La otra construcción
Montilla, el tripartito y la Comisión de Educación del Parlamento catalán podrán eliminar el castellano hasta de la editorial Planeta, si el Constitucional se lo permite, el Gobierno lo consiente y sus votantes no se resienten. Lo que no lograrán bajo ningún concepto es arrancarnos ni una frase de elogio hacia las ventajas de semejante medida, ni hacia la inteligencia de sus promotores, cada día más depauperada y alejada de lo que la humanidad venía entendiendo como tal desde el siglo de Pericles.
Estas noticias con origen en algún despacho, cámara o conventículo barcelonés producen siempre el mismo efecto devastador y la misma pregunta de asombro inusitado: ¿En qué manos habrá caído la política catalana para que nadie se ruborice de lo que dicen, hacen o promueven estos paletos de marca mayor? ¿Cómo habrán logrado que todo aquella sociedad vibrante, europea y vanguardista calle, tolere o aplauda esta enloquecida galopada hacia una meta que nadie distingue con claridad? Con dinero público, seguro.
Los mangantes de la mamarrachada han encontrado una expresión que les blinda ante cualquier tropelía que se les ocurra cometer. Es la construcción nacional. A imagen y semejanza de Franco, ellos están en este mundo porque alguien, seguramente Dios, les ha encomendando la construcción nacional y de ahí no los arrancas.
Para que se vea que el movimiento nada tiene que ver con el fascismo, basta que de vez en cuando algún ayuntamiento afín condene el golpe del 18 de julio y ponga a Franco como hoja de perejil. Sí, él también quería construir una nación que no existía, también prohibió idiomas y propugnó el pensamiento único. También suspiraba por el monolingüismo y también se cargó unas cuantas libertades. El modelo a seguir no puede estar más cerca.
9 de Mayo , 2009 - 20:00 pm
Recuerdo a un gran progre de apellido Carandell y de profesión sus telediarios&comics con chanzas de lo celtibérico, relatar sus juegos de infancia con la última carmencita con Don en la Spain del SXX;su padre era asesor de quien sale hoy en la foto nada más acabar la guerra . Entonces, más adelante y en la actualidad, uno de los productos mejor vendidos fué la europeidad de aquella preciosa esquina; la realidad es que comenzó a recibir ideas y extranjeros, cuando se alzó _pagada por todos los demás_con una Olimpiada que la puso en el mapa . Porque con papás e hijos así, lo único claro es el don del oportunismo como característica genética y a no ser que Oporto sea la capital de la europeidad, esta no se les vió hasta la fecha por ningún lado .
Discrepo de ese detalle, Sr. De La BitáCora, aunque otros que me parece entrever de lo que hoy plasma, me pasma .
9 de Mayo , 2009 - 20:39 pm
No conozco lo suficiente la realidad de Cataluña como para emitir una opinión autorizada acerca del problema linguístico. En este foro se vierten, a veces, opiniones que contradicen la afirmación, que para otros es dogma, de que en Cataluña se persigue el castellano.
Al no vivir allí, no es que no me considere con derecho a opinar, sino que carezco de elementos de juicio para hacerlo.
Según qué programa de radio oiga, o qué periódico lea, una persona que no conozca Galicia puede creer que aquí se produce una situación parecida, que se persigue el uso del castellano y trata de imponerse el uso del gallego. Esto no es verdad, por más que los amigos de Galicia Bilingüe traten de demostrarlo.
Tampoco dejo de reconocer que, en los tiempos del finado (a Dios gracias) Gobierno bipartito en la Xunta, se habían puesto las primeras piedras para edificar el problema. Confío, sin embargo, en que este Sr. Feijóo que ahora nos preside tenga el suficiente buen juicio para dejar fluir las cosas por sí mismas. Evidentemente, aquí no hay ningún problema con el libre uso de las dos lenguas oficiales, y no veo a la sociedad gallega con intenciones de complicarse la vida en este aspecto. En resumen, que no hay ningún problema que los políticos tengan que resolver; lo único que pueden hacer es crearlo.
Todo ello, referido a Galicia. Puede que la situación en Cataluña sea muy otra.
Sobre lo que sí me atrevo a opinar es sobre la clase política catalana y sobre el nacionalismo en general, ya que sus hechos y palabras constituyen elemento de juicio bastante para poder emitir opinión, aunque uno tenga la suerte de no sufrir a semejantes elementos en carne propia.
Apunta el Sr. Cora la idea de que los partidos (y Gobiernos) nacionalistas se refugian de cualquier crítica amparándose en su labor en pro de la “construcción nacional”. Ello es totalmente cierto.
Cualquiera que critique al Gobierno catalán (no sólo el de ahora, sino los anteriores) se convierte automáticamente en un adversario de Cataluña. Esto es extrapolable a las demás Comunidades Autónomas con partidos nacionalistas.
