Pedro el Alcoyano

El autor de la gráfica le hace un favor a Sánchez. De 90 a 85 la línea sube

Alguien que tenga mano izquierda, don de gentes y facilidad de palabra, debería explicarle a Pedro Sánchez, sin herirle, que se le ha pasado el arroz.

También tendría que dedicar unos minutos a hacerle ver que si el futuro del PSOE es su inmediato pasado, lo está condenando a la extinción, algo que en estos momentos solo desea Podemos.

Pero por lo que se sabe sobre las intenciones del exsecretario, parece ser que hará todo lo contrario, pues pretende participar en el concurso de paellas con la suya, pasada e infumable.

El increíble hombre menguante presenta una tarjeta difícil de igualar. Hagamos un breve repaso como demostración empírica del aserto. Recibe un PSOE de 110 diputados después del batacazo gubernamental de Zapatero, que pierde 59 de tacada.

Muy mal lo tienes que hacer como jefe de la oposición, si en las peores condiciones para que un gobierno luzca _ crisis, corrupción y demás zarandajas _, acabas los cuatro años perdiendo 20 diputados y bajas de 110 a 90. Luego, a los pocos meses, pierdes otros cinco más de propina, cuando con esos 90 no sabes lo que debes hacer con ellos y metes a todo el país en una encrucijada sin sentido.

Con semejante bagaje afrontas tu mandato en una doble dirección a cada cual más suicida: o terceras elecciones para seguir en caída libre tal como te auguran las encuestas, o gobierno de España en coalición con quienes tienen como principal objetivo trocearla, algo que colisiona directamente con la línea de flotación del PSOE.

Entonces tienes que ser desalojado por tus propios compañeros para impedir la ruina y ahora pretendes volver como salvación.

Algo no se le negará a Sánchez. Hay que reconocer que tiene más moral que el Alcoyano, aquel equipo que pide prórroga cuando pierde 13-0, por ver si empata.

Un comentario a “Pedro el Alcoyano”

  1. Aureliano Buendía

    A lo mejor me equivoco, porque esto de los vaticinios… Pero, sin embargo, creo que el futuro de Pedro Sánchez no es nada halagüeño, hablando en términos políticos, naturalmente.

    Si el PSOE se divide, él no tendrá sitio en ninguna de las porciones resultantes. Los que queden en el trozo a la derecha, no querrán saber nada de él, y los de la porción izquierda ni tendrán tiempo de pensarlo, de lo poco que tardará Podemos en absorberlos. Y Podemos, lo que es personajes subidos de ego, no necesita.

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