El punto y seguido
Lunes, 1 de Marzo, 2010¡Nasío pa votá!
Era previsible que las consultas catalanas sobre independencia se viniesen abajo como castillos de arena al borde del mar y con la marea subiendo. En realidad ya se conocía de antemano todo el apoyo que la mamarrachada podría alcanzar entre la población, pero se siguió con ella adelante porque algún minoritario pisa alfombra y eso da presupuestos para cualquier iniciativa inútil.
Dice la propia Generalitat que los catalanes que no quieren ni hablar del tema doblan en número a los que, al menos de boquilla, gustan de tontear con las cosas de comer. El dato podría ser suficiente para tomarse todo lo demás a título de inventario, pero los minoritarios inciden una y otra vez en la piedra con toda suerte de barrenos por ver de horadarla. Reclaman su derecho a hacerlo y nadie se lo niega, ni siquiera la legalidad, que es donde lo tienen más crudo. Aun así, es bueno que se pueda ondear esta bandera y conocer el apoyo con que cuenta.
Y si al independentismo, con su minoritario porcentaje a cuestas le asiste todo el derecho para llevar a cabo las iniciativas más contrarias al Estado, ¿qué no podría emprender la inmensa mayoría de los catalanes, tan alejados de esas fantasías medievales como de recuperar el estilo de vida de las cuevas prehistóricas de El Cogul, por muy catalanas que sean? Pues lo que se les ha visto estos días, darle la espalda a las consultas y dedicar el fin de semana a sus quehaceres. Por ejemplo, viendo una película doblada al catalán.
Pero no acaba aquí la campaña. Pronto vendrá un nuevo capítulo con el que meter miedo a los constitucionalistas, o lo que quede de eso.
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Durante una temporada esta sección abate columnas por causas de logística. De modo que si ustedes quieren, nos volveremos a ver pronto.