Hay que tener presente que el nacionalismo, aparte de una ideología política, se ha convertido durante los 30 años transcurridos desde la promulgación de la Constitución, en una forma de vida para muchos. Alrededor de la más o menos filosófica idea “nacional” gallega, o vasca, o catalana, se ha edificado un sólido y nada etéreo entramado de clientelas, intereses y corruptelas. Mucha gente vive y se enriquece a costa de ello. No quiero imaginarme el silencioso terremoto que estará produciéndose en estos momentos en la Administración del País Vasco, propiedad (en toda la extensión de la palabra) del PNV desde hace 30 años.
No me parece muy afortunada la comparación entre Franco y el nacionalismo, ya que éste se desarrolla (aunque sea para nuestra desgracia) en una democracia, por imperfecta que sea; no es comparable con un régimen que, por muchas cosas buenas que hiciera (que también las hizo) era ilegítimo de raíz.
Dejando aparte la matización anterior, tampoco debe sorprendernos que los nacionalistas en el poder terminen cayendo en actitudes cuasidictatoriales. No debe sorprendernos porque se trata de ideologías que, por su propia esencia, se basan en la exclusión y el enfrentamiento. El nacionalismo necesita tener enfrente (si no existe, se inventa) un enemigo, alguien a quien culpar de todos los males. Para nuestros nacionalistas, el enemigo es “Madrid”, su referencia inevitable.
Por otra parte, el nacionalismo marca los estándares políticos y sociales de su ámbito, y trata de silenciar a todos aquéllos que no encajen en tales estándares. Arrastrados por la dictadura de lo políticamente correcto, muchos ciudadanos y muchos políticos terminan perdiendo el sentido de la realidad. Ello nos conduce a ver a un Presidente de la Generalitat que, en su afán por ganarse el marchamo de “catalán”, trata de ser más papista que el papa, más nacionalista que los nacionalistas.
El mismo PP, en algunas Comunidades donde gobierna o gobernó (Valencia, Baleares) cae en la misma trampa. Nadie se atreve a actuar o hablar fuera del estricto camino marcado por el nacionalismo, cuyo objetivo es, no ya que nadie actúe o hable en su contra, sino que nadie piense en su contra. La situación es, por tanto, terrorífica: si los nacionalistas están en el poder, hay que sufrirlos; si están en la oposición, hay que contentarlos. Siempre ganan, y lo seguirán haciendo hasta que algo o alguien consiga invertir la dinámica perversa en la que ha caído la política española.
9 de Mayo , 2009 - 21:18 pm
Joder, cada vez que posteo un link se me queda en el “awaiting moderation”, y ya lo he intentado dos veces. Id a la edicion digital de Le Retro’ (el folleto Generalmente Dirigido por Cora) y poned en el buscador “alumnos derecho gallego”. Primer resultado.
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De Feijoo me gustaria saber como va a resolver el fregado en que se ha metido con Galicia Bilingue (despues de aprovechar sus votos). Por lo que he leido hasta ahora no hace mas que recular de aquella “libertad de eleccion” prometida.
Supongo que se habra “dado cuenta” de que no es posible implantarla.
haha
9 de Mayo , 2009 - 21:50 pm
Me deja un poco preocupado el último post del Sr. Haha. En primer lugar, no creo yo que Galicia Bilingüe (como tal organización) tenga votos como para inquietar al Sr. Feijóo.
Pero lo que realmente me desazona es la afirmación final, en la que el Sr. Haha dice que no es posible implantar la libertad de elección.
Yo creo que se debería garantizar la enseñanza del gallego y del castellano, y se debería exigir la acreditación por los alumnos, al finalizar cada ciclo de enseñanza, del conocimiento de ambas lenguas.
Ahora bien, si no es posible escoger la lengua vehicular, entonces la libertad de los padres de educar a sus hijos pierde gran parte de su contenido.
No hay en Galicia, creo, ningún colegio que use como lengua vehicular el inglés o el francés (sí existen en Madrid o Barcelona). Si lo hubiera, en cambio, no tendría ningún problema para funcionar. Entonces, podemos dar por sentado que lo que se busca (por ciertos sectores políticos) es que haya libertad de elegir la lengua vehicular: el gallego, el inglés, el francés… siempre que no sea el castellano. Y esto sí que es llamativo. Digamos que a los defensores de tal postura se les ve ligeramente el plumero.
Yo, al menos, me niego a aceptar que no sea posible “implantar la libertad”.
10 de Mayo , 2009 - 0:36 am
Buff, hasta me aburro yo mismo de leer mi post. Lo he dicho tantas veces ya, que..
A partir de ahora prometo evitar el tema. El que no lo entienda con esto me parece que ya no lo pilla.
haha
10 de Mayo , 2009 - 2:50 am
Pensaba escribir algo pero no escribo nada porque me parece demasiado evidente que diga lo que se diga en cualquier idioma nacional o extranjero no servira para encubrir o revelar mas la realidad cotidiana de un pais que no necesita palabras.
