Pertenece a la redacción de El Progreso nueve años, antes de ocupar la agregaduría cultural de la embajada española en Roma
PARA QUÉ NOS vamos a engañar. Durante los años en los que Alejandro Armesto Buz (Val do Dubra, 1925) dirige o preside la agencia Efe, el número de periodistas gallegos que entran a formar parte de sus distintas redacciones _ Efe, Gráfica, Alfil, Fiel, Cifra… _, aumenta. Alguna lengua viperina llega a hablar de la mafia gallega, pero a medida de que conocen a los fichajes de Armesto se dan cuenta de que no los hace por ser gallegos, sino por ser útiles para la agencia. ¿Sabe de ellos por ser gallegos? Eso sí.
En esos años, en torno a Efe se reúnen firmas como las de Borobó, Daniel Sueiro, Manuel Blanco Tobío, Celso Collazo, Ramón Luis Acuña o Albino Mallo, pertenecientes a su generación, con otros recién salidos de la Escuela o de las primeras promociones de la Facultad, como Manolo Silva, Cristino Álvarez, Carolina Guerra, María Espinosa, Carlos González Reigosa, Manuel Molares, Rivas Troitiño, Nemesio Rodríguez y alguno más que siempre se olvida; más los de Santiago, Manolo Paz, Diego Bernal, Juan López Rico o Emilio Lavandeira.
Él era el periodista número 1.345 de España. Había sido director de Rumbo y redactor-jefe de El Progreso, donde entra en 1948, hasta 1957, cuando es contratado por el Faro de Vigo para ocupar puestos de dirección.
Durante su etapa lucense, en 1962 se funda la Hoja del Lunes de Lugo, que dirige durante su primer año, siendo sustituido por Ángel Martínez Fernández de la Vega.
En esos mismos años obtiene el premio África como editorialista de El Progreso y el premio de novela corta en el I Certamen Literario del Miño por su obra ‘Tiempo de morir’. Asimismo, será premiado con el del Centro Gallego de Buenos Aires, el de la Casa de Galicia de Nueva York y el San Fernando, del Instituto Social de la Marina.
Galardones destacados a lo largo de su vida profesional fueron los premios Nacional de Periodismo y el Jaime Balmes. También en Lugo fue presidente del Sindicato Provincial del Papel, Prensa y Artes Gráficas.
Cuando Alfredo Sánchez Bella es nombrado embajador en Roma, lo reclama para hacerse cargo de la agregaduría de Información. Tras la crisis provocada por el caso Matesa y la salida de Fraga de Información y Turismo, le sucede Sánchez Bella y con él se trae de Roma a Armesto para que dirija Efe, de la que también será gerente.
Armesto acomete profundas transformaciones que sitúan a la agencia entre las seis de mayor alcance internacional y la primera en castellano.
Dentro de ese ámbito también dirige la agencia Comtelsa e impulsa la creación de la Agencia Centroamericana de Noticias, con sede en Panamá, así como otras iniciativas internacionales.
Más tarde será director de Arriba, consultor de News International del grupo Murdoch, en los EE.UU., y miembro de la Comisión Consultiva de la Dirección General de RTVE.
Asimismo fue presidente de la Unión de Agencias Europeas de Prensa, vicepresidente de la Asociación de la Prensa de Madrid y profesor de la EO de Periodismo. En ese tiempo, no pierde su vinculación con El Progreso, donde su hermano Jesús forma parte de la Administración, y en 1999 integra el jurado del premio Puro Cora.
Dona los siete mil volúmenes de su biblioteca a la de Galicia, ubicada en la Cidade da Cultura. Fue enterrado, hace hoy cinco años, en el cementerio parroquial de Pontedeume. Sus dos hijos, Carmen y Sandro Armesto Borrazás, son también periodistas. Carmen fue delegada de Efe en Santiago, y Sandro, jefe de prensa de Administraciones Públicas, entre otros cargos.