Guerra al rosa

María Antonieta adoraba el rosa. Aquí la vemos, representada por Kirsten Dunst, oprimida y reprimida

Nadie ve el panorama de color rosa, y mucho menos desde ayer, cuando Picapiedra y Mármol anunciaron a la par que nos ponen a trabajar para pagar a los que no trabajan, que es la fórmula ideal para que África empiece en los Pirineos, concretamente el Sahara.

El plan avanza a las mil maravillas y todos estamos encantados porque llevarnos a la ruina es de lo más democrático que existe. Primero encerrados en casa y luego, sin posibilidad de defensa, descuartizados a hachazos fiscales.

El último refugio del rosa son los juguetes de las niñas y según la ministra de Igualdad, esa que lo es porque allí la puso su pareja, ese color las oprime y las reprime. Y tanto, el único color realista que ven a su alrededor es el negro del luto y la pobreza que cabalga desde su ministerio.

Si la ministra hubiese leído _ da igual, cualquier cosa _, sabría que el mayor especialista mundial en colores es Michel Pastoureau. A la ministra no le sonará, pero puede buscarlo en Google, que para eso está.

Pues bien, Pastoureau liga el color rosa a la mujer ¡en el siglo XVI!, cuando el hombre deja de vestirse de rojo, salvo que sea cardenal, y el color lo asume en exclusiva la mujer. En pocos años, el uso y la costumbre es que las novias se casen de rojo. Y si la novia es roja, la niña es rosa.

Dice la ministra que la relación entre el rosa y las infantas se inicia como consecuencia de las campañas publicitarias ¡de los años ochenta del siglo XX! La ignorancia, el afán de manipulación y cómo no, la justificación de un cargo que ni es para eso, ni debe ser tan oneroso, la lleva a mentir a todos los españoles, algo que en una ministra adquiere notable gravedad.

Como los malos periodistas, el susodicho organismo obedece a la conocida máxima: No dejes que la verdad te estropee tu ideología.

2 Comentarios a “Guerra al rosa”

  1. Isabel rodríguez Losada

    A mí, que fui niña, joven, adulta y ahora “mayor”, nunca me “oprimió” el color rosa, ni ningún color. Lo que de verdad oprime el alma es contemplar, hoy sí y mañana también, como pierden el tiempo en imbecilidades (probablemente útiles para “manejar” mejor al personal) los (me niego a decir “los” y “las”, entre otras cosas porque tendría que añadir imbécilos e imbécilas) los, repito, que tendrían que estar preocupándose y ocupándose de buscar soluciones a la vida colectiva de la sociedad que los puso “ahí”. Porque están puestos ahí para eso: gestionar, resolver, facilitar, optimizar o crear recursos…para MEJORAR LA VIDA DE LA SOCIEDAD QUE LES PAGA PARA ESO.
    Y, como persona que cree más en la valía personal de cada ser humano como tal individuo sea cual sea su género, me repatean las mujeres florero, la tan manoseada “paridad”, el nepotismo, que parece pasar desapercibido para la mayoría de los ciudadanos, la demagogia y, bueno…me repatean muchas más cosas, pero sería muy largo de exponer… Ya el colmo es que encima de inútiles, mientan…LA VERDAD ESTÁ POR ENCIMA DE CUALQUIER IDEOLOGÍA, al menos DEBERÍA ESTARLO.
    Claro que, seamos realistas, los políticos de un país son un reflejo bastante exacto del país que los ha puesto en esa posición… Para llorar!

  2. Ramon

    Ellos son los que nos quieren oprimir con el morado, les irrita la bandera bicolor, están siempre con la matraca de la tricolor, pues que la pongan en su casa y nos dejen a los demás vivir en PAZ.

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