Falta la cabeza del alemán

Da gusto oír al presidente ZP cómo pide a los países africanos de la UA que sean más contundentes en la lucha contra la piratería, el narcotráfico y el terrorismo. Seguro que ellos se emocionaron igual que nosotros al escuchar tan sabias y prudentes palabras, viniendo de quien vienen.

_Ya oísteis al europeo de la UE, majetes. Este año vamos a lanzar tres campañas en todo el continente, a saber: Piratería Cero, A Mí Las Drogas No Me Convencen y ¿Terrorismo? No, gracias; con las que esperamos alcanzar estupendos resultados, sobre todo en el cuerno de África, en todo lo que es la zona del Congo y en la provincia angoleña de Cabinda, tan aficionada al fútbol que reciben a los jugadores con disparos de cohetes nucleares.

ZP les dijo también que cada día estábamos más cerca de África, lo que originó ciertas dudas entre los presentes, pues no sabían si se estaba refiriendo a que cada día nuestro Producto Interior Bruto era más parecido al suyo, si se estaba desplazando alguna placa tectónica que reduzca el estrecho de Gibraltar, o si era una metáfora sobre el número de africanos deseosos de hacerse residentes europeos.

En cualquier caso, a los dirigentes del continente negro _ obsérvese la persistencia del tópico _, les encantó escuchar en la cumbre de Addis Abeba al padre de la Alianza de las Civilizaciones, especialmente porque no la citó por ningún lado y ellos estaban temiendo que se la sacase de la manga para en su nombre solicitarles alguna ayuda con la que mitigar el déficit público español.

No, no fue así y los altos dirigentes allí reunidos respiraron aliviados tras la comparecencia. Como dijo uno de ellos:

_Yo estaba temblando por si en cualquier momento aparecía la hucha del Domund con forma de cabeza de alemán perforada con una ranura por donde meter un birr* (*moneda etíope).

El cibersexo es algo así como comer con la vista

Los comunicólogos han conseguido tal perfección en su trabajo que hoy son capaces de entrenar a cualquier político para que anuncie en público la mayor desgracia haciendo creer que se trata de una bendición del cielo. Los profesores de inglés no han tenido tanto éxito.

Por ejemplo, una desgracia es que la administración nos recomiende el cibersexo como práctica placentera, reconfortante y vitaminada, a la par que muy acorde con las nuevas tecnologías y sin peligro de contagios, a no ser que se te meta un troyano por salva sea la parte. Hacer el amor con un portátil, aunque sea con el ratón, es una desgracia; pero nos la venden como el non plus ultra de la orgasmación. Otros prometen 72 hurís que eternamente núbiles nos aguardan en el cielosexo. Así estamos. Ni un contagio, ni un reproche. Todas las megas a tu entera disposición.

Otra novedad que bien comunicada agrada un montón al personal es el recorte de pensiones y el retraso en la edad de jubilación. Después de tantos días clamando contra el paro, no quedará nadie capaz de protestar por el hecho de que el Gobierno nos regale dos años más de trabajo.

Ahí está la clave de la buena gobernación, en saber comunicar las desgracias. No es lo mismo salir al balcón de la Plaza de Oriente y ordenar: “¡Españoles, a la guerra de Cuba!”; que “¡Vente pa Cubita, asere!”

Trabajar más para después cobrar menos es uno de los mensajes más difíciles de transmitir si queremos que la gente se lo tome como un premio. Por eso han decidido hacer un paquete con todo junto y esperar a que cuele:

_Señores, en Davos pedí trabajo y me han dado dos años más para todos ustedes. En el Desayuno de la Oración pediré al Señor disfrutes intangibles y tarifa plana para las páginas porno. ¡No me lo agradezcan! ¡Es mi obligación!

Una de las armas de destrucción masiva

Medios policiales dan por probado que en el ataque al domicilio del profesor y columnista Roberto Blanco Valdés no participó ningún emérito de la Universidad de Santiago, ni de ningún otro campus. También se descartan de toda sospecha los oradores sagrados, los pendolistas, los panegiristas y los escasos polígrafos que quedan, tanto en gallego o castellano, como en cualquier otro idioma conocido o por conocer.

La horquilla de sospechosos queda muy reducida. La Policía tiene que estar a punto de caer sobre ellos.

Hay que ver la cantidad de burradas que somos capaces de hacer alrededor de un fenómeno tan común, tan humano y tan útil como es el lenguaje, el idioma, el habla.

A unos les da por bombardear la casa de quien defiende la libertad lingüística, y a otros, por negarse a aprender inglés aficionándose a hacer el ridículo apenas asoma la pata en los foros de por ahí.

