Archivo de Noviembre, 2006

Tres tristes titulares

Jueves, 30 de Noviembre, 2006

Hay días en los que la lectura de los titulares se convierte en un paseo por el universo de los oligofrénicos, que son muy respetables como personas, pero oligofrénicos. Hoy es uno de ellos.
Leemos en el primero que nos asalta: “Un colegio de Zaragoza decide no celebrar la Navidad para no molestar a los alumnos de otras confesiones”. Es decir, vamos a molestar sólo a la mayoritaria. Un claustro de profesores tan insigne merece perder de inmediato su licencia para enseñar, pues no sólo demuestra tener muy poco apego por la democracia, sino también, y ahí radica su mayor carencia, una ignorancia infinita sobre historia, astronomía, arte, literatura, física, literatura, antropología, filosofía y todas cuantas ciencias convierten la Navidad en un fenómeno que se remonta a los orígenes de los solsticios, varios millones de siglos antes de que existiese Zaragoza y sus colegios para bobos. Que no enseñen Matemáticas, que también irritan mucho.
Otro precioso titular narra: “ERC emite lotería de Navidad del país vecino”, y cuando te enteras que el país vecino no es Francia, sino España, te atragantas de la risa y ya no puedes seguir leyendo. Sin embargo, quien se tomó muy en serio la noticia fue el Sevilla, pues de acuerdo con ella, ya presume de ir a la cabeza de la Liga Española.
A los de ERC les vendrían de perlas unas pastillas para la memoria que se llaman… ¡Montserrat!
Finalizamos la revista de prensa con otro boletín que nos ilustra sobre la celebración de un funeral civil en un Palacio de los Deportes. Ese triste y lamentable enunciado no evita una profunda perplejidad. ¿Funeral civil? ¿Fueron a rezarle los registradores de la propiedad? ¿No tenía alma este pobre chico? No, era que no creía en los funerales religiosos. Sólo en los civiles. ¡Ah!
Puestos a desestructurar, es hora de ir preparando la concesión de las becas Orgasmus, de jugar a la lotería malaya y de inventar las hostias sin Dios para comuniones laicas.

Los cínicos censores

Martes, 28 de Noviembre, 2006

Nada hace predecir que el nuevo tripartito enmiende la plana al anterior en todo lo relativo a la política cultural y lingüística, motivo por cual el sector editorial ha decidido que tampoco es necesario esperar más tiempo para repetir las quejas que ya había planteado con Maragall.
El lamento librero es fácil de entender. Basta repasar con ellos las cifras del sector para comprobar el disparate. En Cataluña se editan más de la mitad de los libros españoles, de los cuales sólo el 17 por ciento lo hacen en catalán. La política de la Generalitat sólo contempla que estos últimos son dignos de ser promocionados, divulgados o paseados por el exterior, con lo cual está dando la espalda a la inmensa mayoría del sector. Un sector que es catalán como el que más; con empresarios, trabajadores, autores y lectores catalanes que reciben como premio a sus esfuerzos por la cultura el desprecio, la burla y la discriminación de sus administradores. En definitiva, que a todos ellos se les dispensa la categoría de represariados políticos. Y todo porque editan, escriben o leen en otro idioma. Eso sí, pagando las tasas e impuestos correspondientes.
Se pueden concebir fórmulas de censura más terroríficas, pero quizás no más cínicas.
A la injusticia social y a la dictadura cultural se une también el deterioro que el sector librero catalán sufre en sus salidas a las ferias internacionales, la pérdida de peso específico en el mercado mundial y el aislacionismo que se está labrando año tras año.
La Generalitat pensará sin duda que su labor de zapa para destruir una actividad pujante y consolidada responde fielmente a una política de excelsos ideales, pero que lo piense la Generalitat no es impedimento para que se trate de un bibliocausto tan indigno y facineroso como el que se achaca a todos los depredadores de la cultura que en la historia han sido. El orgullo que puedan sentir los nacionalistas en tal hazaña acabará estudiándose en los anales del totalitarismo, no en las antologías de la libertad.

