Archivo de Marzo, 2018

Cuota de tontás

Viernes, 30 de Marzo, 2018

_Pienso de que…

Cuando se te ha ido la pinza a menudo, cuando dices con frecuencia la primera burrada que se te pasa por la cabeza, o cuando tus argumentos se parecen a los de un lemur de cola anillada de Madagascar, no puedes esperar que cada nueva intervención tuya sea recibida como las del oráculo de Delfos, que ésas sí que despertaban gran interés.

Con esas premisas por delante, te das una vuelta por entre aquéllos a los que los periodistas les ponemos un micrófono delante dos y hasta tres veces por día, y compruebas que te espera una insufrible condena ad calendas graecas. Ésa sí que es una pena de telediario.

Estás acorralado, indefenso, acribillado por una legión de ignaros que se han adueñado de los aparatos recogedores de sonidos y los acaparan en su beneficio un día tras otro.

Cuando no son musculosos muchachos chorreantes de sudor que después de correr deben reunir su último aliento para componer la frase “ellos tampoco eran cojos”, el dueño de los micros es un simple al que le corresponde utilizarlo porque hemos dividido su uso, no por el interés que tengan sus palabras, sino por cuotas. Y a cada partido le corresponde un tramo como si todos los días se celebrase el último debate moderado por Campo Vidal y con tantos segundos per capita para soltar el rollo.

La esencia es que todo el mundo tenga libertad para expresarse. Y está bien que así lo sea, pero pensémoslo desde el punto de vista inverso, desde el punto je. Todos tenemos derecho a escuchar ideas de provecho, razonamientos fundamentados, pensamientos elevados, metáforas ingeniosas, críticas inteligentes y pullas agudas, no rifirrafes de tugurios que oyen los taberneros detrás de las barras sin necesidad de micrófonos ni de cuotas.

Nos reímos de la simpleza de los Supervivientes. ¡Pues anda que los supervividores…!

Hacia el caos perfecto

Jueves, 29 de Marzo, 2018

No es de extrañar que ponga esa cara

La sesión del Parlament de ayer ha sido bastante esclarecedora, pero con todo y eso todavía no me ha quedado diáfano si Puigdemont ha delegado su voto para que hagan presidente a Turull, si Sánchez renuncia a la investidura, si las fuerzas del independentismo están arrimadas o si viene agua el viernes.

En realidad no puedo explicarles qué es lo que estaban intentado hacer ayer, porque no lo sé. Ignoro si el objetivo era tener gobierno, si no tenerlo, si volver a votar, si echarse al monte…

Como dice la jefe de la oposición, todos los del procés _ que bien podríamos llamar procesados _, viven metidos en una burbuja donde rigen leyes diferentes a las del resto de los humanos, pero cuando se encierran en el Parlament y comienzan una de esas sesiones plenarias como la de ayer, el disparate se multiplica.

Se supone que en ese lugar solo sientan sus reales quienes forman parte de la flor y la nata de la sociedad, aquéllos que tienen las ideas claras y las ofrecen para alcanzar el bien común, pues siendo tan valiosas que cualquier empresa privada pagaría un porrón por esos cerebros tan bien amueblados que las generan, van ellos, y sacrificándose, los ponen al servicio de la comunidad.

Pero no. Aquello es un guirigay de intereses mezquinos, de personalismos y de ilegalidades cocinados al ritmo de un inútil sectario y partidista como es su presidente, mientras el mango de la sartén lo agarran los representantes de quienes tienen como máximo objetivo acabar con la actual sociedad, no para que le suceda otra igual llamada República Catalana, sino el caos, la destrucción y una hermosa dictadura que colgaría de la lengua a quien ose chistar. Y todo ello con el aplauso de imbéciles dueños de la comunicación que serían los primeros en ser colgados y de partidos enteros más perdidos en la vorágine que Pujol en una convención de honrados.

