Que viene el Coco
Sábado, 31 de Mayo, 2014(Dibujos de YuriBeltrán)
Los cinco escaños de Podemos están dando mucho juego mediático. Es lógico porque causa sorpresa comprobar que a la pregunta: ¿Quieren ustedes que convirtamos España en una dictadura bolivariana de libre expropiación y alcancemos en breve tiempo sus mismos niveles de ruina, exilio y desabastecimiento?, hayan sido tantos los que contesten que sí.
Ante tal cotejo, son muchos los que optan por reaccionar con miedo. Y no digo yo que no sea para temer lo que propone Podemos con tanta alegría, como si estuviese hablando de sus planes para el fin de semana. Con lo cerca que tenemos la experiencia de numerosas dictaduras de derechas, de izquierdas o monopersonales, y con lo que nos ha costado levantar este ambicioso sistema de libertades.
Quizá por todo ello, al miedo que puede inspirar entre los demócratas un plan que pretende arrasar con todo, debería precederle la sensación de pena. Pena por haber permitido que las imperfecciones cometidas justifiquen la aparición de un voto tan desesperado como ése.
Siendo así sin remedio, y siguiendo la máxima que aconseja hacer de la necesidad, virtud, bien se debe convertir la sorpresa, el miedo y la pena en el acicate para que Podemos pierda apoyos a manos llenas hasta desaparecer sumido por la fuerza de los acontecimientos. El éxito de Podemos sería el fracaso colectivo y su reducción al mínimo exponente, el triunfo de la democracia y el bienestar.
Recibamos pues a Podemos agradeciéndole que nos enseñe las orejas del lobo, el rabo y los colmillos. Si logramos que fracase, nunca podríamos pagarle el favor que nos hace. Los padres tradicionales conocían bien la estrategia, pues les bastaba mencionar que viene el Coco, para que los niños cumpliesen raudos sus obligaciones.