Archivo de Noviembre, 2016

Dios y diablo

Miércoles, 30 de Noviembre, 2016

Admite todo

Entre ser un referente moral, o ser un asesino despiadado cabe todo un arco de conductas tan extenso que deja fuera pocas posibilidades más. Acaso nos faltarían la santidad por una punta, y el satanismo por la otra.

En ese espacioso abanico entre el bien y el mal se mueven los juicios que se le dedican estos días al difunto Fidel Castro. Pocos políticos actuales podrían aspirar a merecer veredictos tan dispares. ¿Quizás el coreano Kim Jong-un?

Pero siendo extensa la gama de opciones, pronto lo será mucho más, porque el régimen de Cuba ya comenzó la divinización del personaje y los anticastristas afilan navajas para rebanar su perfil más satánico.

¿Cómo es posible que la misma persona concite dos análisis tan extremos? Parece obligado pensar que uno de los dos está más alejado de la realidad que el otro. O que los dos se han disparatado bastante.

No. No es estrictamente necesario. Fijémonos en un único aspecto de los muchos que podrían tenerse en cuenta a la hora de valorarlo. Fijémonos en los distintos criterios que se utilizan a la hora de enjuiciar el respeto a la vida.

Si el verdugo se llama Otegi, Maduro, Castro o Companys; si las víctimas son policías, opositores liberales, defensores de la propiedad privada o catalanes reacios a dejarse laminar por la lógica revolucionaria y si se logra camuflarlos a todos bajo la capa siempre indigna de las fuerzas reaccionarias, matar será una actividad muy bien valorada, y hasta es posible convocar manifestaciones para pedir la libertad de quienes lleven la mochila cargada de explosivos y los puños tatuados de odio.

Si por el contrario los muertos caen del otro bando, toda violencia será reprobable. Solo con esta distinción se explica que Castro sea dios y diablo a la vez.

Ser o no ser

Martes, 29 de Noviembre, 2016

Todavía no sé si es buena o no

Que yo recuerde, ser español, gallego o kurdo, no es una opción que nos ponga la vida por delante, como si se tratase de elegir entre abogado, maderista o conductor de guaguas, que entonces sí, puedes tumbarte hacia un lado u otro.

Cabe sumar varias nacionalidades por razón de residencia u otras, e incluso renunciar a que oficialmente se te trate de italiano, pero si has nacido en Roma, te llamarán romano sin equivocarse un pelo, aunque seas rey de España.

Tampoco creo que la nacionalidad imprima un carácter por si sola, más allá de lo que arrastra la carga genética y la fuerza de la cultura y las costumbres de donde te desenvuelves. Ni que por nacer en tal o cual lugar tu comportamiento ha de ser racialmente distinto y uniforme, aunque algunos anunciantes se empeñen en que a todos los gallegos nos guste la misma forma de preparar la merluza.

Por eso no entiendo lo que quiere decir Fernando Trueba cuando declara no haberse sentido español ni un minuto de su vida. Y si lo entiendo, lo que entonces dejo de entender es que a nadie le pueda molestar lo más mínimo su declaración, que por otra parte es tan pedestre que podría habérsela ahorrado.

Si para ser español, gallego o kurdo hay que comportarse de determinada forma unívoca y admirar a la fuerza todo lo que han hecho los españoles, los gallegos o los kurdos, que no cuenten tampoco conmigo porque ese viaje se llama borreguismo ilustrado. Ahora bien, si se trata de no reconocer lo evidente, de molestar o insultar a quienes creen lo contrario, que tampoco llame nadie a esta puerta.

La vida es tan importante como para no derramarla en tonterías; aunque todo hay que decirlo, en este caso nos ha permitido cubrir una columna y no hablar en ella ni de Castro, ni de Podemos.

