Archivo de Enero, 2014

Ulises siempre viaja

Viernes, 31 de Enero, 2014

Rodeado de presidentes en El Primer Naufragio, y en el segundo

De la resistible ascensión a la evitable caída. Todo pudo ser de otra forma, aunque para ello Pedro José tendría que haberse llamado Casimiro, que es como comenzará a firmar a partir de ahora el director de El Mundo.

Desde que se confirma su salida del periódico por él fundado hace 25 años, se desata una tromba de comentarios que estaban retenidos por la presa Syncrude, que va a ser la mayor dEl Mundo, y que ahora se desparraman por los campos anegándolos de tuits, prueba de que el hombre hizo de todo, menos pasar desapercibido.

Para explicarlo abundan las interpretaciones políticas, más que las periodísticas o empresariales. Es lógico, basta repasar la lista de presidentes del Gobierno, desde González a Rajoy, para encontrar a Pedrojota detrás de informaciones perjudiciales para cada uno de ellos, del GAL a Bárcenas; de la guerra al 11M, pasando por cientos de batallas que el riojano libra manteniéndose en su cargo hasta la última.

Por eso él se despide con la estrofa final del poema Ulises, de Alfred Tennyson, paradigma del tesón con tintes guerreros, que se encuentra clavada en una cruz del lugar antártico llamado Observation Hill, en honor del explorador Robert F. Scott y los suyos, muertos en el Polo Sur tras explorarlo: “Debilitado por el tiempo y el destino, pero fuerte en voluntad para esforzarse, buscar, encontrar y no ceder”.

El periodista ha estado en el ojo del huracán mucho tiempo y en muchos frentes. Ha sido, más que relator, protagonista, pero así como los políticos entienden que entre ellos, perro no come perro, al dueño de las portadas acusatorias no se le perdona.

Habrá motivo para todo, no cabe duda, pero Ramírez, qué quieren que les diga, es al periodismo lo que Ághata a la moda; a nadie deja indiferente.

Fiesta blanca

Jueves, 30 de Enero, 2014

¿Era como dice la pancarta?

¡Qué abrazos! ¡Qué efusiones! Solo por ver la alegría de la Marea Blanca merece la pena montar campañas de chichinabo para que todo quede como está, pero que justifiquen bailar el bimbó de Georgie Dann agarrados de las ancas.

Durante muchos meses la Marea Blanca sale a las calles para oponerse a la privatización de la gestión en seis hospitales de Madrid, aunque más de una vez hemos oído cómo desaparece “gestión” y queda solo “privatización”. No es lo mismo, ni parecido. Hoy funcionan docenas de modelos de gestión privada o gestión mixta sin que en absoluto se resienta el carácter público de la sanidad, uno de los orgullos españoles no siempre bien valorado por nosotros mismos.

El caso es que no se privatiza la gestión y el colectivo que luchó contra ella lo celebra con escenas dignas de ser recogidas por Delacroix en una nueva Marea blanca guiando al pueblo.

Lo que no está muy claro es qué celebran. Caben varias posibilidades. Por ejemplo, culminar el éxito del objetivo marcado. Parece indudable que sí. Esos achuchones, besos y carantoñas no se fabrican de una día para otro.

La dimisión de Lasquetty también puede ser motivo de festejo, pero por si sola no da para tanta algarabía. Refrendar lo bien que lo hacen los actuales gestores no parece ser el gran logro y que todo quede como está, tampoco, porque el ahorro y la eficacia no tienen ideología, ni discusión. Demostrarse a si mismos que la constancia da sus frutos, ya vimos que sí. Alejar el miedo de un gestor privado que recomponga funciones y corte cabezas AMGD, es muy probable.

El único factor del que no se pueden alegrar es de haber impedido la privatización, porque es imposible… de momento.

El patio machista

Miércoles, 29 de Enero, 2014

El goleador censurado

El Gobierno vasco ha emprendido una serie de medidas encaminadas a terminar con la distribución sexista del patio de los colegios, un ámbito que hasta el momento no era de competencia autonómica, sino de los escolares.

La descripción del problema es como sigue: Llega la hora del recreo y los alumnos transforman el patio en un campo de fútbol. Las alumnas sin intereses balompédicos se ven obligadas a retirarse y buscar rincones protegidos de balonazos. Lo mismo les ocurre a los aficionados al curling, a la petanca o a comentar las novedades discográficas. No tienen patio. O dicho en clave tradicional: El patio de mi colegio es particular. Lo usan mis compis para chutar.

