Archivo de Diciembre, 2019

Anacleto encapuchado

Martes, 31 de Diciembre, 2019

Las famosas alcantarillas

Sr. Delegado del Gobierno boliviano, Jorge – Tuto – Quiroga: He escuchado con toda atención su comparecencia ante los medios en ese recoleto salón-comedor donde la ha celebrado y debo decirle que no he podido cerrar la boca en los 20 minutos que dura, porque su pausada y razonada exposición hiela la sangre a todo español que se precie de serlo, pues pone el acento en el tipo de personas que se aprestan a gobernarnos, si algún rey mago no lo remedia.

Coincide el descubrimiento de la operación que se pretendía realizar en La Paz _ liberar a unos narcotraficantes _, con el anuncio del acuerdo entre PSOE y ERC, de modo que la jornada es dramática de cojones.

Dice usted que Sánchez y sus socios tienen que estar perdiditos de miedo ante la posibilidad de que los asilados en la embajada de México tiren de la manta y salgan a relucir todas sus conexiones con las dictaduras americanas, las drogas, las FARC y compañía. Cierto, prueba de ese miedo es la operación Anacleto agente secreto lanzada en La Paz en plan Salvad al soldado Iglesias.

Pero sepa usted, señor Quiroga, que todo el miedo que puedan tener los susodichos no es en absoluto comparable con el que tenemos los demás ante su llegada, con el agravante de que nosotros no podemos mandar enmascarados a que nos solucionen los problemas, ni en La Paz, ni en la Moncloa.

Las últimas palabras de esta carta han de ser necesariamente para animarle en su trabajo de reconstrucción democrática _ aquí estamos en fase destrucción _, y para felicitar a esos vecinos de la embajada mexicana que de forma sorprendente impidieron el acceso de los coches españoles al interior.

Tratamos de trasplantar ese mismo comportamiento ante cualquier legación internacional en Madrid y la verdad, no nos lo imaginamos. ¿Estaban prevenidos? Feliz año.

Instruye el levantamiento de Tremp y combate en Manila a los insurrectos

Lunes, 30 de Diciembre, 2019

El de Viveiro es apartado del caso Prim por citar a un diputado que considera sospechoso

MAÑANA SE CUMPLEN los 149 años de la muerte de Juan Prim, uno más de los muchos atentados que España tiene pendientes de esclarecer, como lo demuestra la reciente publicación de nuevas aportaciones sobre lo ocurrido en la madrileña calle del Turco el 27 de diciembre de 1870 y las horas posteriores hasta el fallecimiento del presidente del Consejo de Ministros y el complot previo.

Uno de los juristas que participa en las acciones desencadenadas por el atentado es Servando Fernández-Victorio (Viveiro, 1836), nacido en Galdo. Es alumno del colegio que funda en la ciudad María Sarmiento, la mujer de Gómez Pérez das Mariñas, cuya familia ya tiene cromo en esta colección.

Hace Derecho en Santiago y es promotor fiscal de Viveiro, antes de recorrer destinos en O Barco de Valdeorras y Xinzo de Limia (Ourense), e Igualada (Barcelona), donde le pilla el levantamiento republicano de Tremp. Es nombrado para instruir el sumario, lo que le obliga literalmente a saltar las barricadas que allí se montan, en compañía del gobernador y la Guardia Civil.

Este valiente comportamiento se recompensa con el ascenso a uno de los juzgados de Barcelona, donde de nuevo va a dar pruebas de su entrega en 1869, cuando la fiebre amarilla causa una alta mortalidad en la Barceloneta. El ayuntamiento le concede entonces un diploma y una medalla conmemorativa.

Al poco tiempo es llamado a Madrid para instruir, como juez especial, la causa contra los asesinos del general Prim, prueba del prestigio alcanzado. Pero es un regalo envenenado y un berenjenal de sospechas y traiciones.

Debido a su íntegra actuación, sin someterse a coacciones, es apartado de la causa y destinado a las audiencias de Cáceres, Burgos, y más adelante, Manila.