Vídeo va

Martes, 28 de Noviembre, 2006

El PSOE contraataca a los manifestantes del sábado con un vídeo donde se plantea demostrar que el PP está deslegitimado para criticar el proceso, pues los dos han hecho lo mismo, han dicho lo mismo y todo lo mismo. M.A.R. reacciona y lanza otro que desacredita al primero. Quien esté libre de culpa que dé al Play.
Esta moda de tirarse vídeos a la cara tiene que guardar íntima relación con los índices de lectura, no cabe duda. Un informe de 20 folios no se lo traga ni Pepe Blanco, pero una peliculita de 20 minutos es como el No-Do, que lo metabolizas sin esfuerzo. Por eso cuando alguien quiere vender un producto, encarga un spot y no se le ocurre escribir un ensayo.
Pues bien, el spot del PSOE afirma que crear una mesa de partidos, abrir la posibilidad de que ETA acabe como triunfadora después de cuarenta años de asesinatos, y esbozar una cuchufleta a la lucha contraterrorista es exactamente lo mismo que reunirse una vez con ETA para comunicarle que la legalidad no es negociable; por cierto, grandísima perogrullada do las haya.
Posiblemente Aznar cometió el ingenuo error de hablarle a la cara a ETA, aunque sólo fuese para decirle que ni soñase en la negociación; pero de ahí a comparar lo que se está viviendo con ese desliz de cortesía, es como creer que somos cantantes de ópera por canturrear La donna è mobile… en la ducha.
Al tiempo que se lanzan las dos campañas “Tú también negociaste”, y su réplica, “Mientes cuando grabas”, voces como las de Rosa Díaz y Nicolás Redondo anuncian un informe de juristas donde se clama contra la creación de una mesa de partidos al margen del Parlamento vasco, porque, aseguran, supondría pagar un precio político inmenso, darle la razón a ETA, poner en riesgo el sistema democrático y subvertir los valores de tal forma que todo delito podría estar amparado por la excusa política. Un vídeo que sólo podría titularse, “Corrupción total”.

Un problema de educación

Lunes, 27 de Noviembre, 2006

Mas desconfía de la actual dirección socialista. Como para no hacerlo.
Uno de los momentos estelares de ZP fue aquella ocasión de la Cumbre Euromediterránea en la que su voz se cuela por un micrófono y gracias a ese despiste conocimos la intensidad de su calado político. “Hay que cerrar un acuerdo como sea, vamos”, ordena furioso. Tanto vale salir juntos de chatos con un palestino por las herriko tabernas, como declarar obligatoria la camiseta de felpa; el caso era presentar a la prensa un fruto de las jornadas.
Pero si la primera parte de la frase era enjundiosa, la segunda no le va a la zaga. “Como sea”. Es decir, sin reparo a la hora de conseguirlo; por ejemplo, retorciéndoles el brazo contra la espalda.
Ahora se trata de llegar a un acuerdo con ETA y tampoco está claro cuál ha de ser, ni cómo ha de lograrse, dos aspectos que la otra parte contratante tiene diáfanos desde el principio. Quieren todo, lo quieren ya, y a cambio sólo ofrecen la remota posibilidad de que si lo obtenido está a su pleno gusto, cabe pensar, en un futuro desconocido, que dejen de apretar el gatillo.
Como para salirse con la suya, Euskadi ya no sería España, ¿ante quién realizan su promesa? ¿Ante un futuro estado vecino? Y sobre todo, ¿vale algo su palabra? ¿Qué debe ZP a ETA?, pregunta Alcaraz. ¿Qué debe España a ETA?, parafraseamos desde aquí.
ZP cree o hace creer, que quienes se manifiestan en contra del proceso de rendición lo harían siempre y en todas circunstancias, porque son enemigos políticos suyos; pero no es cierto ni por el forro. En este contencioso lo que realmente indigna son las formas, los vaivenes, las traiciones, el desprecio y la insolencia con los que se adereza desde el principio. Ni siquiera se trata de discutir el fondo, o sea, los aspectos que entran en el campo de la plena ilegalidad, como es todo lo que afecta a la Constitución. Es más pedestre que eso. Es un problema de educación.

