Epílogo a la carta
Pepino remitido
Con enorme tristeza y un punto de indignación controlada leo la carta que Emilio Bouza Santiago, el catedrático de Vilalba elegido para coordinar la lucha de las administraciones nacional y autonómica contra el Covid-19, ha dirigido a ambas para dimitir de la encomienda apenas cuarenta y ocho horas después de aceptarla.
Todo ha sucedido a tal velocidad que apenas queda margen para las especulaciones. El lector de la carta, e incluso, el que solo conozca su dimisión y la rotura de la concordia política inicial, debe concluir que una de las dos administraciones, o las dos, acuden a las reuniones de coordinación sin la más mínima voluntad de llevar a buen puerto la misión, anteponiendo criterios políticos y partidistas al verdadero meollo de la cuestión que es la salud de los madrileños.
Es tan vil y rastrera esta incuestionable conclusión que por sí sola nos pone delante de la mezquina realidad que estamos viviendo. Una superabundancia de administraciones, instituciones, organismos varios, consejerías, presidencias, ministerios, asesorías y comisiones incapaces, no ya de ofrecer soluciones inteligentes contra la pandemia y contra el resto de problemas que la vida nos pone por delante, sino de dar a la sociedad una mínima imagen de esfuerzo y utilidad, salvo a la hora de presentar unas facturas desproporcionadas para el rendimiento que se obtiene de ellos.
Cargos y más cargos superpuestos pendientes de la aprobación de los presupuestos como única aspiración de sus vidas, pero que se derrumban como castillos de naipes al encarar un problema de estas magnitudes, que no atiende a ideologías ni a titubeos.
Por todo ello, como epílogo a la carta del doctor Bouza que su buena educación le impidió escribir, nos gustaría añadir, señores del ministerio, señores de la comunidad, váyanse ustedes a tomar por donde amargan los pepinos.
30 de Septiembre , 2020 - 11:28 am
Genial como siempre, querido José. Entiendo que estés hasta el gorro de la república de los necios, pero escribe más del caos que vivimos. Lo necesitamos tus fans.
Gracias mil,