El globo rojo
Martes, 3 de Septiembre, 2024La entrada de septiembre saluda a Sánchez con la acuarela de un paisaje donde Feijóo se ve cada vez más lejos, Sumar cada vez más esquelético y él, cada vez más solo.
Era de esperar porque todos sus movimientos tuvieron como objetivo el corto plazo a costa de socavar el futuro.
En su salvación va también su condena, porque si la distancia no es mayor todavía, se lo debe a que Sumar se desinfla a la velocidad de un noviazgo entre un globo y un cactus.
Dicen las encuestas que ahora mismo conservaría ocho escaños, y todo hace pensar que el paso del tiempo sólo puede empeorar el dato.
Esas fugas le sirven a Sánchez para disimular las suyas, pero se queda sin socio con el sumar, nunca mejor dicho. El globo rojo necesita aires nuevos para remontar el vuelo.
Pero con ser grave la caída en picado de las perspectivas políticas del presidente, todo lo que le rodea, desde la familia a los vecinos, pasando por los socios, pinta en grises, como si todos se hubiesen puesto de acuerdo para retar la eficacia de ese manual de resistencia que el presidente se ha puesto por bandera.
Alguno de esos cientos de asesores que rodean el presupuesto gubernamental debería tener los arrestos necesarios para decirle a Sánchez que si quiere ponerle freno al escape de gas para mantener el globo en el aire, no tiene más que hacer todo lo contrario a lo que acostumbra. Él, que demuestra tanta facilidad para cambiar sobre lo dicho el día anterior, podría probar a un nuevo tour de force salvador, aunque la verdad sea dicha, ha ido tan lejos que volver a la casilla de salida no es fácil ni en el parchís.
Si a 3 de septiembre andamos con éstas, qué será del gobierno de progreso cuando las temperaturas caigan y la revuelta por el cupo catalán se sienta como un auténtico desfile de heraldos negros.