Baja sensible

Abascal rompe la papeleta de Ibarretxe. Ayer rompió otra

El PP hace aguas por donde ninguna otra organización política parecía ser más fuerte y sin resquicios que amenazasen grietas. El PP hace aguas por el flanco de las víctimas del terrorismo, que es tanto como renunciar a gran parte de su propia historia.

La marcha de Santiago Abascal, militante e hijo de militante, no es anecdótica y puede arrastrar la baja de otras muchas personas que como él pensaban estar en el lugar correcto para la defensa de sus intereses.

Habrá quien justifique la deriva del partido como un coste adicional que conlleva el ejercicio del poder, como el polvo del camino que se pega a las togas de las más altas magistraturas, pero comprenderán que precisamente era ese polvo el que se trataba de evitar haciendo fuerte a la organización que una vez con poder para ello no dudase sobre cuál es el camino por donde discurrir sin mancharse de lodos apestosos.

No vamos a decir que a Santiago Abascal le asista toda la razón y al PP ninguna, pero sí nos creemos sus palabras cuando reconoce el dolor que le cuesta haber tomado la decisión de marchar, porque es tanto como reconocer que él y los suyos se han quedado sin valedor político. Quizás se vaya a la espera de la irrupción en la cancha de C’s que crece en simpatías allá donde llega, sin duda porque de momento puede prometer que su camino será por suelo empedrado.

Es posible también que Santiago Abascal sea demasiado idealista como para participar y comprender la estrategia política de estos tiempos convulsos. Hace bien, porque de lo contrario tendría que entender cómo es posible que una muchedumbre supuestamente civilizada se manifieste para corear en masa el nombre de unos asesinos y marche a continuación a tomar el aperitivo.

5 Comentarios a “Baja sensible”

  1. MIRANDA

    No es la primera vez que, llegado al Poder, un partido pierde de vista a la base social, sus ideales, sus compromisos, mientras su cúpula de va encastillando y alejando de la misión política y el programa electoral, abiertamente desleal con una defraudada masa de votantes, que lo encumbraron porque confiaban en el. Porque no parece ser Abascal el que se ha distanciado del PP, sino este partido el que parece transitar por una tercera legislatura zapatera.

    No cuesta imaginar la amargura de esta derecha vasca, desde el asesinado Gregorio Ordoñez, Mayor Oreja, Maria SanGil, Carlos Iturgaiz, los Abascal, que crecieron políticamente soportando insultos, pintadas, ataques, bombas-lapa bajo el coche, tiros en la nuca, cócteles molotov contra sus casas y negocios, amenazas a las familias, y se forjaron en la defensa de las libertades y de la Constitución…en medio de una sociedad enferma de odio, miedo y contradicciones, con las distintas marcas de ETA controlando y amenazando.

    Fueron estos los que, con la ley en la mano, consiguieron arrinconar a los terroristas y mantenerlos fuera de las instituciones, mostrando un respeto integral a la memoria de las víctimas.

    Si Rajoy y su cúpula tuviese un mínimo de sentidiño y capacidad de autocrítica, deberían analizar el plante de Abascal, como antes el de Ortega lara, Sangil, Otaola, etc, y la conducta impresentable de Oyarzabal, nombrado por Rajoy, porque a lo mejor en ese intento zapaterista de “amoldarse a las nuevas circunstancias en el País Vasco”, están acabando con la afición, no solo vasca (a punto de inanición) sino también de la militancia popular española.

    Lo deseable en un partido democrático y plural, sería la convivencia de corrientes y sensibilidades en su seno, de manera que los desencuentros se discutan y solventen tranquilamente en los congresos, ponencias, debates y demás formas de diálogo dentro del partido.

    Pero ya tenemos comentado y lamentado exhaustivamente, Boss, que la partitocracia bipartidista al uso, convierte la cúpula del aparato en fortín inexpugnable, y el debate interno en algo inexistente, con los intereses del partido siempre por delante de cualquier otra aspiración.

    ¿Quién se va a jugar los garbanzos, su futuro y el de su familia, los enchufes, los sobres, las prebendas… hasta la jubilación jugosa, todo por un arrebato de utopía y honradez personal? ¿Dónde irían a encontrar semejante momio laboral vitalicio? Quiá! La obediencia es imprescindible en la “carrera” política, la única que han conocido la mayoría de ellos.

    Abascal ha puesto en evidencia, además de su propio coraje político(ese don escaso y raro), la indignación de muchos militantes y votantes del PP, que ni siquiera pueden encontrar razones o argumentos, porque nadie les explica nada. No hay nada peor que la falta de comunicación y empatía.
    Sumado todo al despertar de muchos y al crecimiento súbito de enanos, quizá convenga al aparato popular revisar los engranajes y los fluidos.

  2. Bartolo

    Si cuando estan en el poder y tienen una guerra civil soterrada, como será cuando lo pierdan.
    No le demos más vueltas, para mí, el problema está en la mezcolanza que hay en el partido, la ultra derecha mezclada con lo que en el PP se llaman Conservadores, Cristianodemócratas, Liberales y hasta un centrismo.

    Luego, se ha manipulado tanto a las víctimas que salen respondonas, y porque la organización de estas,-que no el afiliado de a pie- está chupando de la teta y quiere seguir haciendolo.

  3. jabato

    Pues a mí no me parece mal que el PP sea un partido de amplio espectro, que pueda englobar tendencias políticas con elementos en común, y también con disparidades. Al partido no le ha ido mal con tal composición, y me parece que al país tampoco.

    Me parece un poco exagerado llamar “guerra civil” a la situación interna del PP de hoy. Las cuestiones internas, en los partidos políticos, nunca están apagadas del todo, y resurgen con cualquier pretexto. Parece algo consustancial al ser humano, el permanente espíritu de rivalidad, aún dentro de una misma organización.

    Bueno, aceptemos que la situación interna del PP es conflictiva, y me parece normal, porque asuntos como el “caso Bárcenas”, o la polémica provocada por la excarcelación de terroristas, es normal que causen inquietud entre las bases y votantes del partido.

    Confiemos en que todo se irá solucionando, y que el PP pueda alcanzar una paz interna como la que tiene el PSOE. ¡Qué envidia! ¡Que se lo pregunten a Rubalcaba!.

  4. Bartolo

    Retiro lo de guerra civil,lo reconozco exagerado y tiene además malas connotaciones, no caí en ello. Lo sustituyo por jaula de grillos.
    !Y a buen sitio vamos con Rubalcaba y los suyos!

  5. Ventura

    Espero que el sr. Bartolo nunca se vea obligado a “chupar de la teta” a costa de ver morir a un hijo, a una madre, a un hermano.

    La pasión ideológica pervierte la objetividad, de forma que se mira mal a aquellos a los que tus correligionarios miran mal, y se critica sistemáticamente todo lo que perjudica al partido de tus amores.
    Hasta el extremo de amputar tu propia compasión y tus sentimiento solidarios.

    El desprecio y hasta maltrato a las víctimas del terrorismo solo puede deberse al sesgo partidista o a la falta de imaginación absoluta.

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