J.M. de Arce, las infinitas ramas del Pazo do Piñeiro

En la casa chantadina confluyen familias, linajes y personajes de la historia española

CON RAZÓN EL jovencito periodista en ciernes Afonso Eiré creyó haber encontrado la exclusiva que le abriría las puertas de la profesión al situar el nacimiento del Gran Capitán en sus queridas tierras de Chantada, porque desde Fernán Núñez de Temes, conquistador de Córdoba y chantadino, se llega en línea recta a Gonzalo Fernández de Córdoba, y porque desde entonces, la casa y pazo do Piñeiro, en Soilán (Santa María de Pesqueiras / Chantada), ha visto crecer entre sus paredes a gente muy principal.

El único error de Eiré fue arrimar demasiado la cuna del Gran Capitán a Pesqueiras.

También podría acercar hasta allí al dramaturgo Pedro Calderón de la Barca, aunque en propiedad solo le correspondería el título de chantadino a María de Arce, que casa con Pedro Pérez Calderón de la Barca, tíos del literato.

Otro de ellos, el personaje de hoy, es José María de Arce y Calderón de la Barca (Chantada, 1769), que nace por estas fechas de febrero. José María de Arce es tesorero del Reino de Galicia entre 1797 y 1807, antes de ser ascendido a Intendente de los Reales Ejércitos y de Zamora, con motivo de la Guerra de la Independencia. En 1812, el general Castaños lo nombra también intendente interino del 6º ejército y del reino de Galicia, lo que le permite ser vocal de la Junta Superior del Reino de Galicia.

Sus conexiones familiares, ya decimos, son como las de todos ellos, complejas y de renombre. José es hijo de Antonio Clemente de Arce Calderón de la Barca, señor del citado Pazo do Piñeiro y sobrino nieto de Benito Alonso Enríquez Sarmiento, es decir, el IV marqués de Valladares, aquel al que dieron muerte cuando acudía a visitar el lecho de su amante y de cuyo asesinato no se libran de sospechas ni su mujer, ni alguno de sus hijos.

Es nombrado caballero de la Orden de Carlos III en 1815 y se casa con la coruñesa María Salomé Burriel, que era camarera mayor de la Reina.

José y María Salomé son padres de cinco hijos; a saber, Pedro Alcántara, auditor de Guerra de la capitanía general de Castilla la Nueva; Juana Justa, casada con José María Saco y Noguerol, señor del Pazo de Alongos; Ramona, casada con el leonés Pedro José de Cea y Jove Núñez Portocarrero; Josefa, casada con José María Quiroga y Pardo de Arias Bolaño y Lemos, señor de otro enclave chantadino, el de Basán Grande, y Carlos, que es teniente del Regimiento de Milicias de Lugo, para destacar luego en la batalla de Nebreda contra los carlistas y ganar la Cruz de San Fernando.

De ahí a ser nombrado mayordomo de semana de Su Majestad y diputado en Cortes por Lugo hasta la legislatura de 1854. Carlos se queda con el Pazo de Piñeiro, lo robustece y se casa con Jacoba de Parga, que hereda a su tío paterno Jacobo María de Parga y Puga, lo que nos abre las puertas a infinitas conexiones que nos llevan a los condes de Gimonte y al popular alcalde de A Coruña y reconocido gastrónomo Picadillo.

Volvamos a José María. Después de ocupar diversos puestos España adelante, regresa al norte en 1820 y preside la Diputación Provincial del Reino de Galicia.

De ideología liberal, como certifica durante el famoso Trienio, se libra de ser depurado _ o purificado, como también se dijo entonces _, con el regreso del absolutismo de Fernando VII, e incluso ocupa una plaza de consejero del Consejo Supremo de Guerra hasta morir en 1830.

Por ahí adelante llegamos a los hermanos Álvaro y Enrique de Arce Temes, militar e historiador el primero, periodistas ambos; pero ni que decir tiene la gente que ha quedado sin nombrar.

Un comentario a “J.M. de Arce, las infinitas ramas del Pazo do Piñeiro”

  1. PILAR pÁRAMO NEYRA

    ME ENCANTANESTAS HISTORIAS. A VER SI ENCUENTRAS SOS PAZOS DE LA PESQUEIRA, VILLAGILCE, EIRAS, LA CALDALOBA Y LA OLGA. TODOS ELLOS EN LUGO. BESOS AMI PARIENTA Y UN ABRAZO PARATI

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