Archivo de Abril, 2018

El miedo ambiente

Lunes, 30 de Abril, 2018

Usted sin miedo, señora

En uno de esos vídeochistes que nos cruzamos a diario sin saber si son despieces de telediarios o entretenimientos del niño de los vecinos, me llegó hace días la imagen de una señora entrada en años y de lazo amarillo que supuestamente contesta a una reportera diciendo “Yo soy independentista… total”. Así, con paradinha.

Luego la periodista le pregunta con esa campechanía con la que hoy se despacha al personal: “¿De dónde eres?” Y la mujer responde al instante y con gran orgullo: “De Albacete”.

El resultado es graciocísimo, pero no me atrevería a decir si es ensayado, espontáneo o de cámara. Da igual, porque lo cierto es que habrá señoras de Albacete que se declaren independentistas total. Y pueden serlo, por supuesto. Aquí, menos algo que suene a serio, te puedes declarar cualquier cosa.

Por ejemplo, a esta misma señora, si se le ocurre decir que es ama de casa, la crujen. ¡Cosa más antigua, carca y reaccionaria! Pero independentista, mola. Qué señora más enrollada. Enrollada ¿para qué? ¡Ah! Eso ni se sabe, ni se le espera.

Es una lástima que a continuación no le preguntasen si tenía familia en Albacete y qué opinaban ellos de sus ideas políticas, porque seguramente descubriríamos que la señora se declara favorable a la independencia, como podría declararse adventista del Séptimo Día, en el caso de vivir machacada por una propaganda en esa dirección.

Disponiendo de medios para ello es muy fácil crear el miedo a la discrepancia. Las personas sin recursos intelectuales de los que echar mano se sienten arropados en la masa y así se explica cómo los dictadores más abominables que en el mundo han sido supieron rodearse de un coro de miedosos que gritaron sus nombres para que nadie sospechase de su disidencia, aunque fuesen de Albacete.

¡Viva la Jungla!

Domingo, 29 de Abril, 2018

Creía que eso era lo peligroso

Frank de la Jungla, como su propio nombre indica, vive la mayoría del tiempo agarrándoles de la cola a las serpientes venenosas, o acercándose alacranes a la cara para que paseen por ella como haría Pichi desde el Portillo a la Arganzuela.

Eso no es peligroso, querido Frank. Cuando realmente te metes en la jungla y pones en riesgo tu físico es de regreso a la placidez urbanita de tu país si se te ocurre gritar ¡Viva España! para exteriorizar tu alegría por el reencuentro.

Entonces saltarán sobre tu chepa los bichos más ponzoñosos que imaginar puedas y tratarán de inocularte su veneno; porque no sé si sabes, querido Frank, que la última consigna del imaginario progre _ progre se vuelva, claro _, es autodestruirnos, como hacen los talibanes con las estatuas. Reducirlas a gravilla, y una vez que todo sea yermo, levantar sobre ello la gran dictadura de la mamandurria, si es que alguien queda para pagarla.

Se puede destruir desde Cataluña, desde Valencia o desde Cantabria a base de lejía y otros disolventes, aunque ésos no quieren gravilla, sino ser los dueños del cortijo. Pero si donde vives no hay mucha afición a desligarse, apoyarás todo lo que no suene a español, a legalidad, a esfuerzo o a justicia. Vamos, un okupa, mejor que cien inquilinos, y un marciano, mejor que cien murcianos.

Dentro de ese concepto de cebollinos en vinagre, el peor pecado que se puede cometer de palabra es decir ¡Viva España! Y tú, que vienes de remotos manglares repletos de cocodrilos, vas y lo sueltas a las primeras de cambio, así, como si tal cosa; como si demostrases que estás emocionado por volver a tu país. ¡Ay, Frank, Frank! ¡Santa inconsciencia! Menos mal que horas después lo arreglaste en parte y preguntaste si estaba mejor gritar ¡Viva Camerún! Pues claro. Un ¡Viva Camerún! no ofende a nadie, pero lo otro, en un país de gilipollas, duele.

