La hum Ciclista a hum
Varias noticias de hoy confirman el espectacular crecimiento que registra la oferta de trabajo para manipuladores de alimentos ideológicos, una actividad que parecía haber caído en desuso desde que Sáenz de Heredia montó las últimas imágenes de Franco ese hombre.
Pues no, todo lo contrario. Si antes el manipulador sólo podía trabajar para un amo y en una exclusiva dirección, hoy se le abren por delante un sinfín de oportunidades a poco que demuestre cualidades para el puesto, es decir, falta de escrúpulos, falta de estudios y falta de remordimientos, requisitos que abundan por doquier gracias a una concienzuda política educativa.
El cartel con el que la Xunta de Galicia anuncia las tres etapas gallegas de la Vuelta Ciclista a España es uno de esos trabajos de manipulación ante los que hay que sacarse el sombrero. Qué sutileza, qué dominio del lenguaje, qué habilidad para escamotear dos de las tres palabras que definen la prueba. Ni Vuelta ni España; Ciclista sí se pone para que nadie crea que se trata de una carrera de sacos con un gato dentro, pero el resto… ¿para qué? Aquí somos tan independientes que jugamos al mus sin pareja, y naturalmente, viene Yolanda con la suya y nos gana.
Los deportistas que este año participen en la hum Ciclista a hum serán franceses, italianos, suizos y hum!… de un país cuyo nombre es impronunciable porque al manipulador de turno en la Xunta le ha dado por ahí. A ver cómo se las arreglan en TvG para retransmitir las etapas sin contradecir a sus jefes.
Con harto dolor de sus meninges, el manipulador consiente que se le llame Vigo-Madrid, que más que una de las tres pruebas ciclistas más importantes del mundo, parece un tren de mercancías. Pero claro, no puede añadir que se disputa la 62ª edición, porque la gente se preguntaría: ¿la 62 edición de qué? Y la respuesta sería muy engorrosa.
Mañana más.