El papel todo lo aguanta

Domingo, 26 de Noviembre, 2006

Si Galicia va a ser lo que ponga el Estatuto, resulta un completo misterio por qué ningún partido propone incluir un párrafo que diga, más o menos, “Galicia é unha superpotencia histórica de moito carallo”. Ya decimos, más o menos.
No se trata ni de jugar en segunda, ni de jugar en primera. Directamente a la Champions League.
Por lo que se observa en los casos anteriores, estas cosas de las definiciones nacionales no te las conceden ni por el producto interior bruto, ni por el IRPF, ni por haber tenido cuatro reyes de la dinastía carolingia. Todo depende de que se pongan de acuerdo los representantes políticos. Más fácil imposible. Ni siquiera hace falta que el texto resultante esté en consonancia con la Constitución, que es eso lleno de artículos que vamos a celebrar el sexto día del último mes del año, como se escribe en algunos sitios para no decir el 6 de diciembre, que es como lo conocemos todos.
En tales circunstancias también llama poderosamente la atención que en el artículo segundo, inmediatamente detrás de la mención a la superpotencia, no se reconozca que todos los gallegos volamos como gorriones, que nos sabemos el Calepino de atrás hacia delante y que nos duele la cara de ser tan guapos/apas. Por el mismo precio no es cosa de quedarnos en bípedos implumes como el resto de los mortales que no han tenido la inmensa potra de nacer en Galicia.
Se supone que después de comprobar cómo negociaron los anteriores, a los gallegos nos queda mucho camino trillado y no vamos a tirar por la borda tan valiosa experiencia. Lo primero es que venga ZP a decirnos que él apoyará el Estatuto que salga del Parlamento de Galicia. Eso da mucha moral. Después ya lo peinará el presidente con quien haga falta y a la postre será el que salga del Parlamento, con más rapa o menos, pero el que salga.
Aunque no lo crean, nos parecemos mucho a Cataluña. Aquí tampoco gobierna el partido que ganó las elecciones.

La quinta

Sábado, 25 de Noviembre, 2006

Esto de manifestarse para decir que la ley es cosa buena y que las víctimas del terrorismo son familias a las que otras les han molido de forma inmisericorde suena a poco. Ya sea porque nos ilusiona pensar que ciertas cosas, como la barbarie tribal, pertenecen a un pasado remoto, o porque nos han hecho creer que el hombre del siglo XXI se había convertido en una especie de Platón con PDA, ya saben Personal Digital Assistant; el caso es que al contemplar a una muchedumbre que sacrifica un sábado para gritar mayúsculas obviedades nos inspira notable frustración; no exenta, eso sí, de la más incuestionable solidaridad.
Esas imágenes, al lado de otras en las que se ve a los causantes de las víctimas presentando una organización política que ahora se llama ahora (Orian), no son las soñadas para representar el grado de evolución política del siglo que arranca.
Se experimenta una sensación semejante cuando se conoce que en tal o cual colegio se han producido un caso de violencia contra los profesores. Entonces, ingenuamente te preguntas qué tipo de sociedad es ésta tan avanzada que ha inventado la fórmula para autodestruirse como los mensajes que recibían los agentes de Misión Imposible, y de contemplar su crisis con una meritoria pachorra a la espera de que suceda lo inevitable, es decir, que el cambio climático nos mande a todos a cultivar champiñones flota que te flotarás por la Vía Láctea adelante.
Eso sí, lo de Marbella es un escándalo fenomenal y hasta hay quien se extraña de que estas cosas ocurran en un país con tanto aprecio por las leyes. Será por las de la gravedad, porque lo que son las otras… hasta los jueces andan buscando fórmulas para saltárselas como sea.
Pero todo va a cambiar. Ahora pegar a un profesor va a ser un delito de los gordos. En cuanto los etarras salgan de la cárcel y dejen sitio, se van las llenar las celdas de padres asilvestrados e hijos imitadores.

