Gayoso Castro, el único director de El Progreso en dos ocasiones
Miércoles, 24 de Noviembre, 2021Abogado de prestigio, gobernador, decano de los abogados, y presidente de la Diputación, del Círculo y del Tribunal de Menores
EL ABOGADO Y periodista lucense José Gayoso Castro (Lugo, 1883), estuvo a punto de ser la última víctima de ese nuevo instrumento de dominio político que impone la Memoria Histórica, como en su día fue el antisemitismo, la persecución de la masonería, o docenas de batidas dictadas a mayor gloria de quienes llegan al poder con la vista más pendiente del pasado que del futuro.
El objetivo era eliminar su nombre de la Granja de la Diputación que lo lleva desde 1943, cuando preside el organismo provincial en pleno franquismo, por supuesto.
Era hijo de Narciso Gayoso Cancio y Manuela Castro Núñez, vecinos de la Ruanova, 68 y padres también de Silvina, Luis, médico; Antonio, farmacéutico en Taboada y Francisco, que fue secretario de la Organización Republicana Gallega Autónoma (ORGA), con Fole y Pimentel en la directiva.
Marcha a Santiago a estudiar Derecho y jalona la carrera con Premio Extraordinario después de haber sido distinguido en Romano y Civil. En 1904, año en el que la finaliza, también son premiados Alejandro Rey Stolle, en Derecho, y Germán Alonso Hortas, en Medicina.
Como alumno de la Facultad ocupa el cargo de vicesecretario del Ateneo de alumnos de Derecho, lo que le sirve de experiencia para constituir el Ateneo lucense, donde comparte directiva con Feliciano González y Juan Castrillón.
Jovencísimo, con apenas 25 años, es elegido por Purificación de Cora y Fernando Pardo Suárez para estar al frente del nuevo periódico que ambos fundan en Lugo el mes de agosto de 1908 y que llaman El Progreso.
Monterista por tanto, dentro del Partido Liberal, se siente afín a García Prieto, que ya está casado con una hija de Montero Ríos.
No obstante será una dirección breve, ya que el día de San Froilán del año siguiente la abandona, como dice el diario, “por causas ajenas a la voluntad de la empresa”, lo cual habrá tiempo de certificar.
Esta primera crisis se resuelve con dos nombramientos. El cofundador Fernando Pardo Suárez será el nuevo director y el hijo del otro cofundador, Antonio de Cora, que escribe su segundo año de Pelúdez, será redactor-jefe. En la exigua redacción, Juan Ramón Somoza y Napoleón Ruiz.
Las relaciones se mantienen amicales y él colabora de vez en cuando, hasta que en 1911 es nombrado abogado asesor y bibliotecario de la Cámara de Comercio.
En abril de ese año, Gayoso es nombrado por segunda vez director de El Progreso, mientras que Fernando Pardo Suárez seguirá ligado a la empresa hasta 1919. Ahora estará tres años más y su salida supondrá la llegada a la dirección de Antonio de Cora. Una vez más, todo sucede en total armonía.
En ese tiempo ha sido vicepresidente del Orfeón Gallego, desde 1912. abre su bufete en San Pedro, 7, interviene con éxito en infinidad de casos ante los tribunales y ocupa de forma interina la plaza de registrador en A Fonsagrada.
En 1914 pronuncia una curiosa conferencia sobre el pesimismo y en 1917 se casa con María del Pilar Gasalla Domínguez.
También participa en nombre de la Cámara en una asamblea de protesta por los retrasos que sufren los ganaderos para embarcar sus reses en el tren y que resulta muy polémica.
Durante la guerra figura en la directiva de las Milicias de España a favor de Franco. Antes y después, los cargos y obligaciones se acumulan. Gobernador civil de Lugo y diputado, vice y presidente de la Diputación, presidente del Tribunal Tutelar de Menores, decano del Colegio de Abogados, presidente del Círculo das Artes.
Muere a los 63 años, a finales de 1946.