Archivo de Septiembre, 2017

Ganar a idiota

Sábado, 30 de Septiembre, 2017

Mas, Pujol, Puigdemont, la secuencia

Si el domingo se celebrase un referéndum, hoy sería la jornada de reflexión, pero como se celebra lo que se celebra, a saber cómo habrá que llamar a este día. ¿Jornada del desatino? ¿Muro de las lamentaciones?

Hablan de los niños como si fuesen jarrones chinos. Los ponemos delante de los colegios. No, mejor dentro. Que acampen fuera… Y ya se saben lo que pasa con los jarrones chinos, que si los andas moviendo, se rompen.

¿Será verdad que han logrado borrar el seny por completo? Parecer lo parece.

En una iglesia han rezado una plegaria por la independencia y el Vaticano sigue sin decir esta infalibilidad es mía. Háganselo mirar, porque esa plegaria ha insultado a millones de personas y a lo mejor, cuando quieran ir a buscarlas, ya no están.

¿Y todo para tapar a Pujol? Sí. A Pujol y a todos los que danzaron durante todos estos años con los bolsillos repletos de euros, convencidos de su impunidad, porque si eran descubiertos, como lo fueron, les bastaría con poner en marcha dos jugadas magistrales: España nos roba y nos vamos de España.

Sabían que siempre habría imbéciles paniaguados dentro y fuera de Cataluña que les aplaudirían la jugada a poco que inyectasen en vena el odio y la crispación que abundan en su propia sangre. E incluso que vendría de Europa lo peor de cada casa con el señuelo de la engañifa antisistema.

A canallas nadie les gana, pero a burros sí. Todos los que les bailan el agua alrededor, los equidistantes, los curas de homilías delicuescentes, los papás de nenés envueltos en esteladas, los del derecho a decidir, los que les ceden espacios en Madrid o Zaragoza, los que creen respetar derechos de miles que machacan los derechos de millones, los que no leen historia, los que repiten como loros consignas de laboratorio… y en definitiva, los que se atragantan al decir Pujol nos roba.

El pucheréndum

Viernes, 29 de Septiembre, 2017

La portada denunciada

Hay que buscarle otro nombre. Esto es cualquier cosa menos un referéndum.

No es que se hayan deteriorado las condiciones para celebrarlo en los últimos tiempos. En realidad nunca lo fue, pues va contra el ordenamiento jurídico y no tiene base legal de ningún tipo, por mucho que se la inventen deprisa y corriendo, que también. Y porque lo mínimo exigible a un referéndum que se tenga por tal es facilitar las mismas oportunidades a ambas opciones y no fabricar listas negras con los partidarios de una de ellas, como es el caso.

Al respecto tengo cierta experiencia. El día anterior al referéndum sobre la OTAN, día en el que ya no se podía realizar propaganda, El Progreso publica en primera plana una fotografía del último mitin de Felipe González en la que se le ve discurseando delante de un cartel de campaña que decía “En interés de España, vota Sí. PSOE”.

Pues bien, Alianza Popular, que propugnaba la abstención y que tenía la caída de González en la mano si ganaba el No, presentó denuncia ante la Junta Electoral contra mi persona como director del medio por contravenir la ley que preserva de propaganda el día de reflexión.

La Junta no le da la razón porque aquella foto era información, no propaganda, y la cosa queda en nada.

Si lo recuerdo ahora es para que sirva de contraste entre el hilar fino de aquellas circunstancias de legalidad que envolvieron el referéndum OTAN _ sombras de pucherazo al margen _, y esto, una chapuza enrabietada y caprichosa, ilegal, generadora de fracturas sociales, sin el más mínimo aval internacional, pantomima de comedia protagonizada por policías persiguiendo a los ladrones.

No es un referéndum y necesita un neologismo como el comer. Proponemos pucheréndum, o su variante puigferéndum: Trangallada con urnas móviles.

Espantajo y lágrima

Jueves, 28 de Septiembre, 2017

Icono de coña

Quieren hacer listas negras de los no votantes, que es lo más facha que te puedes echar a la cara. Se ve que no les importa, ni lo disimulan, porque de actitudes fascistas ya estamos saturados, entre tanto golpismo, desobediencia, maniqueismo, ilegalidad, desprecio de la democracia, propaganda mentirosa y patrioterismo pazguato.

En el fondo se agradece. Entre esos modos, las CUP, la ANC, Òmnium y la inestimable colaboración de los Otegis y los revientacráneos que se junten, nadie podrá dudar que la limpieza del proceso deja todo que desear.

Si a lo anterior añadimos la utilización de los niños salpicando los escenarios urbanos para embadurnarlos con sus tiernos lapicillos y a Karmele Marchante disfrazada de espantajo aullador, habremos completado la destrucción de aquella imagen de seriedad, trabajo y cordura que definió al pueblo catalán y que todavía es recuperable si se logra evitar el descalabro.

