Archivo de Diciembre, 2004

PAZ a los hombres

Viernes, 31 de Diciembre, 2004

de mala voluntad*.

*Se supone que los de buena voluntad ya la tienen.

Teoría del caos

Jueves, 30 de Diciembre, 2004

Aragón, Valencia y el País Vasco ya están a la cola del archivo salmantino para llevarse sus papeles en cuanto lo haga Cataluña. Puede ser un espectáculo precioso, sólo comparable al protagonizado por Cirilo de Alejandría entrando a saco en la biblioteca tras despellejar a Hipatia. Un espectáculo digno de esa alianza de civilizaciones tan del gusto de Zp. ¿Qué coño de alianza si no es capaz de mantener la unidad de un archivo?
De la inmensa paletada que se avecina sólo nos pueden salvar dos circunstancias. Una, que la valla del alcalde charro Julián Lanzarote se convierta en muralla infranqueable defendida por miles de ciudadanos al grito de “antes muertos que chuleados”. Y dos, que el Gobierno vuelva a conjugar el verbo que más practica: rectificar.
La imagen de Zp en la sede de Protección Civil, interesándose por unos papeles que le ponían delante de sus narices, es un rayo de esperanza para los salmantinos. Después del caos de la nevada, el presidente quiso acercarse a la realidad y colocó sus napias a menos de una cuarta de los papeles. “¡Ah, es así! _ exclamó_ Desde la Moncloa no se veía tan claro! Ahora lo comprendo. Rectificaremos”. Y después se fue al teatro para cultivar su espíritu.
Cabe la posibilidad de que ahora también se acerque a Salamanca y compruebe de cerca que su pretensión, la de los expertos, la de Pérez, Labordeta, Erkoreka y Pla es un desatino tan grande como repartir los cuadros del Prado entre las ciudades donde hayan nacido sus autores. “Las Meninas…¡a Sevilla! El caballero de la mano en el pecho…¡a Creta!”
El conflicto no va a ser chiquito y nos puede entretener meses. Pérez aprovechará los huecos que le dejen las manifestaciones a favor de las selecciones catalanas para decir que España sigue explotando a Cataluña y donde había una reclamación trasnochada ahora habrá 16. (Es de suponer que Castilla-León no reclame nada a Salamanca).

Sala manca

Miércoles, 29 de Diciembre, 2004

Nadie parece saber en qué especialidad son expertos los expertos que aconsejan al Gobierno trocear el Archivo General de la Guerra Civil Española, que de esa forma deja de ser General, deja de cumplir los objetivos para los que fue creado _ “reunir la documentación dispersa” _, y deja atónitos a quienes todavía confiaban en la sensatez de un ejecutivo que ha de velar por los intereses de todos los ciudadanos y no sólo por los de uno de sus socios.
Quizás sean expertos en demoliciones, o en el ciclo reproductivo del pájaro chogüí. Quizás lo sean en aconsejar lo que el aconsejado quiere oír, pero en cualquier caso no lo son en archivos generales, pues a la vista de ellos sienten espasmos y se lanzan a trocearlos como si fueran tartas de cumpleaños.
Otros expertos de la misma calaña le han dicho al Gobierno que no existe ningún problema para que dos hombres o dos mujeres formen un matrimonio con todas las de la ley, y los ministros lo aprobarán hoy, convencidos de que pasarán a la historia como los apóstoles del nuevo milenio. Inexplicablemente, los expertos no se han pronunciado sobre la poligamia, ni sobre la poliandria, pese a que miles de españoles/as mantienen a queridas, machacantes, chulos amantes y barraganas huérfanos de ley y de amparo. A ver si para el 2005 se acomete la creación de nuevas figuras matrimoniales que satisfagan todas las necesidades, como por ejemplo, la unión de fetichista y calcetín, la de bestialista y burra y otra muy sentida, la de onanista y mano. Confiemos en los expertos como ZP confía en el comité de sabios que ha de acomodarle los medios de comunicación públicos. Solón y los otros seis sabios de Grecia no lo habrían hecho mejor: un Archivo General que se parte, un matrimonio donde no hay matri-, una nación con otras naciones dentro, y unos medios públicos que no parezcan privados.
Sólo nos falta el cuchillo sin mango ni hoja.

