas, sino usted, que es presidente del Gobierno, honra y prez de la sociedad, espejo de justicia en el que todos debemos mirarnos.
Preséntese a la vuelta como el más fiel representante del mandato constitucional y haga que se callen esos loros vociferantes. Usted, señor ZP, no puede ser todo eso que dicen. Lo ha jurado.

Maldito plural

Viernes, 29 de Julio, 2005

Los idiomas se formaban con el uso de los ciudadanos, el poso de los escritores y en algún caso, con el esplendor de una academia. Era un proceso natural muy rico en matices, pues cada novedad permitía seguir la historia de quienes la hablan. Eso se acabó, ahora va a regularse por decreto, pues existen políticos y lingüistas convencidos de que su poder les habilita para intervenir, como si de la campaña remolachera se tratase.
Fruto de ese trabajo revisionista son los manuales con los que las distintas administraciones pretenden erradicar lo que ellos llaman lenguaje sexista, cuyo principal pecado consiste en optar por el plural masculino cuando el conjunto engloba unidades de los dos géneros.
En el último que ha repartido la Xunta de Galicia, la saliente, se desaconseja el uso de términos como “hombres, funcionarios o ciudadanos”, si acogen a mujeres, funcionarias o ciudadanas. Dicen que este convencionalismo del lenguaje tiene su origen en la sociedad androcéntrica y que ahora ya somos paritarios.
Como la solución de repetir los dos géneros origina un montón de paja huera, cursi y plúmbea _“ciudadanos y ciudadanas” _, las alternativas que se ofrecen son tan sutiles como sustituir “hombres” por “personas”, utilizar los pronombres: “Los y las que vivan en la ciudad…”, y preferir el indeterminado: “Quien viva en la ciudad…”
Todos estos desvelos trasformarán la sociedad androcéntrica en otra que no podrá ser ni ginecéntrica, ni gaycéntrica, sino más bien amorfocéntrica, con el mismo porcentaje de tontos y tontas, donde los cuchillos podrán ser cuchillas, aunque sean grandes, y donde las barcas surcarán los mares hasta puertos tan lejanos como los barcos.
Una sociedad donde se podrá leer Doña Quijota de la Mancha, o La Casa de Bernardo Albo a voluntad. Una pocholada de sociedad que será la admiración de extraterrestres y extraterrestras.

Pon el pin

Jueves, 28 de Julio, 2005

Solo o en compañía de asesores, al señor alcalde de Guetxo se le ha ocurrido una malévola iniciativa con la que pretende identificar visualmente el grado de vasquismo de sus vecinos.
A tal fin, el ayuntamiento proveerá de pins a los ciudadanos que deseen proclamar desde sus solapas que saben hablar euskera, de tal forma que cuando dos de estos condecorados se encuentren, no usen innecesariamente el castellano y le den de lleno a la húmeda sin recurrir ni a un solo barbarismo. Ésa es la burda disculpa de la campaña.
Algún ingenuo pensará que para ese viaje no se precisaban tantas alforjas, pues al resto de los mortales una sola palabra nos basta para saber en qué lengua se expresa nuestro interlocutor. Ahora bien, si nos imaginamos a las vascas y vascos de Guetxo cruzándose por las calles con los pins de marras, comprenderemos que muchos querrán armarse del distintivo en evitación de desagradables discriminaciones.
Los nazis implantaron las estrellas amarillas para reconocer a los judíos a golpe de vista. En este caso habría sido demasiado brusco obligar a que los perseguidos castellano-hablantes se prestasen a ser reconocidos con un uniforme lesivo para sus intereses, de modo que el uniforme se lo ponen ellos y el objetivo se cumple a la perfección.
No es fácil encontrar antecedentes de un racismo lingüístico tan descarado como el que promueve este alcalde peneuvista, a quien la igualdad proclamada por la Constitución le suena a fascismo, y el fascismo hitleriano le sabe a gloria.
Si la medida cuaja y se extiende, no dude el alcalde pinero que su nombre pasará a la historia de la infamia universal al lado de otros muchos que como él se esforzaron en hacer de este mundo un lugar un poco más insoportable. De momento evitamos escribirlo por desconocer las normas correctas de la grafía euskalduna.

