Carlos Abraira, notario y abogado del Estado con Calvo Sotelo
Especialista en Derecho Foral gallego, militó desde adolescente en el tradicionalismo
CARLISMO, JAIMISMO, TRADICIONALISMO son conceptos presentes a lo largo de toda la biografía del notario y abogado del Estado Carlos Abraira López (Lugo, 1891), fallecido en 1975, es decir, coetáneo de Franco casi con exactitud matemática.
Es hijo de José Abraira de la Torre, funcionario de la Diputación, y de Inés López Díaz Vivero y Pardo, emparentada con la familia Iglesias Fariña y con Pepe Benito Pardo. Su padre, al que la prensa denomina “católico vecino”, ha realizado una manda testamentaria a favor del Papa y el hecho se comenta en la ciudad como digno de ser imitado.
Carlos comienza sus estudios en el Seminario y todo parece indicar que hará un buen cura, pero lo cierto es que se hace bachiller en el instituto el año 1909.
Enseguida se distingue como jaimista, esto es, partidario del pretendiente carlista Jaime de Borbón y Borbón-Parma, que se postula como Jaime I de España y III de Cataluña. Con 19 años preside la Juventud Jaimista de Lugo al lado de su hermano ¡Jaime!, Pedro Pardo Valiña, Gonzalo Osorio Pedrosa, Teolindo Cortiña Toural, Jacobo Táboas Salvador, Ángel Souto, Cesáreo Pardo Esperanza y otros.
Estudia Derecho becado en Salamaca, donde es vocal del Círculo Tradicionalista. Del 14 al 16 preside y vicepreside en Lugo la muy activa Juventud Antoniana, hasta que aprueba las oposiciones a abogado del Estado. Saca el número 4 porque el 1 es para otro opositor que también tienen por lucense, pues de Lugo procede. Se llama José Calvo Sotelo y ha obtenido una puntuación de 40, lo nunca visto y lo que nunca se volverá a ver.
Al año siguiente se lee su nombre en la lista de lucenses que se dirigen al presidente del Gobierno en apoyo de la neutralidad española en la Gran Guerra. En ese momento es nombrado juez municipal suplente a la espera de la oposiciones a notarías, que obtiene en 1917. Solicita Bretoña. Luego vendrán Allariz, Páramo, Rivadavia, Páramo, Elgoibar, O Barco de Valdeorras, El Molar, A Coruña Cuenca, Salamanca y Madrid, aunque quizás en otro orden.
En 1924 se casa en Ourense con María Isabel Bobillo Bobillo, previa despedida de soltero en Casa Alicia de Lugo. Al año siguiente visita Lugo la periodista y escritora Sofía Casanova antes de regresar a Polonia y Carlos forma parte de la caravana de automóviles que se reúne en O Picato para hacerle los honores de la entrada en la ciudad, como es habitual entonces.
En su automóvil van su mujer, su hermana, que morirá el 1931 en Fuencarral, y la mujer de Iglesias Fariña.
En su obra destaca Derecho Notarial, de 1924, un trabajo de su profesión, varios títulos sobre el Derecho Foral gallego y Reportaje en las alturas, de 1958.
Trapero hace la reseña de este último libro, que es una reflexión sobre problemas universales a la luz de las verdades inmutables de la justicia, la educación y la historia.
Sus trabajos sobre el Derecho Foral gallego merecen el elogio del especialista gallego Juan Antonio Sardina Páramo, fallecido en Pontevedra el año 2017. A ambos juristas los vincula Francisco Elías de Tejada, principal autoridad sobre la materia.
En 1964 será nombrado presidente de la sección de Fueros dentro del I Congreso de Estudios Tradicionalistas y en el 1969 participa en las Primeras Jornadas culturales Catalanas, patrocinadas por el Centro de Estudios Históricos y Políticos General Zumalacárregui, que él preside.
Entre las conclusiones adoptadas figura la necesidad de reconocer los fueros catalanes, dentro de la unidad española.