El comentario popular nunca demostrado es que Fernández-Victorio llama a declarar a determinado diputado que cree sospechoso. Como curiosidad, de su instrucción rescatamos una de las listas de testigos citados para deponer en su presencia, antes de ser apartado:

“Dos jóvenes, vestidos de gabán, uno con sombrero hongo y el otro con gorra galón blanco y dos letras, que entraron en la portería de la casa núm, 68 de la calle de Alcalá, los cuales pidieron al portero agua y vinagre. A un caballero y una joven que con un niño entraron en la casa de vacas del número 66 de la calle de Alcalá, donde se refugiaron por haber oído unos tiros. Al cochero de punto en la plaza del Rey. A una señora con tres niños pequeños, acompañando al coche y a pie la criada y dos niños mayores de dicha familia…”

En Manila se encuentra con un tapón de siete mil causas sin resolver que él satisface en poco tiempo, pero su estancia allí vuelve a coincidir con otra revuelta, la insurrección tagala y la guerra hispano-yanqui.

Se opone a la capitulación de Manila y un historiador escribe de él que no llega jamás a perder la serenidad ni se deja abatir por los reveses. Convierte la Audiencia de Manila en un bastión contra los insurrectos. “Alma y vida de aquel generoso movimiento fue nuestro ilustre y benemérito Fernández-Victorio”.

Estaba casado con una hija de su paisano Vicente Manuel Cociña. De vuelta en la península es destinado a presidir la Audiencia de Oviedo, donde se jubila. Se retira a Barcelona, para morir de una angina de pecho el 20 de agosto de 1907.

También había sido diputado a Cortes por el distrito de Lalín y consejero de Administración de Filipinas.

López Varela, un batallador que se fue apagando

Lunes, 30 de Diciembre, 2019

Es subsecretario de Trabajo en 1936, tras un breve paso por la D.G. de Primera Enseñanza

TUVO UNA FACILIDAD innata para conectar con el público y una especial querencia a hacerlo mediante discursos vibrantes. Por eso la prensa lo califica de “popular tribuno”, para salpicar después la misma crónica con adjetivos como enérgico o batallador. Hablamos del diputado radical por Pontevedra, José López Varela (Lugo, 1893), nacido en Ramil, San Xoán de Tirimol.

Castro Flores, a quien se supone amigo y paisano, escribe el 21 de enero de 1936 en El Progreso, que “saliendo por la carretera de La Coruña, nos encontramos a los seis kilómetros, un pueblecillo llamado Ramil, y a la izquierda de la carretera y por detrás de la casilla de Peones Camineros, una casa de aspecto humilde en la que vivió un matrimonio y se crió una familia, dedicada, a medida que iban sirviendo, a los trabajos del campo, a la herrería y a la música”, esto último, en la llamada Banda de Ramil.

Naturalmente habla de la casa natal de José López Varela, el primogénito de la familia que logra compaginar los trabajos impuestos por su padre con los estudios de maestro de Primera Enseñanza, por una parte, y con los ensayos de la Banda Municipal de Lugo, por otra, lo que le obliga a desplazarse hasta dentro de murallas casi todos los días.

Luego ingresa en el Magisterio nacional y es destinado a la escuela del Arenal (Vigo). Ya en la II República de 1931 es elegido diputado a Cortes por Pontevedra. En el Congreso destaca cuando se habla de enseñanza. Ese año obtiene también la plaza de Inspector de Primera Enseñanza, siendo destinado a Ourense.

En el año 1933 vuelve a ser diputado por la misma provincia, y en diciembre de 1935, es nombrado director general de Primera Enseñanza, coincidiendo ese momento con su baja como militante del Partido Radical, al que sigue perteneciendo su jefe inmediato, el ministro de Instrucción, Manuel Becerra. Quizá por influencia del propio Becerra, López Varela ingresa en la Masonería.

Pero la armonía dura poco y ya en la primera semana se produce un enfrentamiento interno, de modo que López Varela pasa a ocupar la subsecretaría de Trabajo y Acción Social, sin haber tenido ocasión de dejar mínima huella de su valía en el ministerio que mejor le encajaba. Un despido por elevación.

Tampoco en este nuevo destino va a tener tiempo ni libertad para hacer casi nada, pues toma posesión el 3 de enero de 1936, cuando faltan siete meses para la catástrofe.