Ahora bien, por muy colorista que sea, la guinda del pastel no la pone Karmele, como ella pretende, sino Artur Mas. Su discurso para pedir un euro de cada uno de los dos millones de catalanes secesionistas que él calcula, debe figurar por méritos propios en la antología de los mejores momentos de la Historia de España, por más que a él le gustaría que fuese de Cataluña.

Esas lágrimas a flor de glándula, esa carita de pena, ese rictus de no haber roto un país en su vida, ese razonamiento lolaflorido según el cual, “para vosotros un euro no es nada y a mí me salva el patrimonio”, no pueden perderse en el fárrago de youtube y convendría someterlos al ritual de momificación y conservación en los vasos canopos para ejemplo de generaciones venideras, como las de Boabdil y las de Arias Navarro. “No llores por la multa que te acaban de arrear, si desde el principio sabías que no la querías pagar”.

Los apoyos

Miércoles, 27 de Septiembre, 2017

En los dos o tres encuentros que tuvieron, Borrell dejó al vice como para pedir trabajo en Manufacturas Metálicas Madrileñas

Hay que ver cómo se apuntan al referéndum y a la independencia todos aquellos que no han sabido ganar un duro en su vida, que lo han robado, o que han esperado que les llegase a través de la financiación pública.

Es un fenómeno tan maravilloso como las cuentas del vicepresidente económico Oriol Junqueras, que sufre pesadillas todas las noches con Josep Borrell cantándole las verdades del barquero y él moviendo su cabecita de arriba abajo para darle la razón en todo, pero para decir él todo lo contrario.

Se espera que el fin de semana esté Barcelona muy animada con proetarras, antisistemas y demás familia, personajes que se han distinguido siempre por su afán de superación y su abnegado espíritu de sacrificio, con la vista permanentemente puesta en mejorar las condiciones de vida de sus semejantes.

Solo por saber las simpatías que provoca el referéndum entre estos grupos y ambientes sería más que suficiente para que los catalanes abandonasen la abducción y se formulasen un simple silogismo: Si los únicos que me vienen a apoyar son Otegi, Assange, Iglesias, Yoko Ono, Hristo Stoichkov y los cabezas rapadas, apaga y vámonos.

Es como para tener santo temor del futuro, de las pensiones y de las ayudas a las pymes. Ahora bien, después de conocer un poco mejor la calidad intelectual del señor que han colocado al frente del cotarro; después de ver qué bien aguanta los chorreos económicos que vierten sobre él el segundo del proceso; después de comprobar el respeto por las leyes de la señora Forcadell y la catadura de la señora Colau, tampoco es de extrañar que el resultado final sea una algarabía vocinglera que nos haga preguntar como Jardiel Poncela, no si alguna vez hubo once mil vírgenes, sino si alguna vez existió el seny catalán.

Ya no cuela

Martes, 26 de Septiembre, 2017

Es cierto. Como dice Santy en su viñeta de ayer, estamos hartos de los puigdemones y de las puigdemonas, pero del hartazgo se alimenta la sinrazón porque en él cree ver la fuerza de sus disparates.

Ahí está la pregonera de las fiestas de la Merced para demostrarnos que abundan en el desconcierto para provocar colapsos intelectivos y de la misma forma que se cuela la equidistancia entre unos pacíficos ciudadanos asesinados por la barbarie terrorista y sus asesinos, unos pobrecitos incomprendidos por la sociedad, también se cuela la de unos pobrecitos catalanes con ansias de independencia y sus verdugos españolistas, empeñados a toda costa en hacerles cumplir las leyes, como en Australia, como en Canadá… fíjense bien, ¡incluso como en Pyongyang!

Pero por mucho que manipulen en los adultos y adoctrinen en los infantes, se encuentran con una dura realidad y es que solo el 39 por ciento de los catalanes está convencido de que el referéndum tenga validez. El resto cree que no sirve ni para echarse unas risas con él.

A Romeva ya le han dicho por ahí adelante que se olvide de reconocimientos internacionales, porque a nadie le agrada que le monten una pirula ilegal en su territorio, ni que se salten los tratados internacionales que tantas guerras han costado y que se establezcan extrañas alianzas como las que hubo en abundancia.

Por fortuna se ha llegado a la formulación de una Unión Europea y ésas son palabras mayores frente a las mamarrachadas.

Los profesionales de la provocación dicen que no van a caer en ellas. Menuda jeta. Con la que han armado pretenden hacernos creer que la Constitución es el elemento discordante y no el aglutinante.

Menos mal que el hartazgo tiene una parte positiva, cual es que ya no te cuelan ni una.

