Archivo de Octubre, 2022

La pescadora del lago

Lunes, 3 de Octubre, 2022

Una jornada sindical

Te lo juro, Arturo; no sé qué haremos los columnistas si se confirman las expectativas y una marea arrastra a todos estos personajes que hoy son carne de chirigota, levadura eucariota de humor vivo y desbordante, esencia de Quevedo y flor de perejil.

Sobrevivimos a la falta de Zapatero, nos aupamos ante la desgracia de perder a Leire Pajín, a Bibiana Aído y a María Antonia Trujillo, que ha vuelto por sus fueros. Fue un golpe bajo que Iglesias nos dejase de inspirar a diario, pero todo medró con creces gracias a Yolanda. Por eso, cuando pienso que puede alborear un día sin tenerla en titulares, me estremezco, desfallezco y me compadezco.

El número de las mariscadoras ha sido lo mejor que se ha visto en el ámbito circense desde que Pinito del Oro se balanceaba de cabeza sobre el trapecio. Su manejo del angazo, del salabardo, del sacho y de la raqueta, si fuese necesaria, nos sumergió en un mundo de ensueño, donde el berberecho se ríe de las adversidades y la almeja, ¡ay la almeja!, disfruta como loca ante los objetivos de los fotógrafos.

¿Cómo pudimos pasar tantos años sin contemplar unas imágenes tan chulísimas? Porque ver a Franco arponear a un cachalote, o encestar un salmón en la red, tiene un componente brutal y depredador; pero ver a Yolanda en plena captura de un berberecho sin ayuda de José Díaz Lorenzo, ni de Max Borrell, es una bella e impagable estampa.

Bueno, en cuanto a lo del pago, vamos a dejarlo en stand-by, que diría un físico teórico, porque se habla de unas cantidades que la mujer habría pagado para conseguir el escenario y la verdad, se nos ponen los pelos como alcayatas al comprobar lo caras que se cobran hoy las perfomances, cuando en mi juventud ibas a la ría, al lago o la playa y ya.

El mensaje está claro. Quien quiera berberechos, que los pague… a cargo del Estado.

Ni pobres, ni ricos

Lunes, 3 de Octubre, 2022

El comunismo nunca presumió de hacer ricas a las personas, de modo que no hay ninguna sorpresa si crecen las colas en Caritas y en los bancos de alimentos. Acaso sorprende ver a Monedero, a Iglesias, a Montero y a Bescansa manejando más cuentas corrientes que una multinacional de chuches, que a la fuerza han de tener muchas porque su producto lo venden de poco en poco.

No es por alabarle el gusto, pero Franco había dicho, precisamente en Lugo, todo lo contrario. Fue el 21 de agosto de 1942, hace ochenta años, un mes y diez días, cuando los lucenses, tanto los rendidos a su carisma, como los de la cáscara amarga, le oyen de sus labios que “nuestra cruzada es la única lucha en la que los ricos que fueron a la guerra salieron más ricos”, una afirmación clara y rotunda que suena a banderín de enganche para los que quieran prosperar.

Era demasiado utópico, porque ya sabemos que millones de españoles que querían prosperar se tuvieron que ir a América o a centroeuropa en busca de un sueldo digno.

Una vez le preguntaron a Woody Allen _ judío y capitalista, pero nimbado de izquierdismo _, qué pensaba del dinero y el director contestó que él prefería ser rico a pobre, “aunque solo fuese por motivos financieros”.

Es difícil encontrar quien piense al revés. Cuando Chávez ordenaba “exprópiese”, era lo mismo que si dijese “me lo quedo”. Todo radica en las palabras que utilices y en qué lugar de la frase coloques la palabra ricos.

Estos días a los ministros no se les cae de la boca la alusión a la justicia social para justificar una subida de impuestos porque presuponen que si el dinero está en manos del ejecutivo y no en las de los particulares, es una garantía de justicia.

Habida cuenta de cómo se expresan y cómo gastan el parné, la única garantía cierta es que lo administran ellos y no tú, que eres quien lo consigues.

Tiovivo

Domingo, 2 de Octubre, 2022

Y a veces, ruleta rusa

En política fiscal 2022 se va a estudiar como el año del tiovivo, siempre que no ocurran mayores catástrofes que obliguen a buscarle una etiqueta peor.

Tiovivo está bien. Alude a fiesta y cachondeo, a vivalavirgen y jolgorio, a subidas y bajadas de los caballitos, a vueltas y más vueltas para estar siempre en el mismo sitio. Lo único que desdice su idoneidad para el título es que quienes se suben a la atracción van en la misma dirección, mientras que en el caso de los impuestos cada uno va en la suya.

En esta últimas semanas se ha alimentado la peor de las pesadillas de la España democrática, cual es crear nuevos conversos de que el Estado de las autonomías está mal hecho.

Lo reconoce el ministro Escrivá con una inocencia a prueba del obligado cinismo político, y cuando el Gobierno se da cuenta del berenjenal en el que los estaba metiendo con sus socios periféricos, le obligan a mentir y a desdecirse de una afirmación que efectivamente había pronunciado.

Hay que centralizar los impuestos para evitar paraísos fiscales dentro del propio estado, de la misma forma que se deben acometer otras reformas para evitar que unos territorios se conviertan en enemigos de los españoles. Vamos, la bicha en casa de los nacionalistas.

El guirigay formado entre subidas del IRPF y bajadas de Patrimonio encuentra su máxima expresión en el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que sin ser ni PSOE ni ser PP, se alza de patas en su caballito y proclama la necesidad de un mercado fiscal único, para criticar a continuación la bajada de impuestos… aunque, eso sí, él también se suma al carro de las rebajas. ¡No va a quedarse descolgado!

Sin necesidad de aguardar la prueba de la rana, podemos decir y decimos que este país no es serio.