Yo no fui

Martes, 28 de Diciembre, 2004

Una característica muy española consiste en la práctica de la protesta atolondrada, esto es, en poner el grito en el cielo como primera medida ante cualquier acontecimiento. Si la analizamos con cierto detenimiento nos daremos cuenta de que se basa en el principio según el cual “la mejor defensa es siempre un buen ataque”. Por ejemplo, si ante un asesinato comentamos: “Es una vergüenza, debería haber más policías”, no sólo aprovechamos que el Turia pasa por Valencia para meternos con el Gobierno, sino que también lanzamos un mensaje a nuestro alrededor certificando que nosotros no hemos sido.
Esas masas que se juntan a las puertas de las comisarías para increpar a los detenidos no son sino ciudadanos de mala conciencia a los que les sirve cualquier chivo expiatorio para cargarle el muerto y liberarse ellos sin importarles un comino la culpabilidad del individuo.
Con el capítulo de las nevadas pasa algo parecido. Los gritos de “No hay derecho”, “Es una vergüenza” o “En Somalia esto no pasa” se comienzan a oír desde que caen los primeros copos hasta que llegamos a casa. Da lo mismo que gobierne el PSOE o el PP, siempre hay improvisación, siempre faltan quitanieves y siempre “vivimos en un país del tercer mundo”. Claro que para evitar estas críticas el Gobierno de turno tendría que tener un puesto de bebidas calientes cada cien metros, un quitanieves para marchar delante de cada turismo y un servicio de azafatas en minifalda que no sólo nos suministren las cadenas, sino que también se presten amablemente a instalarlas en las ruedas, mientras nosotros las observamos calentitos desde el interior del coche. Quizás así el Gobierno de turno se ganaría algún piropo.
Del Prestige tuvo la culpa Cuiña; del 11-M, Aznar; de la nevada, ZP… si nos llega a alcanzar el maremoto, tomaríamos por asalto la sede de la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima, aniquilando a sus dirigentes.

Merienda de inocentes

Lunes, 27 de Diciembre, 2004

La estrategia de algunos partidos en orden a sembrar la duda permanente sobre la identidad española con claro propósito de pescar a mansalva en río revuelto produce escalofríos, pero nadie parece dispuesto a evitarla.
A quienes votábamos en las generales convencidos de que lo hacíamos en una circunscripción única, nos quedaba el consuelo de saber que el Gobierno salido de esas urnas, fuese de un signo u otro, mantendría al pie de la letra el espíritu constitucional, que hasta ahora es el único consenso logrado para vivir en armonía.
Pero cuando se observa que ZP es capaz de traicionarse a sí mismo con tal de mantener el apoyo de sus socios, sólo nos queda admitir que hemos puesto en pie un sistema electoral perverso, pues lleva implícito el mecanismo de una bomba de relojería que se puede activar por deseo de minorías, dinamitando todo lo conseguido con gran esfuerzo desde el 75.
Sólo en este clima de pillaje y bandería se puede explicar que el PNV destaque la referencia a la “unidad solidaria” como el episodio más conflictivo del mensaje del Rey; sólo en este ambiente de dejación cabe mantener más de 24 horas en su cargo a una presidenta del Tribunal Constitucional que duda de la Constitución; sólo en una inestabilidad tan manifiesta es justificable el temor de los habitantes de Astorga a que su Palacio Episcopal _ hoy Museo de las Peregrinaciones _, sea trasladado piedra a piedra hacia el Oriente por el hecho de ser catalán quien lo diseñó.
Sí, porque el caso del Archivo de Salamanca no deja de ser una anécdota dentro del paquete que puede arrastrar tras de sí una política tan débil y entreguista como la que se está cocinando en nombre de la democracia a través de unos pinches incapaces de inspirar la mínima confianza institucional.
Y lo malo es que unos y otros ignoran el precio que puede llegar a pagarse por frivolizar con las cosas de comer.