Un 13% de trabucaires

Lunes, 25 de Septiembre, 2017

Con el trabuco al lado

El comunicado de los 282 sacerdotes y 21 diáconos catalanes en pro del referéndum y en contra de España viene a demostrar que recibir las órdenes sagradas no sirve de vacuna contra la imbecilidad, como ya intuíamos a la vista de otros comportamientos anteriores.

Resta ahora que el Vaticano se digne censurar el contenido de la pastoral trabucaire, que persista en su contenido golpista, o que dé la callada por respuesta y se lave las manos al estilo Pilatos, una actitud nada ecuménica, por otra parte.

También es probable que el Vaticano busque la manera de mezclar todo y no decir nada para no soliviantar a los curas ni a España; o que lo haga una vez pasado el 1-O. Todo por la patria.

La actitud de estos trescientos firmantes de la soflama tiene ribetes de golpe y de traición. Golpe, por cuanto atenta contra el poder legalmente constituido a través de caminos perversos, y traición, porque el concordato se firma en base al respeto y al buen entendimiento.

Ahora bien, sabemos que éstos son conceptos poco apreciados desde el tiempo de los viejos trabucaires, que también eran catalanes y que también basaban sus razonamientos en el rugido de su trabuco al ser disparado.

Nunca se supo si hubo muchos o pocos; si su figura le debe más a Valle-Inclán que a la madre que los parió, pero unos cuantos tuvo que haber para que se certifique sin dudas su origen catalán y su florecimiento en Galicia.

Hoy ya están contados. Son 282 trabucaires de órdenes mayores y 21 diáconos. Para que luego no digan que si ocho u ochenta. Teniendo en cuenta que en toda Cataluña hay 2.190 curas, obtenemos como resultados que existe un 13 y pico por ciento de golpistas. No es una cifra que asuste, aunque calculemos la existencia de otro puñado de ellos que no hayan querido significarse, no vaya a ser que todo quede en agua de borrajas.

¿Qué pasará?

Domingo, 24 de Septiembre, 2017

Paco Toronjo, un fandango en la noche catalana

Dicen que Rusia ha posado sus sucias manos sobre Cataluña y se dedica a lanzar mensajes falsos en las redes del tipo: “La UE recibirá con los brazos abiertos al nuevo estado miembro”.

Era lo que faltaba para incluir el proceso en la lista de las diez mejores chapuzas de la historia del hombre, premio yatekomo yatesobo, que entregará Dani Rovira en la gala de la cagarruta imperial, cuya sede está por determinar.

¿Para qué querrán celebrar un referéndum en estas condiciones? Ya sabemos que el día 2, con el postrer aliento que le quede, saqueadas las arcas en propagandas hasta el último céntimo, quebrada la voz de la emoción y presta la lágrima a brotar, el señor Puigdemont proclamará la república catalana ante una multitud entusiasmada, o ante el plasma, o ante el pasmo.

Los niños no tendrán clase, los maestros no tendrán salario y los mossos no tendrán Trapero, porque estarán al mando de la Guardia Civil.

Entonces los medios rusos dirán que ya existe la Cataluña independiente y el resto de medios dirán que no, que aquello no da ni para golpe de estado, pues como ya anunció el guardia civil sevillano que canta el fandango “La experiencia”, de Paco Toronjo desde su balcón de Calella, “me moriré sin saber lo que enseña la experiencia”.

¿Y qué más? A tanto no llegamos. No sabemos si Puigdemont paseará por un patio de Sevilla, o si dará conferencias por toda España bajo el título “De los Reyes Católicos a mí”, que es lo que más le gustaría. Así iría a Jaén a saludar a sus parientes, los Ruiz, Valdivia, Toledo y Valero, que a su vez proceden de las cuatro esquinas de España, porque llegan a La Carolina cuando Carlos III la repuebla. De todo ello, las manos sucias de Rusia no dicen nada, ni las de Rufián, que también tiene familia en Jaén.

¿Qué pasará? No lo sé, pero creo que todo va a perder mucho interés.

La horda equidistante

Sábado, 23 de Septiembre, 2017

Sin más palabras
INDESINENTER

Hay mensajes constitucionales, separatistas y equidistantes. Los dos primeros están más que sabidos y sobados. Hablemos de los terceros.

El mensaje equidistante es aquél que dice que falta diálogo, como cuando le falta sal a la sopa. Lo mantienen personajes a los que les gusta nadar y guardar la ropa, personajes que oyen campanas y no saben muy bien dónde, tipo Buenafuente o Dani Rovira.

Ninguno de los dos están citados al azar, sino que a ambos se les ha escuchado últimamente el mismo discurso. Vamos a tomarnos la libertad de aplicarle al primero de ellos su propia medicina.

