Rector curvo

José Carrillo, a la izquierda, Rafael Puyol y Arturo Romero, candidatos a la Complutense

Carrillo tiene un problema que se llama universidad. Ya nos había dicho, a través de su gestión, de la pérdida de alumnos y de la pérdida de calidad, que lo suyo no era la universalidad de profesores y académicos, la comunidad del saber y el reparto de ese conocimiento entre los alumnos con la mayor eficacia posible.

No, lo suyo era solo la izquierda y derrotar a la derecha, un objetivo de suma vulgaridad y escasa eminencia, porque en esa dirección, o en la contraria, tal acontecimiento se repite en ciclos de cuatro en cuatro años, si no son menores, y sin que en ellos jamás influya la excelencia académica de los candidatos.

En todo caso, usted no ha sido elegido rector de la Complutense para derrotar a la derecha. Piense por un momento que ha perdido las elecciones y que a su rival se le ocurre aprovechar la influencia del cargo para anunciar que no duerme pensando en derrotar a la izquierda. Habría que oírle, don Carrillo. Pues eso, oigase.

En concordancia con sus palabras, que hayan sido atacados con bates y puños los miembros del Foro Universitario Francisco de Vitoria, estudiantes católicos y de derechas _ según su propia definición _, es un hecho menos grave que si hubiera sido al revés, puesto que usted no es rector, recto y derecho, sino un personaje con intereses políticos excluyentes, enemigo de tanta derechura.

Sí, ha condenado la agresión. Solo faltaría. Pero no ha logrado convencer de su sinceridad. Qué le vamos a hacer. Quizás sea debido a su diferente vara de medir la necesidad de permitir la presencia de la Policía en su sagrado recinto académico, según sean vándalos de derechas o de izquierdas, quizás a su hostilidad contra las capillas a las que acuden los miembros del Foro Francisco de Vitoria, quizás a que usted mismo lo dice con todas las palabras…

2 Comentarios a “Rector curvo”

  1. Bartolo

    Si ha condenado el ataque, que por lo visto ha sido de la ultra-izquierda anti-sistema ajena a la Universidad y la decana ha presentado una denuncia, ¿cual es el problema?. !ah sí! que como no es “de derechas” y además no se cumple el hecho bíblico que los hijos deben pagar por los pecados de los padres, hay que señalar que tiene rabo y cuernos! !Señor! !Señor!

  2. MIRANDA

    La politización de la vida española (judicatura, universidades, cultura) es la mayor desgracia, el lastre más gravoso que soporta esta desnortada y desilusionante partitocracia

    ¿Cómo puede alguien que está al frente de una Universidad, ofrecerse al partido de la oposición, como ha hecho Carrillo ( de la mano de Garzón) para derrotar al partido que gobierna?
    ¿Qué hace un Rector autopostulándose para entrar en harina mediático-política sin dimitir de su cargo?

    Leemos que la Policía no pudo entrar en la Facultad de Derecho porque el Rector Carrillo no les dio autorización.

    La asociación agredida denuncia que es LA TERCERA VEZ EN ESTE MES que los tarados de extrema izquierda los atacan. No sorprende tanta actividad, porque hay nada menos que 300 grupos ácratas identificados por las fuerzas del orden, con el común denominador del anticlericalismo obsesivo.

    En lugar de recortar las alas a estas bestias pardas, como hacen en cualquier democracia seria, aquí los profes y autoridades les rien la gracia y les dan palmaditas en el hombro.

    Cinco personas resultaron heridas y muchos destrozos se produjeron …porque el rector Carrillo no tomó las medidas necesarias para evitar el ataque de estos salvajes. La simple presencia policial, que el Rector no permitió habría evitado el suceso.
    Por cierto, es significativo que el propio Decano, Raul Canosa, acompañara a los agredidos a una comisaría para denunciar el ataque.

    Los radicales enloquecidos están crecidos y envalentonados, pese a que se comportan como fascistas de la peor ralea…mientras se hacen llamar antifascistas.
    No diré que sorprenda la conducta del Rector Carrillo, pero si que se suma al respaldo de la izquierda a los atentados contra los católicos, tanto en el Pilar de Zaragoza, como en la catedral de la Almudena en Madrid, y que ya merodean la Basilica de Monserrat, en su particular cruzada “antifascista” (?????)

    De poco vale que el rector Carrillo condene el ataque, si pudiendo evitarlo no lo hizo. Si pudiendo cortarle las alas a los fascistas antidemócratas, no lo hizo.

    Es curioso esto de promover una persecución de cristianos cuando tienen menos peso específico que nunca en la vida política del país. Suele ocurrir que las bestias pardas en cuestión son analfabetas y confunden al Estado con la iglesia, la policía y la Guardia Civil.

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