Dejádmelos a mí

Sábado, 28 de Abril, 2018

Los papeles de Charles Bronson gustaban mucho porque era víctima, juez, fiscal, policía y verdugo, todo en uno y sin juicio

Un letrado habilidoso logra introducir la duda en el curso de una vista y donde había un asesino despiadado a los ojos de la opinión pública, aparece un reo absuelto de toda responsabilidad. Ni un mes de cárcel. Al instante sale libre a la calle.

Ésa es la historia criminal, la base del Derecho, el por qué de los juicios.

De no se así, España entera habría condenado a la Manada desde el momento en que se supo el caso. Era asqueroso y nos daba igual que las atenuantes lo rebajasen en la escala de penas. Que se pudran en la cárcel.

Eso sí. Como me hables de la perpetua revisable, también voy a estar en contra. El caso es indignarse.

No voy a decir que me haya gustado la sentencia, entre otras razones, porque las sentencias no están para satisfacer los gustos de nadie por mucho que unas sean mejor recibidas que otras, claro. Desde fuera nos puede parecer que son duras o blandas de acuerdo con el veredicto que ya hemos alcanzado en nuestro fuero interno, antes incluso de que comiencen las sesiones de la vista.

Normalmente despreciamos todo cuanto sucede en sede judicial porque ni somos juristas, ni conocemos el sumario, ni oímos a los testigos, ni atendemos a los peritos, ni examinamos las pruebas, ni esperamos las conclusiones de las partes, ni nada de nada; simplemente tenemos la intuición de que el acusado es culpable o inocente y con ese bagaje nos movemos para armar cada dos por tres grandes manifestaciones que parecen reclamar viejas leyes ya superadas, como la de Lynch, o la de los taliones, que son los semejantes.

No, no me ha gustado la sentencia, y posiblemente al que la impuso, tampoco. Pero eso no nos justifica, ni al juez, ni a mí, para salir a la calle diciendo que no hay justicia solo porque la revisable nos parece mucho y la que le cae a la Manada, poco.

La vida sigue igual

Viernes, 27 de Abril, 2018

¿Quién no ha hecho alguna vez un Cifu?

Maquiavelo se ha colado en la columna, para plantearles una vieja cuestión que sigue y seguirá vigente mientras haya hombres encargados de la administración pública, porque si la dejamos en las manos articuladas de un robot, a lo mejor desaparece.

Se trata de preguntarse qué es preferible; o sea, qué prefiere cada uno de nosotros, un político corrupto que atienda cada una de las necesidades del ciudadano, que adorne, modernice y construya infraestructuras con eficacia, haciendo que la vida sea más plácida día a día, o una persona honrada a carta cabal que por miedo a dejar de serlo no mueve un dedo y su paso por las instituciones se pueda contar en un folio, pero utilizando solo el canto.

Claro, no vale responder que se puede ser honrado y hacerlo todo bien. Eso es posible si hay condiciones para ello, pero entonces sobra la pregunta.

La mayoría de los hombres han vivido desde el Holoceno bajo autoridades cuyo comportamiento deja bastante que desear, tal como concebimos hoy al representante público, limpio, casto e inmaculado de toda impureza. Lo concebimos, pero no se lo favorecemos. Incluso robar dos tarros de crema antiarrugas es señal de regeneración democrática, porque hace unos siglos la fábrica de todas las pomadas sería de Cris y no le haría falta robarlas. Es decir, que ver a toda una presidenta de apaño en el súper democratiza mucho. En otro estilo, pero es como esos parlamentarios noruegos que cobran una miseria, tienen un apartamento de 20 metros cuadrados y deben hacer la colada en una lavadora común que hay en cada piso.

Se han cargado a Cifuentes. ¿Y qué? ¿Hay alguien que se rebaje 42 euros de su sueldo para pagar las cremas? ¿Alguien que lave los calzoncillos haciendo cola detrás del portavoz del PNV?