El Gobierno aborda la situación con ánimo decidido y para que se comprenda la gravedad del caso, la denuncia como un caso de abuso sexista, que eso hoy tiene mucho predicamento. Nada de fútbol a diario. Como mucho, día sí, día no.

En los recreos que toca abstención futbolera no se distribuyen pelotas y se juega a… no sé. Falta un decreto que desarrolle la actividad del patio los días sin fútbol, que son como aquellos Días sin Postre de la posguerra, pero a la moderna, contra el sexismo. En otras épocas nos pondrían a recortar mariquitas, pero hoy eso sería degradante para ellas, aunque muy igualitario para ellos. La carabina de Flora, que a veces dispara y otras se atora.

Quizás se promueva ahora un movimiento de protesta bajo la pancarta de “El patio, para quien lo suda”, o quizás se plieguen los futboleros a los días en barbecho. Tampoco faltarán quienes vean en la medida un ataque directo a las canteras del Bilbao y la Real Sociedad.

El intervencionismo es lo que tiene. En cuanto crees haber solucionado un roto, abres al lado un descosido.

Alejo se aleja

Martes, 28 de Enero, 2014

Alfa = Alejo

El hombre de la voz quebrada se arrastraba por el PP desde el Pacto del Majestic, cuando su partido entró en sintonía con CiU para hacer presidente a Aznar en contra de su opinión. Fue hace 18 años, pero el hombre quedó marcado y durante este tiempo el desgaje se acentuó hasta la ruptura de ayer. El camino emprendido entonces no llevaba a una solución distinta de la que ha sido.

En el fondo de la cuestión permanecen los mismos motivos del Majestic, aunque ahora no se trata de entrar en connivencia con Jordi Pujol para gobernar en España, sino de parar los pies a Mas para que no la destruya.

Pese a su voz cascada, Alejo Vidal-Quadras quiere pronunciar un discurso claro y diáfano, donde la conquista del poder no pase por las medias tintas, ni obligue a la renuncia de principios, ésos que cuando no se ven amenazados, se airean con entusiasmo, pero que se esconden en cuanto suponen un estorbo para mandar.

Se le puede tachar de ingenuo, de intransigente o de tozudo, pero no de incongruente, salvo durante el tiempo en que permanece dentro de una estructura con la que no se encuentra cómodo.

Se ha ido a Vox, donde ya estaba de facto, y lo ha hecho, dice, con dolor. No hay motivos para no creerle. Acusa a Rajoy de fatalismo escéptico, falta de pasión y aceptación del riesgo, que se resume en una ideología vergonzante. Él, que es catedrático de Física Atómica y Nuclear, ha optado por la desintegración del átomo para formar otro donde los protones y los neutrones no se limiten a girar alrededor del núcleo. Se sabe por experiencia que eso es factible mientras se está alejado del poder, pero también que las dificultades crecen a medida que aumenta la cercanía.

Quizás el físico no ansíe el poder, sino estar a gusto.

Carta a Hollande

Lunes, 27 de Enero, 2014

El Papa le dijo: “Debes dejar a esa mujer”. Y él dejó a Valérie

Mon chéri president:

Permíteme que te tutée, pero es que llevamos tanto tiempo metiéndonos en tu bragueta y tú en la nuestra, que resultas un tipo cercano y familiar. Ya dicen en el patio de la corrala: Sí, hombre, el Hollande; ése que viene todas las noches y se va con el alba, que es lo que más le disgustaba a Aute.

Te iba a llamar Querido presidente, pero en español me sonaba un poco fuerte dadas las circunstancias borrascosas por las que atraviesas. Por cierto, ¿cómo se dice en francés cuando te separas de quien no estás casado después de dejar a la mujer con la que te casaste y antes de estar con la que no te casarás? ¿Désintégré? Je suis désintégré de Valérie.

Ya viste cómo te miraba el Papa. Parecía que en vez de estar recibiendo al presidente alegre de la República Francesa, le había tocado en audiencia el embajador del Señor de las Moscas, el siempre temido Belcebú, con malas noticias sobre el overbooking del infierno.

En realidad te escribo para decirte que has hecho muy bien. El tráfico en París está muy pesado. Aunque vayas en moto y sea de madrugada, cualquier día te puede pasar un percance. Y tú ya estás para sopitas y buen vino.

Comprendo no obstante, que el divorcio, o como se llame, de Valérie te aboca a un conflicto de estrategia mucho mayor del que tenías, porque si vas a vivir en el Elíseo con Julie, ¿significa que abandonas para siempre tu afición por el motociclismo? Y si Julie se queda donde está, ¿vas a seguir yendo con casco integral, o te bastará una chichonera abierta por delante para que todos los franceses sepan de tus idas y venidas?