En las elecciones de ese año, López Varela figura dentro de la candidatura pontevedresa de centro, al lado de Portela Valladares, Alejandro Mon, Isidoro Millán, Prudencio Landín, Paz Andrade y Ramón Salgado, entre otros. En su adscripción figura como radical disidente.

El 6 de febrero, los gallegos de Anaquiños d’a Terra y Lar Gallego se unen a la Asociación Nacional del Magisterio y a la Asociación Nacional de Maestros Consortes para darle un banquete homenaje en el Hotel Nacional que suena a despedida.

Sus palabras en este acto son ilustrativas, pues invita a buscar la convivencia entre los españoles cuando tan en pugna están las pasiones y lamenta la falta de patriotismo. “Si desaparece este amor al hogar, desaparecerá asimismo el amor a la patria”. En ellas se adivinan las causas de su disidencia con los radicales y con el propio Gobierno.

Como anécdota diremos que en esos últimos meses, su actividad se reduce a clausurar una exposición de dibujos infantiles organizada por la Agrupación Artística Castro Gil y poco más. Su nombre desaparece por completo en la vorágine del 36 sin que podamos precisar su final.

El berenjenal boliviano

Lunes, 30 de Diciembre, 2019

“Gente encapuchada”, dice la prensa boliviana

Ministra Margarita Robles: Le escribo para transmitirle mi impresión de que muy malita tiene que estar la ensalada de su partido y de Podemos como para haberse metido en el jardín boliviano. Eso tiene peor pinta que Messala después de la carrera de cuadrigas con Ben-Hur.

Geos enmascarados con documentos falsos en legaciones extranjeras con ánimos secuestradores a la búsqueda de destrucción de pruebas que incriminan al socio amigo… Uf! Con que sea la mitad de la mitad ya da para hacerse una idea de la catadura de los personajes con los que nos estamos jugando los cuartos, el honor _ el poco que queda _, y el futuro.

Dirán ustedes que las alcantarillas de todos los países están transitadas por los mismos personajes en pos de los mismos, o parecidos objetivos. Sí ¿Y a mí qué? ¿No decían ustedes que Franco patatín y patatán, y que ahora llegaban ustedes con la flor en el culo, la frente marchita y el expediente impoluto? ¿Que llegaban con más democracia en las alforjas que pa qué? Pues anda que lo disimulan a cada paso que dan.

El disparate allí donde se deposita la vista es monumental. Y eso que en teoría todavía no ha empezado el despiporre.

Ahora ya se oyen voces sobre la separación de León y Castilla. Cien diputados más que pagar entre todos, doscientas posibilidades más de chanchullos y abrevaderos, mil papeletas más para la ruina. ¿Todavía no se les ha ocurrido que de Guada y de La Jara salen otros dos gobiernos? Pues pónganse a ello, que está a la altura de sus genialidades.

Volviendo a lo de la embajada. De verdad. No es por hacer ironías, pero no nos lo expliquen. Ahórrennos la vergüenza. Primero, porque para contar mentiras, mejor estar callados, y si van a decir la verdad, ¿qué imagen estaremos dando?

Ayer echaron en TvE la Gala Inocente-Inocente. Fue lo más cercano a lo que está pasando con diferencia.

Agradecido y emocionado

Sábado, 28 de Diciembre, 2019

Voluntarios para trasladar los caudales

Señor don Jordi Pujol: No sabe usted la alegría que me llevé al enterarme de que ha decidido devolver todo el dinero apeñuscado valiéndose de su cargo o/y en condiciones de ventaja, o/y cohechos, malversaciones y situaciones irregulares de variada especie.

Así se hace. Total, los delitos están prescritos y si la justicia le ha hecho un favor, usted actúa en correspondencia. También es de valorar que haya pedido público perdón a los españoles perjudicados por su torpe conducta, que son todos los existentes y más que hubiese a lo largo de estos años, pues quien más quien menos, todos nos hemos quedado sin recibir un euro en asfalto, merluza hospitalaria o educación por su avidez codiciosa. De modo que muy bien hecho.

