Frente de Madrid
No traspasarán
Eso de estar en contra de la OTAN por pacifismo, pero apoyar a Rusia en Ucrania, es como predicar la protección de la mujer por feminismo, pero ocultar los abusos de tu marido a una joven protegida. Cada cual con sus contradicciones.
Ahora nos traen el espectáculo a casa y los madrileños lo van a tener en primera línea de playa. Que no les pase nada. Imagínense cómo está la cosa que les sugieren pasarse al teletrabajo esos días. Mejor irse ahora y trabajar en agosto, aunque el mercurio _ como dicen los cursis de carnet _, se desparrame.
Es la primera vez en que la cumbre del pacto se celebra en un país gobernado al alimón por un partido atlantista y por otro comunista que se dice antiimperialista, aunque se pirra por algunos imperios y sueña con instaurar el suyo propio, que es donde mejor se vive.
Como además vendrán los reventadores de siempre, Yolanda les ofrecerá en Chicote un agasajo postinero y a ella la harán emperatriz de Lavapies. Entonces verás lo que es canela fina y armar la tremolina cuando llegues a Madrid.
No está previsto, pero cualquier día, después del desayuno, la vicepresidenta podría asistir de blanco a la ponencia “OTAN, garantía de estabilidad” en el IFEMA; desplazarse al mediodía de rojo al auditorio Marcelino Camacho de CCOO para intervenir en el foro-debate “OTAN, un obstáculo para la paz”; ponerse los vaqueros para participar en la mani OTAN NO, y vicepresidir por la noche la cena de gala a Biden y demás participantes enfundada en un look de Palomo Spain, el palomo de la paz.
Agendas más enrevesadas se han visto por ahí adelante, como cuando un norteamericano se reúne la misma jornada en Managua con sandinistas, Violeta Chamorro y Edén Pastora, aunque no hay fotos de alguna de las reuniones.