Miedo

Miércoles, 27 de Julio, 2005

José Francisco Hernando, presidente del CSPJ, justifica que la policía inglesa tire a matar, porque si esto no es la Tercera Guerra Mundial, se le parece un montón.
Y como quienes se expresan más distantes del pensamiento de Hernando insisten en decir todos los días que el terrorismo islámico sólo se está defendiendo del maltrato occidental, por lo que está justificada su reacción, al ciudadano no le dejan más salida que acostumbrarse por igual a ser bombardeado por los justicieros, o a ser tiroteado por las fuerzas del orden.
No se puede meter más miedo en el cuerpo con menos argumentos. Miedo es la palabra clave en este arranque de siglo. Su creación, su mantenimiento y su rentabilidad. Una sociedad amedrentada cometerá errores, aparecerán banderías, se cuarteará y será más fácil acabar con ella, aunque se trate del imperio romano.
Lo de Hernando es un error que se suma a otro, el de la policía londinense cuando confunde a un brasileño friolero con un terrorista embozado. Los dos están producidos por el miedo que se pretende instalar en las cuatro esquinas del mundo para hacerlo vulnerable y precipitar la caída de un sistema de valores imperfecto, pero basado en la libertad.
Una sociedad fuerte en convicciones democráticas debe mostrar toda su entereza cuando es atacada, reforzando su cohesión y haciendo gala de sus principios. En Inglaterra no sólo crece la popularidad de Blair, sino que se le disculpan los errores en este momento de conmoción nacional. No se los perdonarían si el Gobierno titubea, claudica o comienza a discutir ahora el sexo de los ángeles. Saben que la legalidad tiene una sola cara y y por ella han apostado hace ya algunos siglos.
No es cuestión de hacer comparaciones, porque ciertamente resultarían odiosas, pero si los terroristas analizan los resultados de sus acciones en los diversos países, se habrán percatado de notables diferencias entre ellos.

Asignaturas pendientes

Martes, 26 de Julio, 2005

Ni Touriño, ni Quintana, a punto de formar ejecutivo, asistieron a la Ofrenda del Apóstol. Quizás sea apresurado deducir que tampoco lo van a hacer el próximo 25 de julio de 2006, cuando presidan y vicepresidan la Xunta, porque para entonces sus vidas habrán cambiado en edad, dignidad y gobierno. De momento han repetido sus costumbres anteriores: homenaje a Castelao y mítines políticos. El Apóstol puede esperar.
Queda un año por delante, tiempo suficiente para conocer Galicia y su historia, aunque siendo tan rica y portentosa, conviene que no lo dejen para última hora, como los malos estudiantes que se dan un atracón las horas previas al examen.
Han de comenzar por los oestrimnios, el altar del sol y las peregrinaciones caldeas; los griegos, los laberintos de Mogor y la lapa de Gargantáns. De ahí, a san Andrés de Teixido y averiguar por qué en ese lugar comienza el País de los Muertos. Por qué decían los griegos que los Campos Elíseos podían caer por estas tierras y por qué los hiperbóreos y el jardín de las Hespérides, con Hércules, Lukus, Gerión y demás familia, anduvieron danzando en mitológicas aventuras por estos lares. Deberán repasar la emoción de Decio Junio Bruto, alias el Gallego, cuando se ve pisando estas playas y por qué Roma hace lo que hace en el Extremo Occidente de su Imperio.
Deberán preguntarse qué diantres pintan tres gallaecos como Teodosio, Prisciliano y Egeria en la cumbre del diseño religioso post-pagano, por qué el interés de Muza en venir hasta aquí antes de atender la reclamación de Damasco, y por qué el interés de los suevos en hacer exactamente la Pascua a la ciudad de Lugo. Por qué el gótico avanza hacia Santiago y por qué Thule, la Vía Láctea y los miles de peregrinos que la siguen sin dudar por un instante que están trascendiendo en su espíritu.
Y puestos más prosaicos, deberán preguntarse también por qué el Xacobeo deja en Galicia 4.000 millones de euros.

