La cola del escorpión
Domingo, 14 de Julio, 2024Cuando las preocupaciones se llaman lawfare —justicia a favor de la política— y máquina del fango —periodismo de falsedades—, sólo puede ser señal de que se le tiene miedo a la justicia y a la prensa. Y en el caso español no es de extrañar.
Sánchez vive rodeado de irregularidades. Vamos a ser benévolos y conformarnos con agruparlas bajo ese título. Irregularidades personales, familiares, partidistas e institucionales que lo convierten en un tipo sospechoso.
Seguro que más de un ciudadano lo tiene por un político hábil, si por hábil entiende alguien que es capaz de hacerse con el poder sin haber ganado unas elecciones, manejar las instituciones a su antojo y hacer posible que los delitos sólo existan cuando le favorecen.
Por eso los casos de su mujer y de su hermano lo sacan fuera de sus casillas. No los domina. O por ahora no lo consigue.
Se saca de la manga cartas a la ciudadanía, se inventa jornadas de reflexión inéditas en la historia, amenaza con medidas anti lawfare, promete que cortará cabezas entre los medios y que cerrará el grifo de las ayudas. Es un escorpión rodeado por un círculo de fuego al que sólo le falta clavarse su propio aguijón para escapar de las llamas.
En el acto de entrega de los premios Pontevedreses del Año de hace una semana, la presidenta del Grupo El Progreso pronunció una valiente defensa de la libertad de prensa frente a este estado de cosas que parecen retrotraernos a épocas superadas a base de convivencia y tolerancia.