El cajón amigo

Jueves, 26 de Abril, 2018

Cris Cifu ayer, a punto de cumplir 13 años

Me intriga saber _ como le intrigará a usted, seguro _, quién es el dueño del cajón en el que se guardó, desde 2011 hasta ayer mismo, el vídeo de Cristina Cifuentes con las manos en la masa rejuvenecedora.

Tiene que ser un cajón importante. No sé si será el de los dueños de Eroski, el de los dueños de la crema, o el de los dueños de la policía, pero en cualquier caso, un cajón amplio, limpio y bien custodiado, porque una cosa así no se tiene en cualquier armario, al lado de la Cenicienta y de la boda de la prima Carmen, aquélla en la que mamá iba tan mona con su pamela azul.

De azul riguroso va Cristina en el vídeo. Cristina o quien la suplante, porque no faltan quienes defienden que se trata de un fake rodado hace quince días en los estudios Picasso con José Coronado como policía y Marisa Paredes como vice, porque entonces Cris lo era.

Pero no. La Policía Nacional confirma el golpe. Cris Cifu quiso hacerse con dos tarros Olay antiedad de 21 eurazos cada uno para embadurnarse con uno detrás del otro sin darle un duro a ganar a Procter&Gamble. Horror. A saber cómo adquiría los tarros de Nocilla.

Yo creo que una crema antienvejecimiento robada quita más años que una por la que has pagado 21 euros, porque además de lo que te tersa por su propio pie, te tersa cada vez que te ríes al pensar lo que te has ahorrado. Es decir, doble acción de tersura que dicen los geriatras.

Ahora se explica por qué Cris Cifu iba tan mayor a sacarse un máster en la universidad, ¡porque aparentaba la mitad de años! ¡Y después dicen que ni pisaba las clases! ¡Por Dios! ¡Si hasta los profesores la saludaron siempre con un “Olay, ¿qué tal?”

Ahora en serio. ¿De quién será el dichoso cajón? ¿Será de Procter&Gamble, que se la tenían jurada los muy cabritos?

El que peor huele

Miércoles, 25 de Abril, 2018

Mira tú que hay libros

Los que se van a ir directamente a la mierda son ellos, Albert y Amaya; Amaya y Albert, tan insufribles como su canción y tan promocionados que nos vemos en la penosa obligación de conocerlos, con la cantidad de gente interesante que tiene que haber de Algeciras a Estambul sin que a nadie le importe.

Y no es que el muchacho no le pueda regalar a su enamorada un bodrio de novela llamado “España de mierda”. Claro que puede. Tan libremente como yo hago para criticárselo.

La cosa está muy clara. Si estás a punto de representar a España en un certamen internacional sin que nadie te obligue a hacerlo, si sabes que en estos momentos todos tus gestos son examinados con lupa y cuando llega el Día del Libro regalas a tu novia un libro con ese título, aunque hubiese sido una joya literaria, lo que tú quieres es tocarnos las narices a unos cuantos.

Pues nada, chaval, lo has conseguido. Nos las has tocado, aunque eso sí, no te arriendo la ganancia, porque estas chulerías de mocoso suelen pagarse con el tiempo a fuego lento. Y no digo que vayas a recibir la visita de sicarios, ni cosa parecida. Vas a recibir otra peor, que es la visita de ti mismo cuando crezcas y te des cuenta de lo gilipollas que eras en 2018. Después te tendrás que acostar con ese pensamiento todas las noches y no habrá trankimazin que te calme.

Lo siento, no lo podrás evitar por mucho que te escondas, salvo que te quedes gilipollas para toda la vida y no caigas en la cuenta. Pero en fin, tanto mal tampoco te lo deseo. Crecerás, te saldrá pelo en los sobacos, comprarás libros bien escritos, a lo mejor incluso los lees, las neuronas irán tomando apresto de experiencia y el día menos pensado cuelgas un post en tu blog pidiendo perdón por lo que hiciste aquel Sant Jordi de 2018, cuando de entre miles de libros posibles le regalaste a Amaia el que peor olía de todos ellos.