Escrito en el viento

Miércoles, 28 de Marzo, 2018

Brindando por el éxito

Alguien que sabe leer el lenguaje esotérico se ha dedicado a contar los días que median entre el anuncio de Rajoy sobre la aplicación del artículo 155, el 21 de octubre de 2017, y el domingo en el que es detenido Puigdemont en Alemania, el 25 de marzo de 2018, y observa maravillado que son 155 días, como 155 panes.

A quien se lo comento lo achaca a la casualidad y yo replico diciendo que la casualidad solo es el disfraz de la necesidad y que todo, absolutamente todo en la naturaleza, responde a leyes físicas, aunque sean desconocidas; de modo que la fuga de este hombre podría estar escrita y determinada de antemano.

No hay lirismo más absurdo que cantarle a la libertad del viento y de las olas del mar, como hacía el bueno de Nino Bravo, porque ni el viento ni las olas dan un paso que esté fuera del guión que les han marcado milenios ha. Así que de libre, el viento tiene lo mismo que hoy tiene el expresidente catalán, nada.

Es como lo de Waterloo. Cualquiera puede ir allí a buscar casa, si tiene suficiente pasta; pero a nadie sensato que está planteando una batalla se le ocurre fijar su residencia en aquel territorio marcado por la derrota. Se podrá decir que la derrota de uno fue la victoria de otro, pero Wellington estaba en un baile y jamás tuvo en la cabeza que iba a luchar en Waterloo.

Aparte de la legalidad o no de sus ideas, los independentistas han actuado en todo momento como unos auténticos chapuceros, como se comenta estos días, cuando la detención en Alemania parece haber cerrado el ciclo operativo que los desmantela. Podrán intentarlo de nuevo, pero serán otros, con otras mañas y otras estrategias.

Las que se han visto en esta ocasión parecen propias de una banda dirigida por José Luis López Vázquez, con Gracita Morales al volante del coche de fuga.

Correcaminos tras las rejas

Martes, 27 de Marzo, 2018

La próxima chulería se la pensará dos veces

Despojados de cargos e ideologías, los políticos se pueden clasificar en dos grupos, como el resto de los mortales, los simpáticos y los antipáticos.

Ítem más, el mismo personaje puede pertenecer a los dos grupos, porque son listas que cada uno establece en su fuero interno, que es una especie de almacén de contradicciones, porque si es fuero, ¿cómo va a ser interno? (El chiste es malo, pero corto).

A lo que íbamos. Bajo ese personal criterio, la llamada Pilar Rahola encaja como un guante en mi bando de los antipáticos y sin poder remediarlo sigo sus andanzas en busca de alguna metedura de pata, que en mi criterio, salpican con harta frecuencia una biografía tan expuesta a los medios como la de ella.

Ni que decir tiene el glorioso momento vivido ayer cuando descubro que Rahola se chulea ante las policías europeas por la habilidad de su jefe Puigdemont, “el puto amo”, a la hora de escaparse de todas ellas. Lo malo es que lo hace tan solo horas antes de que el hombre caiga con todo el equipo en una plácida y concurrida gasolinera. ¡Qué momentazo! El de Rahola, no el de su jefe.

Como la mujer compara a su ídolo con el Correcaminos, y a la policia, con el Coyote, pudimos comprobar y aprender que el sonido del animal, su mec-mec característico, en catalán se dice mic-mic, lo cual nos parece el colmo de la sofisticación traductora y nos permite sospechar que el grito de Tarzán lanzado a través de la selva en catalán, ha de sonar con E cerrada.

¿Cómo de grande será ahora el lazo amarillo de Rahola? ¿Se dará cuenta de que al ponérselo está acusando también a la policía alemana de no actuar conforme a ley?

Ella dice estar muy contenta porque han situado el conflicto catalán en el centro de Europa. Genial. Otros personajes que ponían estrellas amarillas también lo tuvieron ahí y se solucionó.

