Pitantes y pitantas

Mucha sensatez no trasluce

Aunque de antemano lo considero inútil, me gustaría perder un domingo leyendo las razones de todos y cada uno de los que pitaron el himno en el finiquitado Vicente Calderón. Por qué motivos odian y renuncian a sí mismos y quién les ha dicho que no son lo que son, sino otros.

El interés, ya digo, está en conocer uno por uno el pensamiento de los pitones o pitantes, no la masa. A lo mejor descubríamos un pozo de ciencia política con brillantísimas deducciones que ni siquiera vienen en los libros y que únicamente se atesoran en los bulbos raquídeos de algunos culés, de numerosos aficionados del Bilbao y de otros tantos forofos de la Real Sociedad, nuevas lumbreras de una sociedad que se gesta en la mónada primigenia del cuero balompédico, y nosotros sin coscarnos.

Mucho me temo que no. El ejercicio de descubrir uno por uno los cerebelos y los cuatro lóbulos feroces del gremio pitante y pitanta no nos iba a descubrir la luz, más bien todo lo contrario, pues en lo que se refiere a conocimiento de la historia, de la sociología, la economía y la política hoy por hoy radica en otras instancias y no en las bancadas de una final futbolística, lugar a donde siempre se fue con la malsana intención de hacer un poco el gamberro sin que te persigan los guripas municipales.

Gritar a la autoridad, ciscarte en la madre del árbitro _ que ya me dirán ustedes la culpa que la pobre tiene _; llamarle negro con mala baba, si juega en el equipo contrario; alzarte desaforado de tu asiento mientras haces una peineta al cielo o enseñas los cuernos a la cámara cuando sabes que te enfoca… en fin, gamberradas de una grey con nostalgia de los patios de colegio, cotufas en el golfo, pataletas de niños caprichosos que se creen rebeldes, desahogos de fin de semana… nada que no se pase el lunes.

Aún así, me gustaría perder ese domingo de lectura.

Un comentario a “Pitantes y pitantas”

  1. Españolito de a pie.

    En los campos de futbol hay mucha morralla.
    Recuerdo los años del Superdepor de La Coruña cuando lograba títulos de liga, copas del Rey y salian reportages de la gente celebrandolo en la fuente coruñesa de 4 Caminos.
    En una de esas ocasiones históricas del Superdepor opte por ir hasta allí y la decepcion fue monumental. Lo que había basicamente eran muchos tios con excesos de alcohol gritando babosadas y ademas sin sentido alguno como por ejemplo una que coreaban con frecuencia… FIGO DE PUTA.
    Figo el jugador portuges del Real Madrid.
    Con la racion de basura moral de aquella noche ya quede saciado para no repetir nunca mas.
    Es lo que hay, mucha morralla y en vez de gente chusma.

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