El hombre oportuno
Lunes, 31 de Octubre, 2011
Hasta el vídeo parece destinado a restar votos
Una vez implementado el factor ETA en la campaña, las encuestas revelan que al PSOE no lo salva ni Messi. Quienes calificaron la voluntad de Rubalcaba de ser candidato como su último servicio al partido del amortizado exministro pronto podrán presumir de haber acertado.
El lastre es el acrónimo ZP y todo lo que huela a esas dos letras produce cualquier cosa menos entusiasmo electoral. Es imposible que un hombre avezado en las refriegas políticas como Rubalcaba no supiese con total seguridad que le pasaría lo que le está pasando.
Quizás la victoria estaba demasiado alta como para que nadie pudiese alcanzarla con esas siglas, pero no hace falta mucho pesquis para adivinar que una persona tan vinculada al ejecutivo inmediato anterior, fuese Rubalcaba o la Niña de los Peines, estaba condenada a restar votos, no a rescatarlos.
Así las cosas, se puede entender que el propio candidato haya decidio cargar sus espaldas con la ingrata tarea de pasar el cáliz sin necesidad de sacrificar una pieza más valiosa de cara al futuro. Al fin y al cabo, Rubalcaba es un hombre amortizado hasta las cachas y aunque hoy diga que la derrota no le moverá de su intención de permanecer, sabe con plena seguridad que ni el aparato lo va a mantener como cartel para las elecciones de 2015, ni él mismo va a hacer lo mínimo por intentarlo.
Es probable que hace tiempo, el partido haya contado en sus cálculos electorales con un rédito basado en el fin de ETA, pero ni la gravedad económica, ni el fondo y la forma en la que se está escenificando esa dudosísima rendición, van a permitir que sea significativo el efecto ETA. Quizás lo será en el País Vasco, pero no a favor del voto socialista. Al final tendrán que agradecerle haber cosechado la mayor derrota de su historia.