La gran madeja
Martes, 29 de Diciembre, 2009
La noticia es de órdago. ETA podría estar preparando un atentado espectacular. ¿Ah, sí? ¿Y cuándo no? Si me dijese usted que ETA prepara el envío de ropas y medicinas para los más necesitados, que organiza un festival benéfico de villancicos, o que convoca un concurso de tapas entre las herriko tabernas, la noticia sería extraordinaria; pero lo otro, señor Rubalcaba, no es novedad, sino hábito.
La verdadera noticia es que a ETA se le alerte desde las instituciones del Estado de una operación dirigida contra ella por parte de esas mismas instituciones, lo que denominamos el chivatazo del Faisán.
Tanto o más grave como aquello se conoce ahora que el abogado Gómez Benítez _ vocal del Consejo General del Poder Judicial en la actualidad _, aludió al chivatazo como prueba irrefutable de la buena voluntad del Gobierno en la negociación con los terroristas.
Todo ello es bastante trágico como para salir a la calle tirándonos de los pelos y dando alaridos al modo de las plañideras. Pero nada de eso ocurre. O nos acostumbramos de tal manera a la corrupción, o no nos importa, o nos han dado bromuro cerebral, esta vez de verdad.
Al escuchar el anuncio del ministro, al desmenuzar una por una sus palabras, el receptor se sumerge poco a poco en una profunda desazón que tardará en superar si no comienza a recibir estímulos que le devuelvan la confianza. Observa al ministro y lo ve muy interesado en demostrar la maldad intrínseca de la banda. Allí donde hasta hace poco había hombres de paz deseosos de alcanzar acuerdos, hoy encontramos estrategas de atentados y autores del secuestro de una persona integrante de “sectores significativos desde el punto de vista social”.
Chivatazo, Poder Judicial, atentado espectacular, secuestro… ¿de qué hablan?