El varón domado
Martes, 31 de Julio, 2018
Pilar y Roberto, ya como Robert
Presumir de marido o de mujer tontos es más habitual de lo que podría parecer y siempre hay a mano algún ejemplo que lo confirma.
Es una manera estúpida de darse lustre a uno mismo cuando a la vista está que es imposible, pues burro es quien a burro se arrima.
Comentarlo en una reunión de cafetería con los amigos tiene delito, pero llevar la astracanada a los platós lo eleva de gravedad por el efecto contaminante que se pretende.
Tal es el caso de la inclasificable Pilar Rahola y su estólido marido, que permanecía oculto a los ojos de los espectadores hasta que ayer ha sido exhibido como prueba de que en estos tiempos a los hombres se les puede domar sin que te llamen nada desagradable, como sí ocurriría si fuese al revés.
Dice Rahola que el hombre, llamado Roberto, era del PP y tonto, lo cual no necesita demostración, porque dejarse arrastrar por una mujer de esa guisa lo pone en evidencia.
Han pasado veinte años de aquel noviazgo desigual y Pilar ya puede pasearlo por las teles porque ahora se llama Robert y es independentista. En cuanto a lo de tonto, el diagnóstico se mantiene a tiempo completo.
Hablando de su momento pre-raholo, Robert nos informa que él era librepensador, a lo que su mujer puntualiza que sí era libre, pero pensador, poco. Llega ella y en veinte añitos de nada lo ha convertido en un indepen hecho y derecho.
El caso de este matrimonio va más allá de la anécdota, pues sirve para describir lo que ha pasado en una sociedad con unos niveles de liberalismo envidiados por todos, pero que una vez puesto el poder en manos de una pandilla de fanáticos sin ápice de respeto, se convierte en un modelo de dominación, falta de libertad y pensamiento único.
Roberto exhibido como varón domado en manos de la tigresa. Miedo da.