El perdón

Martes, 24 de Abril, 2018

Unos y otros según Mingote

Si un día fuimos ETA, hoy trataríamos de salvar en parte el tiempo dedicado a jugar sucio. Fueron tantos años con el discurso invertido que no les sale conforme a derecho ni queriendo.

Además hay muchos flecos pendientes y pretenden ganarlos todos. Acercar a los presos, dejar los asesinatos sin resolver y la impunidad. Ésas son sus razones para mantener la dicotomía. A un lado estaban ellos y al otro, nosotros. Cierto, hubo víctimas inocentes en el medio por las que pedimos perdón.

Peros todos sabemos que no fue así y que si se pretende contar la historia a partir de ese planteamiento estará condenada a que nadie la reconozca, porque aunque las guerras las cuenten los ganadores y lo hagan mal, nada garantiza que haciéndolo los perdedores se consiga un relato perfectamente estructurado, sino que se cometerán los mismos errores con distintos protagonistas.

Por otra parte, está tan reciente la herida que es imposible verle las cicatrices. Hay muchas familias destrozadas por crímenes sin resolver, y si todavía cuesta trabajo asomarse al 39 sin padecer el vértigo de la sangre; si el 14 de abril o el 18 de julio son fechas que levantan pasiones enfrentadas y se mantienen al menos dos maneras de analizarlas cada una de ellas, a los años del plomo del País Vasco les falta mucho tiempo para que no tiemblen las letras, salvo que hagas como Aramburu y cuentes una historia con dos caras.

Sin ser sangrante, la herida de Cataluña se está contando también hoy desde dos trincheras que parecen irreconciliables. En los tres casos siempre hay una parte que se rebela frente a lo establecido. Lo curioso es que cuando unos lo llaman golpismo, los otros lo consideran patriotismo, y viceversa.

Por eso ETA jamás va a pedir perdón.

Mi pito y yo

Lunes, 23 de Abril, 2018

El resultado de la evolución

Cuando los poderes públicos sustituyen al almirante Cervera por Pepe Rubianes y nadie se lo afea demasiado. Cuando Machado, Max Aub, Dalí o Pedro Muñoz Seca son mirados como judíos por los nazis en el ghetto de Varsovia; cuando la Inquisición ha mudado el sambenito, pero sigue tan rabiosa como siempre, ¿cómo nos va a extrañar que la masa vocifere al himno en un estadio de fútbol, o haya pensionistas que piten a Portugal y a España en un acto público donde están simbolizados miles de héroes y millones de personas?

Harán eso y mucho más porque se creen autorizados para saltarse el sursumcorda gracias al ejemplo recibido. La escala de valores de cada uno está encabezada por las tres personas de la Santísima Trinidad; a saber, yo, mi pirulo y menda lerenda.

Todo ello aderezado de una ignorancia tan profunda como la fosa de las Marianas sobre todo aquello que pueda ir más allá de un palmo de mis narices, no en vano es el mismo que adorna las decisiones de los grandes estadistas que nos ha tocado sufrir.

Es posible que tengamos la generación más preparada de la historia, pero o está en Kuala Lumpur, o no sale de casa. Los que asoman el pito, los que ocupan poltronas, los que mueven las masas son inútiles cerebrales, ramplones protestadores, silbadores a tiempo total, vocingleros sin sustancia, papanatas con trienios, peatones prescindibles y especímenes similares.

Ahora han sido las víctimas del terrorismo, los agentes forestales calcinados o aquellos policías _ dos de Lugo _, ahogados en Riazor durante un acto de salvamiento, pero también todos aquellos simbolizados por músicas y banderas. Nada ni nadie es capaz de detener el avance de los egoísmos, porque cuando todo esté destruido reinará sobre los cascotes la paz de los muertos y ya no habrá ni pensionistas, ni Cristo que los pague.

