Antonio Murado, el padre de la saga
Rueda sus películas de cine aficionado con el pintor Antonio, el escritor Miguel Anxo y la arquitecta Clara
LA CASA DE los Murado está en el lugar de Piñeiro, en Meira. La de los Aguiar es el pazo de San Isidro, en Mondoñedo. Su padre, José María Murado, es el médico de A Pastoriza y su madre, Ángeles Aguiar Álvarez, es la hija del conocido agrarista Severiano Aguiar Moirón, de los Moirones de Riotorto, que diría Cunqueiro, y propietario del pazo.
La boda se celebra en él, como ocurrirá con la suya. Antonio Murado Aguiar (A Pastoriza, 1930), seguirá los pasos de su padre en la Facultad de Medicina compostelana, donde los finaliza en octubre de 1954 para hacerse teniente médico.
Tanto él como su hermano José Ángel van a tener una destacada actividad en torno al Vespa Club de Lugo, que Antonio preside desde 1960.
José Ángel ganará todas las competiciones de jinkana motorista que se celebren esos años en Galicia y el club lucense se lo reconoce con un homenaje. A Antonio le acompañan en la directiva Luis Paz López, Luis Meilán Carreira, Alejo Cruz Masip, Manuel Martín Sánchez, Bernardino Varela Quiroga, Benito Lázaro Rojo, Faustino Fernández López y Eduardo Romero Rodrigo.
Su día grande lo van a vivir el 28 de junio de 1964, cuando más de diez mil vespistas parten de 73 ciudades hacia once metas distintas en toda España para celebrar la mayor concentración de Vespas de la historia. Su otra gran pasión deportiva es el Celta de Vigo, de cuya Peña es socio.
En septiembre de 1963 se casa en el pazo mindoniense con Silvia Clara López López. El padrino es su hermano y el oficiante, su tío Amado Aguiar Aguiar, capellán del Hospital de Caridad de Viveiro.
Asiste mucha gente de Lugo, como José Ferro, el beneficiado tenor de la catedral, que se ocupa de la música, el gobernador militar, Federico Girón; sus colegas Bernardino Pardo Ouro, Alberto Trallero, Andrés Ramos Vivero y Elíseo Pallares; Antonio Pol, Federico González…
La boda no solo va a cambiar el estado civil de Antonio, sino también sus aficiones, pues a partir del viaje de novios y poco a poco, irá penetrando en el mundo del cine hasta dejarse arrastrar por su magia y lograr trabajos muy interesantes al calor del Certamen de Cine Aficionado del Círculo y que es el germen de la actual Semana de Cine de Autor.
El certamen concita el interés de siete realizadores de Lugo en 1967. No es mal número. Tres alcanzan algún trofeo _ Ulises Sarry, Juan Balboa y Epifanio Ramos de Castro _, otros cuatro deben esperar tiempos mejores. Son Tomás Paniagua, Gabriel Pardo, Daniel Hortas, Juan María Gallego Tato y él.
Pero ya en 1971 logra el premio a la mejor película de temas infantiles por Luceiro. Le dan un diploma y dos películas yugoeslavas.
Sus esfuerzos se verán mejor recompensados en la edición de 1973, cuando gane el premio a la mejor película hecha en Lugo por El relevo.
Enrique Sabaté Ferrer, que había sido jurado esa edición, le hace una entrevista para la revista Otro cine, donde confiesa que su primera cámara fue un regalo de boda.
Dice que hace cine con niños porque tiene los actores en casa. Naturalmente se refiere al pintor Antonio, al escritor Miguel Anxo y a la arquitecta Clara María Murado, que a buen seguro encontraron las raíces de sus respectivas actividades en esas colaboraciones con su padre y en un ambiente familiar tan favorable para la creación.
“¿Qué le gustaría filmar?”, le pregunta Sabaté y él le confiesa que prepara un documental sobre la Minguillón.
Ha hecho ya cinco películas con las que logra tres premios.
22 de Septiembre , 2023 - 22:25 pm
Me he llevado una gran alegria al localizar a un compañero de los maristas allá por el año 1942: Alejo Cruz Masip. Llevo muchos años fuera de Lugo y no se me olvidan mis compañeros de los maristas. Ni Lugo, meu Luguiño.