UFFFFF¡
10 de Mayo , 2009 - 3:25 am
No entiendo porque se gasta la hijuela en engrasar la escopeta y tener la polvora fresca y seca cuando la caza de los cocerellos ha sido un “forgendroZ” cuasi real pero que nunca ha existido
10 de Mayo , 2009 - 8:25 am
Viviendo en una región -qué hermosa palabra, ¡región!, ‘Volverás a Región’- en la que las modalidades del español son variadas: se sesea, se cecea, se distingue entre ambas modalidades, existen haches aspiradas puramente árabes, hay zonas con hasta ocho variantes vocálicas sobre cinco, se construyen modos sintácticos muy distintos, se utiliza un vocabulario variado para un mismo concepto, digo que viviendo en una región donde la lengua es más una cuestión de nivel cultural que de absurdos planteamientos académicos, me subleva un poco que se haga de ella un valor identitario, de barrera, de valla separatoria, de miísmo-otrismo, de orgullo patriotero aldeano.
Basta un poco de perspectiva -parece que don/donha haha no está con la nariz pegada a un carballo, sino que goza de cierto alejamiento del bosque- para comprobar lo absurdo de pretender que un centímetro y un kilómetro sean medidas equivalentes. Tomemos una balanza fingida y coloquemos en uno de sus patillos el idioma español -lo de castelán o castellano me toca los ovarios- y en el otro, de uno en uno o todos juntos, el catalunyés, el batúo, el galego, el bable, el baleárico o el panocho. Dejen que el fiel refleje el equilibrio (?) existente. Está claro que el español de Puerto Rico, el de Cuba, el de la Rioja, el de NY, el de Zamora, el de Miami, el de Buenos Aires, el de Alicante y el de México son bastante distintos. Sin embargo es una gloria leer a Miguel Angel Asturias, a Juan Ramón, a Gabo, a Torrente Ballester, a Amado Nervo, a Gabriel y Galán, a los Machado, por no hablar de Quevedo, Jorge Manrique, Cervantes, Garcilaso, a los Moratín o a Bécquer.
¿No será nuestro zapatêtîco primer ministro un iluminado, uno que se ha creído llamado por la Historia en ser un Cavour al revés, un ungido por el Destino, un convencido de su misión creadora para c-o-n-s-t-r-u-i-r sobre el solar de la vieja Hispania romana o sobre la España del siglo de oro, una nueva República Federal Asimétrica y Multilingüe ex-Española y Neorretroprogresista?
Me dolerían ambos vacíos abdominales de la risa, si no fuera porque alguien se duele, a muchos les afecta que el Môzô se tome como hazaña quijotesca el empeño de reinventar la rueda.
10 de Mayo , 2009 - 9:18 am
Scéptika : Muchas gracias por sus comentarios.Es lo primero que busca cada mañana este berciano harto de tonterías de toda clase. Son sus razonamientos,estilo,forma y claridad un bálsamo para la inteligencia en decadencia.
10 de Mayo , 2009 - 10:55 am
R. Remexeiro, mi reconocimiento y la seguridad que debe tener de que se ha pasado algún pueblín. Una no es tanto como usted afirma. Le agradezco de corazón sus palabras.
Don/donha haha no ponga en mis palabras el sentido que yo no he puesto. Admiro, respeto y amo la cultura gallega -no tanto la artificial euskérika-, me siento catalán junto a la Font del Gat y soy capaz de medio bailar una jota a cinco metros del Pilar; he caminado muy despacio, meditando, el laberinto de la catedral de Chartres y me he emocionado oyendo al muecín de Asilah a la caída del sol; tuve la suerte(?) de conocer un día de acqua alta en Venecia y contemplar durante una larga semana las maravillas de Florencia.
Pero en ninguno de los sitios que usted nombra, Bretaña, Escocia o en cualquier otro, multan a comerciantes por no poner su rótulo en galés o en romagnolo, ni obligan a un parvulito a que llore de sed hasta que aprenda a decir aigua en vez de agua. Las excentricidades y barbaridades que están cometiendo unos pocos -unos pocos, oiga, pero que pisotean a muchos, lo canta Ana Belén- no tienen parangón ni en Europa ni en China (cantonés, mandarín…)
10 de Mayo , 2009 - 23:14 pm
la obsesión de Franco fue conseguir una clase media y lo consiguió. Gallego, al menos, en su época, se hablaba sin mayor problema. Yo al menos no lo tuve ¿y usted? ¿Por qué compara a esta gente con Franco? Le leo asiduamente. Un saludo.
11 de Mayo , 2009 - 19:31 pm
¡leches¡ ¡el liberado sindical¡ tengo que comentárselo a nisak .