Marruecos y Maduro
Domingo, 30 de Abril, 2017
Visión de futuro
No sé qué será peor para la causa independentista. Que no te reciban en Marruecos, o que te reciba Maduro.
Lo primero es malo en sí mismo, porque te ningunean:
_No, el ministro ese día tiene dentista… y casualmente el subsecretario ha quedado con su esposa para ir de compras al zoco… ¿Quién dice? ¿La delegada de Abastos? ¡Imposible! ¡Está de visita oficial en España!
Aunque Puigdemont y los de Flandes hubieran aceptado reunirse con el bedel del ministerio de Comercio marroquí con tal de salvar así su misión en el extranjero, se encontrarían con una disculpa insalvable:
_Estos días el señor bedel disfruta de sus Moscosos en la playa de Agadir.
Total, la misión comercial flamenco-catalana en Marruecos ha tenido que suspenderse por falta de interlocutores válidos; o para ser más exactos, por falta de voluntad. Y digo yo, sin tener la más mínima experiencia en relaciones internacionales, ¿estas cosas no se cierran bien cerradas antes de abrir la boca sobre ellas, y no se dan por acordadas hasta consensuar el color del calzoncillo que van a llevar en la cena de gala cada uno de los comensales para no coincidir en el servicio y llevarse un chasco? Parece de 1º de Diplomacia, rama básica.
En cuanto a lo de Maduro, el hecho de que ese señor que está siendo repudiado por la OEA, por la Eurocámara y por la Asociación de Personas con Dos Dedos de Frente, salga agarrado a una estelada es la prueba definitiva para demostrar que quienes se sienten representados por ella, o ya han perdido el juicio, o lo van a perder en breve.
De modo que con apenas unas horas de diferencia, Marruecos y Venezuela le han pegado dos soplamocos a la causa que la han dejado sola, fané y descangallá.
Bueno, sola no. Les queda Maduro.