Hasta que llegó su hora

Lunes, 26 de Marzo, 2018

Ayer cambio la hora y…

Puigdemont se pronuncia ya sin título de ninguna clase. No es presidente, ni lo era desde hace tiempo, aunque algunos no lo habían apeado del cargo, como tampoco habían conseguido nombrar a alguien en su lugar.

No se le puede decir ni expresidente, porque él no ha renunciado, requisito sine qua non para adquirir esa categoría. No es exiliado, porque las condiciones de libertad política que tenemos en España para sí las quisiera cualquier veleta de cualquier paraíso democrático, como por ejemplo Venezuela.

Ni siquiera es fugado, porque la policía alemana ha caído sobre él en Domingo de Ramos con la contundencia y efectividad con la que suelen actuar en estos asuntos.

Es un capturado en vías de ser convicto y confeso, que se enuncia con el apellido viudo de toda pompa. Puigdemont. Suena a personaje de Tintín. Quizá por el tiempo que lleva en Bélgica.

Cuando Pepa Fernández al mando de sus micrófonos en Radio Nacional dijo ayer por la mañana que Puigdemont estaba bajo el control de la policía alemana, el público presente en el plató estalló en un aplauso. Fue una reacción espontánea, sincera y sin artificio.

Se aplaude, estoy seguro, a la aplicación de la justicia, al fin de la burla y al restablecimiento del equilibrio en la sencilla dicotomía que dice: el que la hace, la paga. Aquí el que la hizo no la estaba pagando, y aunque el personaje es tan indeseable que muchos nos conformábamos con tenerlo a mil kilómetros de distancia de cualquier institución española, como puede ser la Generalidad de Cataluña, en el fondo lo suyo es que pase por taquilla a rendir cuentas y a explicar eso de que la legalidad es lo que me sale a mí de salva sea la parte. Que lo explique y que exponga cuáles son las grandiosas diferencias que existen entre lo que chapuceramente pretendía hacer y un golpe de estado. Creo que le va a costar trabajo, pero tiempo tiene por delante.

Simulacro de circo

Domingo, 25 de Marzo, 2018

Todo es tan triste…

La política catalana parecía avanzar con paso firme en cumplimiento del principio circense que desde hace meses han adoptado en sustitución de los principios constitucionales. O sea, juramentándose para ofrecer a diario el más difícil todavía, que en parte lo consiguen con suma facilidad.

Bien es cierto que en ese reto les está ayudando sobremanera la firme y ejemplar actuación del juez Llarena, un jefe de pista que les obliga a realizar números de saltimbanquis nunca vistos, ni dentro ni fuera de los hemiciclos.

El arte del escapismo, ya iniciado con maestría por Carlitos, el otrora líder de la troupe _ no confundir con CUP _, cuenta ya con dos insignes seguidoras: la transformista Anna Gabriel y la Reina de la Lágrima Floja, Marta Rovira, que también hace sus pinitos, no en el trapecio como Pinito del Oro, sino en el mundo del ilusionismo, como el admirado Mago Antón.

Marta ha intentado convertir una vulgar fuga en un deslumbrante exilio, y aunque no cuela ante los ojos de los espectadores más conspicuos, ni ante los de Llarena, que es el que manda, siempre tiene a su favor una serie de incondicionales que tragan con lo que les echen, como vienen haciendo desde el comienzo de la función bajo el señuelo de que les va a salir gratis la entrada, que a la vista está que no.

El Gran Turull, antipodista de habilidades sorprendentes, iba camino de ser candidato a presidente, procesado, preso y nuevamente candidato con menos apoyos que en la primera vuelta en el increíble plazo de cuatro días. Torrent, que es equilibrista por parte de madre, se inventa por el camino la votación simbólica, que es como ese payaso que se sube a la cúpula de la carpa y amenaza con tirarse, pero nunca lo hace, claro. De esa forma, lo más difícil todavía, que es meta honrosa, se reduce a una mera pantomima de supervivencia, sin dignidad ni grandeza.