El colmo de su ejemplar conducta, solidaria con sus semejantes, ajustada a las leyes que le permitieron ser honorable presidente y conforme con los juramentos libremente establecidos, ha sido su mensaje a todos los catalanes, afines a su partido o no, en orden a respetar la Constitución y los dictámenes de la justicia, olvidándose por completo de cualquier aspiración política que no se avenga al interés general.

Se me caen las lágrimas a cántaros al comprobar cómo ha sido capaz de rectificar en estas fechas tan señaladas. Tenga por seguro, don Jordi, que tanto usted, como doña Marta Ferrusola y su abundante prole, van a estar en la mente de todos los españoles de buena voluntad cuando dentro de unos días expresen sus buenos deseos para el 2020, sabiendo además, que todo ello redunda en la formación de un Gobierno bueno para España, para Europa y para el mun…

Perdone un momento, tengo una llamada.

Sí. Era uno de mis hijos para advertirme que hoy es el día de los Santos Inocentes y mucha gente lo aprovecha para colar paparruchas, pero conmigo van listos, que no paso ni una.

Mensajes al gusto

Viernes, 27 de Diciembre, 2019

Señor Don Echenique: He leído sus reflexiones sobre el discurso del Rey y me he preocupado. Le elogia usted un cambio y me he preocupado. Una moderación y también. Le atribuye usted un mejor olfato político y la preocupación se ha disparado a niveles Greta sobre el cambio climático.

Dice usted que hay un cambio monárquico, que se le enfrían los casquetes al rey y que está encantado de intuir que se le viene encima un gobierno de Sánchez con ustedes y el apoyo inexcusable del ERC, a saber a costa de qué.

Pues ya me dirá en qué parte del discurso viene todo eso porque en casa hemos leído su enorme preocupación a que entre los unos, ustedes y los otros se den pasos en contra de la Constitución. Habló de España unida, de evitar enfrentamientos y de lo mucho que le duele la cabeza con el tema catalán. Nada de lo que usted dice.

El primer síntoma de normalidad sería que ni la palabra Constitución ni sus derivados apareciesen en el mensaje navideño, por la sencilla razón de que está vigente, se acepta y funciona a la perfección. Ningún discurso político se alude a la ley de la gravedad, porque está vigente, se acepta y funciona a la perfección.

Quien probablemente ha cambiado su manera de analizar las palabras del Rey es usted, ante la inminencia de pisar moqueta. Ya han pisado césped de riesgo artificial, pero la sensación de una buena alfombra de nudos bien merece aparcar las críticas al rey para verlo feliz y contento, rodeado de todos aquellos que planean cómo dar un golpe sin que se note y mandarlo a unos jardines del Buen Retiro, pero fuera de España. Vamos, como siempre.

Ya ordenó su líder que nadie alzase la voz en estos días, no vaya a ser que se rompa el jarrón.

Y usted, obediente, no sólo no la alzó, sino que enderezó su discurso haciéndonos creer que quien ahora rectifica es Felipe.

Barreiro Pico, la primera bachiller y universitaria

Viernes, 27 de Diciembre, 2019

Nacida en Viveiro, desarrolla todo su trabajo en Ribadeo, de donde era su abuelo, Justo Pico de Coaña

LAS CALLES DE Ribadeo dedicadas a Manuela Barreiro Pico (Viveiro, 1877), y a Justo Pico de Coaña forman una T aunque no llegan a tocarse. Son nieta y abuelo.

Manuela fue una ribadense de Viveiro, porque nace nada menos que en el antiguo convento de San Francisco, donde vive su abuelo materno, el citado Justo Pico de Coaña y Vijander, mientras es maestro allí. Aunque también podría haberlo hecho en Ribadeo, que es la cuna del propio don Justo; o en Piugos de Lugo, de donde es su padre, Manuel Barreiro, maestro también, o incluso en Valladolid, donde nace otro pariente famoso suyo, Ramón Ferreiro Rodríguez-Lago.

Indudablemente, ser hija de uno de los pedagogos más sobresalientes de la Galicia del XIX y tener también un padre profesor, son dos circunstancias que influyen en la educación de Manuela, tanto o más que haber nacido en el antiguo convento, plagado de arte, cultura e historia.

