Usted primero…

Se predica con el ejemplo

Supongo que estos ministros progres que retrasan, o lo intentan, la edad de jubilación hasta los 75 años serán los mismos que están elaborando planes de gran calado para adelgazar los gastos de la administración, reducir asesores, suprimir ministerios inútiles, cerrar embajadas ficticias, eliminar aviones para uso del presidente, destinar sus mansiones a usos culturales, borrar del mapa chiringuitos afines, cortar el grifo a las mamandurrias ideológicas, prohibir para siempre el encargo de estudios sobre chorradas acientíficas, reducir las pagas por no trabajar a quien ni ha cotizado ni se le espera, eliminar pensiones vitalicias a altos cargos que han pasado por la administración sin tocarla ni mancharla, etcétera, etcétera, etcétera.

Supongo que serán los mismos que no recurren al viejo truco de subir los impuestos a través de directos e indirectos y los mismos que no se les ocurre decir que el dinero público, por serlo, no es de nadie.

Con todos esos planes resueltos es lógico que al final, una vez limpio el panorama de sabandijas, sanguijuelas, parásitos, okupas, chupones, gorrones, sablistas, pedigüeños, garrapatas, sopabobos, sacacuartos, petrirostros y demás fauna improductiva, no contributiva, inútil y/o maleante, los ministros progres acometan la tarea de retrasar también la edad de jubilación, porque han arruinado de tal manera el sistema creado para la sociedad del bienestar, y lo han administrado de forma tan calamitosa que se desgaja por las costuras y ya no aguanta más.

Estamos de acuerdo con el señor Escrivá, ministro progre de turno. Necesitamos un cambio cultural, pero no para trabajar hasta los 75 _que si hay que hacer, se hace _, sino para espabilarnos de tanta morralla como la que han colgado de los abrevaderos del Estado sus colegas y asimilados. Usted primero…

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