Citas chinas

Lunes, 25 de Julio, 2005

En su afán por no parecerse a nada precedente, el Gobierno negó el año pasado la declaración de zona catastrófica a los ayuntamientos de Huelva y Sevilla afectados por lo que se llamó el incendio de Riotinto. Allí ardieron tres veces más hectáreas que en Guadalaja. Se dijo entonces que eso de declarar zonas catastróficas estaba más obsoleto que el derecho de pernada y que además, recordaba la política franquista sobre Zonas Devastadas.
Los andaluces achantaron la mui, pensando sin duda que estos nuevos gobernantes sabían latín, y que si ellos decían que la medida estaba obsoleta sería por haberlo estudiado en la Sorbona, con Maurice Duverger.
Imagínense la sorpresa que los onubenses se llevaron ayer al comprobar que ZP arropó su visita a la tierra calcinada de Guadalajara con la declaración de zona catastrófica. “¡Anda, chiquillo! _ pensaron ellos con su gracia habitual _ Ha pasado un año y lo obsoleto se ha levantado de la tumba. Maldita suerte la nuestra, que se nos quemó todo cuando la ley de ajo y agua”.
Si el año pasado la medida es contraproducente porque asusta la inversión, a lo mejor ha descubierto en China que la atrae. Ya Felipe González importó de allí el pensamiento de Deng Xiaoping con el que hizo furor aquella temporada. Seguro que se acuerdan: No importa el color del gato, el caso es que cace ratones. Ahora la nueva máxima se expresa así: Aunque metas la pata una vez, pequeño saltamontes, no estás obligado a meterla siempre; lo que nos lleva directamente a la cita de Confucio favorita de ZP: “Gobernar es rectificar”, ideal que ampara cualquier precipitación o alevosía inicial.
En este caso no le vendría mal recordar esta otra, también de Confucio: “Cuatro cosas es necesario extinguir en su principio: las deudas, el fuego, los enemigos y la enfermedad”. Se evitan muchos disgustos.

Día de Galicia

Domingo, 24 de Julio, 2005

Por fuerza ha de resultar muy poco gratificante nacer con vocación de terrorista en medio de una sociedad pacífica, respetuosa, amable y comprensiva como es la gallega. Si se da esa lamentable coincidencia, lo primero a lo que estás obligado es a buscar un objetivo que no reclame nadie para justificar así una actuación al margen de las inquietudes generalizadas y poder colocar bombas a gusto. En el caso de Galicia, esa meta puede ser la independencia, pero también cabría proponerse que todos los gallegos hablen sueco sin acento, o que Fidel Castro reproduzca aquí su paraíso policial, aspiraciones que cuentan con el 0,0 de respaldo popular.
Porque, por ejemplo, si naces con vocación de mejorar la vivienda, la pesca o la música de tu patria, y te dedicas a poner bombas, lo más probable es que la vivienda, la pesca o la música empeoren, o se queden como están.
Pero el colmo de la frustración ha de vivirse cuando la formación política que podría considerarse más afín a tus ideales alcanza el Gobierno y se apresta a trabajar en despachos y parlamentos. Ahí sí que te quedas chafado, ninguneado y cariacontecido, porque lo tuyo nada tiene que ver con oficinas, reuniones y comisiones. Lo tuyo es la bomba, la cloratita y el balambambú. Y es una pena, porque estas personas demuestran que andan sobradas de iniciativas, sacrificio y ganas de ayudar. Bastaría reciclarlos cuatro grados al norte para hacer de ellos unos estupendos aliados de quienes en esta tierra llamamos los “bos e xenerosos”.
En un día tan simbólico para Galicia como es la jornada de hoy, deberíamos hacer votos para que no se malgaste la energía de ningún ciudadano en la imitación de cínicos bandolerismos y para que nadie crea que en ese camino va a encontrar el aplauso y el reconocimiento .
No es tarea fácil. Casi todas las noticias destacadas de hoy hablan de bombas, caos y destrucción en buena parte del mundo.