No hace falta que me contestes a vuelta de correo, sino después de la publicidad. Tú arregla lo tuyo y consensúalo con el motorista.

El piltrafilla

Domingo, 26 de Enero, 2014

La página de We the people

“Nosotros, el pueblo” son las palabras que encabezan la constitución norteamericana y también el título de una medida de participación ciudadana en las decisiones del Gobierno que remedia en parte el vacío opinativo que el votante siente entre dos elecciones.

Cualquier cosa antes que institucionalizar la quema de contenedores como expresión máxima del poder popular, una medida que sin duda está siendo promocionada ¡por los fabricantes de contenedores, naturalmente! para sacarles el dinero a quienes los queman sin que ellos se den cuenta, yéndose a casa con la sensación de que han tomado la Bastilla. Se puede ser más memo, pero para eso hay que hacer un máster.

La prensa internacional se ocupa estos días de la iniciativa americana a causa de un asunto menor, pero goloso, pues proceden a recoger firmas para que sea declarado indeseable, y por lo tanto, expulsado del país, un cantante canadiense que responde a las iniciales JB y que le pega al frasco, a la frasca y al acelerador de los coches, motivo por el cual, en su imprudencia puede ocasionar un accidente y rozar un contenedor. Como es de todos, todos se verían obligados a pagarlo y no quieren.

“Nosotros, el pueblo” necesita cien mil firmas para que la iniciativa sea tenida en cuenta. También es imprescindible que el cantante haya cometido determinados delitos, y finalmente, lo más difícil de todo, el deseo de los ciudadanos, e incluso del Gobierno, chocará contra sus abogados y contra los millones de dólares que ese muchachito pueda estar generando a los EE.UU. como residente en ellos. En cualquier caso, cien o doscientos mil ciudadanos le habrán dicho a la cara: Chaval, eres un piltrafilla millonario impresentable. Y se habrán quedado tan a gusto.

Los nuevos directivos

Sábado, 25 de Enero, 2014

Laporta, Rosell y detrás, Bartomeu

Recuerdo haber visto hace una década un encomiástico reportaje en el que se presentaba al trío Laporta, Rosell y Bartomeu como el paradigma de los nuevos directivos del fútbol español. Jóvenes, guapos y suficientemente preparados.

Al lado de su despacho habían dispuesto una sala de brainstorming para celebrar tormentas de ideas, justo después de la sesión matinal de taichí y antes de la información bursátil a manos de un experto en Day-trading.

Jopé. Qué nivelazo. Atrás quedaba el nuñismo paletoide y las santiaguinas caciquiles, la boina calada y el as de bastos para sacudir con él a los trencillas anticaseros. Llegaba la new age balompédica.

La armonía duró poco. Rosell, Bartomeu y otros dos dejaron el núcleo duro del presidente y entonces se pensó que se marchaban los buenos y quedaba el malo. Después se dijo que Bartomeu había sido el causante de las desavenencias entre el número uno y el número dos. No sé.

Cayó Laporta y el dos fue uno. Ahora cae Rosell y viene el tres, sin que ninguno de los anteriores quede de bueno. Para distraer millones tampoco son necesarias muchas tormentas de ideas. Basta tenerlo claro desde el principio y actuar en consecuencia, máxime en precios tan etéreos e insondables como son los que fijan el valor de los futbolistas.

Si se pagan esas cantidades es porque las generan, se explica a quienes no las entienden. Y vaya si las generan, especialmente si la distracción está bien hecha y nadie se da cuenta. Pero parece ser que éste no va a ser el caso. Como se dice en tertulianés, a Rosell lo han pillado con el carrito del helado y la erótica de los nuevos directivos se ha esfumado. Solo queda Bartomeu. Deberían reponer aquel largo reportaje. Ahora sí tiene auténtico interés informativo.

El plan sin plan

Viernes, 24 de Enero, 2014

La propaganda no admite fisuras

El plan es no tener plan. Quienes lo tienen son los pancatalanistas. Y muy bueno. Prueba de ello es que en apenas unos añitos de nada han logrado rebajar el 91 y pico de catalanes constitucionales en un cincuenta por ciento. Eso sí que es un plan Pons, independencia en siete días.

Que para ello hayan tenido que maquillar las cifras, acordonar la información, domeñar la educación y acojonar a la población es algo consustancial con los planes. Mao, Hitler, Stalin y los grandes planificadores de masas también lo hicieron porque de otra forma, o no es posible, o se tarda tanto tiempo que el creador de la estrategia nunca llega a ver los resultados.

El plan es decirles la verdad, aunque la verdad siempre ha estado ahí, al alcance de los medios que quisieron verla. Lo complicado ahora será encontrar los soportes que la transmitan.