Justo Pico de Coaña, el abuelo ilustrado, había escrito que “es mala costumbre hacer a los niños papagayos: ningún conocimiento les aprovecha si no se les dan nociones exactas de los objetos a que se refiere, y la afición a la lectura se pierde al dejar la escuela”.

La frase parece escrita para su nieta, pues evidentemente la niña no deja la afición a la lectura tras terminar la escuela, ni mucho menos.

A partir de ese momento, la trayectoria de Manuela, como buena pionera que fue, va a pasar por una fase en el que toda actividad académica o comercial incluye una serie de permisos que debe otorgar la autoridad. Permiso para estudiar bachillerato, para matricularse en Farmacia, para licenciarse, para abrir oficina… Lo que para cualquier alumno masculino es la continuación lógica de un derecho que se adquiere al mismo tiempo que los conocimientos, en Manuela lleva añadido el correspondiente e infamante permiso oficial.

En Ribadeo estudia la enseñanza primaria, probablemente en las aulas del Colegio de San Luis, para examinarse luego de Bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de Tapia de Casariego, entre los años 1890 y 1893. Después traslada su expediente al Instituto de Segunda Enseñanza de Lugo, y allí se examina los cursos de 1893 a 1895, por enseñanza no oficial, no colegiada.

Ese último año obtiene el título y como no consta ningún antecedente, se la considera como la primera mujer gallega en conseguirlo.

En La Farmacia Moderna del 5 de febrero de 1897 se escribe: “Pierden el tiempo, el dinero y algo más, que siempre constituyó la mejor aureola de las damas, las familias que tienen el mal gusto de dedicar a sus hijas al manejo del bisturí o a los trabajos de laboratorio, indicando también el interés y el permiso de los padres para hacer esos estudios”.

La paradoja será que Manuela bautice su oficina en Ribadeo (Rodríguez Murias, 12, actual taberna El Cabás), como Farmacia Moderna. El pueblo la renombra como “a farmacia das Piconas”, ya que en ella se encuentra muchas veces su hermana Emilia, y siendo ambas de apellido Barreiro Pico…

El 7 de mayo de 1901 recibe el título. Para conseguirlo ha superado varios trámites, como ser la primera bachiller de Galicia en el Instituto de Segunda Enseñanza de Lugo (1896), ser la primera mujer matriculada en la Universidade de Santiago de Compostela (1896) y la primera Licenciada en Farmacia en Galicia (1900) (la séptima en España).

María Isabel Fernández García es autora de la monografía “Manuela Barreiro Pico. Ribadense destacada”.

Próspero perigeo

Jueves, 26 de Diciembre, 2019

Querida Teresa Ribera, ministra de la cosa ecológica: Muchas gracias por felicitarme el solsticio de invierno. Aunque llegó algo tarde, ya sabemos que se prolonga unos cuantos días alrededor del 22 de diciembre y eso es lo que ha querido usted resaltar, lo dilatado que es.

Menuda tarea se ha impuesto sobre sus espaldas. Se ve que usted es una persona trabajadora, porque después de esta felicitación, no encuentro razones para que no la repita en el de verano, o en ambos equinoccios, en el afelio, en el perihelio, cuando el sol entre y salga de la casa de Marte, y en todos los eclipses que tanto asustaban a los pueblos primitivos.

Ya estoy viendo su tuit de las próximas semanas: Españoles, feliz perihelio de enero y próspero equinoccio de primavera. Bueno, quizás en lo de españoles nos hemos pasado. A saber lo que va a ser de nosotros dentro de unos días con su jefe al mando. Puigdemones y puigdemonas, probablemente.

Hace falta ser muy soberbio, engreído, pazguato e indocumentado para tratar de cambiar tradiciones a golpe de decreto. Mire, ministra; si usted no cree en las Navidades ni en sus profundos significados, hay otras muchas personas que sí; pero también le digo que la viven tan rebién sin necesidad de que usted se las felicite. Vamos, como si le da por trabajar en su despacho hasta las doce del apogeo de la oscuridad.