Cuando ruge la rotativa

Viernes, 24 de Noviembre, 2006

Zarzalejos a Losantos. Losantos a Margarita. Margarita a San Sebastián. San Sebastián a Sopena. Sopena a Pedro J. Pedro J. a Cebrián. Cebrián a Vidal. Vidal a Zarzalejos y vuelta a empezar.
La profesión se parece a la de aquellos tiempos idos en los que se escribían editoriales con la pistola cargada en el cajón, o el florete colgado de la pared, que hasta vino un profesor francés de esgrima para que los periodistas madrileños tuviesen la suficiente habilidad con el acero como para no pincharse a las primeras de cambio.
No fue la época más brillante del periodismo español, pero sí la más activa. Los duelos no resuelven nada, pero dan muy bien en el cine.
Afortunadamente, hoy la profesión se tira al cuello con gran facilidad y sin florete. Acaso con fotos comprometidas, mentiras, sexo y cintas de videos. Nada de importancia. El punto en común entre las dos épocas periodísticas es el tremendo error de ser o creerse el protagonista de la noticia, cuando el cometido profesional dicta todo lo contrario, es decir, hacer de cada noticia una protagonista.
El ambiente está caldeado, es cierto. Entre el 18-J con FFB y el 11-M con ZP, nunca pugnaron dos interpretaciones políticas tan opuestas e incompatibles como lo hacen hoy, arrastrando detrás a dos nuevas Españas, de ésas que han de helarte el corazón. En este panorama, a la prensa le cuesta trabajo mantener el equilibrio por cuanto las dos tienen de dispares, y se ve abocada a tomar partido, a bajar a la arena del debate, a salir en titulares.
De la trifulca, gresca o sucesivas escaramuzas que se produzcan se derivará un importante balance de heridos. Ya los hubo, de hecho.
Convendría recordar que el público, aunque lo demande, no paga por ver a dos plumillas desplumándose, sino por una información y un criterio que les permita tomar con rigor sus propias decisiones. Para salsas rosas ya está la del tomate.

Salvar los muebles

Jueves, 23 de Noviembre, 2006

¿Es lícito criticar a ZP porque Moncloa gaste medio millón de euros en muebles nuevos?
No. La Moncloa debe estar limpia, impoluta y en perfecto estado de revista por si viene algún presidente bananero a vernos. Ahora bien, que sean precisamente 83 millones de las antediluvianas pesetas _ el diluvio ya saben cuándo vino _, suena algo exagerado, salvo que a los muebles les haya atacado de repente la Anobium punctatum, o sea, la carcoma, y se encuentren percudidos. De no ser así, y nada han dicho sobre plagas, estas cosas deben hacerse por etapas. “Sonsoles, de esta legislatura no pasa que cambiemos los muebles del dormitorio”. “¡Hombre, muy bien! ¿Y si pierdes las elecciones?”
Cuando llegó Aznar al palacio, lo primero que hizo fue sustituir los muebles de Patrimonio por los de su casa. Se ve que ni a él ni a Ana les molaban. Por lo tanto es de suponer que se los llevarían consigo y los que ahora pretende jubilar ZP son los mismos que se pasaron dos legislaturas tan ricamente en el guardamuebles.
¿Tan horrorosos son los enseres de Patrimonio que ni un presidente ni otro han podido soportarlos? ¿Cómo fue capaz González de convivir con ellos? ¿Era ésa la razón por la que se escapaba al jardín a cuidar los bonsais? ¿Creó la Bodeguilla para huir de su contemplación? ¿Son las sillas Luis XVI las causantes del síndrome de la Moncloa?
Ésas y otras interrogantes mantienen en vilo el ánimo de los españoles. Ojalá alcancen estos 83 millones de pelas para acabar para siempre con la maldición de los muebles de palacio, un tema que Iker Jiménez aún no ha abordado con la profundidad que se merece, pero que esperamos ver pronto en vías de solución, porque en política, como en tantos otros aspectos de la vida, lo importante es salvar los muebles, aunque se hunda todo lo demás alrededor. Guerra, no, y muebles horripilantes, tampoco.

