Pregón de agosto
Lunes, 31 de Agosto, 2009La Virgen de los Santos, con Niño y todo
Una de las cosas más desmedidas que se puede hacer en esta vida es pregonar las fiestas de tu pueblo. Es un momento en el que puedes y debes dar rienda suelta a los piropos más raciales, a la nostalgia más machihembrada en tus entretelas y a la religiosidad más vívida e intensa, pues nadie dirá que te has pasado. Eres el pregonero y estás en tu papel. Ya pueden ser las fiestas del Valle de la Muerte, en Atacama, que si tú eres de allí, vas a decir que no hay otro desierto donde el sol te seque el cerebro con tanta gracia. ¡Viva San Pedro de Atacama y su Valle de la Muerte! ¡¡Viva!!
El pregonero por excelencia de este verano _ la pregonera, para no caer en disputas pejigueras _, fue la ministra Aído, que se subió al estrado de Alcalá de los Gazules y peroró en loor de su patria chica con la desmesura y el desparpajo que la ocasión requiere, mientras sus paisanos alcalaínos se contenían por no gritar ¡Guapa! antes de finalizar la prédica.
A la par se elegía a la Romera Mayor, la mujer que por su belleza, porte y distinción ha de ser bandera de todas las alcalaínas, en similar combate al de misses y damiselas. Más no por ser solapado machismo Aído frunció el ceño. No. Hubo Romera Mayor, Menor y Crecedera, que una cosa es la Igualdad y otra las fiestas del pueblo.
Vino después el pasaje religioso que a todas las romerías atañe y ahí estuvo también Bibiana, bordada, desbordada y consecuente, pues siendo de natural roja como las muletas del toro, podría desentenderse, mirar al tendido o hacer el Don Tancredo. Quiá, ya decimos. Cuadróse ante el morlaco romero y lo atacó de frente, solemne, dejando para los anales la frase de su pregón:
_¡En Alcalá habrá ateos, pero a la Virgen de los Santos, que no nos la toquen, que todos somos felices bajo su manto!
¡Viva Aído! ¡Viva la Virgen de los Santos! ¡Vivan los ateos!