Resulta difícil señalar cuál de las dos actitudes es menos justificable. Los primeros pretenden adueñarse del dirigismo cultural gallego, ejem! y monopolizarlo como vulgares tiranuelos. El otro es incapaz de hincarle el diente al inglés. ¿Pero esto qué es? ¿Quién ha dejado abierta la puerta de la guardería…? ¡Que se escapan los críos!

Gabilondo, el ministro, no el hermano, debería preparar el envío masivo de algunos libros, cuyo repaso o su descubrimiento por vez primera, sería de gran provecho para buena parte de la población, evitándonos así asistir a espectáculos tan bochornosos como los citados. Entre los títulos que no deberían faltar en esa selección se encuentran Palotes (I, II y curso avanzado), Rayas (Cartillas 1, 2 y 3), el Catón Alegre, Mi pequeña enciclopedia y Sumar es fácil.

Se llevan en trenes y listo.

En caso de que su mujer fuese florero, Montilla tiene con que regarlo

Se está promocionando una fórmula novedosa con la que atraer lectores a una página web. Se llama VerdadMentira y basa su interés en eso, en dilucidar qué tanto por ciento de V o de M hay en cada frase que los políticos, los periodistas, los empresarios o los artistas sueltan por su boquita. ¡Qué fantástico! Pero ¿será verdad que pueden saber si es verdad lo que cada cual nos presenta como una verdad? Bueno, se intenta.

Una vez que los tipos encargados del análisis _ periodistas, politólogos, economistas, demógrafos y sociólogos _, localizan la frase, la sumergen en líquidos disolventes y tratan de extraerle el pneuma que la inspira. A continuación le pinchan un cartel con una V, una M, un Dudoso o una V a medias.

Por ejemplo, va ZP y dice: “Qué hermosos brotes verdes tiene la Tarara. Carabí hurí, carabí hurá”. A partir de ese momento se presentan en la Moncloa los especialistas, la miran por arriba y por abajo, y finalmente determinan: Es más falsa que un microondas comanche.

Veamos otros dos ejemplos, en este caso, auténticos. De Felipe González eligen una confesión en la que afirma: “Me pasé casi 14 años gobernando y hasta yo estaba harto de mí mismo, imagínense los ciudadanos”. El equipo de analistas determina con toda seguridad que el ex-presidente está diciendo la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.

Por el contrario, cuando se enfrentan a la declaración de José Montilla: “Hay gente que querría que mi mujer fuera un florero”, se concluye que es mentira podrida. O sea, que no hay gente a la que le gustaría ver al presidente de la Generalitat del brazo de una maceta de geranios.

Modestamente, a nosotros nos parece que es mentira que sea mentira, pues como decía el torero, hay gente pa tó.

Los cadáveres se encuentran a 30 metros de profundidad

Las víctimas del 36-39 arrojadas al pozo de Camuñas sufren un segundo linchamiento ahora que son removidas de su improvisada tumba. Lo primero que se dice de ellas es que pertenecían al bando vencedor, porque sus ejecutores obedecen indicaciones del Frente Popular.

Mal empezamos si no reconocemos que todas las víctimas del conflicto pertenecen al mismo bando, al de los perdedores, porque todas perdieron la vida de manera brutal y despiadada. Extraña victoria sería la de caer muerto en una profunda mina que hace de fosa común, con torturas en el cuerpo, el pecho reventado y un agujero en el cráneo.

En la mina Las Cabezuelas de Camuñas abundaban los dientes de oro. Eso quiere decir que eran ricos, creyentes y de derechas. Hasta dos mil cuerpos calcula la Causa General que se han arrojado allí. También hay sotanas. Nada que lamentar, babea la canalla.

Esta guerra, la que se ha montado para encontrar cadáveres de esas fechas, está reservada para que sólo la ganen unas víctimas concretas y nada puede empañar el diseño de despacho con el que ha sido concebida. Por eso las matanzas de la fosa de Camuñas, la de Paracuellos o la del tren de la muerte que viajó de Jaén a Madrid, están excluidas del festín necrolátrico actual. Molesta encontrarse con el horror repartido por barrios.

Al grito: ellos tuvieron cuarenta años para honrar a sus muertos, se reclama un espacio de exclusividad ideológica repitiendo una vez más los mismos defectos clasistas y de banderías. Todavía hay clases; sólo que ahora las determinan otros.

Siendo así, deprime comprobar cómo las autoridades y los particulares de hoy somos capaces de mantener verdes los odios que alimentaron esos crímenes hace setenta años. Tanto que no somos capaces de darles el descanso eterno.

