La bajeza

Rita Barberá, el año pasado

Salirse en el minuto de silencio a Rita Barberá es querer ser el muerto en el entierro, de modo que por ese lado los salidos no hacen más que confirmar la trayectoria que les caracteriza: llevarse todas las portadas al precio que sea, aunque éste sea el de la ignominia.

En el caso presente, a la infamia hay que añadir unas cuantas toneladas de soberbia mediante las cuales los salidos se erigen en jueces y parte con solo pensarlo.

Vienen de justificar lo injustificable en pisos, chanchullos, becas, contratos laborales, haciendas y subvenciones a chorro, pero se ponen todos exquisitos ante la sospecha de los asuntos que pudiesen afectar a la fallecida, ya juzgada por ellos.

Eso se llama mala baba y apretarse al cuello la soga con la que vas a ser ahorcado. La legislatura no ha hecho más que arrancar y las muestras de bajeza y de vergüenza ajena comienzan a apilarse a la vista de todos. ¿Quedará alguien con dos dedos de frente para seguir viéndolos con cierta ecuanimidad?

Sin los dos dedos ya sé que sí los habrá, pero confiemos en que este país supere todas las dificultades que se le ponen por delante y consiga educar a su ciudadanía de una vez por todas, máxima asignatura pendiente que arrastramos, como queda bien patente al echar un vistazo a la bancada del Congreso en días como los de ayer.

Hasta Rufián ha tenido la expresión lógica y humana de un sentimiento respetuoso ante la muerte de una persona por muy rival política que sea. Quizás el análisis que en su día se haga desde ERC sobre la exalcaldesa valenciana sea crítico y desfavorable. Nada tiene que ver una cosa con la otra, pero a éstos que ayer se comportaron como indecentes les resultará muy difícil reclamar respeto cuando ellos mismos alardean de no saber el significado de la palabra.

Pobrecillos. Tan jóvenes y tan amargados.

3 Comentarios a “La bajeza”

  1. Juan José

    Y yo que pensaba de chaval (años 80s) que el siglo XXI iba a ser la repera de adelantos y cultura general y resulta que hay mas bazofia que nunca.
    No avanzamos, retrocedimos un monton pero no a la época de nuestros padres y abuelos que eran gente muy recta y considerada, volvimos al tiempo de las cabernas.

  2. Aureliano Buendía

    Es difícil, yo creo, ser tan miserable. A la mayoría de los mortales (y no es que tenga yo un concepto muy elevado del ser humano) le sería difícil alcanzar tales cotas de miseria moral, aún sometiéndose a un riguroso entrenamiento

    Personalmente, yo habría guardado silencio ante la muerte de Rita Barberá (q.e.p.d.) como de cualquier otro ciudadano, fuere cual fuere su filiación política o su trayectoria personal o profesional.

    Por decirlo todo, ante el ataúd de un terrorista, yo guardaría silencio. Me quidaría muy mucho de expresar cualquier sentimiento contrario al respeto que se debe a la muerte de cualquier ser humano.

    Y pienso que hasta Pablo Iglesias estaría de acuerdo conmigo, en la esencia del asunto. Lo que ocurre es que, para él, los del PP no son seres humanos, y punto pelota. No puede faltarse al respeto, ni ante ni postmortem, a quien no es persona. ¿Ven que fácil es comprender su actitud? ¡Si no tiene secreto, hombre!.

    Supongo que, para alcanzar tal nivel de odio y sectarismo, es preciso entrenarse a diario, porque el común de los mortales, ni adrede consigue ser tan miserable.

  3. rois luaces

    La ignorancia generalizada, que ahora quieren blindar con el repato educativo, genera unos agujeros negros que se llenan de pus, miseria y esquizofrenia

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