De bichos y chancletas

Entrando a matar

En Baleares se han cargado los toros. O lo intentan. Vaya por Dios. A partir de ahora solo se podrán asesinar langostas para hacer la caldereta menorquina, conejos para sacarles la sangre y cocinar el arròs brut, y lechones para la porcella.

Sí, ya sé, una cosa es matar para comer y otra, el espectáculo. Pero resulta que si no comemos langosta o conejo, no pasa nada. Siguen viviendo tan felices, pero si no hay corridas, ni lechones asados, no habrá toros bravos, ni cerdos, porque nadie los va a criar para que se mueran de viejos y hacerle después un entierro de primera, con sus caballitos blancos y sus caballitos negros.

No pasa nada si uno está en contra de la fiesta de los toros. Estupendo. Yo también estoy en contra de los botellones, porque en ellos no se muere el toro, sino el tonto. Otros habrá que estén en contra de las rotondas. Cada uno que esté en contra de lo que le parezca, pero sepa el de las rotondas que sustituirlas por un cruce es mucho más peligroso; sepa el de los botellones que se ha cargado la economía de cientos de familias chinas, y sepa el antitaurino, que no solo se ha cargado la fiesta, sino también a todos los toros bravos, hablando propiamente.

Ayer vi un reportaje en un programa muy ecologista en el que se mostraba lo encantados que estaban en un sitio porque criaban lechuzas para acabar con los topillos. Pero, hombre, ¿les preguntaron ustedes a los topillos si estaban encantados de muliplicar por veinte la población de lechuzas para ser comidos por ellas?

Sí, una lechuza es más bonita que un topillo, vuela sin hacer ruido y tiene una cara como una manzana partida en dos, pero bajo el punto de vista del Código Penal, es tan bicho como el toro.

¿Y que me dicen de las velutinas? Sin ir más lejos, El Progreso publicó este viernes la foto de un niño arreándole un chancletazo a una. Al instante me vino a la mente la imagen de José Tomás.

Un comentario a “De bichos y chancletas”

  1. Net

    La derecha no se acuerda nunca del medio ambiente, menos aun de animales en peligro de extincion. Pero en el caso del toro de lidia surge el altruismo desinteresado en preservar una especie. La primera excusa se desmonta sola. “Sí, ya sé, una cosa es matar para comer y otra, el espectáculo. Pero resulta que si no comemos langosta o conejo, no pasa nada” Y si se come al toro tampoco pasa nada, el problema es hacer de su tortura y sufrimiento un espectaculo para el placer de las masas. Este ha sido siempre uno de los argumentos mas ridiculos, junto con el de una plaga de insectos. La fiesta del toro se muere sola, y el dia que desaparezcan las subvenciones mas. Y ya que compara, a efectos legales, una lechuza y un toro permitame recordarle que la tortura y maltrato animal lo es sea a un perro o a un toro, por lo tanto no se como la ley permite este espectaculo y no las peleas de perros, por ejemplo. Ah si, porque existe un lobby muy poderoso, de 4 ganaderos, 6 empresarios y 8 toreros que absorven el 90% del negocio y subvenciones. Lo he dicho siempre, el problema no es que un animal sufra (que lo es), sino que exista gente que disfrute con fervor casi religioso de ello. Me preocupa mas el hombre que el animal.

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