Prefieren prescindir de su felicitación antes que verse partícipes de una ridícula pantomima de fiestas vergonzantes. Dígale a su colega de Hacienda que celebre el Sorteo Extraordinario de Solsticio, y a la de Trabajo que elimine como festivos los días 25D y 6E, a ver si se atreve.

Mejor dicho, borre lo anterior; no vaya a ser que las orejas se les hagan huéspedes y les dé por resucitar el brumario de los revolucionarios galos. ¿Sabe cómo llamaban ellos al día de ayer? Día del perro. Ya les gustaría; eh, ministra.

Veladoira, autor de poesía en gallego, un chotis y dos tangos

Miércoles, 25 de Diciembre, 2019

Es el único español que en 1931 celebra ver cómo el Gordo de Navidad se lo queda Hacienda

COMO OCURRE DESDE tiempos de la Pepa, en este 23 de diciembre la prensa recoge lo acontecido en el sorteo de Navidad de la Lotería Nacional. En 1931 se celebra en la Casa de la Moneda, pero a las once y media de la mañana, el Gordo sigue sin salir y solo faltan treinta bolas.

Cuando el niño de San Ildefonso, Juan Chillida, anuncia que los quince millones de pesetas son para el 24.717, una sensación de alivio se extiende por la sala y por toda España. ¡El Gordo existe! Ahora sólo falta saber la ciudad o ciudades afortunadas. La decepción es mayúscula al escuchar que el 24.717 no se ha vendido y que las dos series premiadas con 30 millones van a la reserva, o sea, a la Hacienda Pública.

Las protestas no son comedidas: “¡No hay derecho! ¡Esto es cosa de Azaña, que los manda a la reserva! ¡Vaya un negocio el del Estado! ¡Como si no tuviera bastante! ¡Un robo!”

Por el contrario, el catalanista Jaime Carner Romeu, recién llegado al Ministerio de Hacienda cinco días antes, es un hombre feliz. De los 435 millones presupuestados sólo se han recaudado 409; así que el pico viene de perlas.

A las protestas se suma algún chiste “¿El Gordo a la reserva? ¡Ni que fuera militar!” Carner declara: “Yo he venido a restringir los gastos y aumentar los ingresos. Soy un hombre de suerte”. Aquella es la primera vez en la que el Gordo no se vende. Y será la última.

El único comentario que avala la tesis de Carner y que se alegra del destino del Gordo lo firma el industrial Constantino Vázquez Abelleira (Outeiro de Rei, 1901), un hombre de derechas y poco afín a la República, como lo demostrará fehacientemente en los años venideros.

“De no haber tocado el premio Gordo a personas necesitadas del sustento cotidiano, me ha satisfecho y alegrado en grado sumo que haya quedado en las arcas del Tesoro público, pues de esta manera se puede hacer una distribución que equivalga a llevar el abrigo y alimento material a necesitadas criaturas y asimismo alimento espiritual al corazón de los que de verdad sentimos en nuestra conciencia el deber del bien social”.

Y luego se extiende en otras consideraciones que nadie quiere entender, porque el Gordo de Navidad es sagrado para el regocijo y el descorche de champán. La República no se estrena bien en su primera Navidad. ¿O sí?

Constantino, que nace en la parroquia de San Fiz de Paz, vive en Madrid, pero descansa en la San Xiao de Santa Cristina de Cospeito. Además de apoyar las tesis de Carner, escribe poesía en gallego bajo el seudónimo de Veladoira. Suyas son unas Cousas e contos de por aló, (Madrid, 1936), que construye con pluma propia y ajena, y que son de difícil clasificación.

Metido en harina política, entrega a la Imprenta de El Progreso un folleto titulado ¿Quién trajo la Revolución? (Lugo, 1937), donde denuncia “las lacras sociales inspiradas en Rusia que llevan a España a la ruina”, porque Constantino puede defender el Gordo para el Estado, pero no el todo el Estado para el Gordo. Regala 75 ejemplares del folleto a los heridos convalecientes en Lugo.

Otras incursiones suyas en la creación musical y literaria _ que no conocemos _, son Mi mujer se casó, Las desdichas de un enamorado (Madrid, 1952), el chotis Don Narciso, el pasodoble San Rafael y los tangos Club San Carlos y Luces de colores.

