¿Y si…?
Lunes, 31 de Julio, 2017
Picasso era profeta
Hacer un seguimiento sobre la llamada cuestión territorial es de traca y sirve para confirmar que el dicho “dos españoles, tres opiniones” se queda corto y es imposible de representar con guarismos arábigos. Solo en una de las corrientes del socialismo leemos hoy como noticias posturas tan encontradas y contradictorias que no tienen cabida en un único programa de gobierno.
No la tienen porque son el blanco y su contrario, el fas y el nefas, el mucho abarca y el poco aprieta, al mismo tiempo y con un abundante escalado de tonos y matices. Son el “nunca fuimos nacionalistas”, el “país de países”, el federalismo, la plurinacionalidad, la independencia y “la asimetría estructural”, que suena como el enunciado de una nueva propuesta culinaria.
Cuando nos pregunten en el extranjero de dónde somos, diremos orgullosos que hemos nacido “en una de las asimetrías estructurales más bonitas de Europa”. No tiene nombre, porque eso de decir España es algo que está muy mal visto, de modo que en vez de españoles, somos asimétricos, como ya demostró Picasso.
Pensando en estas cosas y en la abundancia de propuestas que se suceden sin solución de continuidad desde que se inventó la España de las autonomías _ fíjense qué disparate _, imagino que existe una oficina donde trabajan diez o doce funcionarios encargados de inventarse todos los días varias definiciones de España, como si fuesen recetas del gazpacho. Allí van los partidos y piden: “Me das dos de federalismo, una de municipios y otra de provincias”. Las pagan y se las llevan.
La oficina se llama “¿Y si…”, y no tiene nada que ver con el ISIS Estado Islámico, aunque también destruye lo suyo.
Hablemos claro. El plurinacionalismo me parece una horterada; el país de países, una gilipollez, y la asimetría estructural, una cagada. Así que por mí, sigan ustedes inventando.