Kofi, el ingenuo

Domingo, 26 de Diciembre, 2004

Una de dos, o Kofi Annan es tonto, o trata de que así nos lo creamos. A la vista de todo lo que le está cayendo, al secretario general de las Naciones Unidas no se le ocurre mejor reacción que la de alegrarse por el hecho de que al año 2004 sólo le queden tres telediarios.
“Ha sido un annus horribilis, pero afortunadamente ya se está acabando”. Este tío está convencido de que en el tránsito del 31-XII-2004 al 1-I-2005 se va a operar un cambio de aires beneficioso para la ONU por arte de birlibirloque y sin necesidad de acometer ninguna reforma que haga frente a la corrupción, la ineficacia y la burocratización que afectan al organismo.
Tan graves o más que las sospechas de corruptelas en torno al programa Petróleo por Alimentos, o el desvío de fondos hacia países, organismos o personajes incompatibles con la civilización, son las descripciones de la ONU como un monstruoso monumento levantado en honor de la ineficacia, donde la mayor parte de su presupuesto se dedica a su propia supervivencia para que se convoquen cientos de reuniones donde se programen más reuniones sin solución de continuidad.
Hace días uno de sus críticos se preguntaba si alguno de nosotros conocíamos un conflicto que se hubiese evitado por su mediación desde 1945, año en el que se crea precisamente para impedir nuevas guerras sentando en la misma mesa a todos los países del mundo.
Alguno habrá, pero no los conocemos. Sus resoluciones son papel mojado desde que nacen y a nadie parece preocuparle salvo para utilizarlas como armas arrojadizas que añadan leña a los conflictos.
La ingenuidad de Kofi Annan al mostrar su alivio por el final del 2004 contradice el principio de Peter, según el cual, si en el futuro puede ocurrir una desgracia mayor, ésta ocurrirá.

Censura

Sábado, 25 de Diciembre, 2004

Los villancicos ofenden los castos oídos agnósticos de ciertas autoridades civiles porque sus versos dicen que en el portal de Belén “hay estrellas, sol y luna”, un exceso de simbología cosmogónica para los tiempos que corren. Por lo tanto, se suprimen los villancicos.
El velo islamista ofende a los laicos franceses y también se suprime. La asignatura de religión tampoco es de recibo. ¿Para qué enseñar lo que ha presidido la historia del hombre, si lo que nos interesa es comenzar a presidirla nosotros, los laicos?
Ahora bien, si a Javier Krahe le da por desclavar a un Cristo, untarlo de mantequilla, meterlo en un horno y sacarlo a los tres días, en su punto, para promocionar un disco con sus amiguetes, nadie tiene por qué sentirse ofendido. Krahe está acogiéndose a la sacrosanta libertad de expresión. Y no se te ocurra criticarlo porque te cae el sambenito de carca, inquisidor y censor con distintivo azul, como los que lucen aquéllos que se atrevieron a decir que la obra teatral “Me cisco en la Santísima Trinidad”, original de un tipo de cuyo nombre no deseo acordarme, era exactamente eso, una mierda.
Todo ello nos ilustra sobre el curioso fenómeno que está afectando a muchas personas que despotricaban contra la censura franquista, y que sin embargo, a las primeras de cambio se han otorgado ellos el papel censor, demostrando que no querían acabar con esa práctica, sino asumirla de acuerdo con sus intereses. Es decir, igualico, igualico, que el difuntico del caudillico.
De acuerdo, dejemos que Krahe haga de la blasfemia la base de su merchandising, que Beckham sea san José y que Bisbal se meta en la cuna del Niño. Los payasos no ofenden. Si son buenos, hacen reir, y si son malos, causan lástima. Pero pasar por todo ello y reconocer al mismo tiempo que “Noche de paz” sea un himno ofensivo para el laicismo imperante, sólo cabe esperarlo de fachas con piel de cordero. Y no el pascual precisamente.

Los nuevos cruzados

Viernes, 24 de Diciembre, 2004

La revisión histórica de episodios como el de las cruzadas permite que hoy contemplemos aquellas movilizaciones con menos romanticismo y menor carga ideológica de la que venía aplicándose al efecto. La barbarie, la destrucción y el pillaje afloran por entre los nobles objetivos que hasta el siglo XX primaban en los relatos de los cruzados.
Desde que la corriente islámica salafista, defensora de retomar la primigenia tradición de Mahoma, une sus anhelos religiosos al concepto de la jihad, o lucha contra el infiel, el concepto de cruzada invierte la dirección de los ataques, y lo que antes eran masas de Occidente contra Oriente, y de cristianos contra infieles, ahora son terroristas islamistas _ que no son el Islam_, contra los infieles, que somos nosotros.
Los dos periodistas franceses recién liberados dicen que sus secuestradores son de ideología salafista y escamotean el adjetivo jihadista, quizás porque permanecen bajo el síndrome de Estocolmo, o porque los grupúsculos que imaginamos en la órbita de Al Qaeda son tantos y tan incontralables que cada uno hace la cruzada por su cuenta.
Si en el primer caso tardamos siglos en exponer con claridad la verdadera naturaleza de las expediciones enviadas a Tierra Santa, con esta jihad de retorno no pasa lo mismo. Hoy ya sabemos que debajo de la ideología y la religión existen fuertes componentes de conquista, de imperialismo y de vulgar delincuencia.
Por eso, cuando los dos periodistas dicen tras cuatro meses de secuestro que no se ha pagado rescate por ellos, hay que echarse a temblar, pues si no es dinero lo que medió entre el cautiverio y la liberación, se abren las puertas para pensar que bien pudo existir una contraprestación política, y entonces no sabemos qué opción es la peor.
En Francia respiran felices en vísperas de la Navidad, pero todos guardan un amargo silencio sobre el precio del alivio.