Lisboa o Barcelona

Domingo, 22 de Abril, 2018

Podéis abrir la boca cuanto queráis, que no

Sánchez le tira los tejos a Carmena y Rivera, a Valls. No sé a qué espera Rajoy para fichar a Rafael Nadal, que no es político, pero está muy bien considerado.

Ponga su partido en manos de un independiente. Hasta ayer era normal que trufasen sus listas con algún nombre no afiliado y denominado fichaje estrella, pero ahora estamos hablando de ocupar el primer puesto en ambas listas.

Por lo poco que sabemos de Valls, su llegada a la alcaldía barcelonesa para decirle a Inma, “Hazte a un lao, Colau”, sería como cuando te compras una maquinilla de afeitar nueva después de un mes de apurar el filo de las antiguas. Yo hace tiempo que no lo hago, pero me acuerdo que era un placer inmenso.

Y eso los que no vivimos en la ciudad, así que los vecinos, ya ni te cuento.

Dicen que si no tiene la nacionalidad española. Bueno, coño, bueno. Se la damos al día siguiente sin necesidad de que haga un máster en ninguna universidad. No nos vamos a poner ahora tiquismiquis por una nacionalidad arriba o abajo cuando somos una de las coladeras más extraordinarias del universo mundo. Y que podamos seguir con una nacionalidad que dar.

Ustedes pueden pensar lo que les dé la gana, pero a menda, si ahora mismo me diesen a elegir entre ver a Valls en la alcaldía de Barcelona, o una entrada para asistir al festival de Eurovisión en Lisboa… me quedo con Valls.

Ya sé que en Lisboa Amaia y Alfred van a cantar en directo Tu canción, pero aún así mantengo mis preferencias por lo del alcalde. Me llamarán ustedes tonto, pero pierdo la entrada con tal de que se produzca ese relevo, y les voy a decir por qué.

Resulta que dos de mis hijos viven en Barcelona y desde que nacieron les tengo aprecio, tanto que todos los días de mi vida les deseo lo mejor. ¿A que ahora entienden lo de Lisboa?

Wanda, animal de compañía

Sábado, 21 de Abril, 2018

No parece admisible dar cancha a los globos políticos, aunque si es por contrarrestar…

Esta noche habrá desbandada en el palco de autoridades. La ausencia de Colau era previsible. Nunca sabe estar, ni siquiera cuando se queda en casa.

La de Carmena, también. Su engreimiento está a la altura de su ineficacia y además ahora, cuando Pedro Sánchez le pide ¡que sea la candidata del PSOE! tiene que estar pensando que lo ha hecho mejor que Carlos III. ¿Me lo pedirá también el PP?

No se sabe si es más increíble su mandato o los planes de Sánchez desautorizando a toda la militancia para decirles que no tiene ni a uno solo que le sirva como cabeza de lista.

La de Cifuentes es coyuntural y hace bien no ir al palco para no robar protagonismo a los jugadores. Dice que ya le han marcado suficientes goles.

Parece mentira, pero ésta es la crónica de una final de la Copa del Rey de fútbol, que por mor de mezquinos protagonismos, egoísmos y sinrazones está abocada cada año a mudar de sentido y ser reflejo del mal entendimiento entre españoles.

El señor Bartomeu, un tipo que dice ser presidente de un club de fútbol, pero que más parece un sembrador de cizaña, se ha puesto a pontificar desde su más absoluta ignorancia sobre lo que es justo que rechacen los socios del Barça y lo que no.

Él dice tener todo el derecho del mundo a pitar el himno español, a despreciar las dos banderas y a sentirse indignadísimo con lo que manda el orden constitucional. Al resto, que nos den vaselina y que nos riamos cada vez que un independentista intente llevarse un euro de todos para su causa.

Extraña vara de medir de quien por separarse ya no sabe qué hacer y ha roto su matrimonio.

¿Contrarrestar los globos amarillos con rojos? Entonces, ¿aceptamos Wanda como terreno de expresión política?