Bombas y bombitas

Miércoles, 22 de Noviembre, 2006

El Supremo se concede una prórroga de un mes _ tiempo real, 18-E _, antes de contestar si es terrorismo lo que practican las organizaciones Jarrai, Haika y Segi, o es macramé.
La razón argüida para retrasar la respuesta es “la gran complejidad” del caso. En efecto, dilucidar si la quema de cajeros y la bronca urbana es la toma del Palacio de Invierno, o por el contrario, sólo se trata de inocentes algaradas propias de gamberros asilvestrados, no es cuestión que se resuelva a la violeta; no vaya a ser el diablo que por precipitación se postule a los cachorros etarras como niños Plus Ultra.
La prórroga coincide con otra significativa marcha atrás, cual es la exculpación de las herriko tabernas de financiar ETA y de otras implicaciones que apenas hace un año se tenían por evidentes.
Si alguien piensa que éste es el largo y duro camino prometido es posible que esté en lo cierto. Largo, por las prórrogas; duro, porque hay que tragarse los sapos crudos. El pueblo ya sabe que de Montesquieu nos queda lo que a Marilyn Monroe de virginidad. Todo por la paz, que es la nueva orla de entrada en los cuarteles de la Guardia Civil, y parece ser que del Supremo también.
¿Es terrorismo o no lo es? Ni idea. Es una barbaridad, se castiga y punto. Pero como la política ha introducido el perverso dilema sobre la presunta bondad de los actos violentos, aunque sigan siendo delitos, nos quedamos un mes más esperando el santo advenimiento. Vamos a pasar unas Navidades tranquilas y después de Reyes ya veremos cómo pinta Miguel.
Las amenazas a la justicia, el proceso de paz y el expreso de Irún pasaban por allí y el Supremo se ha hecho un lío con la respuesta. Si decide que no hay tal, estará abriendo la puerta al pillaje político y al uso de armas _ ¿qué es un cóctel Molotov? ¿Un botellón pasado de alcohol? _ Si dice que sí, a los chavales les suman 10 años de pena, ETA se cabrea y el Gobierno se va por los pantalones. Mejor, en enero.

Orejas de Comisionado

Martes, 21 de Noviembre, 2006

La frase de Peces Barba se había quedado aparcada por otros acontecimientos que le ganaban en urgencia, pero no por ello pierde un ápice su valor como majestuosa contribución a la historia universal de la ignominia.
Se trata de una frase de ésas que nada más escucharla, evoca los elogios que desde siempre se han dispensado al mérito de mantener la boca cerrada, frente a los peligros que supone abrirla para soltar un disparate, bien porque en la sesera no se guardan mayores fundamentos, bien porque se habla con el ánimo alterado. Es mejor callar y parecer tonto, dicen los prudentes, que hablar y demostrarlo fehacientemente.
La razón nos dicta que el señor Peces Barba no es de los que gastaron capirote en la escuela, de modo que cuando ahora reconoce que las críticas de las víctimas le entraban por un oído y le salían por otro, sólo cabe pensar que se encuentra muy cabreado consigo mismo por lo mal que lo ha hecho.
Porque cuando te nombran Alto Comisionado de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, lo último que se te pasa por la cabeza es que tu gestión va a ser un fracaso sin paliativos, pues es difícil concebir un empleo público donde el cometido vaya tan bien especificado en el título “ …de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo…” Vamos, nada de agricultura, nada de emigrantes o de centrales nucleares, que son fuentes de constantes engorros y quebraderos. Nada de eso. Todo muy sencillo; desgarrador, pero muy sencillo.
Si se abandona la encomienda con el culo a las goteras, si se maldice la hora en que se aceptó el cargo y se insulta a las víctimas que debería apoyar, admitiendo además que se padece una perforación de orejas, sólo puede haber dos explicaciones. O quien le nombró no tenía ninguna intención de apoyar a las víctimas, o el comisionado creyó que tal apoyo consiste en reposar las manos sobre sus cabezas y apretar hacia abajo, mientras ellas protestan a unos tímpanos de entrada y salida.