La distopía que viene
Los biógrafos de George Orwell creen que el escritor indio comienza a concebir la novela 1984 durante su estancia en un hospital de Barcelona tras ser herido en el frente aragonés el año 1937. Quizás fue ese período de obligado reposo lo que le hace comprender la maldad intrínseca de las dictaduras, llámense fascistas o socialistas.
De regreso a Londres y con el ruido de los bombardeos alemanes sobre su cabeza, este nadador contra corriente tiene la santa ocurrencia de criticar a Lenin, Stalin y Trotski con su Rebelión en la granja, cuando el que estaba tirando las bombas era Hitler y los rusos se presentaban como magníficos aliados para acabar con el nazismo.
La incomprensión y las críticas que recibe le sirven para plantear el ensayo La libertad de prensa, donde destaca lo que para él es la gran paradoja del momento. Todos se sienten capacitados y autorizados para criticar a Churchill, pero nadie se atreve a lanzar ni un solo reproche sobre Stalin. 1984 madura en su cabeza hasta que estalla en clarividencia, poco antes de fallecer su autor recién estrenado el año 1950. El Gran Hermano te vigila se convierte entonces en la frase emblemática de esa distopía indeseable y destructiva.
Apenas quince años después de la fecha señalada por Orwell, da sus primeros pasos un programa de tv. que no sólo toma el nombre del informe personaje orweliano, sino que reproduce en un espacio cerrado el método de vigilancia y espionaje, haciendo las delicias de millones de espectadores, que lejos de ver la denuncia del escritor, se refocilan en la intimidad de sus congéneres. Es un concurso. No pasa nada.
Ahora en Holanda, patria del invento, quieren incluir el parto de una de las concursantes como un ingrediente más del show. Es un concurso. No pasa nada, pero algo nos dice que si Orwell fue el profeta, John de Mol es el encargado de habituarnos para que finalmente digamos: Es la vida, no pasa nada.
4 de Junio , 2011 - 10:06 am
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