Luis Solana, en plena Ordenación del Territorio

Bono y Méndez Ferrín están de actualidad. A los dos les piden que cambien. Al primero, Luis Solana le plantea este silogismo: -Usted es socialista y creyente. -Muchos de los socialistas creyentes han sido, o son, masones.

Ergo, usted debe solicitar el inmediato ingreso en una logia.

Vamos, como darse de baja en un club social para hacerse socio de otro. Lo último que se le ocurre a una persona con dos gotas de cordura encima es preocuparse de lo que debe hacer o dejar de hacer el señor Bono con sus ideas, costumbres o militancias. Especialmente desde que acumula medio siglo de mayoría de edad a sus espaldas. Todas las que se le conocen son muy respetables, incluso cuando se le trabuca la g por la s.

Puestos a especular sobre el sendero espiritual que ha de tomar Bono, si es que se ve impelido a dar un cambio a su vida por razones de fuerza mayor, recordamos a miles de socialistas que no siendo de exactas ortodoxias vaticanas, y quizás por esa misma razón, tampoco son masones, ni bogomilos, ni cátaros asilvestrados. Hay muchos que ni siquiera fueron iniciados en el rosacrucismo por el astrólogo del rey René, como sí dicen que lo fue Colón, el descubridor, no el detergente.

Si introducimos esa variante entre las premisas iniciales, el silogismo de Solana se deshace como azucarillo en café.

Al nuevo presidente de la Academia gallega también le quieren cambiar la militancia espiritual, quizás porque quienes lo pretenden ignoran que Ferrín ya es un creyente convencido, y de lo que cree, no hay dios que le apee.

Sí, también es un poco bruto, pero puedes estar tranquilamente a su lado sin que te parta la cara. Y además no te aburres, defecto del que suelen pecar los que siempre ven la paja en el ajeno.

Generación I+D+I

Cuando tiempo atrás comenzó a identificarse a buena parte de la actual juventud como la generación ni-ni _ aquéllos que ni estudian, ni trabajan, ni lo pretenden _, los sociólogos constataron fallos estructurales en la sociedad que comprometían a todos y que exigían la adopción de medidas contra esa infantilización que se cobraba más y más adeptos.

Bueno, pues ya se han tomado medidas. Hoy existe un programa de televisión dedicado a divulgar las gracietas de estos arquetipos, de modo que a final de temporada se prevé que habrá varios miles de nuevos ninis que añadir a la lista. Eso en el mejor de la casos, porque querrá decir que el resto de la sociedad ha sobrevivido hasta allí y puede seguir pagándoles entretenimiento, vivienda, vestido, manutención y lo que se tercie.

A fuerza de prostituir los contenidos televisivos en busca de mayores audiencias y enarbolando la bandera de que aquí cada uno hace lo que le da la gana, a ningún estratega de las ondas digitales se le ha ocurrido producir un gran hermano, o lo que sea, donde tomen parte personas dignas de ser imitadas, con ideas a desarrollar, con chispa, simpatía y conocimientos, que las hay.

Pero no. Todo lo contrario. La ejemplaridad es aburrida y caduca. Hoy se va en busca de bandadas de cenutrios, a cada cual más zopenco y estridente, para mostrárselos a Su Majestad la audiencia; como si al personal no le bastase con tropezárselos durante el día, y tuviese que repasar sus elevadas tesis también de noche.

Ahora piden un curriculum más exigente, pues sin olvidar las materias clásicas, también se requiere que ni…, ni… Y no por sufrir una desgracia, sino por vocación.

A ver quién es el guapo que mañana les dice que hay que arrimar el hombro fregando escaleras.

¡Qué confianza tan grande inspiran!

Este domingo se ha podido leer una secuencia bastante completa sobre el chivatazo. Quién lo dio, cómo y para qué. No se resuelve la cadena de mando, pero se entiende a la perfección; tanto que da asco.

Cuando se constatan los niveles de corrupción a los que son capaces de descender los servidores públicos, el ciudadano trata de consolarse pensando que son las inevitables manzanas podridas que corresponden en términos porcentuales a cada cesto de manzanas frescas y saludables.

Pero cuando la corrupción alcanza, cual es el caso, a las más altas instancias encargadas de velar por la seguridad, cuando hay vidas de inocentes de por medio, dinero, traición y todos los ingredientes de la más absoluta inversión de papeles; cuando los delincuentes más dañinos y peligrosos son aquéllos a los que les pagamos para que nos protejan, la disculpa sólo sirve para que nos engañemos con una mueca de sarcasmo bajo el labio con la que disimular la cara de imbécil que se nos queda.