Aniquileitor

Jueves, 23 de Diciembre, 2004

Varios colegas en el oficio de juntar letras, al decir del ínclito García, proponen para el presidente del Gobierno el título de José Luis Rodríguez Zapatero I El Agotao. Creo sinceramente que es un título injusto e inadecuado al personaje, como ocurre con la mayoría de los que acompañan a los monarcas, excepto en el caso de Sancho El Gordo, que en verdad era craso y obeso, como el primer premio de Sort, y además, de León, como el personaje que nos ocupa.
Cierto que dos de sus últimas actuaciones _la anulación de su viaje a Polonia por estar pelín fané, y su ausencia de la presentación del Año Quijote, porque “hoy no me puedo levantar”, según José Manuel Blecua_, invitan a pensar que ZP es un hombre dado a la inactividad. Sin embargo, más parece efecto de un espejismo que de manifiesta vaguería. En realidad ZP no para desde que llegó a la Moncloa. Entre actuaciones y rectificaciones no hay día en el que no nos zarandee el ánimo con nuevos planes, nuevos sacramentos laicos, nuevos mapas de España, nueva Constitución, nuevos socios internacionales, nuevas cortapisas a la independencia judicial, nuevas concesiones al islamismo, nuevas novedades tras las que se pretende camuflar un perverso objetivo cuyas últimas consecuencias no conoce ni él.
ZP trata de demostrar que desde Evenor y Leucipe, los primeros reyes míticos de España, hasta Aznar, se vino gobernando de una manera, y a partir de su llegada, de otra.
De seguir en esta línea va a conseguir plenamente su propósito, pues las posibilidades de que España siga siendo algo son cada día más escasas. Con ZP, el apodo de el Agotao resulta propio para el Estado español, pero no para él. Para él propondríamos ZP, El Aniquileitor, que es título de cine y no de rey.
Su propio partido, con Maragall y Patxi López por un lado, y Bono e Ibarra por otro, está a punto de la confrontación. Nunca en menos tiempo se había aniquilado tanto.

Sin dejar huella

Miércoles, 22 de Diciembre, 2004

La secretaria de Igualdad del PSOE, Isabel Montaño, califica de “sorprendente” la liberación de Mustafa Kamal, el imán de Fuengirola. Como saben, el imán abandonó la prisión de Alhaurín de la Torre a cambio de que estudie la Constitución en un curso de CCC, los pioneros de la enseñanza a distancia.
Compartimos su sorpresa, pero como somos más brutos que ella, la calificamos de “acojonante”, ya que es un término políticamente correcto, pues se encuentra en el vocabulario de cualquier parvulito español actual.
La autoridad judicial espera que con esta medida Mustafá se dé de bruces contra el artículo 15 de la Carta Magna, y cuando lea que el español y la española tienen derecho a la integridad física, caiga de hinojos, y alzando los brazos en dirección a la Carrera de San Jerónimo, exclame: “Gracias, Alá mío, hoy he visto la luz y me ha deslumbrado. ¡A la mujer no hay que pegarle sin dejar huella ni cerquillo! ¡Estaba equivocado! ¡A la mujer hay que hacerle mimitos!”
Posteriormente reunirá todos los ejemplares de su libro y los inmolará en una pira ante la Moncloa, sede del Gobierno paritario.
Camacho, el de Gescartera, Vera y el último chorizo enchironado quieren que la Audiencia de Barcelona les aplique a ellos el mismo método de reinserción y prometen que cuando lleguen a los respectivos artículos de la Constitución que les afectan, caerán cuales Saulos de sus caballos, verán la luz y harán el mismo propósito de la enmienda que Mustafa. “Nosotros _ dice al unísono la población reclusa española _ tampoco leímos la letra pequeña de la Constitución”.
En el fondo todos los delincuentes aspiran a lo mismo: pegar, matar, desfalcar o robar sin dejar huella. Y si pese a ello, en algún momento son pillados, alegar desconocimiento de la ley. Pero aquí habíamos quedado en que la ignorancia no era eximente.