El antifaz del guerrero

Sábado, 23 de Julio, 2005

Corre la especie de que Occidente se ha portado muy mal con Oriente, y de ahí le viene que ahora nos pongan bombas en los trenes. Es una idea, casi un arquetipo, que ha hecho fortuna y que se repite con gran alegría por parte de cualquier tertuliano desaprensivo, cuya familia está muy preocupada pues jamás le han visto abrir un libro de historia y ahora creen que le pudo haber dado un tantarantán.
De acuerdo con ese silogismo de pacotilla, a los occidentales no nos queda otra solución más que golpearnos en el pecho antes de saltar por los aires en expiación de las barrabasadas cometidas desde el papa Urbano al papá de Bush.
De acuerdo con esta línea de pensamiento, por llamarla de alguna manera, nosotros y nuestras víctimas vendríamos a ser unos cabrones con pintas, y los terroristas, la vuelta del calcetín del Guerrero del Antifaz.
En varios de estos ideólogos se transparenta la intención de asimilar España a Occidente, y algunas de sus partes a Oriente, con lo cual etarras y compañía, por ejemplo, quedan perfectamente habilitados para dar la tabarra cuanto se les antoje. Genial. Podíamos haber caído en ello antes y así machacar a los italianos por lo de Numancia.
Pero como están en juego vidas, haciendas y culturas, todas estas simplificaciones de tertulia televisiva conducen a incrementar el despiste generalizado, a frivolizar y a enmascarar el mayor conflicto actual, aquél que ha de resolver si el hombre puede imponer una sola ley allá donde forme sociedad, con independencia de credos y tribalismos.
De momento Occidente lo intenta, y no siempre con los métodos más exquisitos, pero otros se han arrogado extrañas representaciones para que la ley triunfante sea la suya, con la inclusión de credo y tribalismos obligatorios. Suena a que veremos mucho sufrimiento. Y no sólo en Occidente. Alguien lo está esparciendo por doquier.

Rubias y mastuerzos

Viernes, 22 de Julio, 2005

El 80 por ciento de las adolescentes entrevistadas por la Universidad de Ulster, allá en la verde Erin, de mayor quieren ser rubias y delgadas; un trasunto de la licenciatura en filosofía y letras, pero sólo de carrocería.
Como desde hace décadas se registra un gran interés hacia la camomila y el huesismo, la revelación irlandesa no tendría mayor perendengue si la pregunta de la encuesta hubiese sido “¿Qué características físicas te gustaría tener?” Pero ya que lo preguntado fue “¿Qué es lo más importante para ti?”, el resultado se nos antoja, cuando menos, desolador; no para las niñas, que parecen muy simpáticas y sinceras, sino para todo lo demás, para todo lo que se mueve con formas de adulto a su alrededor.
No debe ser fácil conseguir que toda una generación de adolescentes ansíe pasar por esta vida siendo rubia y delgada, de modo que para conseguir estos resultados sólo cabe pensar que hemos tenido que trabajar muy a fondo desde hace tiempo. Que únicamente quede un 20 por ciento para las que deseen cambiar el mundo, ser escultoras, ingenieras, madres o habilitadas de las clases pasivas no es una gran noticia, especialmente cuando en teoría se han dedicado los mayores esfuerzos para equiparar a hombres y mujeres en la sociedad.
No hay encuesta masculina, pero tampoco es razonable esperar resultados muy distintos. Que nadie se tire de los pelos si los chicos concluyen que lo más importante para ellos es ser metrosexuales y millonarios, así, de golpe, sin dar palo al agua. En este caso existe la variante del vándalo organizado, una especie de animal de bellota que prolifera por doquier y a la que, por lo visto, hay que reírle las gracias, además de pagarles una educación pública.
Entre las rubias de bote y los mastuerzos consentidos se está formando un caldo de cultivo formidable para que vengan los Mártires de Alaxa y nos den a todos una patada en el trasero.