El principio de Arquímedes
Clavado
Para voto demoscópico, el de Tezanos. Eso sí que es calar en el tuétano de la audiencia y no el de Benidorm. Dechado de ciencia sociométrica y de limpieza democrática, pues al fin y al cabo solo Pablo Iglesias accede a sus resultados antes de la cuenta… y lo cuenta. Para presumir, más que nada.
El CIS es un clásico del sanchismo centrípeto. Nadie debería asombrarse a estas alturas de que sus resultados se distancien del resto de las encuestas los puntos que sea menester en cada momento, porque su misión no es conocer el estado de las cosas, sino influir en el estado de las cosas de acuerdo con el principio de Arquímedes aplicado a la demoscopia.
Dice así: “Todo Sánchez sumergido en un proceso electoral experimenta en el CIS un empuje vertical y hacia arriba igual a la desventaja que mantenga con sus adversarios”.
Gracias a esa clásica regla de física elemental podremos saber de antemano lo que va a desbarrar el próximo CIS respecto al resto de encuestas.
Por ejemplo, Díaz Ayuso recordó ayer que en su caso las desviación del CIS llegó a los once puntos, demostración palpable de la vigencia de Arquímedes en todo lo que abordamos. Dentro de medio mes tendremos datos para volver a sustentar este principio.
Si el CIS hiciese una encuesta: ¿Cree usted que el CIS miente?, jamás saldría que Sí, porque es lo mismo que preguntar a un niño si cree que debe aprobar el curso.
Lo dijo Pablo Iglesias estos días. Yo puedo decir la verdad, porque ya no soy político. Tres mentiras al mismo tiempo. Una, este hombre no puede decir nunca la verdad, porque no la tiene; dos, sigue siendo político, y tres, en menos de 48 se lo han demostrado, pues por algo alguien le ha adelantado los resultados del CIS. ¿Tezanos? El 98 por ciento de los encuestados dice que sí.