El estado de la cuestión

Lunes, 28 de Noviembre, 2016

El libro resultante

Por iniciativa de Jesús Vasallo y de la oficina cubana para el turismo (INTUR) participé hace treinta años en la elaboración de un libro sobre las posibilidades de abrir la isla a quienes no la tenían como etapa ni destino de sus andaduras, el turismo de yate y de grandes cruceros.

El trabajo no podía ser más agradable, pues se trataba de conocer a fondo la isla e informar de ello. Naturalmente fuimos conducidos y asesorados en cada uno de nuestros pasos y aunque a veces logramos escapar de la ruta oficial, está claro que vimos lo que los cubanos querían que viésemos.

Espléndidas playas, maravillosas calas para el buceo, el encanto de Santiago, el inolvidable Pinar del Río, los tabacos de Vuelta Abajo, los museos de la Revolución, Varadero, La Habana antigua, parques para el regocijo de botánicos, el Gramma, el mojito y el son.

Materia prima de sobrada calidad para turistas exigentes con el ingrediente adicional de visitar un país con un peculiar sistema político y unos habitantes siempre dispuestos al buen humor. El informe sobre lo que allí había fue fantástico. Teníamos que ser muy torpes para no apreciarlo.

Lo malo vino a la hora de señalar los lugares en los que esos adinerados turistas dejarían las ansiadas divisas, dónde estaban los hoteles de lujo, los muelles deportivos, las cafeterías bien surtidas, las tiendas de marca, las joyerías o cualquier chiringuito en los que el visitante se encapricha de bienes y mercancías y se los lleva aunque solo sea para presumir delante de las amistades. ¿A qué no sabes a cómo estaban los topacios?

Esa segunda parte de nuestro informe tuvo que reflejar el estrepitoso fracaso de la misión. El socialismo cubano era incompatible con el capitalismo feroz que se pretendía conseguir y desde entonces el castrismo no invitó a más periodistas españoles. Lo sabía todo. (2-VIII-2006).

Plutarco, Franco y Fidel

Domingo, 27 de Noviembre, 2016

Un capítulo que Plutarco no pudo escribir

A Plutarco no le costaría demasiado trabajo hilvanar como vidas paralelas las de Fidel Castro y Francisco Franco. Con menos mimbres escribe otras para formar sus famosas parejas.

Las de estos dos personajes comienzan con sus orígenes gallegos; para que luego hablen de lo coitadiños que somos. Los dos son testigos de abusos y de mal gobierno, aunque de distintos signo. Machado y Batista en Cuba; la República, en España.

En determinado momento ambos deciden enderezar el curso de la historia con su intervención armada, y a continuación, cuando lo consiguen, los dos llegan a la misma conclusión, que además coincide con el momento de máximo paralelismo.

Una vez que están en el poder piensan que eso de las elecciones es un camino arriesgado que puede traer como consecuencia perderlo. Mejor será asegurarse una revolución permanente, un movimiento uniformemente acelerado y quedarse al mando, vigilando que se cumplan estrictamente todos sus extremos.

Esto produce considerables víctimas y llena de exiliados los países limítrofes que miran hacia la patria con el convencimiento de que algún día pasará y podrán volver a ella. Pero esa fecha tarda en llegar.

A los dos les satisface sobremanera el culto a la personalidad y les irrita con igual fuerza la presencia de todos aquellos que pudieran hacerles sombra desde dentro.

Como prueba de su sentimiento de culpa y de sus nulos deseos de penar en vida, los dos se someten al juicio de los tiempos, convencidos de que la historia los absolverá porque lo suyo, en cualquier caso, fue un mal menor.

Tras su desaparición empiezan las diferencias. El régimen del español se liquida en dos patadas. El del cubano ha quedado atado bien atado, de modo que va a costar más trabajo desincrustarlo.

Pa qué te metes

Sábado, 26 de Noviembre, 2016

Eso que dice me suena. Lo que no sé es a qué

Las Ritas están en todos los titulares. La portavoz del ayuntamiento madrileño se quedó en blanco en rueda de prensa al no saber qué decir tras la pregunta de un periodista. He revisado la escena en vídeo y concluyo que me pasaría lo mismo. No sabría diferenciar las propuestas normativas de las no normativas aunque me quedase delante del micrófono un mes.