Como una losa

Sábado, 24 de Marzo, 2018

Horas amargas

Si Rocío Jurado estuviese viva y alguna televisión le preguntase hoy su opinión sobre los procesamientos de los líderes rebeldes catalanes, la de Chipiona hincharía el pecho y luego dejaría escapar su chorro de voz:

_¡Como una losa…!

Sí, a todos les ha caído encima el procesamiento como una losa, pero una losa previsible, lógica, esperada, inevitable… o dicho en argot, impepinable.

Lo contrario, es decir, que aquí no pasase nada y que todos cuantos jugaron con las cosas de comer se fuesen de rositas a jugar al Monopoly a Waterloo, sería absurdo e inadmisible. Que no vengan ahora con lágrimas de cocodrilo porque no hay nada en la acción de la justicia que no esté anotado, avisado y publicitado.

¿O acaso los miembros de la banda de atracadores que penetra en una sucursal bancaria, protegidos sus rostros con caretas de Pluto y Goofy, no saben que si los pillan no les servirán de nada las caretas y serán juzgados con sus nombres y apellidos?

El independentismo es la careta de unos ladrones que pretendieron un robo con escalo, mediante conspiración y nocturnidad. Hay varias circunstancias agravantes más. Por ejemplo, utilización de fondos comunes para perpetrar el delito, abuso de autoridad, uso de narcóticos televisivos, engaño continuado, deslealtad, incumplimiento de la palabra dada, juramento en falso, desprecio de símbolos, prevaricación, malversación… la términos no se ajustan al tecnicismo, pero se entiende todo.

¿Alguien pensaba realmente que todo eso, condensado en un delito de rebelión, no iba a traer como consecuencia lo que sucedió ayer tras la caída de la losa, con Rovira escapada, Turull k.o., y Romeva sin posibilidad de perder más pelo?

Demasiada ingenuidad, o demasiada ignorancia.

Siempre Carmena

Jueves, 22 de Marzo, 2018

El ridículo

Todavía hay personas sorprendidas por la indecente impostura de la alcaldesa Carmena. Hace mucho tiempo que no estamos en ese grupo debido al convencimiento absoluto de que ella y otros de su cuerda se rigen por códigos éticos, diccionarios e incluso reglas matemáticas distintos a los admitidos por las dos culturas, la oriental y la occidental.

Comprobadas en casos anteriores las diferencias que existen entre lo que significa el bienestar, el progreso, la comodidad o el sentido común para la gran mayoría, y lo que significan esos conceptos para Carmena, la brecha se acrecienta en cada nueva oportunidad. Y la de Lavapiés ha servido para que el abismo deje en ridículo el tajo del cañón del Colorado. Sí, el del colorín, colorado.

A un lado están ella y sus mariachis, y enfrente, cañón mediante, tipos como Platón, Boyle Mariotte, el propio Stephen Hawking y otros muy normalitos que tratamos de aprender de los sabios qué es lo se entiende por bien y mal, por ser y esencia, por gravedad y vacío.

La soberbia de esta rapaza, camuflada por sucesivas pátinas de cándida impostura, llega al extremo de camuflar la verdad, tal como ordena el postulado del activismo antisistema: no dejes que la verdad te arruine un buen argumento para cargarte la sociedad. Y que ni siquiera es original porque está plagiado del código contra el mal periodismo: No dejes que la verdad te estropee un buen reportaje.

Pues esta señora y su equipo lo bordan, ya que logran transformar un accidente cardiovascular en la chispa de un conflicto racial que iba camino de convertirse en un Mississippi Burning.

Habrá gente que todavía se sorprenda con el personaje, e incluso que lo admiren, o que necesiten más tiempo para descubrirlo. Hay gente pa tó, como dijo El Gallo al saber que Ortega era filósofo.