Vázquez Abelleira fallece el 23 de julio de 1966 en Becerril de la Sierra, aunque es trasladado al cementerio de la Almudena. Le sobreviven dos hijos, Constantino y María del Carmen, fruto de sendos matrimonios.

Zully Moreno, la Greta Garbo argentina con sangre de Mondoñedo

Miércoles, 25 de Diciembre, 2019

Muere el día de Navidad de hace 20 años, cuando lleva 40 retirada del cine

HAY VARIAS VERSIONES a la hora de contar la relación de Galicia y la actriz Zully Moreno (Villa Ballester _ Buenos Aires _, 1920), nombre artístico de Zulema Esther González Rodríguez Borbón, que fallece hace 20 años, el día de Navidad de 1999.

Veamos los datos que no presentan dudas. El padre nace en Mondoñedo, al amparo de la virgen de Monfadal, dentro de la parroquia de Nosa Señora do Carme. Lo va diciendo con su nombre, pues se llama Rosendo González. Muere en 1930, cuando su hija tiene diez.

Su madre es de Pontevedra, se llama Ángela Rodríguez y no conoce Monfadal, por lo que, como diría Rosalía la moderna, malamente pudo nacer Zully cerca del Masma. Tanto ella como Rosendo y su hermano Francisco González, miembros de la familia de los Ferreales, emigran a la Argentina, donde efectivamente nace la actriz de simpar belleza, a la que todos se la alaban antes de meterse en honduras interpretativas.

Su hermano pequeño, Alberto Óscar González, también se dedica al mundo artístico, aunque él es empresario del Teatro Maipo, emblema del despiplume, como llaman al destape en el argot porteño.

Como la carrera cinematográfica de la Greta Garbo argentina o su vida privada con el director Luis César Amadori, son de fácil acceso para los interesados, nos saltamos unos cuantos años para verla convertida ya en una de las grandes de la escena argentina.

Entonces se cuenta el estreno de su primera película en Mondoñedo, siempre con ribetes fantásticos y cunqueiranos, pues es el propio Álvaro quien ofrece su versión de la velada.

Acude el todo Mondoñedo y el todo todísimo Monfadal, pero hay matices. Unos dicen que está presente Rosendo, que ha regresado de allá; lo cual no es cierto porque está muerto. Otros, como Cunqueiro, que es el abuelo. Y otros, que se trata de Paco de Ferreales, el tío y padrino de Zully, que sí puede ser, porque vuelve de Argentina.

Dicen también que la cinta de marras es Dios se lo pague, que dista mucho de ser la primera película de Zully, pues data del 1948 y la mujer ya ha rodado otras veinte desde su debut en 1939.

Imposible hacer mayores precisiones, salvo certificar que en Lugo se estrena en octubre de 1949. El caso es que los amoríos que vive Zully en la cinta no son del agrado de su tío, o de su abuelo, pensando quizá que están tan bien representados que parecen propios.

A ese mismo personaje _ el espectador _, se le adjudica esta frase con la que resume su opinión sobre Zully: “Se ao menos fose mestra…!” Toda una crítica cinematográfica parca en palabras.

Un tercer momento en su vida con informaciones discrepantes es el relativo a su presencia o no en tierras de Mondoñedo. En unas declaraciones a Arturo Cuadrado _ el colaborador de Yunque, con Fole _, Zully dice que conoce las cuatro provincias gallegas. “Estuve en los lugares de mis antepasados”, y cita la emoción que experimenta en las Rías Baixas y en Compostela, pero nada dice de Mondoñedo, aunque Cuadrado se empeña en colarle unas morcillas hablando del tañer de la Paula y de las otras campanas de las catedral.

Retirada ya de la interpretación desde el año 1959, la nombran “la mujer más elegante de España” y en una entrevista confiesa que le gustaría ir al Congo a hacer alguna buena acción. Su madre, la pontevedresa Ángela, que está a su lado, bromea: “…sí, te irías de conga”. Para contrarrestar la frivolidad, ella concluye:

_ Cuando muera, quiero un epitafio que diga; “Aquí yace una buena muchacha”.