Anacleto encapuchado
Martes, 31 de Diciembre, 2019
Las famosas alcantarillas
Sr. Delegado del Gobierno boliviano, Jorge – Tuto – Quiroga: He escuchado con toda atención su comparecencia ante los medios en ese recoleto salón-comedor donde la ha celebrado y debo decirle que no he podido cerrar la boca en los 20 minutos que dura, porque su pausada y razonada exposición hiela la sangre a todo español que se precie de serlo, pues pone el acento en el tipo de personas que se aprestan a gobernarnos, si algún rey mago no lo remedia.
Coincide el descubrimiento de la operación que se pretendía realizar en La Paz _ liberar a unos narcotraficantes _, con el anuncio del acuerdo entre PSOE y ERC, de modo que la jornada es dramática de cojones.
Dice usted que Sánchez y sus socios tienen que estar perdiditos de miedo ante la posibilidad de que los asilados en la embajada de México tiren de la manta y salgan a relucir todas sus conexiones con las dictaduras americanas, las drogas, las FARC y compañía. Cierto, prueba de ese miedo es la operación Anacleto agente secreto lanzada en La Paz en plan Salvad al soldado Iglesias.
Pero sepa usted, señor Quiroga, que todo el miedo que puedan tener los susodichos no es en absoluto comparable con el que tenemos los demás ante su llegada, con el agravante de que nosotros no podemos mandar enmascarados a que nos solucionen los problemas, ni en La Paz, ni en la Moncloa.
Las últimas palabras de esta carta han de ser necesariamente para animarle en su trabajo de reconstrucción democrática _ aquí estamos en fase destrucción _, y para felicitar a esos vecinos de la embajada mexicana que de forma sorprendente impidieron el acceso de los coches españoles al interior.
Tratamos de trasplantar ese mismo comportamiento ante cualquier legación internacional en Madrid y la verdad, no nos lo imaginamos. ¿Estaban prevenidos? Feliz año.