Buenafuente y otros son los propietarios de la productora El Terrat. Un buen día, Buenafuente dice que se quiere llevar las cámaras porque son suyas, y los otros dicen que no, que son de todos, que él no tiene derecho a decidir sobre algo que es de la sociedad, aunque él sea quien siempre sale delante de las mismas.

Llegado a ese punto, Buenafuente pide diálogo y sus socios le dicen que hablan todo lo que él quiera, pero que no piense que por mucho hablar se va a ir con las cámaras de rositas.

Bueno, pues de eso nos quieren convencer los equidistantes. De que se parte de posiciones equiparables. Como si los constitucionalistas defendiesen que se tienen que cumplir las leyes y los separatistas propugnasen con los mismos derechos que también existe la opción de pasárselas por el forro.

Pues no, pónganse ustedes como quieran, pero no existe la opción. Su derecho a decidir nace tan viciado como el que tiene Buenafuente a quedarse con las cámaras, salvo que compre la empresa. Él no sé, pero sus socios seguro que lo entienden a la perfección.

Puestos a elegir, casi prefieres a los separatistas, que éstos ya van con el atraco por delante y sin disimulos.

La pela volátil

Viernes, 22 de Septiembre, 2017

Cambió el panorama

El papelón de Iglesias ante el referéndum ha sido premiado en Madrid con la asistencia de doscientas personas a un acto suyo y de quinientas a otro.

No es para menos. Si los independentistas asaltan las leyes gracias a las cuales eres diputado del Congreso, y lo único que se te ocurre decir es que hay presos políticos, no esperes que acudan hordas en tropel a felicitarte.

Si te postulas para ser presidente del Gobierno de un país y justificas a quienes pretenden hacerlo trizas, no esperes generar mucho entusiasmo, porque se ve que en dos patadas los dejas sin pensiones, sin Benidorm y sin pastillas para el corazón.

Ahora que los alentadores de la secesión se van a quedar sin fondos porque la llave la tiene Montoro, es posible que alguno de los anfitriones de sus cenas barcelonesas ya no esté tan interesado en defender el derecho a decidir unos pocos por todos.

En principio, hasta que eso vuelva a estar en las manos de quien estaba, van a pasar bastantes meses, y cuando lo haga, será a cambio de las garantías suficientes para que ni una peseta de ese dinero sea destinada a subvencionar ninguna actividad ilegal, como corresponde a un estado de derecho que se guíe por el libro.

Así las cosas, las posibilidades de merendar a costa del Estado para ir contra el Estado se reducen considerablemente, un detalle que él debería saber a la perfección, pues si tanto se desgañita contra la corrupción _ y debe hacerlo _, sepa también que esos ejercicios de cobrar dinero público para atentar contra los intereses de quien se lo da, son igualmente corrupción, y de las gordas.

De modo que si en la próxima convocatoria se encuentra solo a veinte personas, no le extrañe. La mitad serán despistados que se apuntan a un bombardeo.

El silencio de los corderos

Jueves, 21 de Septiembre, 2017

Hannibal o Clarice

En una película, la de ayer habría sido la última escena. La policía entra en la guarida de los malvados y desbarata sus planes deteniéndolos. En la vida real, a saber; porque aquí nadie renuncia a ser el chico, a tener más razón que un santo y a representar los más eximios ideales democráticos.

Sin embargo, no todos pueden ser el prota. Si eres fan de Hannibal Lecter, debes hacer frente a dos obligaciones, renunciar a Clarice Starling y saber que has saltado al otro lado de la ley, porque hoy por hoy, matar a una persona y comérsela está muy mal visto por la comunidad. De igual forma, el plan para comernos ha chocado de bruces con un pedazo de ley por la que suspiramos durante muchos años, llamada Constitución. Por ella se luchó, penó y sufrió, no para hacerla flor de un día, sino base de la convivencia.

Ahora van los caníbales y dicen que no, que es al revés y que ellos tienen derecho a merendarnos. Han elegido estar con Lecter. Bien, no pasa nada, pero para hacer legal el canibalismo tendrían que aprobarse antes un par de artículitos.

Por mucho que se repita, una mentira nunca deja de serlo. En todo caso, si se insiste día y noche, se conseguirá aumentar el número de engañados, pero la mentira sigue siendo tan gorda el primer día como el último.

Puigdemont se alza como el garante de la legalidad caníbal, frente al Gobierno opresor, sin darse cuenta de que él es un vulgar delincuente y de que lo que le cae encima solo es la justicia del Estado, como le ocurriría si pretendiese atracar de noche a punta de pistola.

Para disimularlo dice que ha faltado diálogo sobre el canibalismo. Quizá. También es cierto que durante mucho tiempo, frente a esas falacias, solo se escuchó el silencio de los corderos y ya no va a ser posible prolongarlo. O Hannibal, o Clarice.