Todos no somos Ana Julia

Miércoles, 21 de Marzo, 2018

Mentir hasta aburrir

Tiene gracia que García Montero quiera sacar tajada del asesinato de Gabriel a favor de un etéreo e inmaculado comunismo acusándonos al resto de ser unos capitalistas infanticidas que pretendemos sacar tajada de la muerte del niño.

Tanta tajada hiede. Si el capitalismo mata, el comunismo asesina, y venir a estas alturas de la historia con semejante argumento solo demuestra que García Montero está fuera del mercado laboral, del político, e incluso, del emocional. Está gagá, como la braga de Isabel la Católica. Rezuma odio y dispara sin bala.

Por muy poeta que sea García Montero, la metáfora de que todos somos Ana Julia le ha salido del alma como un pedo del diablo. Seguramente es otro de los que sufren al saber que la culpable reúne características de colectivos que merecen ayudas, pero así es la vida.

Nadie sensato acusará a las mujeres dominicanas de ser sádicas egoístas sin empatía ni sentimientos, como él hace con todos nosotros. La acusación va directamente contra Ana Julia, porque las pistas así parecen indicarlo.

Si esta realidad le joroba sus razonamientos al poeta será señal de que están mal planteados, pero no trate de hacer trampas, ni de revolcarse por el suelo como un niño mal criado, llorando y pataleando para salirse con la suya.

Ha perdido la partida y en esos casos, lo prudente es achantar la mui, hacer hueco al rabo entre las piernas y perderse en el gris de la masa hasta mejor ocasión, que sin duda la habrá.

Entre usted y los que trataron de manipular la muerte de Mame Mbaye, vamos a acabar creyendo que solo saben chapotear en la mentira, porque la verdad les queda demasiado ancha para su cortedad mental. La mentira revolucionaria, como la llaman.

Por Gabriel, que es la víctima, debería calmarse y llorarlo. Con eso basta.

Papá y Pepe

Martes, 20 de Marzo, 2018

Pierre Curie. La que está sentada es madame Curie

Una fecha como la de ayer no cuenta con el beneplácito del Gran Consejo de la Calle, allí donde se deciden las manifestaciones, barricadas, desfiles y algaradas.

Es una fecha carca donde las haya. No se festeja ningún multiculturalismo de ninguna especie, ni alaba ninguna alternativa de disfrute sexual, salvo la de siempre, soltar semillas para tener más hijos y garantizar la siguiente generación, hacerlo entre hombres y mujeres para que el brote germine y además, ensalzar la figura del padre, que es como el dictador machista por naturaleza, el que fija la hora de volver a casa y el que pone mala cara si vienen suspensos. ¡Los padres! ¡Peste de tíos!

Lo más bonito que se le puede decir a un padre es “Yo no te pedí que me engendraras”. Todos los que lo somos lo hemos oído alguna vez porque la adolescencia se repite como el ajo y hasta que se pasa debido al inexorable avance del calendario, siempre da momentos de rebeldía que ponen a prueba la escasa dotación de paciencia con la que nos equipan a los padres.

Para acrecentar su carcundia, ni siquiera tiene la fecha ese ramalazo progre y feminista del que goza el Día de la Madre, que sin dejar de ser una fiesta conservadora y naftalínica, la gente la sobrelleva por aquello de que la madre siempre es una madame Curie en potencia que ha aparcado el descubrimiento del polonio por la crianza de sus pollos.

Pero del padre nunca se dice que pudo haber sido Pierre Curie y que no lo fue por lo de los garbanzos. No, el padre es un gilipollas y nada más.

El colmo de la fecha es que al tiempo se celebra un santo tan vulgar y otrora extendido como José. Nada menos que Pepe, padre putativo, que es como decir nada, un florero.

Nuestra venganza es que cada día hay menos Pepes y mañana seremos tan apreciados como hoy lo son los Kevin Costner de Jesús.