Claro que yo no soy portavoz, ni se me ocurriría serlo sin un concienzudo estudio de todo lo que me rodea, pero a otros les da igual ocho que ochenta.

Rita se levantó y desapareció de la vista de los periodistas, no sabemos muy bien si para revisar las disposiciones del reglamento, o para echarse a llorar en brazos de Carmena.

A su jefe le pasó algo parecido hace unos días en el Congreso, que perdió una pregunta por desconocimiento de las reglas. Y es que Manolete, si no sabes torear, ¿pa qué te metes?

El episodio me trajo a la mente lo que leí hace poco buscando crímenes de Pontevedra. Hay que fecharlo en 1894 y cuenta el caso de María Josefa Bázquez Romeu, vecina de San Martiño de Callobre, en A Estrada, que deseaba ganarse la vida como maestra de escuela y con tal objeto clava un pasquín a manera de anuncio en el atrio de la iglesia parroquial de Callobre, donde escribe:

“Seba Poner una Escuela Particular Deniños Para el 17 de Setiembre del año de 1894 Enla parroquia de San-guan do Callobre Enel Lugar de Bigo de Arriba Enlasala de Meceira de grana y alas Niñas les enseño Atrabagar de Puntillas y Marcar y Bordar. Para las que quieran Can Currir allá aella. El 17 del corriente Año de 1894. Escrita Por María Josefa Bázquez Romeu”.

El periodista finisecular que lo recoge la compara a los sacamuelas sin título que se meten a dentistas. Hoy hablaríamos de los advenedizos de la administración.

La cosa navideña

Viernes, 25 de Noviembre, 2016

Para una boda de veganos, como que no

Menudo susto se llevará Teresa Rodríguez cuando descubra que las palabras bautizo y bateo vienen del griego, o de más allá, y significan remojón. Ella que es tan consecuente con el origen etimológico de las palabras lo va a tener muy crudo si algún día pretende organizar para su retoño un bautizo civil sin agua, porque es tanto como un cocido sin cerdo.

Y no vale que el agua sea del grifo, sin bendecir, porque entonces todo se reduce a un baño. “El sábado duchamos al niño”. “¿Ah, sí? ¿Y cómo le vais a poner?” “Si hubiese sido niña, Nivea; pero como salió macho, lo llamaremos Legrain de París”.

Antonio Hernando fue más allá porque incluso estaba dispuesto a que Pedro Sánchez actuase de padrino en la ceremonia. ¿Qué pintan unos padrinos en un bautizo civil? ¿Sabe Hernando que su misión es procurar que el neófito mantenga actitud y costumbres cristianas de acuerdo con la organización en la que entra?

Si lo sabe, no le importa, porque es moderno y todo lo moderno es un jijijí jajajá. Pasa tres cuartos de lo propio cuando llegan estas fechas, las entrañables, y se les hace la picha un lío con los belenes, las estrellas de Oriente, el solsticio, la epifanía y el abrenuncio.

Quieren entrar en festividad porque la gente, el comercio y la fuerza irresistible de los siglos así lo demandan, pero por otra parte pretenden hacerlo en modo ateo y claro, festejar el nacimiento de Dios en modo ateo es como si dos veganos celebran su boda en “La Vaca Argentina”.

Entonces los ayuntamientos afectados por la presencia de un alcalde refractario comienzan a tomar medidas extrañas de índole paranoide.

Por ejemplo, delante del lugar donde normalmente se instalaba el belén, ellos van y dicen: “Este año aquí vamos a poner una cosa, así con luces, lozas y lazos”. Y se quedan más anchos que panchos.