Y cuando decimos verdad no es para definir ningún concepto majestuoso e inamovible, sino simplemente la suma de todas las mentiras existentes, tal como se define la información en teoría periodística.

Un individuo informado es aquél que conoce todos los puntos de vista y decide en consecuencia. El resultado ha de ser común en lo sustancial y diverso en los caminos para lograrlo, pero cuando se falla en la primera premisa y solo se recibe una consigna machacona, no hay una sociedad informada, sino deformada.

El único plan es devolver la pluralidad sin coacciones, bandas armadas o bandas administrativas. Y ni siquiera llamarle plan, porque se corre el peligro de caer en el error contrario.

La duda radica en saber si el Estado tiene vías para lograrlo, o se actúa tan tarde que el huevo de la serpiente ha eclosionado y se enseñorea en el nido.

Manu en Brihuega

Jueves, 23 de Enero, 2014

El periodista en Brihuega

En Brihuega, la Casa de los Gramáticos da a la plaza Manuel Leguineche, frente por frente con el convento de San José, que hoy no es tal, sino la sede del Museo de Miniaturas del Profesor Max, Juan Elegido Millán, ilusionista e hipnotizador briocense que recorrió el mundo causando el asombro cuando la televisión aún no era competencia.

La Casa de los Gramáticos fue la residencia de Manu Leguineche durante los últimos veinte años de su vida, tiempo suficiente para que el periodista vasco adquiriese también la condición de periodista alcarreño.

El azar, o la necesidad, quiso que en la misma plaza de una pequeña población apartada de las grandes rutas se fundiesen la memoria de dos viajeros empedernidos que de ello hicieron también su oficio.

Allí estuvimos en su día para contar la historia de Elegido, sabiendo que a pocos metros se encontraba un doliente Leguineche y fue entonces cuando caímos en esa paradoja que forman ese balcón de la Alcarria, el ilusionista y el periodista.

Elegido quería coleccionar recuerdos de los muchos países que visitaba con su espectáculo, pero sus giras eran largas y sus baúles iban llenos de lo necesario para las funciones. Se le ocurre entonces que podría cultivar su afición por el coleccionismo sin conflicto con sus maletas si adquiría miniaturas de cada lugar. Y así nació el museo.

A Leguineche ni siquiera se le planteaba el problema del espacio, porque lo que él coleccionó de cada país fueron crónicas, reportajes y libros. Unos los enviaba durante su estancia. Otros los traía en la cabeza, junto con algún apunte y poco más.

Mañana es el patrón de los periodistas y en España acabamos de perder uno de los que llaman, de raza. No hay exageración en la alabanza porque a Manu nadie se la va a discutir.

Primero de turnología

Miércoles, 22 de Enero, 2014

_¿Cuál es mi cámara?

Amando de Miguel y Antonio Burgos son los padres de la primera formulación lexicográfica del tertulianés, que es lengua nacida al rebufo de mesas y corrillos donde se habla del día, de sus políticos y sus miserias.

A ambos, como grandes Nebrijas de la neohabla, les interesa conocer una disciplina anexa que cobra fuerza de noche en noche, cual es la turnología, llamada a convertirse en pieza capital del tertulianés.

En turnología se estudian a su vez dos ramas fundamentales: Cómo defender el uso de la palabra y cómo apropiarse de la del contrario y/o colega. Hoy nos limitaremos a la primera de ellas.

El tertulianés acepta y aconseja las siguientes expresiones básicas: “Yo no te interrumpí” y su variante: “Todos te escuchamos en silencio”. En casos extremos se puede echar mano del modo interrogativo: “¿Me dejas continuar?”, o del admirativo vocativo: “¡Moderador! ¡Esto es insufrible!”

Si es el propio moderador quien trata de quitártela, existen dos fórmulas infalibles: “Veinte segundos y acabo”, o bien: “Solo una última cosa”. La ciencia turnológica desestima utilizar la expresión “Corrígeme si me equivoco”, pues se corre el peligro de que realmente te corrijan y te quedes con un palmo de narices. En ese sentido tampoco es aconsejable dirigirse al oponente diciéndole: “Háztelo mirar”, pues no solo le damos pie a que se lo mire, sino a que te diga cómo va a hacerlo, con la consiguiente pérdida de turno.

Entre “Es lo que yo digo siempre” y “Esto nunca lo había dicho antes”, debe optarse por el segundo enunciado. Crea más expectativas y te ayudará a arañar segundos, como a los equipos que van ganando. Si lo dices siempre, vete parando porque te vas a hacer pesado.