López, un lucense al frente de Chateau Madrid de New York

El local es la embajada de los artistas españoles y del Real Madrid en la Gran Manzana

LA SUYA TUVO que ser una auténtica vida de película cuyo justo trazado está por escribir. Las pistas sobre Ángel López (Lugo 1902) que hemos encontrado son las briznas que deben animar a investigaciones más profundas que descubran las andanzas de este lucense fallecido en el Queens General Hospital de Nueva York el 13 de julio de 1968 tras haber sufrido un ataque al corazón cumplidos sus 66 años de vida.

En la noticia de su muerte el corresponsal de la agencia Efe en Nueva York destaca únicamente que era “copropietario del famoso club nocturno neoyorquino Chateau Madrid”, aunque al lector le interesaría saber en ese momento varios detalles más.

Ángel, al que otras informaciones citan como Angelo, llega a los Estados Unidos el año 1919 con 17 de edad. Hay que suponerlo en trabajos de poca monta mientras se hace con la ciudad y con el idioma, pero pronto se decanta hacia la rama de la hostelería. Luego hay unos años de silencio, y finalmente lo vemos al frente del club Havana Madrid en el 1650 Broadway (calle 51), que cierra sus puertas a caballo entre 1951 y 1952.

En esa época abre el establecimiento que la dará mayor fama, conocido por todo el artisteo español y frecuentado por no pocos famosos de Nueva York, el Chateau Madrid, que se instala en la calle 48 y Avenida Lexington.

Todos los artistas españoles de los años cincuenta sesenta pasan por el local de Ángel López. Cuando termina su contrato el bailarín español Rafael de Córdoba, debuta Nati Mistral. Y así sucesivamente se reparten el año unos y otros.

Cristina Heeren (Nueva York 1943), mecenas del flamenco, es una incondicional cliente que no se pierde una actuación para perfeccionar el oído, según decía. Tal es la cantidad de artistas flamencos que acuden al Chateau Madrid que pronto se le denomina tablao sin que nadie lo bautice como tal.

Pilar López, La Chunga, Carmen Amaya, _ también Goyo Reyes y Pepita Ortega, separados de su grupo _, Lola Flores, José el Greco, Pedrito Rico… En Nueva York tienen un escenario que visitar y si reciben algún premio, como fue el caso de Nati Mistral por parte de la Asociación de periodistas norteamericanos-hispanos de Nueva York, el acto de entrega se celebra en la sala de fiestas española por antonomasia.

El Real Madrid, cuando acude a la ciudad para jugar un amistoso con el N.Y. Generals cena en el local de Ángel López, después de haber ganado 1-4 a los locales. Lo cuenta Gilera, que también estuvo en el Chateau. Pero alejados de la influencia española, el restaurante es elegido para eventos más neoyorkinos, como fue la entrega de una distinción de la Organización de Mujeres Feministas a la actriz Angie Dickinson por su labor en La mujer policía, como muestra de los estereotipos que se rompen en la serie.

Quizás el momento de mayor auge del Chateau Madrid lo marca la agencia de viajes madrileña Solymar, cuando ofrece en un mismo paquete diez días en Nueva York, donde incluye una cena.

Hay otra cara de Ángel López, tan desconocida como la anterior, que lo sitúa en el mundo del boxeo y en estrecho contacto con la mafia de ese deporte. Fue manager del Kid Gavilán, el cubano Gerardo González, que llega a ser campeón del mundo del peso welter, y de Kid Chocolate.

Se le relaciona con combates amañados en la última época de Kid Gavilán y en concreto con el pago de 50.000 dólares en la pelea con Ray Arcel.

Lagunas pendientes para una biografía más profunda de Ángel López.

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