Paso a la juventud
Miércoles, 19 de Diciembre, 2007Castro medita seriamente en la conveniencia de no aferrarse al poder. Próximo ya a cumplir medio siglo al frente de los destinos de Cuba, el jefe de la revolución ha exteriorizado sus reflexiones sobre los límites temporales del poder político y aunque no hay nada en firme, deja entrever que se lo está pensando.
_Cualquier día os doy una sorpresa y me largo. No creo que llegue al siglo sacrificándome por vosotros.
Añadió Castro en unas declaraciones sin precedentes que también incluyeron su voluntad de ir dejando paso a la juventud; poco a poco, eso sí. De hecho, y para demostrar que no habla por boca de ganso, ahí está el notable ascenso conseguido por su hermano Raúl, que es cinco años más joven que él y que trae consigo la savia nueva, el dinamismo y la alegría que caracteriza a las siguientes generaciones, cuyo empuje está llamando a las puertas de las instituciones para alcanzar las máximas responsabilidades el día de mañana.
Ahora bien, conviene no precipitarse, porque Raúl y los jóvenes cachorros que se preparan para asumir el relevo todavía tienen toda una vida por delante, aunque ya tengan otra por detrás.
Coincide este anuncio con el fracasado intento de su admirador Hugo Chávez por perpetuarse ad infinitum en el candelero, un intento que ha merecido la más absoluta reprobación por parte de Castro, quien le ha dirigido un mensaje en los siguientes términos: “¿Por qué no te callas? Quiero decir, ¿por qué no haces como yo?, que he estado callado, sin preguntarles nada a los cubanos hasta ahora mismo, cuando ya les he dicho que a lo mejor, si llega el caso, me sucede Raúl. Pareces bobo, Huguito. ¿En qué dictadura has visto tú que se le pregunte nada a la gente? Bueno, sí; Franco lo hizo, pero asegurándose de que sólo se iba a votar Si. Te está bien empleado por andar presumiendo de demócrata. Un beso en los morros, siempre tuyo. Fidel. PD: Recuerdos de Raúl, que está aquí a mi lado esperando turno”.