“Tranquilo, que con el Baltasar no hay problema”. El que habla es un comisario. El que escucha, un implicado en el chivatazo. Baltasar es Garzón. Todos nos debemos sentir también muy tranquilos al conocer estas revelaciones. El viejo chiste vuelve a tener sentido: “Señores, traigo muy buenas noticias. Estamos tan jodidos que jamás podremos estar peor”. Quizás ni eso. Seguramente seremos capaces de superarnos y perfeccionar esta dictadura de la democracia que ni siquiera tiene el consuelo de estar comandada por un tipejo de ademanes cuartelarios que legitima los golpes de estado.

Recomendar tranquilidad en circunstancias como éstas es el antídoto contra la indignidad. Tranquilos, muchachos, nosotros nos encargamos de todo. Nosotros somos los policías, los ladrones y cuando falta, somos hasta los chivatos.

Skyline tarraconense

Si tu semen y el de quienes te rodean es manifiestamente peor que el de otros compatriotas que viven algo más alejados, a nadie debe extrañar que se convierta en motivo de profunda preocupación porque está en juego la supervivencia de la tribu en ese territorio, con peligro de ser suplantada por otra en poco tiempo.

Tal es la situación que atañe al 53 por ciento de los tarraconenses después de conocer los resultados de un estudio en donde el Institut Marquès les informa que su semen es el peor y no cumple con los parámetros de la OMS.

La situación es ésta: El conteo de espermatozoides en el hombre oscila entre los 20 y los 150 millones por mililitro de líquido seminal. Tarragona se sitúa en los 65 millones, una cifra notablemente inferior a la media posible. En otras provincias estudiadas, como es el caso de A Coruña, el conteo alcanza los 91 millones, 16 puntos por encima de la media.

Otros parámetros, como es la motilidad de los espematozoides, arrojan resultados todavía peores, pues si en el caso de los gallegos es buena en un 28 por ciento de ellos, entre los barceloneses cae hasta el 14 por ciento, y en Tarragona se desploma hasta un inquietante 6 por ciento.

A la vista de estos datos, los ecologistas asociados en L’Escurçó _ delegación catalana de la Sociedad Española para la Conservación y el Estudio de los Murciélagos _, han presentado una denuncia en el juzgado de guardia para que se investigue por qué su esperma es el peor de España. Ellos tienen una sospecha que señala directamente a las empresas del polígono petroquímico de Tarragona donde se genera el 70 por ciento del plástico español, con 10.000 empleos directos y una producción diaria de 55.000 toneladas.

Lo han visto tan claro que se han ido al juzgado de guardia. No quieren tanto plástico en sus vidas.

En una calle de Elche

Coincidiendo con el aterrizaje de Aguirre de Cárcer en la dirección de La Verdad de Murcia, este periódico consiguió ayer cuatro fotografías de los momentos posteriores a una agresión ocurrida en Elche, de la que ya tendrán noticia.

No suele ser habitual ver en los medios a los presuntos homicidas segundos después del ataque, salvo cuando son adolescentes americanos y hay cámaras de seguridad repartidas por todo el colegio. Menuda seguridad.

No es lo único peculiar del suceso. El arma asesina la empuña una mujer y no él, que es en lo que más legislamos nosotros. Se trata de un señor cuchillo que la mujer mantiene en una mano mientras aguarda la llegada de la autoridad competente con pasmosa tranquilidad. Otra novedad que añadir a ese evento consuetudinario que aconteció en la rúa ilicitana.

Dicen los testigos que durante el tiempo de espera, les pareció observar que incluso jugaba con él. Vamos, que si fuese un hombre, se limpia las uñas apoyado en el capó.

El cuadro parece extraído del cine de los cincuenta. Una femme fatal ajarretada sobre la acera y su víctima desangrándose contra la tapia. La escena cobra tintes todavía más cinematográficos cuando observamos que la expeditiva novia luce unos zapatazos Maruja, tacón de aguja, que son de sacramento, porque imprimen carácter. Con eso en los pies no se puede huir, claro. Sí, son de cóctel, pero la dirección de arte los impuso buscando el contraste.

Sin embargo, por lo que dice La Verdad, no es cine. A la vista de tan magnífica información gráfica y literaria sólo nos asalta un misterio antes de archivar el caso. ¿Por qué está tan tranquila? ¿Se dopó, o es que no le inquieta demasiado el panorama judicial que se le avecina?

Va a ser cierto que los tipos duros son una leyenda. Para duras, las tipas.