La bajeza

Jueves, 24 de Noviembre, 2016

Rita Barberá, el año pasado

Salirse en el minuto de silencio a Rita Barberá es querer ser el muerto en el entierro, de modo que por ese lado los salidos no hacen más que confirmar la trayectoria que les caracteriza: llevarse todas las portadas al precio que sea, aunque éste sea el de la ignominia.

En el caso presente, a la infamia hay que añadir unas cuantas toneladas de soberbia mediante las cuales los salidos se erigen en jueces y parte con solo pensarlo.

Vienen de justificar lo injustificable en pisos, chanchullos, becas, contratos laborales, haciendas y subvenciones a chorro, pero se ponen todos exquisitos ante la sospecha de los asuntos que pudiesen afectar a la fallecida, ya juzgada por ellos.

Eso se llama mala baba y apretarse al cuello la soga con la que vas a ser ahorcado. La legislatura no ha hecho más que arrancar y las muestras de bajeza y de vergüenza ajena comienzan a apilarse a la vista de todos. ¿Quedará alguien con dos dedos de frente para seguir viéndolos con cierta ecuanimidad?

Sin los dos dedos ya sé que sí los habrá, pero confiemos en que este país supere todas las dificultades que se le ponen por delante y consiga educar a su ciudadanía de una vez por todas, máxima asignatura pendiente que arrastramos, como queda bien patente al echar un vistazo a la bancada del Congreso en días como los de ayer.

Hasta Rufián ha tenido la expresión lógica y humana de un sentimiento respetuoso ante la muerte de una persona por muy rival política que sea. Quizás el análisis que en su día se haga desde ERC sobre la exalcaldesa valenciana sea crítico y desfavorable. Nada tiene que ver una cosa con la otra, pero a éstos que ayer se comportaron como indecentes les resultará muy difícil reclamar respeto cuando ellos mismos alardean de no saber el significado de la palabra.

Pobrecillos. Tan jóvenes y tan amargados.

Paciencia no viene de pacer

Miércoles, 23 de Noviembre, 2016

Una nación, o sea, donde se nace

Teresa Rodríguez, la mandamás de Podemos en Andalucía _ ella diría mandamasa _, está encantada de haberse conocido y de tener nociones de etimología latina, pues gracias a ellas ha descubierto que nación viene de nacer “y es precioso”.

No lo sabe usted bien, doña Teresa. La etimología es un mundo extraordinario donde, fíjese, se descubre que cada palabra tiene su historia, ya que ninguna brota de forma espontánea como los granos en el culo.

Nación viene de nacer, dice la tía toda repolluda, como si acabase de desvelar la lectura jeroglífica de los egipcios. Pues ni eso, porque venir viene de nascor, nasci, natus sum. Pero bueno, dejémosla así, que se le ve muy contenta con la campanada.

De tal hallazgo deriva ella que Andalucía es una nación. Es un silogismo muy simple al alcance de cualquiera: Donde se nace es una nación. Yo nací en Andalucía. Ergo, Andalucía es una nación.

Lo malo es que también se pueden establecer otros silogismos similares con resultados dudosos; por ejemplo, si la primera premisa establece que “yo nací en Quiroga Ballesteros”, la conclusión es que esa calle también es una nación.

Teresa tiene que perfeccionar el argumento. De momento va bien encaminada y con menos mimbres comenzó Jordi Pujol a construir la entelequia catalana. Ya tenemos dos bases importantes en las que apoyar un sólido edificio: “Nación viene de nacer” y “Yo nací en Andalucía”. Compliquemos ahora el mensaje para que no resulte tan majadero ni obvio como el expuesto.

Un chorrito de Blas Infante, una cucharada de Lorca y una pizcas de Califato de Córdoba, no muchas, porque nos podemos pasar; viene el DAESH y nos lo lleva todo bajo el pretexto de que “mi abuelo nació en el Khilāfat Qurtuba”.

Asamblea de jefes

Martes, 22 de Noviembre, 2016

En la fila del medio, sentado en el extremo derecho, con camisa blanca, Creador de Humo

No sé si a Rajoy le encaja mejor el nombre sioux de Piel de Elefante, o el de Toro Sentado, aunque los dos son complementarios porque cuando el presidente ejerce de toro nunca se olvida de que también es paquidermo.

Se supone que le habrá gustado la forma en que lo rebautiza Merkel, candidata a confirmarse como Arrastrando Canoa, antes, durante y después del gran jefe Panocha al Viento.

¿Quién es el Caballo Loco en esta historia de hombres y mujeres de las praderas traspasada al siglo XIX? Podría pensarse que el título le encaja bien a Pedro Sánchez, pero para él, y mientras no se demuestre lo contrario, hay un jefe indio shawne que le viene al dedo. Se llamó Tecumseh y su traducción más exacta es Estrella Fugaz.

Caballo Loco, corríjanme si me equivoco, es título que le aviene a un personaje descabalgado, valga la contradicción, llamado Artur Mas. Su galope hacia adelante, con orejeras y sin freno, será estudiado como una de las estampidas más irresponsables de nuestra historia inmediata y con consecuencias todavía imprevisibles.

Hay un jefe kiowa poco divulgado, ni por el cine, ni por las enciclopedias de las praderas, que se llamó Tene-Angopte, o sea, Pájaro Pateador. No me digan por qué _ o mejor, díganmelo _, pero bajo ese nombre intuyo a Iglesias.

Quizá sea por Pájaro, quizá por Pateador, pero el caso es que cuando ahora repaso la lista de jefes indios para escribir esta tontá, al tropezar con PP, imagino PI.

Y ya así, al bulto, el inconsciente empareja a Garzón con Nube Roja; a Tardá, con Oso Blanco; a Rivera, con Conejo Corredor; a Susana Díaz, con Mangas Coloradas y a Esperanza Aguirre, con Pequeña Tortuga. Queda uno por adjudicar. ¿A quién llamamos Creador de Humo, que también lo hubo?

El rapapolvo

Lunes, 21 de Noviembre, 2016

_¡Señor Rufián!, y perdón por llamarle señor.

Cuentan que en sus inicios la fama de Emilio Castelar llega enseguida a oídos de Isabel II y la mujer quiere conocerlo. Charlan y al despedirse, la reina se ofrece para lo que Castelar pueda necesitar.

El arquetipo del buen orador español, que entonces navega por los veintitantos años, contesta:

_Gracias, majestad, pero soy republicano y esto me impide aceptar ninguna ayuda que vuestra majestad me ofrezca.

Lejos están las formas de don Emilio de parecerse a algunas de las que una chusma elevada al foro sin haber salvado la reválida elemental pretende imponer como norma en la vida parlamentaria.

Pero a grandes males, grandes remedios . De ese modo, se nos informa que la seño de la guardería, doña Ana Pastor, ha cogido por las orejas a uno de los educandos, el llamado Gabriel Rufián, se lo ha llevado a un aparte y le ha dicho que así, no. Que ésas no son maneras de dirigirse ni a sus compañeros de pupitre, ni al resto de los ciudadanos, por los muchos males que expande.

Expande odio, mala educación y violencia, una mezcla bautizada ya como rufianismo, pero a la que la seño quiere poner freno desde el primer momento de la legislatura. Bueno, desde el segundo momento, porque el acto inicial se le ha escapado, quizá porque es difícil imaginar tanta zafiedad en la tribuna de los oradores.

El republicano Castelar jugaría en el patio a la hora del recreo con cualquier monárquico antes de hacerlo con el republicano Rufián, y es que hay cosas que nada tienen que ver con las ideas políticas y mucho con el saber comportarse.

Quien confunda el Congreso con un tugurio de mala nota, se está confundiendo sobre si mismo, porque donde podría haber un congresista, en realidad hay un bergante; vamos, gente del bronce. A ver si tiene efecto el rapapolvo.